viernes, 28 de agosto de 2009

De aburrimiento a media noche

¿Alguna vez han tratado de escribir historias cortas usando sólo títulos de canciones?
Yo sí/yo también.

Es sumamente divertido.

Anyway, como el día de hoy estoy demasiado cansado para escribir un post real, simplemente pondré el resultado de media hora de ocio.

Si no tienen mucho sentido, no me juzguen, se hace lo mejor que se puede.

Sin más preámbulo, los dejo con:

5 historias cortas y piteras, creadas usando sólo nombres de canciones, bloc de notas, y mucha ociosidad.
By: Dexter


Beatles:
Dear Prudence, I call your name; I want to hold your hand. Get back, don't let me down; I want to tell you, all you need is love...

Oasis:
Don't go away Lyla, don't look back in anger, stop crying your heart out; some might say it's getting better, can you see it now? Stand by me, little by little I will show you the masterplan...

Queen:
Dear friends: don't stop me now, let me live; I want it all in only seven days. It's a hard life living on my own.

The Doors:
Hello, I love you Gloria, who do you love? You make me real, LA woman. We could be so good together someday soon...

Frank Sinatra:
I had the craziest dream: A man alone, a little in love, just one of those things. "I'll never smile again, I tried... I'm sorry I made you cry..."


Si algún día se aburren en forma monstruosa, inténtelo; hay peores formas de perder el tiempo, como por ejemplo, viendo tele abierta.

Carajo, cómo odio la tele abierta.

martes, 25 de agosto de 2009

Nada como el cerebro humano

Como algunos de ustedes saben, a veces me aburro.

Ahora, es más que obvio que la mejor manera de combatir el aburrimiento, es teniendo una buena conversación con otra persona.
Una conversación inteligente, bien argumentada, con puntos válidos, intercambio de opiniones y puntos de vista, etcétera.

El gran problema es que el 98% de la gente es idiota, y por tanto, incapaz de mantener una buena conversación.

Eso significa que paso alrededor del 97% de mi tiempo estando aburrido.
Con 1% de margen de error.

Pero bueno, como TENGO que encontrar una forma de pasar el tiempo sin volverme loco por falta de estímulo intelectual; de repente me pongo a investigar cosas al azar en internet.

Cualquiera con una conexión a internet, tiempo libre, tantito interés, y una habilidad moderadamente buena de Googlear cosas; puede ser un experto en cualquier tópico que la humanidad posea.
Normalmente me dedico a investigar cosas de música, porque es lo que más me interesa; pero de repente el ocio y el azar me llevan a buscar artículos científicos o cosas así.

Siendo sinceros, me gusta saber una que otra cosa de ciencia, porque así se pueden evitar los silencios incómodos con un 97% de efectividad.
Con 1% de margen de error.

Por ejemplo, si de repente te encuentras en un banco de semen, y a la sala de espera entra otro tipo; se puede crear un silencio sumamente incómodo, producto de saber que los dos están a punto de sacudir la nutria.
Para esos momentos, no hay nada mejor que decir algo como "¿Sabías que en Japón existe un hongo que brilla en la oscuridad? Lamentablemente sólo puede sobrevivir un par de días, porque se seca muy rápido; pero sí, existe"

Listo, el silencio incómodo se acaba de convertir en miradas perturbadas.

En fin, ese no era mi punto.
El chiste es que el otro día estaba extremadamente aburrido, así que me puse a investigar cosas científicas en internet, y encontré algo que me pareció interesante:

El cerebro humano hace cosas bien raras.

¿No se sienten más inteligentes ahora que me escucharon decir una verdad tan grande y desconocida?

Por ejemplo, existe una cosa que se llama enmascaramiento saccádico, y significa que, básicamente, estás completamente ciego media hora de cada día.

Uh huh, es cierto; lo juro por Wikipedia.

Verán, ¿nunca les ha pasado que alguien de su familia se pone a grabar un video de algo, y cuando lo ven, descubren que esa persona no nació para ser camarógrafo?
Está todo movido, pésimamente afocado, hace movimientos de cámara bien bruscos, etcétera.

¿Y no les pasa que después de tanto movimiento de cámara, acaban ligeramente mareados?

Como un efecto Bruja de Blair, pero de vacaciones familiares.

Bueno, lectores imaginarios, temo decirles que eso pasa porque su cerebro es una nena, y no le gusta que haya movimientos tan repentinos. Es tan pero tan marica, que no puede procesarlos bien, y por eso se marea y se siente mal.
Es un hecho científico que la abundancia de movimientos rápidos y cambios de visión, joden al cerebro.

Y ahí es donde entra el enmascaramiento saccádico.

Su cerebro, para evitar marearse, los vuelve temporalmente ciegos.
Todo el fucking tiempo. Y ustedes ni siquiera se dan cuenta.

Miren, por ejemplo, vean fijamente su monitor. Vamos, confíen en mí.
¿Ya?

