martes, 31 de diciembre de 2013

Lo que aprendí en el 2013

Justo cuando crees que la gente no puede ser más estúpida, conoces a alguien que te demuestra lo contrario.
Ésa fue una lección que aprendí 365 veces en el 2013.

Feliz año nuevo, banda.
Aquí seguimos, y seguiremos.

Atte:
La gerencia.

martes, 19 de noviembre de 2013

De personas molestamente pretenciosas

Acérquense niños, porque el día de hoy les voy a contar una historia; una historia acerca de una desas personas que TIENE que demostrarle al mundo que ella es más culta que todos los demás.

¿Acaso alguien le preguntó lo culta que era? No.
¿Acaso a alguien le interesa cuántos libros lee al año? Tampoco.
¿Acaso alguien le pone atención a su miserable y vacía vida? Sí, yo, pero sólo para burlarme de ella.

Todo el mundo tiene uno DE ESOS amigos. Los típicos que no pueden tener una conversación normal sin tener que soltar nombres de autores rusos.
Un amigo DE ESOS que necesita compensar su falta de personalidad con un montón de referencias a cosas que a nadie le importan, pero que ellos creen que los harán sonar inteligentes.
DE ESOS que presumen lo mucho que van a la ópera, y te ven con cara de asco cuando les mencionas que crees que la gente que va a la ópera son gordos vírgenes y perdedores.

Pues bien, resulta que yo también tengo una amiga de esas, y para fines de este post, me referiré a ella como "Pendejópera"

Como es de esperarse, la mujer es fea. ¿Qué tan fea?
Así de fea:


Sí. Mucho muy fea.
Pero lo fea no importaría (ok, sí importaría) si fuera solamente eso: fea (¿ya mencioné que es fea?); pero pues lo fea es lo de menos (no, no es lo de menos), porque tiene una personalidad aún más fea que su cara fea.

¿Quieren ejemplos?
Claro que quieren ejemplos.

Chequen nomás el tipo de cosas que comparte en Facebook:


"¿Es en serio, Dexter?, ¿ella es tan pinche pretenciosa y culturosa que comparte pendejadas que no sólo contienen uno de los peores memes del universo, sino que además también tienen referencias aburridísimas que a nadie en el universo podrían interesar?", escucho que me preguntan incrédulos.

Pues permítanme responder a su pregunta hipotética con otra imágen que compartió esta pendeja:




Esta mujer está TAN obsesionada con demostrarle a todo el mundo que ella es súper culta, que atasca sus redes sociales con estupideces de este tipo, sin darse cuenta de que lo único que logra es demostrar lo insegura que es (además de fea)

Pero, PERO, eso no es lo peor: de alguna forma, Pendejópera logró conseguirse un novio.
Evidentemente, el novio es igual de perdedor y pobre diablo que ella; miren:

Si miran la foto de cerca, casi pueden ver la virginidad salir de los poros de este pobre hombre.

Y como era de esperarse, desde que este par de leloides se encontraron el uno al otro, el patetismo de sus vidas aumentó en un 500%, porque se convirtieron en una DE ESAS parejas que tiene que anunciar todo lo que hacen juntos. And boy, does it suck ass...

¿Llora contigo en la ópera? Qué marica...

Oigan, algo me dice que le gusta la ópera.

¿Ya entendieron que le gusta la música de cultos, o tiene que seguir insistiendo?

Ah, sí, le dice bunny a su novio. Él se quejaría, pero está demasiado ocupado llorando en la ópera.

Vaya, ¿le gusta la ópera? ¡Jamás lo habríamos adivinado si no fuera por sus 60 recordatorios diarios!

So... much... cringe...


Y los ejemplos siguen y siguen.

Pero no todo es una patética pérdida de tiempo con esta mujer: podemos tomar su vida como un ejemplo.
Un ejemplo de cómo NO hay que ser.

Lo que más me da miedo, es que ella y su novio algún día van a reproducirse, y no quiero ni pensar en lo estúpidamente molestos que van a ser sus hijos; todos nerds y sabelotodos.
Ojalá algún bully les parta la madre en primaria...




EDIT: No había pasado ni media hora de que yo publicara este post, cuando Pendejópera subió otra foto.
Era demasiado ridícula como para no compartirla con ustedes.


