martes, 29 de abril de 2008

Los responsables de mi existencia

Disculpen ustedes, lectores imaginarios, si no le encuentran mucho sentido a este post; pero es que esta vez no estoy escribiendo para que todos puedan comprender lo que digo.
Esta vez simplemente quiero que dos personas sepan lo que pienso.

Y es que no es fácil escribir algo así, siento que no hay suficientes palabras en el idioma para decirles lo que quiero decir...
Esas dos personas significan mucho más para mí de lo que ellas mismas se imaginan.

Una de ellas, ha sido el mayor ejemplo a seguir que siempre he tenido.
Y no sé si alguna vez se lo haya dicho, pero lo admiro mucho más de lo que él cree; porque a pesar de que tiene un carácter fuerte, y no es precisamente una persona fácil; de todos modos siempre ha estado conmigo. En todo.

Siempre me ha apoyado, y ha tratado de ayudarme en absolutamente todos mis problemas; desde la vez que me corrieron de la prepa por mi mala conducta y él tuvo que ir a hablar con los directores para que las cosas no fueran tan graves, hasta las veces que he estado de mal humor por pendejadas, y me ha ayudado a observarme y darme cuenta de que mi amargura me está controlando mucho más de lo que debería.

Gracias a él ahora sé que yo no soy realmente yo, sino una mezcla de muchos yoes; y he ido aprendiendo a controlarlos. Gracias a él no voy a incendiar una casa cuando mis voces sean demasiado molestas.

Porque, detrás de ese bigote de personaje de película muda, de esa panza prominente y de esa mirada severísima; se encuentra el mejor hombre que yo haya conocido; y uno de los seres humanos más inteligentes que tengo la fortuna de conocer.

Él me enseñó a ser muchas de las cosas que soy hoy en día: Me enseñó a apreciar la buena música, el arte, las cosas finas; me enseñó el valor de la cultura y de la buena educación, me enseñó que no existen trabajos indignos, y que jamás debo de pensarlo así.
Me enseñó a apreciar la vida, y a valorar las cosas que tengo; me enseñó que observar y analizar a las personas es una cualidad indispensable para salir adelante.

Me enseñó muchas más cosas de las que yo jamás podría enlistar, porque; aunque a veces sea un amargado, gruñón y malacopa; y aunque haya un enorme abismo generacional entre nosotros dos; de todas formas siempre hemos podido encontrar una forma de entendernos y de comprender nuestro respectivo punto de vista.

Y, además, aunque suene a cliché de a dos varos; realmente lo considero uno de mis mejores amigos.

Jamás me voy a cansar de caminar arquitecturas con él.


La otra persona, es la responsable de que yo sea como soy; y que esté orgullosa de mí es el mayor orgullo en mi vida.

Cuando ella me ve, siempre puedo notar que sus ojos se llenan de cariño, y de mucho mucho orgullo; y esa mirada siempre ha sido lo que me motiva a hacer las cosas bien.
Es la mejor recompensa que yo podría pedir.

Para mí, ella es la mujer más admirable que hay en este planeta, porque siempre ha dedicado su vida a que mi hermana y yo seamos más de lo que ella es.
Y cuando digo dedicado su vida, lo digo en serio.

En 21 años, no ha habido ni un sólo día en que yo me haya sentido desprotegido, porque, pase lo que pase, ella siempre está ahí. Estoy seguro de que en mi hermana podría aumentar la cifra a 26 años.
No conozco (ni creo que vaya a conocer) a una mujer más dedicada que ella.

De alguna forma, siempre logra que su día tenga 28 horas, y las 28 las destina a que nada nos falte.

Siempre he admirado la forma en que puede darle 16 vueltas al parque, barrer el patio 4 veces, lavar y planchar la ropa, hacer la comida y el lunch de Andie, proveerle comida al restaurant de mi primo, limpiar y sacudir 6 cuartos, ir al súper, ir al mercado, tejer un chingo de colchas, coser, envolver regalos, tender las camas, colgar la ropa, ordenar los calcetines, recoger el desmadre que voy dejando por toda la casa, y muchísimas cosas más; y de todos modos, siempre le sobre tiempo para pasarlo con nosotros.