Ahora, rápidamente, voltéen hacia la izquierda, y fijen la vista en algo más, en lo que sea.
Ahá, felicidades, estuvieron ciegos por un instante.

Su cerebro apagó sus ojos por una fracción de segundo, para que no vieran el movimiento tan cabronamente, y acabaran mareándose, como en esos videos del crucero por el Caribe que grabó su tía gorda, y que después los obligó a ver.
Dios, esos videos eran eternos...

En fin, el punto es que su cerebro hace eso, cada vez que miran hacia otro lado, aunque nada más muevan los ojos y no toda la cabeza.
Y se estima que pasan alrededor de media hora diaria estando totalmente ciegos.

Ciegos y con los ojos abiertos, como zombies.
Freaky, ¿no?

Y ahora lectores imaginarios, es cuando la cosa se pone todavía más freaky.
Háganme el favor de ver fijamente esta frase.

Ahora miren cualquier frase que esté arriba, pero bastante arriba; el chiste es que muevan rápidamente su mirada.

Vuélvan a hacer eso unas 10 o 15 veces, sigan moviendo rápidamente la mirada, de frase a frase.
Anden, háganlo, estoy tratando de probar un punto.

¿Se dan cuenta?
¿Saben qué prueba eso?

Que su cerebro funciona en formas raras, y que están dispuestos a hacer lo que les diga un perfecto desconocido, simplemente porque tiene buena ortografía y desgarradores ojos verdes.

sábado, 22 de agosto de 2009

La culpa la tuvo el del sombrero

El día de ayer, las circunstancias hicieron de las suyas, ocasionando varias situaciones patéticas/chuscas, y llevando mi vida a uno de sus puntos más bajos en la historia de ever.

Ahora, cabe aclarar que yo no digo "puntos bajos de la vida" sin tener bases sustentables para hacerlo, porque considero que utilizar ese término sin que sea cierto, hace que pierda valor y credibilidad.
No, si yo digo que caí en uno de los puntos más bajos de mi vida, lo digo en serio.

Por ejemplo, una de las veces que dije eso, fue porque pasé una hora escondido debajo de un camión de gas, tratando de que unas personas indeseables no me encontraran; a riesgo de sufrir consecuencias innombrables.
Evité pagar el precio de mis actos vandálicos adolescentes, pero eso no quita que durante los 60 minutos que estuve tirado debajo del camión, me haya sentido completamente ridículo y patético; por eso digo que ese fue uno de los puntos más bajos de mi vida.

Y bueno, regresando al presente, ayer pasé por otro de esos puntos bajos.

Verán, todo comenzó ayer en la tarde, cuando yo estaba escuchando canciones de los Beatles, sin molestar a nadie, perdido en mi pequeño mundo de felicidad y acordes de guitarra.

Estando aburrido, le hablé a mi amigo Traumatismo, y resultó que él estaba igual que yo.
También me dijo que otro de nuestros amigos, Ganadopagano, tenía una exposición por Xochimilco.

"¿Exposición de qué?", pregunté, sin comprender de lo que me hablaba mi amigo.
"Pues de sus cuadros, pendejo", me contestó, amablemente.

Fue ahí cuando recordé que Ganadopagano era "artista"; y aparentemente era menos malo de lo que yo pensaba, porque ya hasta había conseguido que le armaran una exposición entera.

En fin, sin nada más que hacer, le dije a Traumatismo que estaba chido, que deberíamos de hablarle a más gente, y organizar toda una caravana, para poder ir a la exposición de arte sin aburrirnos terriblemente.
Aquí es cuando confieso que no sé un carajo de arte, y que los cuadros de mi amigo siempre me han parecido muy aburridos.

De todos modos, iba a ser gratis, y además iba a haber chupe, así que el plan no sonaba tan repulsivo.

Después de un rato de tratar de contactar gente, Traumatismo me volvió a llamar, y me dijo que tenía... "noticias":
Le había hablado a otro de nuestros amigos, Abo, y éste le había dicho que la expo empezaba antes de lo que nosotros creíamos, por tanto, había que movilizarnos a la de ya.

Conociendo a mis amigos, yo sabía que ese "ya" significaba "dentro de las próximas 6 horas", así que no me inmuté. Le sugerí a Traumatismo que siguiéramos haciendo llamadas, tratando de conseguir un plan de pre-copeo, o uno de post-copeo, y después volviéramos a marcarle a Abo, a ver qué onda.

Pasó cerca de una hora, y Traumatismo volvió a hablarme, para decirme que había vuelto a hablar con Abo, y había más... "noticias":

"Es que ese pendejo dice que va a salir a la expo ahorita mismo, y que después tiene fiesta en Aragón, por si queremos ir".

