miércoles, 28 de julio de 2010

Si mi vida fuera un cómic

En mis ratos de ocio (normalmente mientras estoy en la revista) he estado encontrando nuevas y entretenidas formas de perder el tiempo.

Al principio pensé que implementar un código musical en la oficina serviría (algo así como viernes casual, pero enfocado más bien a molestar al prójimo con cosas como jueves de jotiza); pero eso sólo mata unos cuantos minutos, y después shuffle se apodera de la música de fondo.

Youtube siempre es útil.
Nada como una página sin fondo de videos inútiles para asesinar horas y horas de aburrimiento potencial.

También intenté jugar un MMORPG, y encontré uno gratis que se veía interesante; pero después de un par de horas, me di cuenta de que la cantidad de tiempo que necesitas dedicarle a esas cosas, raya en lo enfermizo. Además, todo lo interesante ya estaba apañado por unos chinos culeros que seguro dedican su vida entera a esos juegos freaky.
No, lo siento, pero no voy a perder toda mi vida sólo por llegar a ser un paladín nivel 80.

En fin, el punto es que después de intentar muchas cosas, hace poco encontré una que está bastante chida. Por un tiempo, al menos.

Ahora que está toda la fiebre por la película de Scott Pilgrim Vs. The World, decidí que a lo mejor estaría chido leer los libros, y ver por qué tanto desmadre.
Después de una rápida búsqueda de torrents (usando el internet del trabajo, claro) yo ya poseía las 6 novelas.

Son la onda.

Básicamente, se tratan de un tipo todo buena onda (pero medio geek) que empieza a andar con una tipa ligeramente misteriosa.
Después descubre que para poder seguir andando con ella, va a tener que luchar por su amor.
Va a tener que pelear contra sus 7 ex-novios malévolos (por ejemplo, un tipo que tiene poderes psíquicos porque es vegetariano)

Suena tetísimo (y realmente lo es), pero el arte está chingón, y toda la serie tiene un sentido del humor que a mí me hace mucha gracia (probablemente porque yo soy todo teto)

En fin, el punto es que hoy estaba forevereando bien densamente, y me puse a pensar que sería interesante si mi vida siguiera las mismas reglas que Scott Pilgrim.

Estaría interesante que si alguien quisiera andar conmigo, tuviera que luchar contra mis 7 ex-novias malévolas.
Eso sería the most awesome thing evah.

Así que, sin más preámbulos, pongo a su disposición la lista de rivales que tendrían que vencer si es que están interesadas en ganar un lugar en mi sensual sensual corazón.
Nota: Pongo especial énfasis en la palabra INTERESADAS. Con eso de que soy como un delicioso twinkie para la comunidad gay...
Nota #2: Los nombres de las ex-afortunadas han sido alterados para evitar conflictos en mi vida.


Lista de rivales que protagonizarían la serie de libros "Dexter Petrelli Vs. The World"
By: Dexter


Ex-novia malévola #1: Tomboy Salt.

Directo desde las profundidades de la infancia de Dexter, llega esta mujer, cuyo principal atributo, es su habilidad de amar a otras mujeres.
Sin que Dexter entendiera cómo ni cuándo, Tomboy Salt cambió de bando, dejando a todo el mundo boquiabierto ante tan inesperado brinco.

Poder: Camuflaje. Es capaz de esconder sus verdaderas preferencias por años y años.
Debilidades: Curvas peligrosas y chicas lindas.

Ex-novia malévola #2: Stratus Red.

Haciendo su primera aparición desde los tiempos de la incómoda pubertad de Dexter, Stratus Red viene a complicar la vida de los futuros prospectos amorosos de nuestro héroe.
Maestra en el arte de la conducción, si alguien planea luchar contra ella, puede esperar una peligrosa persecución a alta velocidad.

Poder: Manejo de vehículos. Funciona mejor cuando está subida en algo que se mueva rápido.
Debilidades: La monogamia y el compromiso.

Ex-novia malévola #3: Feather Moon.

Si alguien les contara la historia completa de esta ex-novia malévola, seguro su mente explotaría en mil pedazos.
Demasiado complicado como para ponerse en simples palabras, Feather Moon utiliza el poder de la nostalgia y la fuerza del pasado para poder lanzar mortales ataques contra sus rivales.

Poder: Fantasía. Utilizando los recuerdos de sus rivales, logra volverse más poderosa con cada día que pasa.
Debilidades: El mar y la luna llena.

Ex-novia malévola #4: Twin Eyes.

Experta en detectar las debilidades de la gente, Twin Eyes se encarga de usar ataques psicológicos continuos para debilitar a sus rivales, hasta que llega el punto en que ni siquiera saben quiénes son ni qué hacen ahí; y para cuando llega ese momento, ya es demasiado tarde.
Twin Eyes es una ex-novia especialmente malévola, y debe ser considerada armada y peligrosa.

Poder: Manipulación. De alguna forma, siempre consigue lo que quiere, sin importar lo que tenga que hacer para lograrlo.
Debilidades: La sobriedad y la responsabilidad.

Ex-novia malévola #5: Oz Sky.

Capaz de atacar de larga distancia, Oz Sky es lo más cercano a un francotirador que existe en el pasado de Dexter. Ataques certeros, rápidos, y que nunca ves venir.
Es especialista en derrotar a sus rivales en muy poco tiempo, pero esa rapidez también puede convertirse en su punto débil.
Quien subestime a Oz Sky, debe prepararse para terminar sorprendido.

Poder: Telequinesia. Es capaz de salirse con la suya sin tener que estar presente físicamente.
Debilidades: El tiempo y la distancia.

Ex-novia malévola #6: Photo Op.

