lunes, 30 de agosto de 2010

Difíciles decisiones

Hace un par de días, iba caminando por la calle con Cookie, cuando de repente sonó mi celular (con el ringtone de Bye Bye Bye, lo cual, si me preguntan, es la cosa más cool del mundo). Era uno de mis mejores amigos, así que contesté.

"¡Güey, me rapé!", me dijo emocionado, desde el otro lado del auricular.

Me explicó que se había ido a cortar el cabello, y cuando habían terminado, se dio cuenta de que tenía muchas ganas de raparse, así que le pidió a su peluquero seguramente-gay que le pasara la máquina. Sin albur, por supuesto.

Le dije que estaba poca madre, y que ahora lo que debería de hacer era dejarse la barba larga, para parecer motociclista viejo.
Negó mi amable sugerencia. Fuck him.

Anyway, estaba empezando a llover, y el estúpido aire hacía que toda el agua me diera en la cara; así que le dije a mi amigo que tenía que colgar, porque una de las cosas que más me molestan en el mundo, es mojarme la cara mientras estoy hablando por teléfono.
Sí, yo sé que ese párrafo no tuvo ni un ápice de sentido, pero en mi mente, era totalmente necesario.
Dios bendiga mi personalidad obsesiva-compulsiva y mi necesidad de describir cada pequeño e insignificante detalle de mi vida.

Una vez que había terminado mi llamada, voltée a ver a Cookie y le dije "ahá, creo que se rapó"
Verán, en mi mente parecía gracioso decir esto, porque ella había tenido que escuchar mi conversación de 5 minutos en la que sólo hablábamos del cabello rapado de mi amigo.
Por alguna razón, me parece gracioso hacer comentarios que son de lo más evidentes, así que me pareció hilarante recalcarle algo que seguramente ella ya había podido deducir desde hacía mucho tiempo, así como ahora me parece gracioso recalcarles a ustedes, lectores imaginarios, algo que ya quedó claro desde el principio del párrafo.
That's just how I roll.

En fin, como mi amigo trabaja en el mismo lugar que yo, comenté que me parecería gracioso raparme yo también, y llegar un poco antes que él a la oficina, para que todos me vieran primero, se impresionaran con mi rape, y entonces cuando él llegara nadie pelara su corte; porque pues... yo llegué primero.
Me parecía extremadamente gracioso robar su trueno, y estaba totalmente dispuesto a hacerlo, aunque tuviera que sacrificar mi larga y sedosa cabellera para lograrlo.

Lamentablemente, no estaba en mi casa, así que mi máquina cortapelo estaba lejos de mi alcance.
Al final del día, me convencieron de que raparme no era buena idea, así que no lo hice.

Pero el día de hoy, mi amigo llegó a la revista, y en efecto, se había rapado.
Debo admitir que lo envidié mucho
Viendo su cabeza libre de cabello, recordé lo estúpidamente cómodo que es eso.
No tener que pasarte una toalla por la cabeza después de bañarte, no tener que tratar de combatir estúpidos afros, no tener que quitarte el cabello de la cara cada 15 segundos... oh Dios, lo extraño tanto...

Granted, la primera vez que me rapé fue porque me había pintado el cabello de negro, y después de un par de meses, descubrí que me veía muy emo, y odio a los emos, así que tuve que raparme.
La segunda vez fue porque no aprendo de mis erores, e hice exáctamente lo mismo.

Pero ahora, viendo a mi amigo, debo confesar que tengo muchas muchas ganas de raparme de nuevo.
¿Debo hacerlo?
I mean, sería muy liberador y muy cómodo, pero por otra parte, mi cabello largo me hace ver sumamente guapo y sensual.

Agh... no lo sé... ¿opiniones?


PD: Aunque me rapara, la barba se queda, porque mi barba es increíblemente cool.

domingo, 29 de agosto de 2010

Las reglas

Es una historia que puede aburrirte, pero no tienes que escucharla, porque siempre supe que iba a terminar así.

Un enorme entumecimiento se apodera de mí mientras dejo ir el pasado y trato de mirar hacia el futuro.
Pretendo ser un vampiro, pero realmente no tengo que pretender nada, porque esto es quien yo soy: un vampiro de emociones.
Simplemente he llegado a esperar que así sea: que los vampiros son reales, que nací de esta forma, que me alimento de las emociones de otras personas.

¿Dices que quieres conocerme?
¿Qué significa eso?
¿Conocerme? Nadie puede conocer realmente a nadie más, nunca.
Jamás podrás conocerme.

"Te atrapé; eres mío ahora.
Eres mío por el resto del día, semana, mes, año, vida.

¿Ya adivinaste quién soy? A veces creo que ya lo hiciste.
A veces cuando estás parado entre la gente, siento esos increíbles ojos verdes pararse sobre mí.
¿Tienes demasiado miedo de venir y dejarme saber lo que sientes?
Quiero gemir y gritar contigo; quiero llegar y besarte, quiero jalarte hacia mí y decirte te amo te amo te amo te amo mientras me quito la ropa. Lo quiero tanto que duele.
Quiero matar a todas las chicas feas con las que siempre estás. ¿En serio te gustan esas chicas aburridas, ingenuas, vacías, ridículas y calculadoras, o simplemente es por sexo?

Las semillas del amor están plantadas, y si no nos quemamos juntos, me quemaré sola."

No sabía a dónde ir... algún lugar desocupado, tal vez.
Al principio pensé que jamás iba a poder olvidar ciertas cosas de ella, pero al final, lo único en lo que podía pensar era









Ya no sé ni quién soy, y me siento como el fantasma de un completo extraño.

jueves, 26 de agosto de 2010

De stalkers y stalking

Yo soy sumamente paranóico, creo que eso no es ningún secreto.