Y gracias a ese tiempo que pasa con nosotros, he aprendido una cosa muy importante:
Lo que te hace una gran persona no es ni la inteligencia, ni el dinero, ni el poder; son los sentimientos.

No creo que pueda haber nadie en este mundo con sentimientos más hermosos que ella; y por eso, toda mi vida la he considerado como la mejor persona que existe en el mundo.

Siempre he creído que si no me he convertido en el imbécil que podría llegar a ser, es gracias a su mirada.
Y en realidad no sé si ella lo note, pero la mirada de orgullo más grande, siempre la hemos tenido nosotros cuando la vemos a ella.


Feliz cumpleaños papá.
Feliz cumpleaños mamá.

domingo, 27 de abril de 2008

Les dije que iba a pasar.

Señores, les tengo dos noticias; una buena y una mala.

La buena es que todos estamos sanos y salvos.
La mala, es que, como se los había advertido, los chinos ya empezaron a atorarnos a todos.

Y ahora no es simplemente una paranoia mía, ahora estoy respaldado por CNN, ABC, NBC, CBS y ABO.

¿Han escuchado de la escasez de arroz?
Ahora, en Estados Unidos, ya no te venden más de 4 paquetes de arroz, porque ya no hay suficiente.

¿Y saben por qué?
Por culpa de los Chinos.

Su economía ha mejorado tanto, que ya no están confinados a tener que comer una mísera taza de arroz por día, ahora pueden comer todo el que se les pegue la gana.

Un poco extraño, porque si yo tuviera suficiente dinero como para salir del paradigma que ha esclavizado a mi gente por tantos siglos, lo usaría en comer algo nuevo, en lugar de simplemente comer mayor cantidad de comida estereotípica; pero meh, por eso yo soy un ser humano y ellos sólo son chinos.

Bueno, y lo que pasa, es que ahora que se dedican a tragar y a tragar, han hecho que el resto del mundo no tenga suficiente arroz.

Carajo, ya sabía yo que más temprano que tarde iban a empezar a matarnos a todos. Aparentemente su plan actual consiste en matarnos de hambre.

Primero, el arroz, después los frijoles, y por último, las rebanadas de plátano.

Por eso, lectores imaginarios, les digo que deben escucharme y hacerme caso; ya ignoraron todas mis advertencias de que los chinos iban a afectar nuestra vida; ahora por favor, escúchenme, es nuestra última oportunidad.

Lo que tienen que hacer es correr a su super más cercano y comprar todas las bolsas de arroz que puedan, antes de que la escasez afecte a nuestro querido país.

Una vez que tengan suficientes bolsitas de a kilo, mójenlas con gasolina, y cuando vean a un chino en la calle, préndale fuego al arroz y aviéntenselo.

También aplica con emos y reggaetoneros.

Enjuagar y repetir.

martes, 22 de abril de 2008

Oops... my bad

Bueno, lectores imaginarios, siempre he creído que es mejor ir directo al grano en cuestiones delicadas, así que no me voy a ir con rodeos:

Dr House es mi nuevo programa favorito.

Su sarcasmo y talento lo convierten en todo un modelo a seguir.
Abajo los emos, arriba los Dr House.

Pero en fin, pasando a otro delicado tema.

Les quería pedir una disculpa por la falta de posts en este überlog; creanme que no es por falta de interés, sino por carencia de tiempo.

Últimamente me he encontrado en una espiral de trabajos en equipo, aniversarios inminentes, manualidades obligatorias y viejitas culeras; y no he tenido el tiempo necesario para escribir un post que valga la pena.

En serio, lo lamento mucho, yo sé que unas cuantas personas disfrutaban de leer mis comentarios quejosos, y a lo mejor ya se habían acostumbrado a verlos con cierta periodicidad.