Sin duda, uno de los obstáculos más difíciles de superar en la búsqueda del amor de nuestro héroe, Photo Op dispone de una enorme cantidad de poderes, con lo cual planea detener a cualquiera que trate de obtener el corazón de Dexter.
Su adorabilidad la hace alguien sumamente difícil de vencer, porque casi nadie se atreve a atacarla.

Poder: Amor. Todo el mundo la quiere y la defiende.
Debilidades: El cambio y los aviones.

Ex-novia malévola #7: ????

La ex-novia más poderosa de todas.
Poco se sabe de ella, porque Dexter trata de no mencionarla; pero no es ningún secreto que su fuerza es mayor que la de las otras 6 ex-novias malévolas.
Se rumora que siempre carga una cámara consigo, y que es capaz de capturar el alma de sus rivales con ella.

Poder: ????
Debilidades: ????



Fuck, si mi vida fuera una serie de libros, estoy seguro de que sería un best-seller.

domingo, 25 de julio de 2010

Definitivamente no estoy mal

Como la gente que me conoce sabe, yo no soy muy fan de ir a bares, antros, o todo ese tipo de cosas.
Simplemente me parece absurdo.

En primera, esos lugares te obligan a disfrazarte de Abercrombie.
Después, un tipo todo ñero y pendejo se para en la puerta, y juzga tu valor como persona. Si después de un rato decide que eres lo suficientemente "bueno", entonces te deja pasar.
Una vez que estás adentro, tienes el enorme privilegio de convivir con gente de hueva y pendeja, escuchando música tremendamente mala, y pagando 10 veces el precio justo de una copa mal servida.

Claro, la mayoría de la gente va alegando que quiere "ligar".
Meh.
La idea de conocer a una niña hueca, vacía y estúpida (requerimiento para disfrutar esos lugares) no me llama. Pasar toda la noche tratando de impresionarla con historias exageradas y comprando su atención con tragos piteros no es mi idea de romance, thankyouverymuch.

Anyway, back to my story.

A pesar de mi intenso repudio por esos lugares, de vez en cuando me encuentro a mí mismo en uno de ellos.
Mi historia tiene lugar en uno de esos lugares, en realidad.

Era una noche húmeda y fría. Todo estaba tranquilo en la apestosa ciudad de México.

Nuestro protagonista, un apuesto muchacho ojiverde, mentaba madres a diestra y siniestra, maldiciendo su suerte.
Resulta que ese día, yo tenía que ir a un estúpido bar-antro, porque era el cumpleaños de una amiga, y como ya le había puesto miles de pretextos en el pasado, llegó el punto en el que simplemente no podía escapar a sus llamados.
Estúpida humanidad que te obliga a seguir etiquetas sociales.

Adelantemos el relato a cuando ya estaba adentro del bar-antro, que no será nombrado para mantener el aire de anonimato que tanto me gusta.

Música electrónica sonaba en el aire. Odio la música electrónica: me desespera después de 30 segundos, y toda es igual.

Obviamente, yo estaba que me cargaba la chingada. Mi amiga estaba muy contenta.
De repente odio tener amigas tontas.

Me levanté de la mesa, porque ya estaba hasta la madre de estar ahí sentado, conviviendo con gente que no me interesa.
Tranquilamente y sin prisa (porque estaba atrapado ahí de todos modos) me dirigí hacia la barra.
Necesitaba pedir un trago, de esos que vienen en copa toda adornada, y te hacen sentir totalmente gay mientras los sostienes en la mano.
Hey, esos tragos son deliciosos, déjenme en paz.

Cuando llegué a la barra, recordé otra cosa que odio de esos lugares: la barra.
Por alguna razón, siempre hay como 300 personas pidiendo tragos a gritos, y esperando a que los atiendan.
Tienes que esperar un rato bastante largo, para que el bar se digne a violarte con sus precios.
Fuck.

En fin, me resigné. De todos modos, era eso, o regresar a la mesa llena de gente de hueva.

Mientras estaba ahí, esperando tranquilamente entre un montón de pendejos pidiendo Jager bombs (seriously gente, no impresionan a nadie); llegó una chica linda y se paró junto a mí. Ella también iba a esperar su trago.

La miré con toda la discreción que me caracteriza (y que suele estar en números negativos). No estaba nada fea.
Era ligeramente hipster, pero al menos se veía diferente al 98% de la gente de ese lugar.

La conversación empezó en forma bastante cotidiana; ambos nos quejamos de lo molesto que era tener que esperar a que te atendieran.
Pasamos los siguientes 20 minutos platicando. Era una chica bastante cool.
Teníamos muchas cosas en común, nos dedicábamos más o menos a lo mismo, odiábamos a la gente, no era nada tonta, etcétera etcétera.
En fin, estar con ella era una mejor alternativa que regresar con mi amiga y su gente de hueva; así que me quedé ahí.

De repente, ella dijo algo que le partió la madre al momento:
"Bueno, ¿y entonces me vas a invitar un trago o qué?"

Fuck me in the ass and call me Hugh Hefner; todo había valido madres.
"Ja, yo no le invito tragos a gente que acabo de conocer... es como... política de la empresa; perdón", le contesté.

Ella puso cara de asco, como si yo la hubiera insultado o algo así; y me empezó a interrogar.
¡¿Por qué?!
¿Por qué no le iba a pagar un trago?, ¿acaso estaba loco?, ¿cuál era mi problema?

Traté de explicárselo a ella, y trataré de explicárselos a ustedes, lectores imaginarios. Sinceramente, no creo estar tan mal en mi lógica.

Todo es cuestión de respeto por mí mismo.
Ir a bares es algo que de por sí no me gusta; pero cuando voy, está chido conocer a alguien. A alguien ligeramente diferente a la mayoría de la gente que va, quiero decir.

Aún así, no soy de las personas que van tratando de conseguir a alguien con quien acostarse. Dirán lo que quieran de mí, pero tengo estándares.

