lunes, 31 de marzo de 2008

Los verdaderos momentos Kodak

Yo no creo en las fotos.

Y eso significa mucho, porque yo soy una persona sumamente creyente.
Creo en los superpoderes de Peter Petrelli, creo en las propiedades curativas de los Cevalines para niños, creo en la eterna diversión de Youtube, creo en que la juventud eterna se basa en un guisado de placenta de pollo austriaco recién nacido, creo en que los chinos nos matarán a todos en cuanto tengan la oportunidad; en fin, yo creo en muchas cosas.
Pero no creo en las fotos.

Digo, yo sé que existen, y sé que la gente piensa que las fotos siempre nos recordarán buenos momentos pasados y todo eso, pero piénsenlo; las fotos no son reales.
Bueno... la mayoría de las fotos no lo son.

Cuando le acercas una cámara a una persona, lo más probable es que pase una de las siguientes dos cosas:

- Se tapará la cara, gritará improperios y te dirá que no le tomes foto o te parte la madre.
- Pondrá sonrisa de imbecil (o hará algún tipo de señal con las manos, como si fuera Mara Salvatrucha) y posará para la foto.

Si pasa cualquiera de estas dos cosas, ya valió madres.

Si no quiere que le tomes foto, entonces, aunque eventualmente lo hagas, no es como si tuvieras un buen recuerdo del momento, porque en cuanto el tipo/tipa sea alertado de tus ambiciones fotográficas, entonces perderá naturalidad.

Si posa para la foto, entonces es todavía peor, porque tampoco tendrás un recuerdo del momento, tendrás una foto de una persona sonriendo estúpidamente, que nada tiene que ver con lo que estaba haciendo segundos antes.
Y si hace señales con la mano, peor todavía.
En serio, señores, no lo hagan, sólo los negros se ven cool haciendo gang signs con las manos.

¿A qué salió todo esto?
A que vi uno de mis anuarios del CUM y noté que todos están sonrientes.

Carajo, la mayoría de mis compañeros estaban demasiado estresados/huevoneando/fumando mota/fajando en el estacionamiento/haciendo tarea como para tener tiempo de sonreir.
Bueno... supongo que los que fajaban en el estacionamiento si podían sonreír.

No sé... creo que la única forma de capturar momentos es con una cámara escondida. En los pantalones.
De preferencia sin flash, o la gente sospechará.

No sé, hoy estoy amargado, probablemente porque ayer fui a casa de mi cuñado en Tlayacapan y ahora estoy más rojo que un camarón (sin albur) y me arde toda la espalda.

Lo que quise decir con este post fue que la única forma efectiva de fotografiar momentos, involucra un plátano, un bote de lubricante, y un par de focos de 100 watts.

Las únicas fotos en las que creo con fe ciega, son las fotos de los calendarios de la Trevi.
O las que están pegadas en las Tlapalerías.

miércoles, 26 de marzo de 2008

Osos adorables

Señoras y señores, yo sé que normalmente utilizo este espacio para escribir sobre cosas variadas (normalmente pendejadas); pero hoy quiero hablarles de algo muy serio:

El calentamiento global.

No, ya, en serio, fuera de bromas, quiero hablarles de un tema importante para mi (y todos sabemos que el calentamiento global es sólo una leyenda urbana creada por los hippies para hacernos sentir mal acerca de matar focas y pingüinos).

Hoy quiero hablar acerca de los pandas.

¿Sabían que los pobrecitos osos pandas son una especie en peligro de extinción?

Si la respuesta fue no, entonces deben saberlo.
Si la respuesta fue sí, entonces deben saber algo más.

Los pandas no son osos, son mapaches gigantes. Y chinos.

De hecho, creo que los pandas son los únicos seres provenientes de China que no me rompen las bolas.
Ellos y el Sr. Miyagi, pero ya discutimos eso.