Si he afectado la rutina ociosa de alguien, acepten mis más sinceras disculpas, y por favor, no duden en llamar al departamento de atención a clientes para que una de nuestras operadoras les otorgue unos carnevales que podrán hacer válidos en cualquier tienda de autoservicio del grupo Soriana, de cualquiera de los 2 estados de la república Mexicana dónde la promoción sea aplicable; incluyendo Colima.

No no, en serio, les prometo que en cuanto deje de tener que hacer presupuestos y flowcharts para marcas de ropa imaginarias, y en cuanto pase la batalla de Puebla (día que me tiene sumamente preocupado); este überlog regresará a la normalidad.

Eso no significa que no vaya a haber posts nuevos hasta que mi vida regrese a su modorra característica; pero sí significa que habrá menor número de entradas bloggeras, y tal vez sean un poco más cortas.

Es como si hubieramos pasado de un negro a un asiático.
Más cortas, más delgadas y más flácidas. Así serán algunas de las cosas que publique en este überlog.

Sin más por el momento, agradezco de antemano las atenciones recibidas a este documento, poniéndome de ustedes de la manera más atenta.

Atte:
La gerencia.

Ningún chino fue lastimado en la creación de este post, aunque muchos deberían de haberlo sido.

jueves, 17 de abril de 2008

El orgullo de ser Mexicano

Pocas veces me siento orgulloso de ser nativo de un país tercermundista, corrupto, contaminado y carente de chicas lindas; pero hoy es uno de esos días en que el orgullo llena mi pecho e infla mis pulmones.

¿Por qué?
Porque le ganamos a los pinches chinos culeros.

Digo, de todos modos nos van a conquistar, y van a matar a todo nuestro ganado mientras torturan a nuestras mujeres, niños y ancianos, pero hoy no; y hoy, les partimos la madre en futbol.

¿O fue ayer?
No me acuerdo, la verdad no me interesa el futbol.

En realidad ni siquiera sabía que habíamos jugado contra China hasta hoy en la mañana, que un compañero me dijo "¿Viste el partido?" y yo le dije "No, me caga el futbol", y entonces él me dijo "Ah" y yo le contesté "Sí".
Después hubo un silencio incómodo y me di cuenta de que había herido sus sentimientos al no darle por su lado (en formas no sexuales), y entonces le dije "Bueno bueno ya, dime quién jugó" y el me respondió "No, ya no quiero" y yo le dije "Vete al diablo".

Después, leí la primera plana de La Jornada, y decía que le habíamos ganado a China, 1-0, con un gol de Aquiéncarajosleimporta en el primer tiempo.

Y posteo acerca de esto porque cualquier victoria que tengamos sobre China, por pequeña e irrelevante que sea, nos compra un poco de tiempo.
Un poco de tiempo antes de que todos seamos obligados a hablar Mandarín, a riesgo de ser sometidos a un proceso de sodomía con piñas si no lo hacemos.

Regocíjense, lectores imaginarios, somos ligeramente más que mediocres en futbol.

¡Yei!

lunes, 14 de abril de 2008

I had a dream...

Si de por sí mis sueños siempre se han caracterizado por ser extraños, creo que ultimamente han estado todavía peor...

El mes pasado soñé que era el goalie de un equipo de hockey, pero en vez de patines, tenía pescados en los pies. Lo peor era que perdíamos el super tazón. Ahá, porque en mi mundo onírico, el super tazón no tiene nada que ver con americano, sino con hockey en truchas.
Caray... ni en mis sueños soy bueno en deportes...

Y bueno, también está el sueño recurrente donde soy un participante de Jeopardy, pero todos los demás concursantes son zombies.
Zombies sumamente inteligentes.
Creo que se debe a todos los cerebros que comieron.

O esos sueños en donde salen todos mis traumas, y por algún motivo me encuentro en mi primaria/secundaria/preparatoria; y recuerdo que ese día era mi exámen final de física/cálculo/cocina (sí, en serio); y también me acuerdo de que se me olvidó estudiar.
Lo más frustrante es que siempre pasa algo; como por ejemplo, unos tipos entran con pistolas a matarnos a todos, o llega un tornado y empieza a destruir la escuela; y yo empiezo a correr y a correr, pero no puedo, y camino como Neil Armstrong en la Luna, rebotando en vez de avanzar.