"No mames, no vamos a ir a Aragón ni a madrazos, eso queda hasta la concha de la Lora. Es más, no, pasas la concha de la Lora, agarras carretera, pasas por incontables caminos de terracería, te bajas del coche, te subes a un burro, viajas cientos de kilómetros, te bajas del burro, te subes a una lancha, cruzas los canales de aguas tratadas, te avientas un clavado, nadas por ríos y lagos, y en cuanto toques tierra, ya estás relativamente cerca de Aragón", pensé; así que le dije a mi amigo:
"No vamos a ir a Aragón".


Traumatismo quedó en llegar a mi casa, jugar Rock Band un rato, después ir a la expo, y una vez ahí, veríamos si salía otro plan, de preferencia en la Roma o en la Condesa.

Y en efecto, mi amigo llegó a mi casa, y justo cuando empezábamos a Rockbandear, Abo nos marcó, y nos dijo que nos veía en 15 minutos en un punto muy cercano a mi casa.
Como no teníamos que viajar mucho, accedimos.

Seguimos jugando como otros 10 minutos, y por fin salimos de mi casa. En el camino nos encontramos con otro amigo, al que no habíamos visto en años, así que nos quedamos platicando un rato con él.
Desesperado, Abo nos volvió a marcar. Juré que ya estábamos cerca, y que llegábamos en 3 minutos.
Nos quedamos platicando como otros 10 minutos.

Después de otras cuantas llamadas de Abo, por fin llegamos al punto de reunión, sólo para descubrir que Abo aún no había llegado.
Así son mis amigos...

En fin, mientras esperábamos a Abo, llegó otro amigo, Catálisis, usando un sombrero muy chingón que me recordó al de Michael Jackson. Evidentemente, le quité el sombrero, y me lo puse, mientras me agarraba la entrepierna, y gritaba en voz aguda, recordando a Wacko Jacko.

En eso, Abo llegó, por fin.
Nos subimos a su coche, y le dijimos que se apurara, porque la exposición de Ganadopagano había empezado hacía 2 horas; y además quedaba bastante bastante lejos.

Por supuesto, como Dios nos odia, el tráfico estaba impresionantemente intenso. De hecho, hicimos cerca de 10 minutos en avanzar una cuadra.
Nuestra predicción fue que haríamos mínimo hora y media en llegar a la exposición.

En el trayecto, Abo nos siguió tratando de convencer para que fuéramos con él a la fiesta de Aragón. Evidentemente, todos nosotros nos negamos, usando la lejanía y la pinchez del rumbo como argumentos en contra.

Después de 40 minutos de estar atrapados en el tráfico, escuchando a Eddie Vedder, Axl Rose, y Liam Gallagher; Abo dijo:
"Al carajo, me voy a meter por la lateral a ver si hay menos coches"
Nadie dijo nada.

Y ahí es donde la noche entra en una espiral hacia abajo, que no acabaría hasta bien entrada la madrugada.

En efecto, por el nuevo camino había mucho menos tráfico, y de hecho, nos movíamos bastante rápido.

Catálisis:
Güey, la exposición queda como... hacia el otro lado, ¿sabes?
Abo:
Ahá.
Catálisis:
Entonces, ¿por qué vamos hacia el norte?
Abo:
...
Yo:
¡Momento, vamos directo hacia Aragón!
Abo:
Es que ya había quedado de ir a la fiesta desde hace mucho...
Yo:
¡No mames, no quiero ir a Aragón!, ¡no me puedes llevar contra mi voluntad, eso es secuestro!
Abo:
No, no es.
Yo:
¡Sí, sí es!, ¡auxilio, me secuestran!

Fue entonces cuando Abo me dijo que si quería, me podía bajar del coche en ese mismo momento.
Como estábamos viajando a más de 80, ya era de noche, estábamos bien pinche lejos, y yo no sabía exáctamente dónde me encontraba; decidí quedarme callado.

El viaje fue largo, pitero, y lleno de quejas por parte de todos los presentes; pero al fin llegamos a nuestro destino.

¿Alguna vez han entrado a una de esas fiestas donde no conocen a nadie, está toda la familia (abuelita incluída), todos son súper cercanos, los ven mucho muy feo, y ustedes se sienten sumamente incómodos?
Yo también, ayer.

Abo se fue a platicar con la gente de la fiesta (porque él sí conocía a los demás), dejándonos a unos cuantos amigos y a mí a las expensas del azar.

Sin saber que hacer, nos quedamos parados, formando un círculo sumamente hermético (por miedo a que algo malo pasara si nos separábamos).
Traumatismo describió perfectamente la situación cuando dijo "en momentos así, lo único que se puede hacer es reír"

Nadie rió.

Fue entonces cuando un señor llegó, y nos preguntó si queríamos tomar algo.
Pensando que lo mejor que podía hacer para aligerar lo incómodo de la situación era consumir grandes cantidades de alcohol en el menor tiempo posible, pedí una cerveza.