El caso, es que los pobres pandas se están extinguiendo, y estoy seguro de que es culpa de los chinos.
De alguna forma deben de estarlos matando para usar su piel en la fabricación de tenis baratos; y su grasa para alimentar a los 3 trillones de hijos que tienen; y sus ojos para fabricar muñecos vudú y matar a la reencarnación de Cristo; y su cola para exprimir el uranio que necesitan para construir las bombas termo-nucleares-químico-virales que usarán para matar gatitos bebé.

Ya saben cómo son esos chinos.

Pero en fin, lo que quiero decir es que tenemos que ponernos a pensar en qué podemos hacer para que los pandas bonitos y abrazables se salven del holocausto chino que amenaza con caer sobre ellos.

El problema, es que parece que los pandas QUIEREN extinguirse.
En serio pandas, nosotros queremos ayudarlos, pero tienen que poner un poquito de su parte.

De por sí ya hay muy pocos, y la única obligación de esos pocos es reproducirse.
Y de todos modos, se necesitan como 15 personas que los ayuden a aparearse.

Ya ni Andrés García caray....

También, estaba leyendo en alguna parte, que en realidad los pandas son carnívoros, pero son demasiado huevones para cazar, así que se conforman con plantas.

Supongo que tiene sentido, si son demasiado huevones para coger, también deben ser demasiado huevones para atrapar su propia comida.

Me enoja que los pandas tengan una vida tan buena y la desperdicien.
Ya quisiera yo que mi única preocupación fuera aparearme con una sensual panda. Eh... mujer, quise decir mujer.

Pero en fin, el caso es que, cada que veo un panda, y pienso en lo bonita que es su vida, me enoja que vayan a desaparecer.
Por eso, lectores imaginarios, los invito a que vayan a su sucursal pandinea más cercana y hagan una donación generosa para que podamos rescatar de la extinción a la especie más huevona de todo el mundo.

Ellos lo harían por nosotros.

Excepto Toui, ese panda era un desgraciado.

lunes, 24 de marzo de 2008

Momentos bizarros de la capital

Querido lector imaginario, si usted lleva más de 3 años viviendo en la ciudad de México, entonces estará usted de acuerdo en que ya casi nada es sorprendente.

Con un poco de tristeza, me doy cuenta de que yo ya soy de esas personas carentes de ese sentido de asombro.

El otro día, un microbus me bajó a la mitad de un eje, y lo único que hice fue encogerme de hombros, y torear un par de coches que venían en sentido contrario.
Es más, casi disfruté de la brisa provocada por un espejo lateral que pasó a más de 100 km/h y a menos de 10 cm de mi caja torácica.

Además, ya no me sorprende ver a la fuerza policiaca de nuestro país usando las patrullas como un sustituto gratuito del Pirámides.
Supongo que pasar momentos gratos junto a la trabajadora callejera de su elección los relaja, y de esa forma combaten el crimen de una manera más eficiente.

Es triste cuando pasa junto a ti un montón de monjas diciendo más groserías que un trailero, y ni siquiera te molestas en levantar las cejas.
Es más triste todavía cuando ves a un cura rascarse el paquete a media calle y lo único que piensas es "supongo que Dios aprueba las rascaduras de paquete en la vía pública". Claro, a partir de entonces tu también te rascas. Bendito seas.

El transporte público es un lugar especialmente propenso para vivir momentos extraños.

Todos hemos pasado por los drogadictos en rehabilitación que no tratan de robarte ni de engañarte, y sólo piden que les proporciones una moneda que no afecte tu economía, para poder seguir manteniendo una clínica que ayuda a gente como ellos y que no recibe ningún tipo de apoyo del gobierno.

O claro, también tenemos a los hippies que entran cargando cientos de instrumentos musicales y empiezan a deleitar nuestros oídos con sus sonidos folklóricos durante 3 o 4 estaciones, para después vendernos sus discos o pedirnos apoyo económico.