El último de mis sueños bizarros, fue hace un par de días.
Yo estaba en una banda de Rock, y teníamos un concierto muy importante en menos de 5 minutos.
Yo iba por mi guitarra, pero un zombie (ahá, otro) me la quitaba y me decía que no, que yo no era el guitarrista, yo era el bajista.
Yo lo veía con ojitos de Bambi y le decía: "pero... pero... no quiero ser el bajista..."; el zombie me veía intrigado y me preguntaba que por qué no, entonces yo bajaba la mirada y le contestaba que porque los bajistas nunca consiguen a las groupies.
El zombie (que por cierto, se transformaba en un tipo vestido de traje naranja) me decía que tenía razón, y que podía tocar otro instrumento.
Entonces me ofrecía tocar el pandero.
Por alguna estúpida razón, yo aceptaba.
Ahí acabó mi sueño.

Puta madre, por fin logro estar en una banda de Rock, y acabo tocando el pandero...
No hay nada peor que darte cuenta de que hasta en tus sueños eres un perdedor.

Ah, y me acuerdo de otro sueño.
Era un sueño "estimulante".
Ahí estaba yo, copulando con una silla.
Síp, una maldita silla.

Pero ese no estuvo tan mal, era una de esas sillas reclinables, de cuero, y que dan masaje.

Hmm... pensándolo bien, creo que ha sido de mis mejores sueños "activos".

Así es señoras, cuiden sus muebles, porque Casanova llegó al pueblo.
¡Rawr!

jueves, 10 de abril de 2008

Faux pas social

Hace ratito, mientras cenaba un plato de Frutilupis con mi señora madre y Andrés; la platica derivó en un tema que me ha intrigado por bastante tiempo ya: el canibalismo.

Siendo honesto con ustedes, queridos lectores imaginarios, tengo muchas ganas de probar la carne humana.

Por favor, antes de que se escandalicen y llamen a la surcursal del San Bernardino más cercana; tómense un par de segundos para pensarlo.
Respiren hondo.
Vamos, vamos.
Eso es, cuenten hasta 10.

¿Ya? Tres bien.

Ahora sí, permítamente elaborar mi punto.
No es como si anduviera por la calle salivando cada vez que veo a una señora pasada de peso, porque, en primera, guácala; y en segunda, me caga la gente que empieza a enumerar sus razones cuando solamente tiene una.

Lo que quise decir fue que si alguna vez en la vida, mi avión se estrellara en los Andes y tuviera que comerme a mis compañeros de Rugby para sobrevivir, elegiría un buen pedazo de muslo.

O tal vez, sólo tal vez, si algún restaurant en Vietnam ofreciera carne humana como una delicadeza; entonces estaría dispuesto a pagar una buena cantidad por engullirla.

Claro, todo tiene sus reglas; no comería a nadie que hubieran matado en la calle y ya; tendría que haber criaderos especiales para garantizar una buena calidad de carne, y una suavidad digna de la seriedad que el platillo merece.

Además, si tomamos en cuenta que soy un poco racista, tendría que poner mis condiciones antes de degustar un plato de nalga.

1. No chinos. Bajo ningún motivo estoy dispuesto a que mi comida sepa a ginseng. Es más, dicen que comer (o lamer) a un chino, hace que cuando mueras te pudras en el infierno de los chinos. Ni madres.

2. No niños. Y no lo digo porque sea una gran persona, preocupado por el bienestar infantil ni por aborrecer el infanticidio; no, lo digo porque los niños son muy desagradables, nunca sabes dónde carajos andan metidos, y siempre están sucios o embarrados de alguna sustancia pegajosa de dudosa procedencia. Qué asco.

3. No gordos/as. Mientras que en algunas culturas la carne Kobe es una delicadeza, y se regodean en la crapulencia de comer tanta grasa, argumentando que la deliciosidad de los alimentos aumenta proporcionalmente al porcentaje de tejido graso que se encuentre dentro de ellos; yo estoy en desacuerdo. Los gordos me dan asco, punto.