Si te comprara un trago, estaría cayendo en un juego que no quiero jugar. Tú pretenderías que existe la posibilidad de dejarme entrar en tus pantalones, y yo pretendería que no te considero una persona fácil de comprar.
Pero seriously, si con un poco de alcohol estás dispuesta a acostarte conmigo, ¿qué dice eso de ti y de mí?

Ahora, una cosa sería si yo hubiera ofrecido comprarte un trago, el cual tú tienes todo el derecho de aceptar sin que se infiera nada; pero en este caso, TÚ estabas pidiéndome un trago. Pidiéndomelo directamente y sin rodeos. Eso me hace pensar que todo se reduce a una simple transacción de alcohol = posible sexo.
No gracias, cariño, no fumo.

Eres una chica linda, que además, se sabe linda. Cuando vas a un lugar de estos, seguro no faltan un montón de tipos que estén más que dispuestos a comprarte un trago. Bien por ti.
Si ellos son tan tontos como para creer que la llave a tu corazón es un vaso de vodka con jugo de arándano, entonces tú tienes todo el derecho de aceptarlo y aprovechar las ventajas que te dio la vida.
Ahora, es insultante para mi dignidad como persona el hecho de que tú me consideres igual de douchebag que el resto de la gente que está perreando erráticamente en la pista de baile.

Se supone que llevamos un buen rato platicando de cosas interesantes, yo asumí que para este momento, tú no pensarías que soy igual de idiota que la gente Abercrombie. Aparentemente me equivoqué.
Además, entre toda la plática, los dos comentamos que somos más pobres que un indigente, y que tenemos muchísimas deudas. ¿Qué te hace pensar que yo saltaría a la primera oportunidad de gastarme 80 pesos en un trago que ni siquiera voy a beber yo?
¿Por qué no ofreciste comprarme un trago tú a mí?

Don't get me wrong, no es que crea que la caballerosidad ha muerto: con todo gusto podría abrirte una puerta, cederte mi asiento, o levantarme cuando entres a un cuarto; pero hay una enorme diferencia entre caballerosidad y gente aprovechada.

Además, por alguna razón te tomaste mi negación a agregar tu bebida a mi cuenta como un insulto personal.
Hiciste todo un drama por algo que no lo merecía. Qué hueva.

En fin.

Todavía, como un último recurso por hacerme sentir mal, me dijo: "Qué mal plan, tenías chance de acostarte conmigo, pero lo acabas de perder"

La miré desdeñosamente y le dije "Meh, de todos modos tú no tenías chance de acostarte conmigo. Yo no me acuesto con gente que acabo de conocer, es como... política de la empresa; perdón"

Pfft, la juventud de hoy en día...

jueves, 22 de julio de 2010

Pasado / Presente / Futuro

El otro día, Rocketmail me estaba ayudando con unas cosas que tenía que hacer.
Entre pláticas irrelevantes y comentarios pendejos, me dijo algo que poco después descubriría por mí mismo:
"Has cambiado mucho últimamente"

Normalmente la tacharía de loca, y le diría que está mal, y que la única verdad incuestionable es la que yo diga; pero cuando Rocketmail me dice algo, la escucho; porque por alguna razón, cuando esa mujer abre la boca, yo termino alcanzando alguna epifanía.
Es tremendamente molesto.

Vislumbrando una ligera crisis personal en el futuro cercano, yo le pregunté "¿Cambiado cómo?"

"Pues... no sé, antes decías muchas más pendejadas, eras como todo feliz y valemadres. Mira lo que escribías antes, por ejemplo. Eras un amargado total, pero daba mucha risa", me dijo.

"Ahá", le contesté.

"Y últimamente estás como mucho más emotivo. Como todo pseudo-profundo. Ha cambiado mucho tu estilo de escribir. Digo, seguramente es mejor, pero antes tenías frases más cool", agregó.

"Pues vete al diablo", fue mi respuesta.

En fin, cambié el tema antes de que la mujer siguiera comparándome conmigo mismo, porque si existe una persona en el mundo a la que jamás voy a poder ganarle, es a mí. Simplemente soy demasiado sexy.

Y el día de hoy, por fin me tomé el tiempo de leer algo de lo que escribía antes.
Fuck me in the ass and call me doctor Brown; Rocketmail tenía razón.

Antes escribía mucho más cagado.
Con el tiempo me he vuelto todo emo y ridículo.

Antes me quejaba de los pinches chinos culeros y su obsesión por conquistar el mundo.
Ahora sólo paso el tiempo cuestionándome qué diablos sigue, y hacia dónde me está llevando la vida.

Antes dedicaba posts enteros a odiar a la gente gorda y fea, y a insultar a todo el mundo.
Ahora sólo me quejo de lo raro que se siente enfrentar el mundo real, y salir de mi burbuja.

Antes me esforzaba en encontrar formas de hacer a los demás sentirse estúpidos.
Ahora mi atención se concentra en tratar de acoplarme a las estúpidas circunstancias que la estúpida vida me cambia cada estúpido tercer día.

Ha sido un año lleno de cambios, y me he tenido que enfrentar a muchas cosas que nunca vi venir. Aparentemente no soy tan Nostradamusesco como mis vaticinios me hicieron creer.

Evidentemente, mi forma de escribir ha sido afectada por todas estas cosas.
Supongo que realmente nunca me había puesto a pensar en eso... muchas gracias, Rocketmail.

En fin, debrayo.

Mi punto era que ahora que me di cuenta de lo emo que me estoy volviendo, voy a tratar de hacer mi mejor esfuerzo por no dejar que mi mariconez afecte lo que escribo.
Voy a tratar de regresar a ser el Dexter amargado y quejumbroso de antes.

Digo, nunca he dejado de odiar a los chinos, pero creo que ya llevaba un buen rato sin decir cuánto los odio.
La respuesta es mucho.