La empecé a beber mientras observaba que había niños pequeños en la "fiesta".
Eso me hizo sentir aún más incómodo.

Después de un rato, decidimos que la mejor forma de sobrellevar la piterez era dejándo de darle importancia, así que nos sentamos, nos pusimos a platicar entre nosotros, y bebimos enormes cantidades de cerveza.
Hey, al menos todo era gratis.

La abuelita se nos acercó, y nos ofreció algo de comer.
En una mentira apenada, dijimos que ya habíamos cenado, y la abuelita se puso a regañarnos, porque cómo se nos ocurría venir a una fiesta con cena, habiendo cenado antes.

Traumatismo le dijo "perdón señora, no sabíamos que iba a haber de comer, es más, ni siquiera sabíamos a dónde veníamos", y señalando a mi amigo Abo (que se había robado el toque MichaelJacksonesco de Catálisis), agregó:
"La culpa la tuvo el del sombrero, vaya a regañarlo"

Y sí, la señora fue a regañarlo.

Pasó un rato, y nosotros ya nos sentíamos un poco menos incómodos.
Fue entonces cuando la cerveza le hizo honor a su fama de diurético, y yo dije "Carajo, debo orinar".
Mi amigo Traumatismo dijo que él también, y una amiga dijo que sí, que en efecto, ella también.

Subimos todos, lo más rápido posible, porque el primero que llegara iba a apañar el baño.

Siendo caballerosos, dejamos que nuestra amiga pasara primero.
Siendo sinceros, ella subió más rápido las escaleras.

Cuando ella salió, entré yo; y noté que por la ventana podía ver a mi amigo Catálisis, cerca de la puerta que daba a la calle. Lo saludé mientras orinaba.
Abandoné las instalaciones sanitarias, y le comenté a mis amigos que acababa de saludar a Catálisis.

"Hmm... curioso, ¿qué hace junto a la puerta de la calle?", me dijo Traumatismo, pero yo estaba sumergido en la euforia post-orinatoria, así que no le hice caso.

Una vez que Traumatismo acabó de orinar, bajamos todos a reintegrarnos a la fiesta.
Abo y Catálisis no estaban.

Los buscamos por todos lados, pero nada.
Un tipo nos dijo: "Ah, sí, sus amigos se acaban de ir, van a darle ride a una chava, y ahorita regresan"

Fue en ese instante que descubrimos lo jodidos que estábamos.
Nos acababan de abandonar en Aragón, varados a la mitad de una fiesta pitera, donde no conocíamos a nadie.
Sin coche, sin dinero, y sin forma de salir de ahí.
Es más, ni siquiera sabíamos dónde estábamos exactamente.

Sumergidos en una incomodidad total, sacamos unas sillas al garage, y nos sentamos ahí, a tratar de encontrarle la gracia al asunto.
Después de como media hora, todo el mundo empezó a irse.

Le marqué a Catálisis, para reclamarle por habernos abandonado, y me dijo que ya iban de regreso, que llegaban como en 10 minutos.
Sabiendo que eso no iba a pasar, saqué mi iPhone, y puse el cronómetro.

En efecto, pasaron 10 minutos, y no habían llegado.
Traumatismo tomó un video del cronómetro, y de nosotros dando testimoniales de lo pitero de la situacion.

El cronómetro llego a la media hora, y seguíamos ahí. Traumatismo tomó otro video, donde nuestra desesperación era más que evidente.

Poco después, salió un tipo, que evidentemente vivía ahí, y nos dijo que les daba pena vernos sufriendo en el garage, que pasáramos dentro de la casa. Nos negamos, pero insistió.

Una vez adentro, nos dimos cuenta que ya sólo quedaba la familia, y que era obvio que querían que nos fuéramos ya.
También era obvio que nosotros nos queríamos ir, así que ambos lados estábamos jodidos.

El cronómetro marcó una hora, mientras Traumatismo lo grababa todo, para después editar todos esos videos en uno solo, que documentara lo triste y patético de la noche.
Es más, creo que el video ya hasta está en Youtube.

Finalmente, pasó lo más patético de todo: la familia se empezó a subir a dormir, dejándonos a nosotros ahí, tristes, sólos, y sin modo de escapar.
Nada más les faltó aventarnos una cobija, pero creo que no lo hicieron, porque eso sería ayudarnos a ponernos cómodos; y el destino quería preservar la incomodidad extrema por el resto de los tiempos.

El cronómetro llegó a la hora y media, y en el video ya nadie habla, ya simplemente estamos todos callados, sin tener nada que decir; porque todo pasó de lo absurdo, a lo surrealista, a lo patético, a lo sinpalabras.

Afortunadamente, Abo llegó, poco después. Todos salimos corriendo de ahí, gustosos por escapar a lo que sin duda, ha sido uno de los puntos más bajos de nuestras vidas.