4. No feos. Ni tontos. Quiero que mi carne sea de primerísima calidad.

Y bueno, la lista sigue y sigue.

Lo que realmente quiero, es comerme (sin albur) a alguna europea linda.
Algo así como en los restaurantes de truchas que hay en la Marquesa, donde escoges a tu pescado, lo matan, lo preparan y te lo comes; solo que sin la parte de "es".

Sí, de nuevo les confieso, me da mucha curiosidad probar a qué sabe la carne humana.
Lo más cercano que he estado, fue hace unos 4 días, que yo me estaba despellejando severamente, después de haberme quemado en forma muy cabrona en la casa de Tlayacapan de mi cuñado; y me arranqué un pedazo de piel muerta, y, por puro morbo, me la comí.

¡Caramba! ¡Pero qué delicioso soy!

Eso es, por supuesto, porque no soy ni chino, ni gordo, ni feo, ni un niño.

Soy un muchachito apuesto y brillante, con muchas ambiciones, sueños, y ganas de progresar; y un sabor afrutado que deja un regusto a piñones.

miércoles, 9 de abril de 2008

Recuerdos de mi cobardía

En un momento de inspiración, mi hermana y la NDLC, abrieron un nuevo blog.

Esta vez, es un pedo esotérico acá, a-la-postsecret.

El chiste es, que este nuevo blog, llamado "Letras de mí para tí", es un espacio para que cualquiera mande cartas/mensajes/monólogos/dichos/abo/etcétera de manera anónima.
En teoría, esto ayuda a quitarse un peso de encima.

¿Se imaginan si esto hubiera existido antes?

"Querido mundo: Soy gay. Atte. Ernest H."
"A quién corresponda: Mi esposa quiere matarme y esconder la evidencia. K. Cobain"
"Hola a todos. Vamos a conquistarlos en poco tiempo y no hay nada que puedan hacer. C. Hina"

Evidentemente, yo voy a ser un cooperador (mandador, ayudador, comosediga) asiduo de esta página.

No lo sé, la neta es que suena bastante interesante.

Si algún día tienen un poco de tiempo libre (que evidentemente tienen, porque si no, no estarían leyendo mi blog), vayan a calar que onda con Letras de mí para tí.

Por razones puramente nepotistas, un banner será puesto en la parte derecha del Überlog del Ninja Peruano, y se quedará ahí de forma permanente.

Podemos ir en paz, el choro ha terminado.

lunes, 7 de abril de 2008

Una vez más, nos la aplicaron

Puta madre... me caga el horario de verano.
Me caga mucho.

No le veo el caso a adelantar mi reloj una hora, a menos, claro, que el objetivo del horario de verano sea volverme más irritable y grosero; porque si ése es, entonces felicidades, lo lograron.
Hijos de puta.

Me imagino que en alguna oficina burocrática, un montón de tipos con trajes grises se reunieron con una bandada de secretarias gordas; y se pusieron a pensar en nuevas formas de romperle las bolas al pueblo:

Secretaria: "Hay que matar a todos los primogénitos y decirle a la gente que es para disminuir la contaminación"
Burócrata: "Hmm... me gusta, me gusta, pero no; le falta un nosequé que quéseyo"
Secretaria: "¿Y si además les cobramos un impuesto por cada tapete que tengan en su entrada y/o baño?"
Burócrata: "Podríamos decir que es para financiar la construcción del segundo piso de la glorieta de Vaqueritos. Buena idea"
Secretaria: "Sí, pero la gente ya está demasiado acostumbrada a la sodomía financiera, no creo que eso les rompa las bolas en una medida suficiente"
Burócrata: "¡Eureka! ¡Lo tengo! ¿Qué es lo único que no hemos podido quitarle a la gente todavía?"
Secretaria: "Um... ¿una hora de sueño digno y tranquilo?"
Burócrata: "Sí, en efecto, una hora de sueño apacible y necesario"
Secretaria: "Excelente, digámosle a la gente que tienen que adelantar sus relojes una hora para que puedan aprovechar más el día; aunque en realidad eso no tenga ningún sentido"
Burócrata: "Sí, hagámoslo. Y también hay que importar más chinos, tenemos muy pocos y no le rompen las bolas a Dexter tanto como podrían"
Secretaria: "Perfecto, hacer que la gente duerma menos sin razón alguna y romperle las bolas a Dexter, ¿algo más, señor?"
Burócrata: "Sí, tengamos sexo gordo y sudoroso debajo de este escritorio jodido que los impuestos de la gente han pagado"
Secretaria: "Que así sea"