También tenemos a los tipos sin camisa que extienden un trapo lleno de vidrios rotos y empiezan a dar maromas encima de ellos. Caray, a ellos siempre les doy dinero; más por miedo a que me golpeen con su trapo sucio lleno de objetos punzocortantes, que por reconocimiento a su sacrificio.

De lo mejor de todos estos personajes, son los vaguitos que se ponen en los semáforos a hacer shows con boleadoras prendidas. Si se pusieran a estudiar, una tercera parte del tiempo que dedican a practicar con sus boleadoras o con sus diábolos, el país tendría muchos más doctores, ingenieros, maestros y costureros, pero habría menos pulseras a la venta en Coyoacán.

Creo que lo único que me ha sorprendido en los ultimos meses, fue cuando yo estaba en un andén de metro, esperando a que el maldito tren llegara (porque, por cierto, no había pasado ninguno en como 15 minutos), cuando de repente llegan 3 tipos y se ponen junto a mi.
Uno saca un casco de su mochila, el otro saca una cámara de video, y el otro saca una grabadora.
El del casco pone la cabeza en el piso, se impulsa, y da como 15 vueltas; diría que al ritmo de la música, pero era reggaeton, así que no había ritmo.

Después de repetir el ritual como 6 veces más, de repente guardan todo y se van.
Parpadée sorprendido, voltée a ver a una viejita que estaba junto a mi, y le dije "¿qué, no nos van a pedir dinero?", la señora me miró, alzó las cejas, y me dijo "no me hables vago".
Espero que esa señora tenga piedras renales.

Y bueno, lo que quiero decir con esto, es que en esta ciudad, no te sorprende que la gente haga cosas raras, sino que no te quieran sacar dinero con ello.

De vuelta a la rutina?

Por fin, acabó semana santa.

Eso significa que ya todos regresaremos a la normalidad.
Y cuando digo todos, me refiero a ustedes, porque yo todavía tengo una semana de vacaciones.

Así es, después de recordar la muerte y resurrección de nuestro señor Jesús Cristo (que es nuestro pastor y nada nos faltará); es momento de regresar a la rutina que tanto extrañábamos.

Eso es bueno, porque la falta de blogs ya me tenía un poco aburrido.

Es como si todos ustedes hubieran hecho un montón de cosas divertidas y se hubieran olvidado de contársela al resto de las personas geek que habitan la blogósfera.

Caray... los extrañé a todos, lectores imaginarios.
En especial a mi hermana.

Pero en fin, me retiro, porque debo seguir jugando con mi nuevo iPhone.

PD: La presunción de la última línea corre por cuenta de la casa.

miércoles, 19 de marzo de 2008

Six Flags

Ayer (o antier, si consideramos la hora), fui a Six Flags.
Típica actividad vacacional.
Digo, típica para los que decidimos no irnos a dar un baño de pueblo a Acapulco.

En serio, no entiendo por qué la gente se va a Acapulco en semana santa, es lo más cliché y ñero que existe en la tierra.

Horas de viaje (incluyendo estar parado un ratooooooooote en la caseta).
Tener que sufrir el aire humedo (no, no es brisa marina, es el sudor de miles de ñeros clichéros que decidieron irse a Acapulco).
Precios inflados a lo estúpido (abusando de su ermoza cara de turista).
Playas llenas de pañales y jeringas usadas (la arena es opcional).
Gordos en camiseta, señoras guangas sin bra y en playera blanca, niños ruidosos, ancianas apestosas (y demás tribus urbanas desagradables).
Más chilangos que en el DF (los chilangos nice nos quedamos aquí).

No, muchas gracias; yo me quedo en la cómoda comodidad de mi casa en la Benito Juárez.

Además, ¿se han dado cuenta de lo bonito que es el DF en semana santa?
Sí, eso gracias al patrocinio de todos los nacos que se largaron a Acapulco y demás centros vacacionales regioncuatreros.