Engañados para ir a Aragón, secuestrados, y después abandonados a la mitad de la nada; atrapados entre el infierno y un infierno más chafa.

Pero hey, al menos hubo alcohol gratis.

miércoles, 19 de agosto de 2009

Otra profesión descartada

Hace un par de días, estaba platicando con una amiga, acerca de lo feo que es sentir el madrazo de la vejez; y de cómo de repente todo el mundo se te cae encima, al darte cuenta de que estás a punto de convertirte en todo un adulto responsable.
Hablábamos de responsabilidades, de cambios, de nostalgias, de deseos de regresar en el tiempo, y de inmadureces.

Bueno, siendo sinceros, ella me estaba contando acerca de su última decepción amorosa, pero yo la ignoraba y hablaba de todo lo mencionado anteriormente, que es lo que realmente me preocupa; y como prefiero no hablar de cosas que no se refieran a mí, entonces cada que trataba de volver al tema de su prácticamente nula vida romántica, yo le contestaba en monosílabos y seguía hablando de mí.

Debo admitir que mi amiga fue perseverante (posiblemente porque me conoce), y siguió hablando de lo que quería hablar. Perspicaz, la mujer.

Después de un buen rato de pedirme consejo, se dio cuenta de que mis sugerencias se reducían a:
a) Dátelo
b) No te lo des
c) ¿Podemos hablar de algo más interesante, como por ejemplo, de mí?

Y ahí fue cuando, resignada, decidió hacerme caso, y hablar de mí y de mis problemas.
A huevo, por fin era el centro de atención.

En fin, entre los diversos y variados temas que fueron surgiendo, uno en particular llamó nuestra atención: la necesidad imperiosa de conseguir trabajo.

Después de evaluar varias opciones viables, empezamos a malabarear unas ligeramente menos factibles, y ahí fue cuando recordé un detalle de mi pasado.

"Pues cuando yo iba en segundo de primaria, mi maestro tenía 23 años", le dije a mi amiga.
"Ahá, ¿y eso qué?", me contestó, sin entenderme.

Fue entonces cuando le expliqué que yo me acercaba peligrosamente a los 23 años, y que si mi entonces-maestro había podido dar clases a esa tierna edad, entonces no existía ninguna razón que me impidiera hacerlo a mí también.

"Estás pendejo. Es eso, estas pendejo, ¿verdad?", me dijo mi querida y respetuosa amiga.

Sin negar nada (porque siempre cabe la posibilidad de que esté pendejo), le pregunté por qué decía eso.

La siguiente conversación tuvo lugar:

Laquenohasidonombrada:
Número uno, tú odias a los niños, ¿cierto?
Yo:
Con toda mi alma, sí.
Laquenohasidonombrada:
Número dos, tú odias a la gente tonta, ¿cierto?
Yo:
Con toda mi otra alma, sí.
Laquenohasidonombrada:
Pues si de por sí la gente es tonta, los niños son igual de tontos, y aparte ni siquiera tienen conceptos básicos.
Yo:
Pero para eso voy a ser su maestro, para enseñarles los conceptos básicos.
Laquenohasidonombrada:
¿Cuáles conceptos básicos?, ¿les vas a enseñar de música?, porque es de lo único que hablas...
Yo:
Evidentemente música sería uno de los temas de exámen, sí; además, así puedo ayudar a que la siguiente generación no sea tan retrasada como la actual.
Laquenohasidonombrada:
¿Musicalmente hablando?
Yo:
No, en general.
Laquenohasidonombrada:
¿Entonces crees que diciéndole a una bola de niños que Hector Wooten es uno de los mejores guitarristas del mundo, y que desde que se volvió solista, el mundo es un lugar mejor; vas a poder crear mejores generaciones?
Yo:
Victor Wooten.
Laquenohasidonombrada:
Bueno, equis, diciéndoles que Victor Wooten es uno de los mejores guitarristas del mu--
Yo:
Es bajista.
Laquenohasidonombrada:
¡Cómo sea!
Yo:
Y no es realmente solista, toca con The Wooten Brothers Band y con Béla Fleck.
Laquenohasidonombrada:
¡No me importa!
Yo:
Pues debería. ¿Ves?, si yo hubiera sido tu maestro, ahora no serías tan pinche ignorante.


Mi amiga me dijo que acababa de ejemplificar su punto perfectamente, que soy sumamente intolerante ante la gente que no entiende de lo que hablo.
Y tiene razón.

Si alguien no entiende mis referencias a películas/libros/programas/los Simpson/Abo, entonces yo me niego a seguir conversando con esa persona.

Y los niños jamás van a entenderme, por tanto, yo sería un pésimo maestro.

"Meh, como sea, de todos modos ni quería darles clase a una bola de escuincles gritones, babosos, y apestosos", le dije a mi amiga, a falta de un argumento inteligente.