Y esa, señores, es la verdadera historia de por qué ahora tenemos que levantarnos más temprano, e ir todavía más dormidos a nuestro destino mañanero.
"Para aprovechar más el día".

Bueno, supongo que he dicho más groserías y me he quedado dormido en más clases.
He aumentado mi eficiencia en un 35.3%.

Y cuando digo aumentado quiero decir disminuido, claro.

jueves, 3 de abril de 2008

El arte de terminar con una vida

Hoy, por azares del destino, me encontré a mi mismo sentado en una silla demasiado alta, teniendo una conversación acerca del suicidio.

Personalmente, yo jamás lo haría.
No porque me parezca una forma cobarde de irse de este jodido mundo, ni por miedo al afterlife (que por cierto, siempre me ha parecido algo así como un after-party, pero más de eso en un post futuro), ni por nada de nada.
La verdadera y única razón por la que yo jamás me suicidaría, es simplemente la falta de glamour.

Neta, el día que parta de este planeta, va a ser de la manera más elegante que pueda existir.
Flotando en un lago lleno de flores de colores, mientras rayos laser me dan una última despedida, con un saludo de 21 cañonazos mientras una banda marcial toca la canción de "Monster Mash", asesinado de un balazo mientras doy un discurso que lidere la rebelión contra el gobierno opresivo chino, no lo sé; algo digno de contarse en los libros de historia del futuro.

Pero... ¿suicidarme?
No, gracias, no fumo.

Que mis padres me encuentren con un hoyo en la cabeza y mi hermoso hermoso cerebro goteando lentamente en el piso... como que no.
O empastillado... caray, perder control de esfínteres y que me vean tirado en mi cama apestando toda la casa... no, neta no.

Creo que el mayor problema que le veo al suicidio es que no alimenta mi ego.

Deben de existir formas más chingonas de matarse.

Como por ejemplo, Virginia Woolf, que se llenó las bolsas de piedras y se metió caminando a un lago una noche de luna llena.
Sí, eso es irse con estilo, chingao.
Si la luna estaba parcialmente tapada por nubes, y los grillos chillaban pacíficamente en los pastos cercanos, entonces creo que no hay mejor manera de salir de esta vida.

O, caso contrario, tenemos al chino loco que mató un chingo de gente en una escuela el año pasado. Uh... no me acuerdo como se llamaba.
Seguro era algo como Fu Tan Chen o Ti Pou Ren.
No veo la necesidad de matar más gente si ya te vas a matar tú.
Pero claro, era chino, así que estaba resentido.

No lo sé... tengo mucho en qué pensar.
Creo que si me tuviera que suicidar, lo haría en la forma más macha posible.

Como por ejemplo, amarrar al techo una cuerda de piano bien afilada y hacerle uno de esos nudos suicidas (que por cierto, no sé hacer, gracias a que nunca fui a los Boy Scouts); después meter la cabeza al nudo, ponerme Resistol en las manos, poner una mano en cada oreja, y brincar de una silla.
Así, la cuerda de piano me cortaría la cabeza, pero yo tendría las manos pegadas a ella.

Cuando Grissom entrara a verme, diría: "¡Oh Jesús!, ¡Ese sensual sujeto se arrancó la cabeza con sus propias manos! ¡Qué varonil de su parte!".

Y así, señores, es como me voy a ir de este mundo.