Seriously, creo que muchos de ustedes no tienen ni la menor idea de lo paranóico que soy; sobre todo en cosas de la interne'.
Supongo que es normal, después de haber tenido un par de malas experiencias con stalkers.
Fuck, una vez una stalker pudo decirme exáctamente cómo era la fachada de mi casa, y los coches que había afuera.
¿Cómo descubrió mi dirección? Eso es algo que me sigo preguntando.

Sea como sea, después de unas cuantas experiencias freaky, me he vuelto bastante cuidadoso con publicar cosas en internet.
La política de la empresa es jamás publicar nada referente a mi vida personal en la supercarretera de la información.

Es por eso que mi Twitter sólo está lleno de frases pendejas, mi Tumblr son simplemente cosas que me parecen graciosas, mi Facebook está en privado, y cada vez que publico algo en el überlog, le cambio los nombres a las personas involucradas.

Ah, y por si no lo habían adivinado, mi nombre real NO es Dexter Petrelli.
Ahá, mi vida privada es así de importante y relevante. Todo el mundo gira alrededor de mí, eso es obvio.

Yo sé que de todos modos cualquier persona con 5 minutos libres y tantito interés en averiguar cosas sobre mi vida real, lo va a lograr sin ningún problema, porque así funciona internet; pero sea como sea, me da un poco de paz mental saber que al menos no se los estoy poniendo TAN fácil.

Pero en fin, después de esa breve introducción, la cual no sabía que iba a escribir hasta que ya estaba escrita, creo que es momento de hablar de lo que realmente queria hablar:
Hoy en día, stalkear a alguien es algo sumamente fácil.

El otro día, iba caminando por la Roma, platicando con una amiga, cuando de repente me detuve y dije: "mira, ése es el coche de Chicalindaquemeponenervioso"
Mi amiga me volteó a ver, y me dijo "¿qué carajo, cómo sabes?"
Le contesté que en la escuela la había visto bajarse muchas veces de su coche, y me había aprendido las placas (en mi defensa, son unas placas sumamente fáciles de aprender: es la misma letra repetida 3 veces)

"¿Estás seguro de que es su coche?", me preguntó mi amiga.
"Ahá, además en su Twitter decía que iba a estar en la Roma llevando a su gato al veterinario"
"No mames Dexter, me das miedo, eres un pinche stalker..."

Y es que ese es mi punto del día de hoy, lectores imaginarios: yo NO soy un pinche stalker.
Estaba conectado en la mañana, y de repente mi ventanita de Twitter anunció que ella decía: "Voy a estar toda en la tarde en la Roma, porque voy a llevar a mi gato al veterinario, qué hueva..."

¿Acaso yo la busqué, porque no podía vivir sin saber qué iba a hacer?
No, no lo hice. Yo estaba viendo videos cagados cuando ELLA puso lo que iba a hacer, sin que nadie le preguntara.
Lo único que yo hice, fue ver un pop-up en mi Firefox.

Y es que así está la cosa hoy en día, lectores imaginarios: stalkear a la gente es mucho más fácil de lo que era antes, y en gran parte es por culpa de los stalkeados.

Yo sé que mucha gente tiene la compulsión de pretender que son populares, y por eso tienen que dejarnos saber a tooooodos lo mucho que salen, a dónde van y con quién; y no se dan cuenta de que a los demás NO nos interesa (con la excepción de Chicalindaquemeponenervioso, pero eso es caso aparte)

Cada vez que salen a la esquina, toman un chingo de fotos, y en el segundo en que llegan a su casa, las suben todas a facebook, para que veamos lo populares que son, gooei.

Después, hacen una narrativa pitera y mal escrita en Twitter, acerca de lo muuuucho que se divirtieron saliendo a la esquina con @unpendejo y @quienchingadosleimporta, #chelanecesaria

Abren un álbum en Picasa o Flickr para que todos puedan ver sus 400 fotos de la salida a la esquina, que resulta ser básicamente una sola foto, pero con mínimas variaciones de ángulo (porque toman una foto como cada 4 segundos)

Etcétera etcétera etcétera.

Ahora, no los voy a juzgar por ser tan patéticos y tener una vida tan vicua y triste (excepto que sí lo haré), pero nada más quiero que se den cuenta de algo:
Si alguien quisiera stalkearlos, sería absurdamente fácil.
Si alguien quisiera secuestrarlos, sería igual de absurdamente fácil. Ahá, I went there, caí en la psicosis colectiva de gente que tiene miedo de ser secuestrada.

¡Y ahora, con mamadas como Foursquare o Facebook Places, ya puedes avisarle al mundo dónde estás en ese preciso momento, con mapa actualizado por GPS y toda la cosa!
¡Yay, más pendejadas para bajar el IQ de las niñas ridículas!

Lo preocupante de todo esto, es que con Facebook Places, puedes taggear a otras personas que están contigo en ese momento.

Fuck me in the ass and call me Rita Maid, yo no quiero que nadie me dé tag.

¿Qué tal que falté al trabajo diciendo que fui a una convención budista, y una de mis amigas fresas y pendejas me taggea en una pulquería?
¿Qué tal que le dije a mi papá que iba a la biblioteca de la UNAM a investigar algo de mi tesis, y alguien me taggea en un bar de Tabasco?

Agh... en serio, creo que estoy muy viejo para las redes sociales...

lunes, 23 de agosto de 2010

Cosas que aprendí en mi más reciente viaje a la playa

- Sin importar qué tan buena broma te parezca en el momento; comprar condones y un pepino NO le va a hacer gracia a la cajera del súper (a pesar de que levantes el pulgar alegremente cuando se te quede viendo raro)
Fuck her, I swear it's funny.

- Podrás acomodar tu maleta en el camión con todo el cuidado del mundo, y podrás tratar de ponerla en el lugar más bonito y resguardado de todos; pero de todos modos al llegar a tu destino, te darás cuenta de que se madreó intensamente en el camino, dándole en la madre a las cosas que llevabas dentro.