Voy a seguir tratando de definir exáctamente quién diablos soy, y qué carajo tengo que hacer ahora que ya tengo un pie puesto en la vida real; pero también voy a tratar de no dejar de ser quien era antes.
Sí, eso sí tuvo sentido. Léanlo tres veces de corrido y verán.

No le voy a dar gusto a Rocketmail; no señor.



PD: Te adoro, Rocketmail.

domingo, 18 de julio de 2010

Lección no aprendida

En estos últimos días, en los ratos de ocio que he tenido, me he estado haciendo preguntas constantemente.
¿Quién soy?, ¿a dónde voy?, ¿cuánto tiempo estaré aquí?, ¿cómo terminó Lost?, ¿cuántos municipios tiene Campeche?, ¿qué pasaría si me hago un espectacular mohawk?

Entre todas esas interrogantes, hay una en particular que viene a mi mente una vez que ya me hice suficientes preguntas:
"Oh, querido y jóven Dexter, ¿por qué insistes en hablar contigo mismo?"

Justo cuando me voy a dar respuesta, me doy cuenta de que hacerlo sólo perpetuaría esa extraña costumbre que yo mismo me critico, así que en vez de darme una respuesta coherente, mejor me mento la madre.

Después me doy cuenta de que mentarme la madre sigue siendo hablar conmigo mismo, y que acabo de fracasar en mi propia prueba, así que la frustración me hace gritar "¡Carajo, Dexter!".

Es en ese momento cuando una sonrisa burlona se pinta en mi rostro, y digo "¿Ves? Lo sigues haciendo. Fracasaste la prueba"

Curiosamente, cada vez estoy más consciente de que sigo hablando conmigo mismo y de que soy un total idiota por darme la razón cuando me estoy burlando de mí y de mi incapacidad de callarme la boca.
Curiosamente también, mientras más consciente estoy, más me frustro; y trato de insultarme yo solo, para ver si de esa forma dejo de burlarme de mí.

Esto se convierte en un círculo vicioso, que cada vez me hace más gracia, me frustra más, y me hace gritar obscenidades más soeces.

Eventualmente, me encuentro a mí mismo caminando por la calle, vocíferando cosas como: "¡Carajo Dexter, cállate, déjame en paz! ¡No me molestes, no le hago daño a nadie cuando me contesto mis preguntas! ¡Vete al diablo, por eso la gente siempre se ha burlado de ti y te ha llamado batshit crazy!"

Es entonces cuando las miradas de la gente de alrededor me hacen volver a la normalidad, y entonces me doy cuenta de que me acabo de convertir en uno de esos locos con barba que caminan por la calle hablando en voz alta con nadie en particular.
La vergüenza se apodera de mí.

"¿Ya ves idiota? Lo hiciste de nuevo", me dice una voz burlona en mi cabeza.
"Cállate... sólo cállate...", digo en voz apenas audible.

Mi vida es una larga lista de errores repetidos y lecciones no aprendidas.

martes, 13 de julio de 2010

Una mañana cualquiera

Hay días de mi vida en que no sé si me quejo demasiado o me quejo demasiado poco.
Hoy es uno de esos días.

Me despierto temprano (o al menos lo que yo considero temprano, tomando en cuenta mis horarios extremadamente jodidos y volteados de cabeza) y me peleo con las cobijas.
Por alguna razón, estoy tremendamente enredado en mis sábanas, y no encuentro la forma de salir. Estoy atrapado.
Tal vez sea que sigo demasiado dormido como para tener coordinación motriz nomal, pero en serio no veo la forma de salir de mis cobijas.
Después de un par de minutos de forcejeos y pujidos frustrados, me caigo de la cama. ¡Éxito!, ¡libertad!

Me pongo lo primero que encuentro en mi clóset (que después descubriré que fue una pésima elección, porque me puse algo demasiado caluroso para el everchanging clima de la ciudad de México) y camino hasta mi baño, donde completo mi ritual diario de aseo, el cual, por cierto, no incluye bañarme.
Déjenme en paz.

Salgo de mi casa, y de alguna forma llego hasta la oficina de la revista en donde trabajo.
Las computadoras que hay ahí son la porquería más grande que existe en todo el mundo, así que saco mi laptop de la mochila. Odio cargar mi laptop por la ciudad.

Me siento tranquilamente, y prendo mi computadora.
Ahá, llevar mi laptop fue un gran error:
Cuando uso las computadoras de la oficina, al menos -pretendo- que trabajo, pero cuando llevo mi laptop, se me olvida completamente que tengo que hacer como que estoy ocupado.
Me robo el internet de una red ultra-rápida que hay en las inmediaciones. Dios bendiga el día que conseguí el password.
Empiezo a bajarme música y películas. Dios bendiga las páginas piratas de internet.

Facebook.
Pausa larga.

Mucho tiempo después, por fin abro los archivos de mi trabajo. Me doy cuenta de que son un chingo.
Cierro los archivos de mi trabajo.
Facebook.

Otra pausa larga.

Poco después, llega mi pseudo-jefe, y me dice que van a entrar a junta; así que me pide amablemente de me retire de la oficina, porque van a discutir cosas importantes, y mis comentarios inapropiados e inoportunos jamás han logrado enriquecer ninguna junta.
Las primeras veces que me corrieron de las juntas, me enojé, porque... ¡¿qué carajo?!
Como ya no son las primeras veces, ya me lo tomo con filosofía, y me doy cuenta de que si no estoy en la oficina, no estoy obligado a hacer gran cosa.

Agarro mi laptop y subo a la azotea del edificio, donde me dispongo a aplicar un hermoso acapulcazo. Soy más blanco que el hijo de Gasparín con un pollo albino, así que un poco de Sol no me hace mal.