Las calles están vacías, los cines están vacíos, las plazas están vacías, los restaurantes están vacíos; todo está vacío.
Todo, menos Six Flags, claro.

Y cómo el autor de este blog es un necio inconsciente, entonces, como era de esperarse, acabó en Six Flags.

¿Sabían que ahora cuesta 300 pesos la entrada?
Yo sé, es una mentada de madre.

En mis tiempos, cuando todavía se llamaba "Nuevo Reino Aventura", costaba 150 pesos, y cuando lo hicieron Six Flags México, costaba 200.

Mi mente ingenua pensó que la cosa seguía así, y cuando la cruda realidad me golpeó y me di cuenta de que iba a tener que pagar un Moctezuma más, pues obviamente me indigné profundamente.

Claro, como todo buen marro cuentachiles, me enteré de que si llevabas una botella de Coca Zero te descontaban 100 pesos.
Con botella en mano (har har), me dispuse a emprender el viaje.

A final de cuentas acabé pagando 125, porque entramos 14 personas en un Lupo.
No fue tan malo en realidad; a menos que tener la cabeza pegada a la axila de alguien más sea considerado un faux-pass social.

Una vez dentro, me sentí como niño en dulcería, y corrí para subirme al Superman, Dios, ¡tenía que subirme pronto!
Pronto = 90 minutos de cola

No tardaría en darme cuenta de que ése sería un patrón que se repetiría durante el resto de mi estancia en el parque.
Y tampoco tardaría mucho en recordar el por qué de mi misantropía.
La gente es fea y huele raro.

No voy a hacerles una crónica detallada de todo lo que pasó en el día, porque no es interesante ni pantalonesco.*
Lo que sí voy a hacer, es dar los highlights del viaje, en un estilo muy "Eres" o "Seventeen".

¿Por qué?
Porque puedo.
Puedo y debo.

Lo mejor:

- Los 30 segundos que dura el Superman. Casi hacen que valga la pena la cola de 90 minutos.
- El Boomerang. Neta, qué juego tan más chingón.
- La mujer disfrazada de Gatúbela que no se parece a Gatúbela, y el tipo disfrazado del Acertijo que tampoco se parece al Acertijo.
- Ver cómo los niños no pueden subirse a los juegos más divertidos; porque los niños son pequeños e inútiles.
- La mordida que le di a la manzana con sobreprecio de mi amiga pseudo-japonesa.

Lo peor:

- Los 30 segundos que dura el Superman. No hacen que valga la pena la cola de 90 minutos.
- El Batman y el zangoloteo de cabeza que involucra.
- El Aplastabolas, a.k.a. La Catapulta.
- La gente.
- La gente mojada.
- La gente mojada que me toca.
- Los Pipopes.

Ok, pensé que una vez que terminara de enlistar todo eso, se me iba a ocurrir una forma válida para terminar mi post, pero no.
Qué cosas.

Por eso pondré una imagen al azar.
Buenas noches a todos.



*Pantalonesco, a: (adj) Dícese de algo que es muy alegre, colorido y gracioso. Ej: "¡Oh Aláh! ¡Tús pantalones son muy pantalonescos!" <> Fam. Pantalonancia.

domingo, 16 de marzo de 2008

Diversión con una calculadora

El otro día estaba sentado tranquilamente, jugando con mi calculadora científica, ya saben, escribiendo cosas como "B00B1E5" (mi calculadora tiene de la A a la E), "( . Y . )", "8===D" y demás cosas inmaduras; y entonces llegó una amiga a contarme que su hermana acababa de cortar con su novio, y que estaba profundamente deprimida porque creía que era el amor de su vida.

Yo levanté la mirada, con un poco de odio porque me estaba distrayendo, y yo quería seguir jugando con mi calculadora; y le pregunté "¿cuántos años tiene tu hermana?".

"Quince", me respondió, mientras giraba sus ojos con intención de decir "es una pendeja, yo lo sé".