-La única manera de soportar un viaje en camión que dura 19 horas, es poniéndote hasta las chanclas. Curiosamente, servir bebidas en carretera no es tan fácil como suena.

- Orinar a 90 km/h, en un camino lleno de curvas es una de las cosas más difíciles que tendrás que hacer. No hay tos, saldrás de ese baño camionero como una persona más sabia y más experimentada. Tus zapatos, por otra parte, no saldrán mejor de lo que entraron.

- Tratar de dormir con la cabeza pegada a la ventana, en la zona con más baches de todo el camino, es otra de las cosas más difíciles que tendrás que hacer. Agradecerás el haberte embrutecido con alcohol minutos antes.

- El aire de playa te deja todo pegajoso. Creerás que empezaste a sudar resistol mientras dormías, pero no, aparentemente es normal.

- A un hombre le toma menos de 10 minutos bañarse y prepararse para ir a la playa. A una mujer le toma cerca de una hora. Sea como sea, la tendrás que esperar.
¿Por qué? Porque así lo dicta Carreño playero.

- El sonido de las olas te sigue transportando a momentos más felices. ¿Qué, sólo soy yo?
Ok, el sonido de las olas me sigue transportando a momentos más felices, entonces.

- La arena quema, y la arena raspa.

- En el octavo día, Dios creó las barras libres en la playa. En el noveno día, Dios creó las piñas coladas con licor de melón.

- Hay cierta altura del mar en el que la arena se transforma en piedras como de río. Por alguna razón, las olas siempre te van a revolcar en esa parte y no en la arena suavecita.

- Tragar agua salada quema. Sin importar cuánto te esfuerces en evitarlo, de todos modos siempre acabarás tragando agua salada, es como una ley natural de la vida.

- Si te descuidas, una iguana enorme entrará a tu habitación, y no tendrás ninguna escoba a la mano para tratar de sacarla.
Por cierto, no es un eufemismo, en realidad era una iguana enorme.

- Caminar por la alberca con un trago en cada mano es lo máximo.

- El daiquirí de mango no se mezcla bien con el agua clorada.

- Los antros del DF y los antros playeros son igual de ridículos, absurdos, y estúpidos; sólo que los antros playeros tienen un malecón muy chingón al cual ir a caminar en el momento en que te aburran los antros (dígase 6 minutos después de entrar en ellos)

- Ser la persona que inaugure la barra libre, pidiendo una piña colada para acompañar tus Zucaritas (a las 10 de la mañana) es algo que te deja sintiéndote un poco raro. Fuck it, ¡piñas coladas gratis!

- Cena: 10 Bloody Mary extra picantes.
Postre: Pepto Bismol adquirido de emergencia en el Oxxo de la esquina del hotel.

- Los accidentes en las albercas son peligrosos. De alguna forma, acabarás con una enorme cortada en la mano, la cual sangrará profusamente. En la barra no les hace gracia que vayas a pedir tu bebida y dejes todo lleno de sangre.

- Las mujeres son sorprendentes. Sin importar si se durmieron a las 5 de la mañana, son capaces de despertarse a las 8, y entonces ir a joder para despertarte a ti también. Tocarán en tu puerta como desesperadas.
Lamentablemente, el "si las ignoras se van" ya no funciona. Estúpidos teléfonos celulares.

- La cerveza light NO es cerveza. Debería haberlo sabido, pero nunca había bebido cerveza light.

- Aparentemente, soy alérgico a los hipsters provincianos.

- Hay ciertos momentos en la vida en que tus prioridades se vuelven un poco bizarras, como por ejemplo, aprender a pararte en los hombros de alguien más, estando en una alberca. Nada más importará hasta que lo domines.
Cuando al fin lo logras, la vida es gloriosa.

- Beber cosas de todos los colores del arcoiris es una buena forma de mostrar tu apoyo hacia las comunidades LGBT y hacia los productores de alcohol.
Soy una persona sumamente respetuosa y tolerante. I rock.

- Agarrarte de la cuerda del parachute no es suficiente para que el mar no te arrastre por las piedras y te deje toda la pierna sangrando. Aún así, tu primera reacción será tener un ataque de risa cuando veas lo jodido que estás.

- México está lleno de pueblos plataneros llenos de gente platanera, donde venden recuerditos plataneros y todo está extremadamente del pito.
Le desearás la muerte a los camioneros que te obligan a bajarte en esos lugares.

- "Si a Tequila fuiste, y Tequila no bebiste, entonces ¿a qué chingados veniste?"
Yo ni quería ir, dumbass, me trajeron. Yo odio el Tequila de todos modos.

- Todo podrá haber estado muy chingón, pero sin duda lo mejor de todo, es sentarte en la orilla del mar a las 3 de la mañana, alumbrado por la Luna llena, sentir la espuma resbalar entre tus pies, y descubrir una pluma blanca tirada en la arena.

-Sin importar cuánto tiempo pase, las lágrimas siguen resbalando por tus ojos sin que te des cuenta.

miércoles, 18 de agosto de 2010

Wait for me

Hace mucho tiempo, me preguntaste si me gustaba el mar.
Yo me encogí de hombros, y después te dije "no lo sé..."

Pasaste tus manos por mi cabello, y mientras tu mirada verde buscaba mis ojos, me dijiste que no podía no saber.
Me dijiste que el mar era la cosa más hermosa que había en este planeta.
Yo te miré sin saber qué decir. De alguna forma, siempre lograste dejarme sin palabras.

Me besaste en silencio, y después volviste a hablar del mar.
No tenías ni idea, pero cada cosa que decías, quedaría grabada en mi mente para siempre.