Una vez que estoy en la azotea, me quito la playera y recargo mi laptop en la cornisa del edificio. Probablemente no es buena decisión, porque si de casualidad tengo uno de mis ataques de torpeza, mi computadora caería 5 pisos, y se estrellaría contra la cabeza del pobre vigilante del edificio.

Recuerdo que me faltan pagar demasiadas mensualidades de mi laptop, así que la quito de la cornisa y la recargo en mis piernas.

Jodidamente, la señal del internet que me estoy robando acaba de valer madres.
Paso los siguientes 10 minutos caminando por la azotea, con la computadora levantada, tratando de encontrar señal.
Éxito.

Me siento en el piso, y me pongo mis audífonos. Abro la película que me bajé ilegalmente, y la empiezo a ver.
Unos cuantos minutos después, la señora de intendencia aparece detrás de mí.
No sé cuánto tiempo lleva ahí, porque yo estaba demasiado ocupado viendo películas piratas, pero cuando volteo, me está viendo con cara de asco. La saludo amablemente, y regreso a mi arduo trabajo. Es entonces cuando el reflejo de mi pantalla me deja saber que yo sigo estando topless.
Eso explica la cara de asco, supongo. O tal vez mi inhumana blancura la haya deslumbrado, y ahora esté parcialmente ciega.
Sea como sea, me pongo mi playera y balbuceo una insincera disculpa.

Por alguna razón, me entra el remordimiento de no estar haciendo nada de lo que debería de estar haciendo, así que vuelvo a abrir los archivos de la revista. Hago mi trabajo, pero pongo jeta.
Yo sé que nadie ve que estoy poniendo jeta, pero de todos modos siento como que estoy estableciendo un punto.

Como me aburro mucho, abro una estación de radio por internet.
Todo está bien en Dexterlandia.

Poco a poco, empiezan a llegar todos los de intendencia. Me siento en una convención de trapeadores.
Justo cuando pienso que estoy interrumpiendo su reunión de planificación de conquista mundial, me doy cuenta del verdadero motivo de su presencia: todos quieren desayunar, y el pseudo-comedor que improvisaron está en la azotea.
Me sigo sintiendo en una convención de trapeadores.
No objeto.

De repente, alguien saca un tupperware con comida, y lo pone en el viejo y parcialmente descompuesto horno de microondas.
No entiendo las razones científicas, pero la radiación expedida por el jodido aparato, le da en la madre a mi internet.
That's just fuckin' great...

"Ok, no pasa nada Dexter, sigues siendo joven, guapo, y talentoso. No necesitas radio por internet.", me digo. Sonrío.
Siempre sé cómo hacerme sentir mejor.

Abro mi iTunes, y pongo una playlist.

No contentos con darle en la madre a mi internet con sus microondas voladoras, los intendentes deciden sacar un radio, y poner cumbias a todo volumen.
Pienso en subirle el volumen a mis audífonos, pero considerando el estado achacoso de mis oídos, reconsidero.
Me acaban de joder mi acapulcazo. Fuck them.

Sigo trabajando un rato, con cumbias como música de fondo.
Me doy cuenta de que ya casi no tengo pila en la laptop, así que no me queda de otra más que regresar a la oficina, porque dejé mi cargador ahí.

Siguen en junta. Me ven feo cuando entro.
Oh well, no es como si fuera la primera vez que me ven feo en la vida.

Y entonces, me siento tranquilamente con mis audífonos, y me pongo a escribir en mi blog, en lo que ellos discuten cosas importantes y relevantes.

Y ahora, lectores imaginarios, si me disculpan, tengo que escuchar radio por internet, y bajarme películas.

Dios, soy el trabajador más responsable de toda la historia.

domingo, 11 de julio de 2010

Viajes a Europa

Hace un par de días, estaba en casa de una amiga, viendo una película.

Estaba muy aburrido, porque era una película extranjera, y mi attention span requiere de una trama que se mueva rápido, porque si no me distraigo y me duermo.
Evidentemente, al ser una película de arte, la trama no se movía rápido. O tal vez ni siquiera había trama, sinceramente no entendí nada.
Soy una papa en cuestiones de cine.

En fin. Mientras buscaba con qué distraerme, voltée la cabeza y me encontré con su computadora.

"¿Me puedo conectar a internet?", le pregunté; pero ella ni siquiera me contestó con palabras coherentes, porque estaba muy ocupada llorando desconsolada por... algo que pasó en la película, supongo; porque todos los protagonistas también estaban llorando.

"Me puedo conectar a internet", me auto-respondí.

Me dirigí a su computadora, y abrí mi mail.
Inmediatamente me llamó la atención un mensaje de una de mis mejores amigas, que ahorita está viajando por toda Europa.

"Seguro me va a contar cómo le está yendo", pense.
Wrong.

Hey torpeza, nada más quería decirte que sigo viva jajaja. En fin, te mando este mail para que veas que sí te extraño. ¡Adios!

Incrédulo ante la falta de detalle o de anécdota interesante contenida en el mensaje, yo me quejé en voz alta:
"¡No mames! ¿Me manda un mail desde Europa sólo para decirme... nada en absoluto? ¡Qué pendejada!", grité.

Mi amiga llorona, que ya había acabado de ver la película, apagó la tele y me volteó a ver.
"¿Qué esperabas?", me dijo.

"Pues... no sé. Algo.", le contesté.

Fue entonces cuando empezamos a hablar de lo mucho que los dos queríamos ir a viajar por las Europas, y de las cosas que queríamos conocer y hacer cuando estuvieramos allá.

Mi amiga me describió su viaje perfecto por el viejo continente, el cual, a decir verdad, me pareció un poco soso y cliché.
"Tu viaje perfecto me parece un poco soso y cliché", le dije a mi amiga.

Evidentemente, ella se molestó, y me preguntó por qué.
"Pues porque perdiste mi atención a los 15 segundos. Así de soso y cliché es", fue mi respuesta.