Ella, sabiendo que tenía la batalla ganada, lanzó su golpe de gracia, para acabarme de matar (porque, ¿pa' qué me deja herido?):

"Y además, mírate; eres todo pandroso, estas lleno de perforaciones, tienes varios tatuajes, jamás en la vida te peinas, te vistes como vagabundo, dices más groserías que un camionero, etcétera, etcétera, etcétera. ¿Qué clase de escuela chafa te contrataría para darle clase a unos pobres niños?"

Mirándola con mis desgarradores ojos verdes, le dije:
"Ehh pues... ¡la mejor escuela chafa de la ciudad!"

Mi amiga se quedó callada, tratando de matarme con la mirada.
Tiene razón, me caga la gente que no entiende mis referencias.

lunes, 17 de agosto de 2009

El verdadero fin del mundo

Al diablo las teorías de que el mundo se va a acabar en el 2012, el día de hoy descubrí la única y verdadera verdad:
El mundo YA se está acabando.

Y el causante del apocalipsis es nada más y nada menos que la música. La música actual, digo.

¿Se han puesto a escuchar la basura que pasa por música estos días?
Estoy seguro de que las canciones de hoy en día fueron creadas con el propósito de engendrar una nueva raza de über-zombies; más estúpidos y lentos que cualquier clase de muerto viviente que Hollywood pueda mostrarnos.
Neta, nadie que crezca con letras así de estúpidas puede llegar a ser una persona inteligente...

Mi amargura del día de hoy se debe a que gracias a mi nuevo horario, tengo que viajar hacia mi escuela en el mismo coche que mi hermana.

Ahora, si hay alguien en este mundo a quien yo quiera con todo mi corazón, a quien yo admire, y a quien yo defienda, es a mi hermana.
Neta, mi hermana es LA hermana.

Pero independientemente del inmenso cariño que tengo por esa mujer que tanto me ha enseñado de la vida; tengo que admitir que sus gustos musicales y los míos no son precisamente compatibles.

Ahí es donde empieza el problema.
A ella le gusta la música actual; y en cambio, yo la odio, con cada célula de mi hermoso, hermoso ser.

Y como dije antes, el día de hoy viajamos en el mismo coche, y ella puso el radio.
En cuanto me di cuenta de que estaba a punto de tener que soportar sus estaciones piteras todo el camino, busqué desesperadamente mi iPod; pero después de un par de minutos de búsqueda, me di cuenta de que lo había olvidado en mi casa.

Gracias Murphy, eres un hijo de puta.

Así que, pasé el resto del camino escuchando canciones increíblemente malas, mientras sentía como mi IQ disminuía segundo a segundo.

Lectores imaginarios, ¿se han puesto a escuchar las estupideces que dice la música de hoy en día?
Yo sí. Me doy asco.

Tenemos, por ejemplo, a la cantante hermafrodita que por alguna razón está de moda: Monsieur Lady Gaga.
En serio, no entiendo cómo diablos alguien TAN malo puede llegar a ser exitoso, aunque si Belinda ha llegado tan lejos, supongo que no debería de sorprenderme lo de la hermafrodita.

Anyway, una de las inteligentísimas letras de Gaga dice algo como "Po po po poker face, po po poker face".
Y eso es un hit.
Gracias, público conocedor; por su culpa, los medios están saturados con canciones y fotos de esta/este tipa/tipo.

Después, escuché un cacho de Mundo de Caramelo. Fuck me in the ass and call me Montserrat.
¿Picosita la vida?, fucking really?
¿Las generaciones actuales están creciendo con letras así de idiotas?
Eso explica por qué están apareciendo en el mundo personas como Lucylovesyouu.

Maldita seas, Danna Paola.
Aunque siendo sinceros, después de ver fotos de la pseudo-cantante, sí dan ganas de darle algo picosito en su vida, un poco de arroz con leche en su rayito de sol.
El comentario pedófilo del día de hoy fue patrocinado por Pepsi Retro.

Yo sé que la niña babosa tiene como 14 años, pero se ve más grande que yo, así que técnicamente no estoy TAN enfermo.

Prosigamos con las canciones piteras.
Tenemos también, una canción de no sé quién, que se llama no sé cómo; pero la parte más importante de toooda la canción, es un imbécil diciendo "One, two, three, four. Uno, dos, tres, cuatro."

Es triste cuando la parte más inspirada de toda la canción, aparece también en los DVDs de "Aprende inglés con Disney".
Y es más triste todavía cuando esa canción sea de las menos malas de todo el género músical que representa.

Agh, no puedo creer que la música de hoy en día sea tan increíblemente mala...

Estoy seguro de que cada vez que alguien canta algo de Wisin y Yandel, un Bonham pierde sus alas.
E implota.

miércoles, 12 de agosto de 2009

La maldita vida adulta

¿No les caga cuando se dan cuenta de que todo su mundo está cambiando?
A mí también.

Y eso es lo que me ha pasado últimamente: mi mundo se está transformando con una rapidez tan impresionante, que me deja mareado.