Sí, así es, señoras y señores, aparentemente, la juventud de hoy en día piensa que a los quince años ya lo sabes todo, incluyendo la identidad de tu media naranja.
Bueno, en realidad siempre ha sido así. Los quinceañeros son una especie muy tonta.

Entonces me acordé de que todavía tenía mi calculadora en la mano, y como no había nada mejor que hacer, me dispuse a hacer cuentas.

El pedo salió más o menos así:

Una persona común y corriente tiene una esperanza de vida de 75 años, ¿correcto?
No me respondan, yo sé que estoy en lo correcto.

Ahora, descontemos los 3 primeros años, porque nadie se da cuenta de nada antes de cumplir 3 años.
También descontemos los últimos 10, porque esos años ya son más bien de callada resignación.

Eso nos deja 62 años de vida activa.

Ahora, la hermana de mi amiga, tiene 15 años, de los cuales solo ha estado conciente 12.

12 de 62 años.
Ha vivido el 19% de su vida.

Por vil estadística, las probabilidades de que conozca al amor de su vida con menos de la quinta parte de su existencia vivida; son muy muy bajas.

Por eso me molesta tanto cuando la gente se suicida teniendo 18 o 20 años.
Dicen que su vida apesta, pero solo han vivido la cuarta parte de ella.

Probablemente no han probado la comida más deliciosa de su vida.
Tampoco han sentido la alegría más intensa que sentirán.
No han pasado el susto más grande de su vida.
No han visto el mejor programa de tele.
Ni han amado tanto como amarán.

Yo pensaba que mi vida era buena, pero probablemente, en el 75% que me queda, voy a pasar muchos, muchos mejores momentos.

Pfft, la estadística no miente, el 68.7% del 81.25% de los científicos que se graduaron del 39% de las mejores universidades me apoyan.

miércoles, 12 de marzo de 2008

Feliz día del pan tostado

Espero que hayan comido muchas rebanadas, meditado mucho y abrazado a sus seres queridos de manera crujiente.

Lamento la falta de actualizaciones, pero estoy en exámenes y eso me está rompiendo las bolas.

En el lado positivo de la vida, el viernes salgo de vacaciones y tendré tiempo de escribir muchas guarangadas.

Hasta entonces, les deseo lo mejor de lo mejor, incluyendo panes con mermelada de sabores variados y diversos.

Besos, abrazos y apapachos gachos.

Atte:
La gerencia.

domingo, 9 de marzo de 2008

Necesitamos más días internacionales

Hasta hoy me enteré que el viernes fue el día internacional de la mujer.
Se me hace una mamada, pero bueno.

Se me hace una reverenda pendejada que les den un sólo día, cuando tenemos que aguantarlas 365.
Siempre están ahí, haciéndote sentir inmaduro y equivocado, y ahora les dan su propio día.
Ni madres, yo no compraré tarjetas de felicitación, no.

Pero bueno, ¿qué podíamos esperar?
Claro que la mujer iba a tener su propio día, si ya hay día de la familia, día del cartero, día de la secretaria, día de San Patricio.
Mamadas.

Es más, I shit you not, el otro día, camino a la escuela, pasé junto a un póster que anunciaba el día del riñón.
Felicidades mujeres, espero que se la hayan pasado bien en su día, porque el reflector ya no está sobre ustedes, ahora está sobre los riñones.

¿Se dan cuenta de que cada vez estamos celebrando cosas más pendejas?
Día del riñon... no me chingues.
Por favor, todos corran a su carnicería más cercana, compren un par de riñones de su animal predilecto, pónganles un gorrito de fiesta, un espantasuegras, y tómense una foto posando con ellos.
Ya pueden subirla a Facebook, junto con un caption que diga "Riñonete, Riñaletor y yo, poniéndonos hasta la madre en su cumpleaños".