"El mar es mágico... tú y yo venimos de ahí, ¿sabes?"
Pensando que bromeabas, yo solté una risa nerviosa. Tomaste mi mano y la apretaste con cuidado.
"No, no te rías, es en serio, tú y yo salimos del mar"

Te miré con todo el amor que había dentro de mí. Te miré con todo el amor que alguien como yo podía sentir.
"Pero tú y yo somos de aquí, de la ciudad, lejos del mar...", te contesté.
Todavía hoy, cuando recuerdo lo que dije, me siento tonto. Siempre me sentí tonto junto a ti, porque tú parecías saberlo todo.

"Pero nosotros venimos del mar, salimos del agua; aunque hayamos nacido en la ciudad", me contestaste cariñosamente mientras tomabas mi otra mano y la besabas.
Te dije que no entendía.

"¿No te has fijado cómo cuando ves el mar, puedes ver el cielo reflejado en él?"
Bajé mi mirada. Cada vez que me veías a los ojos, hacías que me sintiera como un niño.

"Algún día me vas a entender, tonto. Algún día te vas a dar cuenta de que tú y yo venimos del mar"

Sin saber qué decir, dejé que pusieras tu cabeza en mi hombro.

"Y algún día, tú y yo vamos a regresar al mar..."
Una lágrima resbaló por tu mejilla.

Hace mucho tiempo, me preguntaste si me gustaba el mar.
Hace mucho tiempo, me encogí de hombros y te dije que no sabía.
Hace mucho tiempo, dejé de ser el niño que no podía ni siquiera verte a los ojos sin preguntarme qué era lo que alguien como tú veía en mí.

Hace mucho tiempo, me di cuenta de que no me gusta el mar.
Es traicionero. Es muy fácil perderse en su inmensidad. Es muy fácil olvidar lo poderoso que es.
Es muy fácil que las olas se lo lleven todo: las cosas, el tiempo, los recuerdos, a las personas...
No me gusta el mar porque le tengo miedo.

En un par de días voy a ir a la playa, y voy a caminar descalzo, para dejar que la espuma resbale entre mis dedos, como hacíamos tú y yo hace tanto tiempo ya.
Te voy a extrañar, mucho; aunque en cierta forma, yo sé que tú vas a estar ahí, en la arena, jugando con mis pies.

"Algún día, tú y yo vamos a regresar al mar"
Lo sé, pero esta vez, yo sólo voy de visita...

Wait for me.
Always and forever.

Je t'aime.
Pour toujours.

lunes, 16 de agosto de 2010

Experiencias cercanas a la muerte. En Toluca.

Ayer aprendí algo importante: la televisión miente.
Cuando estás a punto de morir, no ves ninguna luz al final del túnel, ni ves tu vida pasar frente a tus ojos.
Ayer aprendí que lo que sí ves, son un montón de luces de coche, y camioneros pendejos pasando a centímetros de tu cabeza.
Esa, lectores imaginarios, es la cruel realidad.

Verán, me siento ligeramente obligado a meterlos en contexto, antes de que me tachen de uno de esos locos que balbucean cosas mientras caminan viendo sus zapatos sucios.

Ayer, mi amigo Tepoz me marcó, para decirme que deberíamos de ir a Toluca a comer.
Por si ustedes no lo saben, Tepoz tiene la tendencia de hacer eso: marcarme en momentos al azar para decirme que deberíamos de ir a hacer actividades al azar en lugares al azar.
Tepoz es fan de manejar en carretera.

Anyway, yo accedí; y pasado un rato, Tepoz apareció en mi puerta, junto a Ojosgrises y Mohawksexy.
Algunos de ustedes recordarán que Tepoz y Ojosgrises no habían quedado en muy buenos términos, pero la cosa ha cambiado. Con el paso del tiempo, y después de un montón de anécdotas curiosas y sumamente estúpidas, han vuelto a ser amigos. Amigos cariñosos.

Como siempre, me subí al asiento de atrás, y saludé a Mohawksexy. El día de hoy, su cabello era morado. Rock on.

El viaje no tuvo grandes acontecimientos; simplemente éramos 4 jóvenes sumamente hambrientos.

Alrededor de las 6 30 de la tarde, llegamos al restaurant.
Llegamos tan tarde porque, una vez más, Tepoz se perdió en Toluca.
Hubo un momento en el que estábamos recorriendo el centro de la ciudad, y un payaso se acercó al coche. Yo grité como niñita y me aventé encima de Mohawksexy. Amablemente, la mujer me tapó los ojos en lo que nos alejábamos del payaso.

Cuando terminamos de comer, ya eran como las 8, y obviamente, ya era de noche.
Emprendimos el camino de regreso a nuestra hermosa ciudad de México; pero de repente, Ojosgrises dijo "quiero un helado de Nutrisa..."
Evidentemente, nadie es capaz de decirle que no a un helado de Nutrisa, así que todos fuimos por un helado de Nutrisa. Dios, cómo amo los helados de Nutrisa.... mmm.... helado de Nutrisa....

Una vez consumido nuestro postre helado a base de yogurt, continuamos nuestro viaje.
Estábamos dándole la vuelta al mall toluquense donde habíamos parado a comprar nuestro treat, pero de repente Tepoz equivocó el camino, y terminamos en un camino todo pitero.

Era estúpidamente estrecho, y no había ni una sola luz; así que la oscuridad era prevaleciente.
Uno pensaría que todo esto, aunado con lo mojado del asfalto (porque estaba lloviendo copiosamente) haría que los autos fueran más lento, pero entonces uno estaría equivocado, porque técnicamente, seguía siendo carretera, así que todos iban muy rápido.

De repente, el coche de Tepoz brincó en forma obscena, y escuchamos un golpe muy fuerte.

"Putísima madre... no mames... ya valimos madres", dijo mi amigo.
Normalmente, cuando la gente dice algo así, sabes que las cosas no están del todo bien.

Con toda la calma que la situación permitía, Tepoz orilló el coche. Kind of.
Verán, como mencioné antes, el camino era muy estrecho, así que no había mucho espacio para orillarse.