De repente me encuentro a mí mismo en mi último año de escuela, yendo a entrevistas de trabajo, conviviendo con gente Sinapodo, haciendo ejercicio, preocupándome por mi tesis, servicio social, estabilidad económica, etcétera.

Y todo de unos cuantos días para acá.

¿Qué le pasó a mi juventud?
Recuerdo cuando yo estaba en secundaria o prepa, y nada me preocupaba.

Todo era tan simple, tan libre...

Los problemas más grandes eran reprobar un par de materias, o las semanas de exámenes. Todo mundo echaba buen desmadre, sin preocuparse por las consecuencias.
Todo era más divertido, y con muchísimas menos complicaciones.

Y ahora, mis amigos se están casando, teniendo hijos, yéndose a otros países, etcétera.
Y los que siguen estando solteros, sin hijos, y en territorio nacional; ahora tienen trabajos y horarios que los imposibilitan de todo tipo de actividades chingonas.

Lo peor es que estoy al borde de convertirme en uno más de ellos...

Carajo, quisiera poder regresar el reloj un par de años.

Denme un abrazo, lectores imaginarios; el futuro me asusta.

lunes, 10 de agosto de 2009

Una pseudo disculpa

Por mi repentina desaparición.
Les prometo que tiene motivos reales y válidos; como por ejemplo: la hueva que me ha dado sentarme a escribir algo de más de 3 renglones, y la vida social que estoy tratando de mantener.

Por esto y muchas cosas más, los blancos más blancos, son de Ace.

En fin, pronto regresaré a seguir escribiendo tonterías sin sentido.

Les doy mi palabra de boy scout.

Disclaimer: El autor de este blog jamás fue boy scout, simplemente es una expresión.

domingo, 2 de agosto de 2009

Mi amigo ruso

El día de hoy, les voy a contar una historia.

Una historia que ocurrió hace mucho mucho tiempo (pero en una galaxia muy muy cercana).

Todo comenzó hace varios años ya, cuando yo vivía en la árida y helada estepa rusa.

Yo trabajaba en la casa de una familia extremadamente nais, limpiando ventanas; lo cual era una labor sumamente agotadora, ya que la casa era tan pero tan grande, que tenía cientos de ventanas.
Además, era imposible mantenerlas realmente limpias, porque aunque yo soy un excelente limpia-ventanas, nevaba todos los días, así que se humedecían y empuercaban todas.
Sin excepción.

En fin.
Un día, un nuevo trabajador llegó a la mansión; era un tipo sumamente alto, con mirada penetrante, y unas barbas bien chingonas.
Se llamaba Gregorio*

Después de unos días, me di cuenta de que era uno de los tipos más geniales que yo jamás había conocido, porque además de darme consejos cada vez que los necesitaba, también sabía curar heridas; y como limpiar ventanas en la nieve es un trabajo peligroso, a cada rato necesitaba que Gregorio Barbaspuercas me hiciera el paro curando todas las cortadas y rasguños que me hacía ejerciendo mi profesión.
Y además, Gregorio Barbaspuercas me pagaba el desayuno, así que se convirtió en uno de mis mejores amigos.

Un día, poniéndome a platicar con él, me contó la historia de cómo había llegado a la mansión.

Aparentemente, había nacido en un pequeño pueblo lejos de ahí, y después de una infancia ligeramente perturbadora, se había dedicado a ir por Rusia curando gente, con sus poderes sobrenaturales (y es en serio, puedo avalar su historia, siempre curó mis heridas usando sólo su mente); y en una de esas, una amiga de la patrona lo había llamado, porque el hijo de nuestra señora jefa era atacado por una enfermedad hereditaria, y estaban buscando a alguien que lo curara.
Como todos los doctores tradicionales sirvieron para pura madre, llamaron a Gregorio para ver si podía hacer algo por el niño, Alex.

Y sí, para sorpresa de todos, cada vez que algo le pasaba a Alex, llamaban a mi amigo Gregorio, y ahí iba, a curarlo con sus poderes barbones.

Evidentemente, la señora de la casa estaba encantada con la presencia de Gregorio, y lo trataba como rey.
Nuestro patrón, un hombre de muchísima importancia, también lo amaba, y se refería a él como "nuestro santo"; y hasta lo dejaba participar en muchas de las decisiones que tomaba; y como les digo que era un señor muy importante, entonces Barbaspuercas lo ayudaba a tomar decisiones que afectaban a miles de personas.
Así de chingón era mi amigo.

Y fue ahí donde empezaron los problemas.

Mi amigo empezó a volverse alguien con tanta influencia en la familia para la que trabajábamos, que a la gente no le pareció adecuado darle tanto poder a una persona ajena al apellido.
Y entonces, todo mundo lo empezó a odiar.
Todos menos yo, claro, porque a mí me seguía invitando a desayunar.

