domingo, 17 de agosto de 2014

Qué, quién, cómo, cuándo, dónde y por qué.

Hace no mucho estaba platicando con una amiga acerca de todas esas cosas de las que platica uno cuando está matando el tiempo para evitar que el tiempo lo mate a uno; como por ejemplo, dilemas morales, paradojas filosóficas y videos de YouTube.
En una desas, el tema se descarriló y terminó en el amor, como todas las pláticas que tienen un hombre y una mujer en una tarde lluviosa.

"¿Cuántas veces has amado?", le pregunté, recordando una paradoja filosófica que vi en un video de YouTube.
Ella se quedó callada unos segundos, y después, mirando al cielo con unos ojos ligeramente perdidos, me dijo "tres"; y mientras yo hacía un conteo mental para corroborar su número, ella agregó "y todas han sido de la misma persona..."
Presintiendo que era mejor no ahondar en el tema para no tocar fibras sensibles que después requirieran recriminación sentimental de culpas pasadas, decidí quedarme callado.

"¿Y tú?", preguntó al fin, después de una eternidad de no más de 5 segundos.
"Seis, creo...", respondí.
"¡¿Seis?!, ¿has amado seis veces?", indagó ella, detrás de su fleco despeinado.

"Sí, creo... pero pues todas han sido diferentes, ¿sabes?", traté de justificarme, aunque no sabía por qué tenía que justificarme en primer lugar. Se me pidió que me explicara.

Y justo a eso voy, a una explicación larga y complicada acerca de cosas que a nadie excepto a mí importan, pero que necesito dejar por escrito para ponerle orden a mi cabeza... o por si alguna vez me da amnesia severa y los únicos recuerdos que puedo recuperar son los que lea en este blog.

En mi vida he amado 6 veces, todas en distintas etapas de mi vida y todas por razones distintas; algunas más fuertes que otras, pero de todas ellas he aprendido mucho de mí y de la vida.


- La primera vez que amé, fue Donde amé.

Donde era un lugar nuevo para mí, lleno de ilusiones y de experiencias que jamás había conocido.
En Donde aprendí que todo lo que me rodeaba podía verse con una luz mucho más brillante de la que nunca había visto. Donde estaba lleno de lluvias, de nubes, de plumas y de arena.

Donde siempre va a ser mi lugar favorito en el mundo, y en Donde siempre voy a tener el sonido de las olas cuidando mi sueño, mientras la playa se funde con mi pasado para siempre.

Lamentablemente, Donde no es un lugar en el que pueda estar, porque ese lugar no ofrecía una vida para mí, así que se convirtió en mi primer amor, y en el suelo en el que puse los cimientos de mi vida.
Aunque a veces, cuando cierro los ojos, todavía puedo viajar al lugar Donde fui más feliz.


- La segunda vez que amé, fue Cuando amé.

Cuando amé fue un nuevo comienzo, después de haber regresado de un sueño y caer en la realidad. Cuando amé fue ese momento que me sirvió como salvavidas para sobrevivir a ese mar que de repente se volvió oscuro y violento.
Cuando amé fue la persona exacta en el momento exacto, aunque tal vez no fue la mejor para mí.

Cuando amé representaba la esperanza de que en el fondo no estaba tan muerto como pensaba; con su mirada llena de vida y sonrisa contagiosa.

Al final del día, y siendo objetivo, Cuando amé fue sólo quien estaba ahí Cuando necesitaba amar, y siempre le voy a estar agradecido por ello.


- La tercera vez que amé, fue Qué amé.

Después de varios años de sentirme perdido por la vida, Qué era lo que necesitaba para emocionarme de nuevo por sensaciones que pensé agotadas dentro de mí.
Qué era todo, Qué era nuevo y Qué era emocionante. Era un prototipo que idealicé mucho en mi cabeza, porque Qué era la cosa más brillante de una época opaca.

¿Qué era?, ¿era amor?; hasta el día de hoy no lo sé.
Lo único que sé es Que llegó en el momento equivocado, y hemos seguido errando tiempos hasta el día de hoy, cuando todavía nos vemos y pensamos en lo Que pudo haber sido.


- La cuarta vez que amé, fue a Quien amé.

Quien amé era ese amor de toda una vida; Quien era la persona con la que crecí y con la que compartí mi infancia y el descubrimiento de una transformación mutua mientras el tiempo pasaba a nuestro alrededor.
Quien siempre estuvo ahí, aunque por alguna razón no la vi hasta que se volvió demasiado real como para seguir siendo invisible.

Con ella fue con Quien viví una de las etapas más felices de mi vida, en la que todo eran sonrisas, y ahora, aunque me pidan esforzarme, no puedo recordar momentos difíciles junto a ella, porque Quien era la mujer perfecta, como si hubiera sido creada justo para mí.

Lamentablemente, Quién no siempre es compatible con cuándo ni dónde; así que un jueves cualquiera, ella fue Quien me dijo que tenía que irse a vivir muy lejos, y que probablemente nunca iba a poder regresar.

Los años pasaron, y aunque eventualmente regresó a mi vida, las circunstancias la convirtieron en una persona a Quien siempre voy a amar, pero en Quien ya no puedo ver mi futuro igual que en esos días.
Hasta el día de hoy, ella es Quien mejor me conoce, y Quien me define como la persona que se le escapó para siempre.


- La quinta vez que amé, fue Como amé.

Como amé fue con todo mi corazón, permitiéndome volver a ser vulnerable después de años de estar escondido detrás de una coraza de dolor y miedo.
Cuando la conocí, supe que no podía esconderme más, y tenía que entregarme Como no lo había hecho en muchísimo tiempo; arriesgándolo todo para dejar de estar atrapado.

No sé Cómo pasó todo, pero cuando me di cuenta, me sentía libre otra vez, Como un niño que descubre el primer amor, o Como un hombre que se redescubre a sí mismo.

Sea Como sea, con ella fuí la persona más feliz del mundo, aunque Como todo en esta vida, tuvo que terminar, y terminó muy mal. El habernos permitido ser tan vulnerables nos afectó Como nunca lo imaginamos.
Hoy, con tiempo y distancia detrás de mí, volteo la cara y me doy cuenta de que la amé Como nunca pensé que podría atreverme a amar a alguien, y Como sea, siempre va a tener un gran lugar dentro de mi corazón.


- Y la última vez que amé, fue Por Qué amé.

Muchas veces el amor no necesita tener razones, pero algunas otras sí; y Por Qué la amé fue algo sumamente hermoso: ella representaba todo lo que yo siempre había buscado en alguien. Ella era mi arquetipo de mujer ideal, y yo me sentía como la persona más afortunada por haberla encontrado.

Los años que pasamos juntos me recordaron Por Qué nunca había dejado de creer en el amor, y cada día encontraba más razones Por Qué quererla.

Lamentablemente, muchas veces los Por Qué no son suficientes en el amor, y todo terminó tan rápido como comenzó, dejándome confundido y sin entender exáctamente Por Qué.



Y sí, he amado seis veces, y todas han sido diferentes.
Al final del día, no cambiaría ninguna de ellas, porque de todas me he llevado un poquito, y creo que todas me acercan un poco más a encontrar a esa persona que no sea un qué ni un cuándo ni un cómo, sino un todo.

Y quién sabe, tal vez se encuentre en donde menos lo espere, y esté más cerca de lo que me imaginé.
Ya el tiempo me dirá el por qué.