Él y yo nos bajamos, y notamos que nuestra llanta estaba total y completamente ponchada. De hecho, se le había roto la cámara, así que ni siquiera estaba ponchada: estaba jodida.

Volteamos hacia atrás, y notamos que habíamos pasado por el bache más inmenso en la historia de los baches inmensos.
Como estaba lloviendo, el bache se había llenado de agua, así que no se veía (en parte, por culpa de lo oscuro del estúpido camino). El golpe había hecho que nuestra llanta quedara hecha mierda.

Afortunadamente, una patrulla estaba estacionada unos 3 metros atrás de nosotros. Seguramente nos ayudarían.

Wrong.

La patrulla estuvo un par de minutos ahí, y después se arrancó y se largó, sin siquiera detenerse a ver si podían ayudar en algo. Odio Toluca.
Fue entonces cuando supimos que la única opcion, era cambiar la llanta.
Dios bendiga las llantas de repuesto.

El gran problema, era que el camino era tan estrecho, que los coches nos pasaban -literalmente- a menos de 30 cm.

Puse esos como triangulitos naranjas que la gente tiene en caso de accidente automovilistico, pero no servían de gran cosa; porque los estúpidos camioneros toluquenses los tiraban a cada rato.

Otro problema que teníamos, era que la llanta de repuesto estaba en la cajuela, y como Tepoz le había metido un madrazo a su coche en días pasados, la cajuela estaba un poco abollada, y la llanta estaba atorada. Se requirió de 15 minutos, y dos jóvenes citadinos haciendo palanca con lo que sea que tuvieran a la mano, para poder sacar la llanta de su lugar.
Cuando por fin cedió, yo salí volando hacia atrás, y caí en la carretera. Fue entonces cuando un coche pasó tan cerca de mi cabeza, que mi sombrero increíble salió despedido.
Me asusté tanto que me puse blanco. MÁS blanco, digo.

Quiero tomarme un segundo para decir algo, lectores imaginarios:
¿Se han puesto a pensar en lo mal que está la sociedad hoy en día?
Una vida de sedentariedad y de inactividad, ha hecho que los jóvenes se pierdan de lecciones vitales, como por ejemplo, la mejor forma de cambiar llantas.
La juventud de hoy en día es sumamente inútil.
Tenemos que forzar a nuestros diputados y senadores a que aprueben leyes para que en el futuro, los jóvenes sepan cómo cambiar llantas en caso de necesidad, en lugar de quedarse afuera del coche, viendo la llanta ponchada con cara de duda e inseguridad.

"Entonces... ¿sabes cómo funciona esto?", le dije a Tepoz.
"Uhh... creo que el gato va abajo del coche, y entonces... la llanta... uh... se gira o algo...", me contestó.
"Rock and roll, improvisaremos"

El plan estaba trazado: Mohawksexy y Ojosgrises se quedarían atrás del coche, tratando de asegurarse de que los autos nos vieran, para evitar que todos muriéramos atropellados; mientras Tepoz y yo descifrábamos cómo carajo se cambiaba una llanta a la mitad de la noche.

Sólo teníamos un problema: Mohawksexy y Ojosgrises no estaban dispuestas a estar paradas bajo la lluvia, así que se subieron al coche, y se quedaron ahí.
Ahora nada garantizaba que no muriéramos impactados por algún chofer provinciano.

Eventualmente desciframos lo que teníamos que hacer, y todo empezó a marchar bien.
Sea como sea, tantos coches pasaron rozándonos, que puedo decir con seguridad que ha sido una de las veces que más he temido por mi vida. For real.

Ahí estábamos, alumbrando la llanta con la luz de un celular, mientras nos peleábamos con la estúpida llave de cruz, y brincábamos encima de ella para tratar de hacer que los estúpidos pernos cedieran un poco.
Toreábamos coches, mentábamos madres, y yo detenía mi sombrero, que por alguna razón, insistía en caerse.

Al final, lo logramos.
Terminamos empapados en agua de lluvia, sudor, y grasa de coche, pero lo logramos.

Exhaustos, nos subimos al auto, y emprendimos la retirada.

"Pensé que los iban a matar", nos dijo Ojosgrises cuando encendimos el motor.
"Curioso, yo desée que las mataran a ustedes por abandonarnos", le contestó mi amigo.
"Ya, vale madres, todos estamos vivos, ahora cállense los dos", les dije.

"Pfft... ahora voy a tener que comprar una llanta nueva... carajo...", dijo Tepoz, un par de minutos después.
"Pues sí... pero ve el lado positivo, al menos yo no dejé que discutieras con Ojosgrises", agregué.
"¿Y eso qué tiene que ver?", me preguntó mi amigo.
"Pues nada, pero si lo piensas, soy un héroe..."

Ahh, otro hermoso día cualquiera en las carreteras toluquenses...

jueves, 12 de agosto de 2010

Ahora sí, sobre amores platónicos

Creo que puedo decir con total seguridad (y por total seguridad quiero decir seguridad relativa, con cierto porcentaje de margen de error) que todos ustedes, lectores imaginarios, tienen algún tipo de amor platónico.
Un amor platónico además de mí, por supuesto.

Bueno, señoras y señores, he aquí una sorprendente revelación.
¿Listos?
Here it goes:
Yo también tengo amores platónicos.

I know, shocking.

Lo sé, ésta ha sido la peor forma de iniciar un post en toda mi vida.
Déjenme ser, estoy demasiado aturdido por mi intenso odio hacia Twitter y hacia la gente idiota, pero esa es otra historia completamente diferente.

Retomando. Soy una persona sumamente enamoradiza.

Desde que tengo memoria (la cual sólo es interrumpida por esas constantes lagunas mentales que ocasiona el alcohol), SIEMPRE he estado enamorado de alguien.
Por ejemplo, a los 3 años, yo amaba a... no recuerdo cómo se llamaba, pero era una tipa de la Onda Vaselina. El grupo viejito, no la porquería de OV7.