En fin, el caso es que la gente lo odiaba cada vez más, y empezaron a lanzar rumores de Gregorio, desde que era brujo, hasta que había violado a una monja.
En defensa de Gregorio, la monja se vestía muy provocadoramente.

Los amigos de nuestros jefes se dedicaban a hablar mal de Barbaspuercas, a pesar de que mi amigo hacía todo por ayudarlos.
Por ejemplo, Nicolás, un amigo de nuestro patrón, estaba en el ejército, pero acá, en el super top; y como en ese tiempo estábamos en guerra, Gregorio se ofreció a ir con él y con sus soldados, para usar sus poderes mágicos/místicos/musicales/abo y ayudarles a ganar más rápido y con menos heridos.
Nicolás amenazó a mi amigo, diciendo que si Gregorio se aparecía en la batalla, él mismo se encargaría de matarlo y colgarlo (honestamente, lo segundo iba a ser bastante inútil después de lo primero, pero ya saben como son los rusos jefes del ejército).

Pero bueno, el caso es que el tiempo siguió pasando, y la gente ya estaba hasta la madre del poder que tenía mi amigo.

Un día, Gregorio llegó todo emocionado, y me contó que tres sujetos sumamente importantes lo habían invitado a una peda.
Se llamaban Félix, Demetrio, y Vladimir.

Yo conocía a esos tres tipos, y me caían extremadamente mal (porque se la pasaban ensuciando las ventanas), y además sabía que Gregorio no era su persona favorita en el mundo, así que eso de la peda me pareció sumamente sospechoso.

Preocupado, le dije a Gregorio Barbaspuercas que no fuera, porque la situación me olía a trampa.
Mi amigo rió, y me dijo que no me preocupara, que iba a ir a la peda, y que cuando regresara, me iba a curar la nariz, porque aparentemente mi sentido del olfato estaba tirado a la mierda.

Ay Gregorio, si tan sólo me hubieras hecho caso...

En efecto, yo tenía razón, y todo era una trampa.
El trío de ojetes habían invitado a mi amigo a una fiesta falsa.
Y lo asesinaron.

Ah, pero no contaron con que mi amigo, acostumbrado a la vida de pobreza en la que él y yo habíamos crecido, iba a aguantar más de lo que ellos creían.

Primero, le dieron pasteles envenandos, y chupe adulterado.
Pfft, él y yo pasamos nuestra infancia tragando tacos de afuera del metro ruso, y tequila Don Julio comprado en Tepitenski; así que sus débiles intentos por matar a Gregorio fueron en vano.

Después, Félix (que era el lider), preocupado de que el veneno no surtiera efecto, decidió hacer algo más directo; así que sacó una pistola y le disparó a Gregorio tres veces.

Mi amigo cayó, y los tres maricas pensaron que estaba muerto, aunque mi teoría es que se cayó por ebrio, no por estar herido.

El trío de ricachones abandonaron la peda, y uno de ellos recordó que había dejado su chamarra adentro de la casa, así que regresó por ella.
Fue entonces cuando encontró a mi amigo, una vez más de pie.

Gregorio, emputado, se lanzó encima del otro tipo, y lo trató de ahorcar, mientras le gritaba "¡Vranski burotrönj udenski!" que significa "¡grandísimo hijo de puta!" en ruso.

Evidentemente, el millonario se asustó, y empezó a gritar como nenita, haciendo que sus dos amigos entraran a ver qué diablos pasaba.
Después de que todos gritaran como sirenas solteronas, Félix volvió a sacar su pistola, y le metió otros tres plomos a Gregorio Barbaspuercas.

Y mi amigo siguió sin morirse.

Félix, Demetrio y Vladimir se acercaron a Gregorio, y cuando estuvieron cerca, mi amigo se empezó a mover, posiblemente para pintarles pito.

Entonces, el trío de culeros, frustrados y aterrorizados por el aguante de Barbaspuercas, se lo madrearon hasta el cansancio, lo envolvieron en una sábana, y lo aventaron a un río que estaba cerca.

Pocos días después, alguien encontró su cuerpo, ahora sí, muerto.
El cabrón se había ahogado.

No lo mató el veneno, no lo mataron los 6 balazos, no lo mató la putiza, no.
El cabrón se había ahogado.
No shit.

Y desde ese día, ya nadie me pagó el desayuno.
Unas semanas después, yo encontré un trabajo mejor, metiendo fayuca guatemalteca a México, y me mudé para estos lares.

Pero nunca olvidaré a mi buen amigo, Gregorio Barbaspuercas.
El cabrón que murió ahogado.


*Como seguro ya dedujeron, Gregorio Barbaspuercas no es el nombre real de ese tipo.
Para los poquísimos de ustedes que todavía no saben de quién estoy hablando, les voy a decir cómo se llamaba en realidad:
Buck Rogers.
En el siglo 25.