"¿Ah sí, señor interesante? ¿Y cómo sería tu viaje perfecto?"

Fue entonces cuando me concentré, y recordando varias cosas que había visto por la vida, y que me gustaría hacer, le dije:
"Sería el mejor viaje por Europa en la historia de los viajes por Europa."

Ella guardó silencio.
Yo suspiré, y me dispuse a entrar un poco más en detalle.
Hablando lo más rápido que pude, le dije:

Tomo un vuelo Charter en un DC-10 a Londres, aterrizo en Heathrow.
Tomo un taxi hasta el centro de la ciudad. No dejes que la gente te mienta, los hostales son para los feos.
Me quedo en Home House, el hotel más hermoso.
Llamo a una amiga que vive ahí y que vende Hash, pero no está en su casa.
Conozco a un par de ingleses, que de todos los lugares que existen, me llevan al barrio latino.
Coqueteo un poco en la megatienda Virgin, compro unos CDs, y después sigo a unas chicas con el cabello rosa.
Deambulo por la ciudad tratando de acostarme con alguien, hasta que empieza a llover y entonces regreso a Home House.
"Ministry of Sound" cerró, así que voy a "R.E.M. Forum", pero es noche gay.
Encuentro a una chica hetero, y bailamos frotándonos en la pista.
Tomamos un taxi hasta Home House, le quito la ropa, me mete su pie en la boca y cogemos.
Me quedo ahí cuatro o cinco días; conozco al mejor DJ del mundo: Paul Oakenfold.
Me pierdo el cambio de guardia.
Le escribo a mi mamá una postal que nunca mando.
Le compro éxtasis a un junkie italiano que trata de venderme una bicicleta robada.
Fumo mucho Hash, pero tiene demasiado tabaco mezclado.
Veo el palacio de Buckingham, veo el Big Ben, cruzo el Abbey Road.
Como mucha comida inglesa. Llueve mucho.
Todo es demasiado caro y me aburro; me voy a Amsterdam.
Todos los holandeses saben inglés así que no tengo que hablar holandés, lo cual es un alivio.
Camino por el distrito rojo. Visito un show de sexo. Visito un museo de sexo. Fumo mucho Hash.
Conozco a una tipa que sale en la tele holandesa y tomamos Absinthe en un bar llamado Absinthe.
Los museos son lo máximo. Muchos Van Goghs, y los Vermeers son intensos.
Deambulo por ahí, y compro muchos pasteles. Me como unos waffles increíbles.
Compro algo de coca y regreso al distrito rojo.
Encuentro a una rubia chichona que me recuerda a una amiga. Le doy 20 euros, y al final me deja venirme en sus senos, aunque estaba usando condón.
Platicamos de SIDA, de su padrote marroquí, y de ella.
Me despierto con el sonido de una vecina gorda cantando. Son las 8:00 a.m. y hace demasiado calor.
No tengo cambio, así que me pongo a bailar en la estación de metro hasta que alguien me da unas monedas.
Intercambo canciones con una chica filipina, y después me voy a Paris.
Camino por los Champs-Elysees.
Subo a la torre Eiffel por sólo siete francos. La maquina de boletos estaba rota.
Descubro cómo funciona el metro, lo tomo para ir a todos lados.
Fiesta de modelos. Termino con una modelo llamada Karina. Me hace un handjob en el Marriott, lo cual es la onda.
Jugamos billar, vamos de compras. Creo que me contagió de gripa.
Manejo un Ferrari que le pertenece a la familia real de Arabia.
Me beso con una modelo holandesa enfrente del Louvre.
Veo el Arc de Triomphe. Casi me atropellan cruzando la calle.
Me encuentro a Oakenfold otra vez, y me invita a Dublín. Me paga un vuelo en Aer Lingus, y me quedo en el Morrison.
Dublín rockea más de lo que me imaginaba. Paul me deja girar un par de discos con él.
Las chicas irlandesas son pequeñas como leprechauns.
Una tipa borracha me deja un chupetón después de llamarme "Señor México"; vamos a un bar y se desnuda para mí en el baño.
Me meto de contrabando a la fábrica de Guinness y me robo una cerveza tan buena que me provoca una erección.
Tomo un vuelo a Barcelona, que resulta ser un asco. Demasiados gringos gordos. Demasiados mercados de carne.
Me meto ácido en la Sagrada Familia, lo cual resulta ser todo un viaje.
Camino por la costa hasta el museo Gala Dalí, pero ya no me queda ácido, lo cual apesta.
Una amiga me llama a mi celular, y la dejo escuchar las campanas de la iglesia.
Santa Cruz es hermoso, pero no hay mujeres ahí, sólo hippies viejos.
Viajo hasta Suiza, donde irónicamente nadie pudo darme la hora.
Tomo el Glacier Express hasta Shiltone, que es hermoso en formas que no puedo describir.
Tomo el EuroPass hasta Italia, y termino en Venecia. Conozco a una chica que se parece a Rachel Leigh Cook y habla mejor español que yo.
Está viviendo en Europa por un año, con menos de 5 euros al día.
Viajamos en góndola, y compramos Hash. Ella cree que soy un capitalista porque una noche en mi cuarto de hotel cuesta más que todo su viaje. No parece molestarse mucho cuando pago nuestra cuenta.
La boto y me junto con una pareja que obviamente quiere un ménage à trois. Hay mucha tensión, pero el hombre ofrece darme ride a Roma, así que yo acepto.
Hay muchísimo tráfico; estamos parados por horas. La esposa es muy rara, y el esposo se la pasa viéndome con lujuria. Es como una película de Polanski.
Nos detenemos en Florencia, donde veo algún domo enorme. Hay una manifestación de estudiantes y todo se vuelve un caos. Pierdo a la pareja extraña, gracias a Dios.
Termino en Roma, que resulta ser grande, calurosa, y sucia. Es como Los Angeles, pero con ruinas.
Voy al Vaticano. Es ridículamente opulento.
Hago fila dos horas para entrar a la Capilla Sixtina, que ahora que está remodelada, se ve falsa.
Conozco a dos italianas menores de edad, y trato de convencerlas para que cojan y me dejen ver. Me aburro y voy por un helado.
Mi hotel tiene un gimnasio, así que hago ejercicio.
Me encuentro con un tipo del D.F. que dice que me conoce, pero estoy seguro de que sólo es gay, así que lo pierdo.
Me pongo muy ebrio y trato de tirarme un pedo, pero acabo cagando mis pantalones.
De regreso en mi cuarto de hotel, sueño con una chica hermosa, sumergida en agua. Me pregunta si me gusta, y me dice que puede limpiar pescado con su cuerpo. No sé qué significa, pero me despierto muy relajado.
Tomo un vuelo de regreso a Londres y pierdo el tiempo en el Piccadilly Circus.
Hago intercambio de playeras con una chica de Cambridge. La suya es Agnes B., pero me cuesta mi Threadless.
Ella parece ser puritana, pero en el fondo es toda salvaje. Casi no fija en mi trasero, pero se nota que quiere.
Al siguiente día, me meto ácido y me pierdo en el metro. Paso una tarde entera tratando de averiguar cómo salir.
Conozco a una chica linda que me promete hacerme un handjob en el baño, siempre y cuando no manche su abrigo Paul Smith.
Fumamos mota mientras escuchamos discos de Michael Jackson.
A la siguiente mañana, me despierto hablando conmigo mismo. Tengo un enorme golpe en la cabeza y no recuerdo por qué.
Hago mis maletas y llego justo a tiempo para tomar mi avión de regreso a casa.
Ese es mi viaje perfecto.