El tiempo pasó, y mis amores platónicos fueron cambiando.
Fey, Linda, una de las tipas de Kabáh, la niña que conducía Mecánica popular para niños, que después resultó ser Elisha Cuthbert, etcétera.
En mi defensa, cuando era niño, mi mayor ventana al mundo era la televisión, y en ese entonces cosas como Fey y Kabáh estaban de moda.

Después, cuando dejé de ver tanta tele, los videojuegos se volvieron la fuente de mis amores platónicos.
Hasta el día de hoy, sigo profundamente enamorado de la tipa de Final Fantasy VIII: Rinoa Heartilly.
Terriblemente teto, lo sé; pero no me importa. Es mi vida y ustedes no pueden decirme cómo vivirla. Dejen de juzgarme.

Después tomé amores platónicos de películas.
Después de música.

No lo sé, realmente creo que este es uno de esos posts en los que debería de haber pensado qué decir antes de ponerme a escribir; porque mi cabeza sigue tan ocupada procesando mi odio por la gente de Twitter, que estoy sumamente distraído.

En fin, creo que el punto de todo esto era hacer una lista de mi enorme enorme cantidad de amores platónicos, y después levantar mi pulgar y sonreir, mientras ustedes me veían con asco, porque... ¿qué carajo, Hilary Duff en mi lista de mujeres a las que amo?

Pulgares arriba, baby.

Sea como sea, siéntanse libres de darme SU lista de amores platónicos, para que yo pueda juzgarlos a ustedes por sus gustos extraños.

Mientras tanto, en lo que encuentro la forma de acabar con Twitter, o al menos en lo que descubro cómo borrar mi cuenta; los dejo con unas cuantas fotos de la mujer que más amo en TODO el mundo*
Nataly Dawn.

Mi hermosa hermosa Nataly. Algún día serás mía.




* Platónicamente hablando.
El autor no se hace responsable de las susceptibilidades o sentimientos que puedan ser heridos con este post.
Sea como sea, perdón, ja.

miércoles, 11 de agosto de 2010

Post sobre amores platónicos

Coming soon...


Also known as: Pésima excusa de post, para justificar el hecho de que mi tesis no me ha dejado tiempo de escribir algo decente, y espero que poniendo este tipo de cosas, ustedes perdonen mi inferior capacidad de administrar el tiempo libre.

lunes, 9 de agosto de 2010

Carta abierta al tipo todo creepy que se sentó enfrente de mí

Estimado señor gordo que decidió sentarse enfrente de mí en el metro:

Antes que nada, permítame decirle que fue todo un placer haber viajado frente a usted hoy en la mañana.
Sin embargo, basándome en su conducta, creo que debería aclarar algunas cosas, porque lo último que quiero es que usted se lleve una idea equivocada acerca de mi persona.

Lamento mucho si nuestra breve interacción pudo haber generado algunos momentos incómodos, pero debe usted entender que eran las 7 de la mañana y lo único que yo quería era llegar a mi casa a dormir pacíficamente, no habiendo podido conciliar el sueño ni un solo momento la noche anterior.

Verá, esto es lo que pasó:
Yo llegué a la terminal, y justo en ese momento, un hermoso transporte metropolitano llegó al andén. Yo agradecí a todos los cielos no tener que esperar mucho tiempo en ese lugar, porque hacía mucho frío, el vecindario era horrible, y yo tenía muchísimo sueño.

En mis prisas y ganas de salir de ahí, creo que fuí la primera persona en ingresar al vagón. Evidentemente elegí un asiento cercano a la puerta, y me dejé caer sobre él.
Le juro que ni siquiera me di cuenta de que frente a mí había otro asiento vacío.
Si usted y yo hubiéramos tenido una conversación tranquila, hubiera podido decirle que yo odio a la gente, y por esa razón jamás hubiera elegido un asiento en donde tuviera que tolerar la presencia de algún extraño sentado directamente frente a mí durante mucho tiempo.
Sin embargo, esa conversación no existió, así que usted no tenía forma de saberlo.

Unos cuantos segundos después de que yo me senté, usted, mi querido señor gordo y sudoroso, entró al vagón. Me miró con interés, y después se sentó frente a mí. Por qué no eligió otro asiento, habiendo tantos vacíos, es algo que va más alla de mi comprensión; pero eso no importa.

Yo tenía los ojos entrecerrados, porque en serio me sentía muy mal, pero aún así logré notar que me estaba viendo fijamente.
Estoy seguro de que a pesar de que su mirada era absurdamente penetrante y desconfortante, lo único que usted hacía era analizar mi persona.

Permítame aclarar su duda:

Sí, lo que estaba encima de mi cabeza era un sombrero.
Me di cuenta de que lo miraba intrigado, como si jamás hubiera visto nada parecido.
Yo sé que algo tan raro y único como un sombrero es algo que no se ve muchas veces en la vida, y no lo culpo por haber fijado su mirada en él durante tanto tiempo; sin embargo, quiero decirle que me hizo sentir un poco incómodo.
Si tan sólo lo hubiera pedido amablemente, yo se lo habría prestado para que lo pudiera ver detenidamente. Sea como sea, el hecho de que no dejara de verlo, me pareció un poco creepy; sobretodo por el hecho de que usted estaba sudando copiosamente, a pesar del frío de la mañana.

Cuando por fin, después de un par de minutos, usted dejó de fijarse en el extrañísimo objeto que tapaba mi cabeza, yo pensé que todo iba a estar bien.
Qué equivocado estaba.

Su mirada bajó lenta y morbosamente hasta mi brazo, donde sus ojos se posaron en mi tatuaje.
Tal vez haya sido mi imaginación (sinceramente, eso espero); pero me pareció ver que se tocaba el brazo, justo en el mismo lugar donde mi tatuaje está colocado.
No dudo que usted sea una excelente persona, y seguro dona gran parte de su sueldo de gordo sudoroso a obras filantrópicas y de caridad; pero cuando ve a alguien más y se toca alguna parte del cuerpo, da un poco de miedo. Miedo y asco.