En serio, es como si cada vez la sociedad se esforzara más por inventar cosas ridículas para vender artículos ridículos.
No me sorprendería si el próximo año nos dicen que tenemos que celebrar el día del diccionario, y el día de las aleaciones de magnesio y sodio.
Y tampoco me sorpendería que las personas lo hicieran, porque aparentemente a la gente le gusta que le digan que hacer.

Así que, señoras y señores, quiero proponerles algo.
Les propongo que este miércoles 12 de marzo, todos celebremos el día internacional del pan tostado.

En serio, piensen en lo que sería de su vida sin el delicioso delicioso pan tostado.

¿Dónde untarían su mermelada?
¿Con qué acompañarían su huevo revuelto en las mañanas?
¿Cómo llamaríamos a una rebanada de pan que haya sido puesta en un tostador?

Los ejecutivos de Bimbo llorarían copiosamente sin ese producto que llene de billetes sus carteras, y de sonrisas las caras de los niños obesos.

¿Qué sería de nosotros sin el pan tostado?
No, no quiero pensar en eso, las repercusiones son demasiado trágicas...


lunes, 3 de marzo de 2008

La changósfera

No me crean mucho, porque honestamente, el levantarme temprano de lunes a viernes está empezando a afectar mi capacidad cognoscitiva, pero miren, el caso es éste:

Todos tenemos una changósfera.

Sí sí, yo sé que no tuvo mucho sentido, tal vez, en parte, porque acabo de inventar esa palabra, pero dejen que les explique.

Unos científicos gringos, se dedicaron a estudiar a los changos, porque ya saben, aparentmente cuando estudias la licenciatura de científico, no tienes nada mejor que hacer que andar viendo simios todo el día.
Pero estos científicos en particular, se dedicaron a estudiar el comportamiento de los changos cuando están en grupo.
Pasaron muchos días llenos de ciencia y caca de chango y todo eso, pero por fin, los científicos ociosos llegaron a una conclusión:

Los changos sólo podían reconocer a un determinado grupo de otros changos como sus semejantes.

Aha, yo se que siguen sin entenderme, probablemente porque ni siquiera me están poniéndo atención. Shame on you.

Lo que quiero decir, es que esos changos sólo podían comprender a otros 50 changos (promedio) como changos y no como cosas.

Pongamos un ejemplo:

Imaginen a un changuito llamado Capitán Simón.
El Capitán Simón es un chango muy feliz, le gusta mucho comer plátanos maduros, y se enoja cuando un coco le cae en la cabeza.

Ahora, Simón tiene un amigo, llamado Supergodínez.
Simón sabe que Supergodínez se pone triste cuando el día está nublado, y también sabe que le emociona comer escarabajos.
Él Capitán Simón ubica a Supergodínez como un semejante. Sabe que tiene gustos, sentimientos, preferencias, perversiones, etcétera.

Lo que significa el término "changósfera", es que el Capitán Simón sólo puede reconocer a 50 changos, y su círculo social se limita a sólo 50.
Porque todos los demás están demasiado alejados de su changósfera, y sólo los ubica como cosas.

Pensarán que estoy inventando todo esto, pero no. Todo es verdad. Me lo dijo mi profesor de psicología humanísta.
Claro, él usaba términos más acá, como: "esfera de reconocimiento social".

Lo más interesante vino después, cuando nos dijo que los mismos científicos gringos habían determinado que el ser humano también tiene una changósfera; sólo que es ligeramente más grande.
Nosotros, como la cúspide evolutiva que somos, tenemos una changósfera de 150 personas.

Piensen en eso, queridos lectores.
No importa a cuántas personas conozcan en esta vida, no van a registrar a más de 150.

Pasé el resto de mi día pensando en eso, y tiene sentido.
Por eso, uno nunca puede pensar en el güey de la basura como: "Pablo, el adorable muchacho que abandonó la preparatoria porque su novia se embarazó de su compadre".
No, para nosotros (o bueno, al menos para mí), el basurero simplemente es: "el tipo que se lleva la basura".

