sábado, 7 de agosto de 2010

De noche

"Hoy hay luna llena", dije, mirando hacia arriba.

"Gracias, capitán obvio", me contestó ella.
Voltée a verla. Estaba tirada en el piso, con la cabeza recargada en las manos.

"Me gusta la luna llena", agregué.
"A mí también. Es como toda... romántica, ¿no?"

Me tiré en el suelo junto a ella, y yo también recargué mi cabeza en las manos.
"No. Tú eres como toda cursi, más bien"

"Claro que sí es romántica. ¿Qué no has visto películas rosas? En las mejores escenas de amor siempre hay noches de luna llena.", dijo ella.
"Perdón torpeza, pero yo no me suscribo a esas definiciones de romance. Sabes que odio los clichés con toda mi alma."

Ella se sentó, y me volteó a ver con un poco de indignación en los ojos.
Nunca ha sido buena fingiendo indignación, así que la ignoré.
"Ahá, pero es que tú odias todo", me dijo. Me quedé callado, viendo el cielo de noche.

"Ok, entonces si no es porque es toda romántica, ¿por qué te gusta la luna llena?", preguntó ella.
Me encogí de hombros y cerré los ojos. "No lo sé. Simplemente me gusta."
"Bullshit, a ti no te gustan las cosas nada más porque sí; tiene que haber una razón", agregó mientras se volvía a acostar en el pasto.

"Uh huh, tal vez la haya...", contesté.
"¿Me la vas a decir?"
"No lo sé. ¿Por qué siempre tienes que estar haciendo tantas preguntas?"
"Así soy yo. Me gusta preguntar cosas. Me gusta conocer a la gente. ¿Por qué tienes que cotizarte y hacerte el difícil?, ¿por qué no contestas mis preguntas y ya?", me dijo, viéndome con sus enormes ojos.
"Porque soy un misterio envuelto en un enigma.", le contesté.

"Un misterio envuelto en un enigma envuelto en un mamón"
Me dejó de ver, y siguió viendo la luna.

"Fine, ¿en serio quieres saber? Me gusta la luna llena porque siento como si me hablara", le dije después de unos segundos.
"¿Y qué te dice?"

"Que todo está bien. Que todo está en paz. Que tal vez todo este mundo sea un desmadre, pero de todos modos siempre existe la forma de encontrar la tranquilidad. Me dice que sin importar qué pase, siempre va a haber alguien que esté cuidándonos. Me dice que la vida sigue."

Se hizo el silencio.
"Wow...", dijo ella, después de unos momentos.
"Ahá", le respondí.

"La vida sigue..."
"Sí, la vida sigue: la vida siempre sigue. La gente va y viene, los momentos pasan y el tiempo se acaba, nuestro mundo cambia todo el tiempo; pero la vida sigue", le dije.

"Wow... creo que en serio sí eres un misterio envuelto en un enigma", agregó ella.
"Ahá, envuelto en un mamón"

Nos quedamos un rato tirados en el pasto, viendo hacia arriba en silencio.
En medio de la noche tan callada, me pareció escuchar el eco de unas olas muy lejanas.

"Si hubiera sabido que ibas a contestar algo así, no te hubiera preguntado nada, tonto...", me dijo al fin.
"Sí, lo siento; de repente me dan mis ataques de pseudo profundidad filosófica de cuarta"
"Ahá, pero yo pensé que ibas a contestar algo más... ridículo"
"¿Como qué?", le pregunté
"Como... no sé... como que te gustaba la luna llena porque te transformabas en hombre lobo", contestó riéndose.
"Cálmate, Twilight"
"¿Entonces no crees que la noche te pueda transformar en algo diferente?", me preguntó. Obviamente su sesión de preguntas no había terminado.

"Sí, sí creo, pero no en hombre lobo"
"¿Entonces en qué?"
"No sé... creo que con la luna llena, algunas personas pueden abrir sus alas y volar muy lejos", le contesté una vez más.
"¿En ángeles, entonces?
"Algo así..."
"Agh. Tú eres mucho más cursi que yo", dijo ella.

Sonreí tontamente. El sonido de las olas se hacía cada vez más débil.
La vida sigue.