Espero que no le haya molestado la forma en la que yo escondí mi brazo atrás de mi espalda, le aseguro que no tuvo nada que ver con el hecho de que para esos momentos yo ya pensaba que usted era un maldito degenerado; simplemente me dieron ganas de poner mi brazo atrás de mi espalda.
En cuanto hice este movimiento, su mirada pasó a mis ojos.

Cuando se dió cuenta de que yo lo estaba viendo a usted, puso una cara de susto que más que graciosa, me pareció perturbante.
Debo felicitarlo por la forma en la que el pequeño hecho de que yo lo viera con ojos de "deje de verme, gordo de mierda" no evitó que usted siguiera viéndome. Gordo de mierda.

Su mirada pasó de uno de mis ojos al otro, intermitentemente.

Fue entonces cuando yo no pude quedarme callado, y le dije "¿qué?, ¿por qué me está viendo?"
Le pido disculpas si soné agresivo o descortés. Seguramente las enormes ojeras que yo tenía, hicieron que mi mensaje se malentendiera y sonara menos amable de lo que a usted le gustaría.

No es que justifique mis acciones, porque usted tiene todo el derecho del mundo a verme perversamente, pero en serio me sentía muy mal, y el hecho de que hubiera un sujeto gordo y cuarentón con su mirada fija en mí, hizo que yo olvidara mis modales.
Usted balbuceó algo que no pude entender, y después volteó a ver sus zapatos.

Yo volví a entrecerrar mis ojos, pero aún así, noté que lentamente su mirada regresaba a verme.
Me gustaría haberle preguntado qué era lo que encontraba tan fascinante en mi persona, pero me dió un poco de miedo iniciar una conversación con usted.
Discúlpeme, soy tímido alrededor de los degenerados sexuales.

Durante los siguientes minutos, usted siguió viéndome fijamente, sin siquiera hacer como que volteaba hacia otro lado. Yo empecé a sentirme realmente incómodo.
Fue entonces cuando una brillante idea entró en mi mente:
Si me veía tanto, tenía que ser porque usted ansiaba tener contacto humano, y estaba esperando a que yo lo viera fijamente a usted.

Le prometo que cuando empecé a mirarlo sin parpadear y con los ojos sumamente abiertos, mi única intención era volverme su amigo.
Como siempre le he dicho a mi madre, mi mayor ambición en la vida es ser amigo de un tipo sudoroso, feo, gordo, y con un ligero olor a pies emamando de su persona.

Sin embargo creo que algo hice mal, porque después de cerca de 30 segundos de verlo con ojos psicópatas, volvió a bajar su mirada.
En cuanto llegamos a la siguiente estación, usted bajó apresuradamente.

Y por eso le escribo esta carta, mi estimado señor gordo que decidió sentarse enfrente de mí en el metro.
Simplemente quería decirle que no quise asustarlo; lo único que yo quería era convivir un poco con usted.

Lamento que las cosas se hayan malinterpretado.
Si algún día volvemos a coincidir en un vagón de metro, espero que podamos ser mejores amigos, y compartamos un rico helado de fresa.

Sin más por el momento, me pongo a su disposición para cualquier asunto referente a esta carta, agradeciendo de antemano la atención a la presente.

Atte:
El apuesto joven ojiverde que se sentó frente a usted en el metro el día de hoy.

PD: Me pareció encantador el hecho de que usted sólo trajera puesto un calcetín. Admiro su sentido de la moda.

sábado, 7 de agosto de 2010

De noche

"Hoy hay luna llena", dije, mirando hacia arriba.

"Gracias, capitán obvio", me contestó ella.
Voltée a verla. Estaba tirada en el piso, con la cabeza recargada en las manos.

"Me gusta la luna llena", agregué.
"A mí también. Es como toda... romántica, ¿no?"

Me tiré en el suelo junto a ella, y yo también recargué mi cabeza en las manos.
"No. Tú eres como toda cursi, más bien"

"Claro que sí es romántica. ¿Qué no has visto películas rosas? En las mejores escenas de amor siempre hay noches de luna llena.", dijo ella.
"Perdón torpeza, pero yo no me suscribo a esas definiciones de romance. Sabes que odio los clichés con toda mi alma."

Ella se sentó, y me volteó a ver con un poco de indignación en los ojos.
Nunca ha sido buena fingiendo indignación, así que la ignoré.
"Ahá, pero es que tú odias todo", me dijo. Me quedé callado, viendo el cielo de noche.

"Ok, entonces si no es porque es toda romántica, ¿por qué te gusta la luna llena?", preguntó ella.
Me encogí de hombros y cerré los ojos. "No lo sé. Simplemente me gusta."
"Bullshit, a ti no te gustan las cosas nada más porque sí; tiene que haber una razón", agregó mientras se volvía a acostar en el pasto.

"Uh huh, tal vez la haya...", contesté.
"¿Me la vas a decir?"
"No lo sé. ¿Por qué siempre tienes que estar haciendo tantas preguntas?"
"Así soy yo. Me gusta preguntar cosas. Me gusta conocer a la gente. ¿Por qué tienes que cotizarte y hacerte el difícil?, ¿por qué no contestas mis preguntas y ya?", me dijo, viéndome con sus enormes ojos.
"Porque soy un misterio envuelto en un enigma.", le contesté.

"Un misterio envuelto en un enigma envuelto en un mamón"
Me dejó de ver, y siguió viendo la luna.

"Fine, ¿en serio quieres saber? Me gusta la luna llena porque siento como si me hablara", le dije después de unos segundos.
"¿Y qué te dice?"