Mi amiga se me queda viendo, con la boca abierta, y me dice:
"¿De dónde diablos sacas tanta estupidez?"

Me encojo de hombros.
"Veo demasiadas películas, supongo..."

sábado, 10 de julio de 2010

T Minus Zero

Querida Cristina:

Me sigue costando mucho trabajo voltear la cabeza y darme cuenta de cuánto tiempo ha pasado desde el último día que te vi.
Tantas cosas han cambiado desde entonces...

Éramos unos niños cuando todo pasó, ¿sabes?

El otro día me vi en el espejo, y me di cuenta de que soy una persona totalmente diferente a la que era en esos días.

¿En qué momento cambié tanto?
Por primera vez en mi vida, me vi a mí mismo, y vi a alguien... adulto.
Me pregunto qué pensarías de mí si pudieras verme.
Me pregunto cómo serías tú, si no hubiera pasado lo que pasó.

¿Habrías cambiado?
¿Serías otra totalmente distinta?

Creo que parte de tu magia es que nunca vas a ser alguien diferente a quien yo recuerdo.
Siempre vas a ser el ángel del verano perfecto.
Siempre vas a ser la playa, el mar, y la luna llena.

Es increíble que ya hayan pasado 7 años...

Me gustaría poderte ver una vez más, sólo una vez más.
Me gustaría que pudieras ver en lo que me he convertido, gracias a ti.

Feliz aniversario.
No he olvidado la última promesa que te hice.

Sigue soñando con los mortales.
Un año más, Cristina, sólo un año más...

Wait.
Wait for me...

Je t'aime.
Pour toujours.

-Dxtr
Julio 2010

viernes, 9 de julio de 2010

T Minus One

Querida Cristina:

Hay momentos en que te sigo necesitando tanto...

Las cosas no son fáciles por aquí, ¿sabes?
El mundo que me pintaste no existe... tal vez nunca existió.

Nada es perfecto, nada es mágico.
La gente viene y la gente se va.

Hay veces en que no entiendo por qué me pediste que aprendiera a caminar por este mundo, si de todos modos el mundo se cae de repente.

Hay días en que quisiera poder abrir mis alas y aprender a volar lejos de todo, como tú.

He estado soñando contigo últimamente.
Regresas, y me pides que me quede aquí, un tiempo más. Me dices que yo tengo que quedarme aquí, que algo grande va a pasar.

Te pregunto si me vas a acompañar para siempre, y riendo, me respondes que me falta mucho para entender lo que significa "para siempre"

Ya no sé ni siquiera cuál camino tengo que caminar... me hace falta que vuelvas a tomar mi mano y me lleves por el lugar correcto; pero creo que eso jamás va a pasar.

Quisiera escuchar tu voz una vez más, diciéndome que todo va a estar bien...
Si cierro los ojos, casi puedo escucharte. Es curioso como tanto tiempo no ha podido borrar tu voz de mi mente, ¿no?

Perdón por sonar tan triste, Cristina... es sólo que simplemente hay momentos en que todavía me haces falta; pero yo sé que todo va a estar bien, para siempre.

Tengo una promesa que cumplirte, todavía.

En pensant toi.
Je t'aime.
Pout toujours.

-Dxtr
Julio 2009

jueves, 8 de julio de 2010

T Minus Two

Querida Cristina:

Últimamente te he sentido... lejos.
Mucho más lejos de lo que jamás te había sentido.

Por primera vez, siento como que todo pasó hace... hace varias vidas.

Muchas gracias.
Si no hubiera sido por ti, jamás podría haber llegado a ser quien soy ahora.
Tú me abriste los ojos al mundo, tú me enseñaste tantas cosas...

Me diste el valor de atreverme a dejar de ser lo que los demás querían que fuera, me ayudaste a entender que la única persona que podía decirme quién soy yo, era yo.

Me enseñaste el mundo.
Me tomaste de la mano y me llevaste a caminar... lo difícil fue seguir caminando cuando tu mano ya no estaba junto a la mía.

Jamás voy a olvidar el momento en que te apareciste en mi vida.
Jamás quiero olvidarlo.