¿Realmente consideramos al cartero como otro ser humano, con familia, historia, preocupaciones y fetiches propios?
No. Porque no está en nuestra changósfera.

Eso explica que cuando escuchas en las noticias: "atentado terrorista en Habazkuskistán, mueren 78 personas"; nada más digas "chale, que mal pedo", pero en realidad no te afecte.
Si una de las personas de nuestra changósfera fuera una de las víctimas de la bicicleta-bomba Habazkuskistániana, entonces las cosas cambiarían; porque a esa persona sí la ves como a un ser humano semejante a tí.

¿Me explico?

Desde que me puse a pensar en todo eso, llegué a unas conclusiones un poco culeras.
Por ejemplo:
- Mis primas no están en el estrato más importante de mi changósfera, pero en cambio, el tipo que me corta el pelo sí.
- Me dolería más si se muere la cachorrita de pastor alemán que hay cerca del camión que tomo para llegar a mi casa, que si se muere alguno de mis compañeros de escuela; porque aparentemente, el perro es parte de mi changósfera.
- Tengo la inteligencia de un simio, porque poniéndome a meditar, mi changósfera no pasa de 80 personas.

En realidad no sé por que escribí todo este choro.
Creo que es porque estaba estudiando estrategias de medios, y me aburrí tanto que me distrajo la posiblidad de escribir alguna estupidez.

En fin.
Eso es todo, pueden continuar con loquesea que estuvieran haciendo antes de leer todo esto.

Favor de no alimentar al autor de este blog.

domingo, 2 de marzo de 2008

Test buenacopa

En uno de mis viajes por la supercarretera de la información, me topé con una pagina estilo postsecret, pero un poco más limitada.

El lugar de que pudieras mandar cualquier secreto que atormentara tu existencia, aquí lo que hacías era contestar un test de 19 preguntas y lo mandabas anónimamente.; después, algún poder superior escogería algunas respuestas al azar, y un grupo de artistas voluntarios las ilustrarían.
Cada viernes suben como 15 imágenes.

Lamentablemente, no apunté la dirección de la página, pero sí le hice copy-paste a las 19 preguntas:

1. What door do you wish you never opened?
2. What is your most obsessive thought?
3. Where is your favorite place in the world, and why?
4. What's the one thing your parents don't understand about you?
5. If you could relive a single day or moment, what would it be?
6. What were the strangest circumstances under which you have been intimate?
7. Under what circumstances have you been closest to death?
8. What is the most gracious act of kindness you have witnessed?
9. What is the worst betrayal you have ever experienced?
10. What is the most bizarre thing you have seen or done?
11. What is the greatest risk you have ever taken?
12. What is your earliest, most vivid memory?
13. What is the most meaningful "I love you" spoken by you or to you?
14. What was the single most terrifying moment of your life?
15. If you have experienced a moment of sudden faith or loss of faith, what prompted it?
16. If you could take back one thing you have done, what would it be?
17. What is your greatest talent or accomplishment?
18. What is the most joyful moment you have experienced?
19. What is the most painful moment you have experienced?

Lo más chingón de estas preguntas es que no son como las que te llegan en todos esos mails mamones de "cyber-chismógrafo", estas preguntas sí te hacen pensar, y sí son más personales.

Por eso, decidí que no las iba a responder en mi blog.
Mi blog está dedicado a pendejadas, no a que ustedes se enteren de mi parte emo.

Pero bueno, la razón por la que posteo las preguntas es para que ustedes se las hagan, y se pongan a pensar en todo eso.
¡Qué diablos! Hasta podrían aprender algo de ustedes mismos, como que cuando tenían 7 años, los violó un elefante, y habían reprimido esa memoria hasta este momento.

Si alguien me necesita, voy a estar tirado en mi cama, llorando en silencio por la pérdida de confianza hacia los paquidermos que ahora atormenta mi vida.

Feliz inicio de marzo para todos, and to all a good night.