"Que todo está bien. Que todo está en paz. Que tal vez todo este mundo sea un desmadre, pero de todos modos siempre existe la forma de encontrar la tranquilidad. Me dice que sin importar qué pase, siempre va a haber alguien que esté cuidándonos. Me dice que la vida sigue."

Se hizo el silencio.
"Wow...", dijo ella, después de unos momentos.
"Ahá", le respondí.

"La vida sigue..."
"Sí, la vida sigue: la vida siempre sigue. La gente va y viene, los momentos pasan y el tiempo se acaba, nuestro mundo cambia todo el tiempo; pero la vida sigue", le dije.

"Wow... creo que en serio sí eres un misterio envuelto en un enigma", agregó ella.
"Ahá, envuelto en un mamón"

Nos quedamos un rato tirados en el pasto, viendo hacia arriba en silencio.
En medio de la noche tan callada, me pareció escuchar el eco de unas olas muy lejanas.

"Si hubiera sabido que ibas a contestar algo así, no te hubiera preguntado nada, tonto...", me dijo al fin.
"Sí, lo siento; de repente me dan mis ataques de pseudo profundidad filosófica de cuarta"
"Ahá, pero yo pensé que ibas a contestar algo más... ridículo"
"¿Como qué?", le pregunté
"Como... no sé... como que te gustaba la luna llena porque te transformabas en hombre lobo", contestó riéndose.
"Cálmate, Twilight"
"¿Entonces no crees que la noche te pueda transformar en algo diferente?", me preguntó. Obviamente su sesión de preguntas no había terminado.

"Sí, sí creo, pero no en hombre lobo"
"¿Entonces en qué?"
"No sé... creo que con la luna llena, algunas personas pueden abrir sus alas y volar muy lejos", le contesté una vez más.
"¿En ángeles, entonces?
"Algo así..."
"Agh. Tú eres mucho más cursi que yo", dijo ella.

Sonreí tontamente. El sonido de las olas se hacía cada vez más débil.
La vida sigue.

lunes, 2 de agosto de 2010

Ahora tengo un abogado

Hace unos días, tuve un ligero altercado con la ley, el cual terminó conmigo en la parte de atrás de una patrulla, haciendo llamadas en la madrugada, muerto de risa.
En mi defensa, el hecho de estar atrapado en una patrulla mientras mis amigos estaban afuera peleando por mi libertad, me pareció sumamente gracioso, y tenía que hablarle a varias personas para presumirles dónde estaba.

En fin, para no hacerles el cuento largo, a los pocos minutos fui liberado, sin tener que pagar ni un solo peso de fianza/mordida.
Dios bendiga el sistema judicial.

El día de hoy pensaba contarles detalladamente la historia de mi experiencia cercana a las autoridades, y probablemente quejarme de cómo un país dispuesto a encarcelarme, tiene que ser una mierda de país.
Encarcelar a alguien tan guapo como yo... pfft.

Iba a hacer todo eso, pero me aconsejaron que no anduviera divulgando mis estupideces por ahí; y que ciertas cosas era mejor guardárselas.
Por eso ahora decidí que sólo contaré la historia en persona, y con unas chelas frente a mí.

Sea como sea, por eso y por muchas otras razones más, decidí conseguir un abogado.
Decidí conseguir al mejor abogado del mundo.

Después recordé que era pobre, así que decidí conseguir al mejor abogado gratuito del mundo.
Afortunadamente, un gran amigo mío resulta estar estudiando el último año de derecho en la mejor escuela de leyes del país; y gracias a la cercanía de nuestra amistad, está dispuesto a darme consejos legales por el módico precio de Congul gratis.

En una de esas sesiones de asesoría legal, mientras comentabamos las repercusiones que ciertos actos podrían traer a mi vida; mi abogado (me gusta llamarlo así; suena muy oficial) me estaba explicando que sin importar lo que me encuentren haciendo, es muy difícil que la policía me pueda hacer algo.

"Mira cabrón, si algún día te pepenan haciendo alguna pendejada, es bueno que sepas que no te pueden hacer ni madres", me dijo mi abogado en un tono sumamente legal.

"¿Ni madres?", le pregunté.
"No, ni madres. Constitucionalmente, no te pueden hacer nada, y tú tienes todo el derecho de mandarlos a la chingada.", respondió legalmente.

"Ya veo", agregué.
"Entonces si llegan y te dicen que necesitan una muestra de sangre, tú les dices que te chupen los huevos", dijo él.

Yo me quedé callado, asintiendo ante la seriedad de la situación.

"Si llegan y te dicen que te tienen que tomar tu declaración, tú les dices que te chupen los huevos", continuó.

"¿Ni siquiera eso pueden hacer, entonces?"
"Te estoy diciendo que no te pueden hacer ni madres. ¿Qué parte de ni madres no entiendes?"

"Entonces si me piden mi declaración, yo les digo que me chupen los huevos"
"Ahá"
"Así, literal"
"Ahá"
"Oiga, señor oficial, chúpeme los huevos"
"Así es."

Me quedé callado unos segundos, y después agregué:
Eres el mejor abogado del mundo.

Ahí lo tienen, lectores imaginarios.
Ahora ya saben qué hacer en caso de que algún oficial de la ley los atrape cometiendo delitos.
Ese pobre oficial está constitucionalmente obligado a chuparles los huevos.

Si ustedes son mujeres, pues... no tengo idea de qué procede... les sugiero cargar un par de huevos en su bolsa, just in case.

domingo, 1 de agosto de 2010

Noticias importantes que no le interesan a nadie mas que a mí

Ya tengo mi tema de tesis.
Soy extremadamente feliz.

En fin, sólo quería decirles eso, porque mi mente está sufriendo de un grave bloqueo de escritor.
Bloqueo de escritor crónico, diría yo.

Espero que me destape para mañana; me aseguraré de tomar Activia.

Eso es todo, procedan con su rutina.

Atte:
La gerencia.