Soy muy feliz.
Lo soy por primera vez desde que abriste tus alas.

Creo que tenías que romper una de tus promesas para que las demás pudieran mantenerse vivas...
Te prometo que yo no voy a romper mi promesa.

Te extraño...

J'espère que tu sois très heureux.
Je t'aime.
Pour toujours.

-Dxtr
Julio 2008

miércoles, 7 de julio de 2010

T Minus Three

Querida Cristina:

Es raro, ¿sabes?

Por primera vez en años, llevo un buen rato sin pensar en ti.
Es curioso, ¿no?
Creo que por fin empiezo a entender lo que me dijiste ese día, mientras estábamos tirados en la arena.

La vida sigue, a pesar de que las cosas duelen.

Te sigo extrañando, todos los días; pero ahora es diferente.
Por primera vez desde que te fuiste, puedo empezar a sonreir cuando me acuerdo de ti. De nosotros.
Por primera vez desde que todo pasó, ya no siento que algo me oprime el corazón cada vez que volteo a ver la luna.

Conocí a alguien.
Ojalá estuvieras aquí... creo que se hubieran podido llevar bien.

¿Estás feliz por mí?
¿Sigues deseando que yo aprenda a apreciar la magia de los días comunes y corrientes?
¿Sigues esperando que cumpla mi promesa?

¿Sigues ahí?

Ne vous allez pas.
Je t'aime.
Pour toujours.

-Dxtr
Julio 2007

martes, 6 de julio de 2010

T Minus Four

Querida Cristina:

Perdóname.
Perdóname por haberte dejado ir... fue el peor error de mi vida, y uno que sé que jamás me voy a perdonar.

Simplemente quería que fueras feliz... ¿sabes?
Verte sonreír cuando caminaras por la arena, escuchar tu risa cuando sintieras el agua tocar tu cuerpo... eso era todo lo que quería.

Te extraño.
Te extraño y te necesito.

Llevo dos años viviendo una vida falsa.
Traté de llenar el vacío que me dejaste con alguien más; pero lo único que conseguí fue darme cuenta de lo lejos que estoy de poder volver a amar a alguien realmente... y aún así, no puedo dejarla ir... me da miedo volverme a sentir tan solo como me sentí cuando tú te fuiste.

No debí de haberte dejado ir...

Te odié, ¿sabes?
No podía creer que me hubieras abierto los ojos a un mundo perfecto y a una vida mágica, y después hubieras desaparecido de ella, tan repentinamente como llegaste.
Te odié, y ahora me odio por haberte odiado.

Me odio.
Me odio por estar lejos de ti.

Lo único que quiero, es volverte a ver... volver a tomar tu mano y poner tus dedos entre los míos.
Quiero volver a caminar bajo la lluvia, y volver a reír como ese día.
Quiero volver a estar contigo...

Quisiera poder regresar el tiempo.
Quisiera poder congelar esos días, y hacer que duren para siempre... como me prometiste que lo harían.
Tantas promesas... no voy a romperlas, ¿sabes?

Perdóname, por favor.
Perdóname, porque creo que yo nunca voy a poder hacerlo.

Pardonnez-moi.
Je t'aime.
Pour toujours.

-Dxtr
Julio 2005

lunes, 5 de julio de 2010

T Minus Five

Querida Cristina:

No puedo creer que me hayas hecho esto.

Me dejaste solo. Completamente solo.
Me dejaste perdido en un mundo extraño, desierto y gris.

Paso los días caminando, entumecido.
Cada vez que doblo una esquina, espero ver tu cara, sonriente; pero sé que eso jamás va a pasar.
No puedo creer que me hayas hecho esto.

Cada día que pasa, siento que el alma se me escapa lentamente.
Te está buscando, ¿sabes?
Se va para ir contigo, lejos.
Quiere sentir la espuma, quiere sentir la arena, quiere sentirte a ti.

¿Y yo?
Yo aquí estoy.
Cada vez me siento más hueco, más abandonado y más triste.
No puedo creer que me hayas hecho esto.

¿Para qué me hiciste tantas promesas?
¿Sabías que ibas a romperlas todas, en un solo segundo?
¿Sabías que tus "para siempre" se iban a perder con el aire y con las olas?

No voy a volver a derramar ni una lágrima más por ti.
Voy a vivir una vida increíble, como te prometí que lo haría; porque yo sí pienso cumplir mis promesas.
Pienso cumplirlas todas... hasta esa última que te hice, minutos antes de que mi vida cambiara para siempre.

No puedo creer que me hayas hecho esto.

Je vous déteste.
Mais je t'aime.
Pour toujours.

-Dxtr
Julio 2004

domingo, 4 de julio de 2010

Moments

Seasons come and go, and people come and go.

Does it have to be like that? Must everyone leave eventually?

You stare at the wall for a couple of seconds, and then you blink, confused.
You certainly wish someone had warned you when you first stepped into this world.

This is something you'll tell your children, for sure:
"Champ, you shouldn't get too attached to a person, ever. People come and go. That's life for you, son. Now get out there and break your heart. Oh, don't worry about the pain, you'll get used to it eventually, believe me"

You shake your head, and snap out of it.
"So, you're growing older, is that so bad?", you say out loud, trying to convince yourself.

"So, everything's changing, people are fading away, and nothing will ever be the same... what about it?"
You're not doing a very good job...

Suddenly, everything that's happened in the last few days, comes racing back. It's overwhelming.
People dying, people leaving, people getting pregnant, goodbyes, broken promises, lost forevers.

Fuck. Fuck everything.
This was not supposed to happen. Not for a long time, at least.

You're still a kid!
How can everything feel so definitive and carved in stone when you're just a kid?

You feel like life has been cheating; but then, you take a look in the mirror.

I guess you're not a kid anymore.
Well... this certainly sucks.