Suculencias Wagnerianas, hazme el chingado favor...

jueves, 31 de octubre de 2013

Felices 27 años, Dexter

Pues el día de hoy llego a la edad en la que murió Kurt Cobain.
Lamentablemente, también llego a la realización de que no me parezco NADA a Cobain, y muy probablemente nunca lo haré.

Y es que 27 años es una edad en la que... pues en la que estás bastante jodido: ya no eres jóven, pero todavía no te sientes viejo (excepto los viernes en la noche)

Y como todos los años, me siento detrás de este monitor a hacer un recuento de los daños y a evaluar cómo va mi vida. Es una desas tradiciones tetas que me gusta tener.
Well, puedo decir con gusto que este año fue uno de los mejores que he tenido.

Empecé el año con un trabajo horrible y una depresión de "no sé qué carajos quiero de mi vida"
Los primeros meses de mis 26, mi depresión se fue volviendo más y más profunda, porque estar en un trabajo que odias hace que poco a poco odies también todo tu mundo.

Afortunadamente, el destino me sonrió (porque Jesús me ama, claro) y me cayó del cielo uno de mis trabajos soñados.
Desde entonces, soy tremendamente feliz, y cada día me siento mejor conmigo mismo.

Y hoy, estoy aquí, sonriéndole a la vida (a pesar de que mañana me tengo que levantar temprano, y qué hueva) y siendo una de esas molestas personas optimistas que no tienen nada de qué quejarse. No se preocupen, trato de contrarrestar eso quejándome de todo, con o sin motivo real.

Tengo una familia chingona, una novia que me ama y me soporta a pesar de... pues a pesar de que soy yo, unos amigos envidiables, y en general, una vida de la cual me siento orgulloso.

Es más, si ahorita pudiera viajar 10 años al pasado para hablar conmigo mismo y darme consejos y relatos, lo primero que me diría sería: "EN TU CARA, MALDITO ADOLESCENTE HIPPIE, ESTOY TRIUNFANDO EN LA VIDA A PESAR DE LAS PENDEJADAS QUE ESTÁS HACIENDO, MALDITO ASNO"
Así, en mayúsculas porque me gusta gritarme.

En fin, eso es todo por hoy.
Prometo que mi siguiente post va a ser algo mucho más interesante que esto, pero pues déjenme en paz, es mi cumpleaños y puedo hacer lo que yo quiera.

Felicidades, Dexter.
Te quiero mil.

Atte:
Dexter.

martes, 22 de octubre de 2013

La mejor escuela de cocina del universo

El otro día me encontraba yo viajando en Metrobús (porque de vez en cuando me gusta alegrar el día de la gente pobre con mi hermosa presencia en su vida); mientras sufría de las incomodidades del transporte público, estaba jugando mi juego favorito, llamado "Cuenta a los feos" que consiste en... pues en contar cuánta gente fea puedo ver. Por ahí del número 134, se subió al vagón una viejita.

Normalmente soy ególatra y pienso que nadie merece mi asiento porque yo soy mejor que todos (y por cierto, tengo razón), pero las viejitas son una excepción, porque no me gustaría ser viejita y que ningún patán me diera su asiento, así que me paré y le ofrecí a la señora que tomara mi lugar para viajar más cómodamente.

Como ya no estaba sentado, mi ángulo de visión cambió y pude encontrar a otros 14 ó 15 feos, pero también vi algo que me llamó mucho la atención: el anuncio de una escuela chafa llamada ASPIC, que ofrecía la carrera de gastronomía.
De por sí pienso que esta carrera es una burla y que sólo las escuelas piteras la ofrecen, pero esto era algo especial:
Verán, la foto principal del anuncio era ésta:


Ahora, yo sólo soy un simple publicista, entonces tal vez no logre comprender todas las sutilezas de la cocina, pero algo me dice que esto es UNA TOTAL PENDEJADA.

Por ejemplo: ¿por qué carajos está deteniendo unas frambuesas con una cuchara para mover la sopa? ¡¿por qué?!
¿Y por qué, si se supone que es una cocinera, está deteniendo unas frambuesas CRUDAS?

¿ESO ES LO QUE ME VAN A ENSEÑAR EN SU ESCUELA PITERA?
¿ME VAN A ENSEÑAR A AGARRAR FRAMBUESAS CRUDAS CON UNA CUCHARA QUE DEBERÍA USARSE PARA MOVERLE A LA SOPA?

Cuando me di cuenta de que estaba gritando enojadamente en mi cabeza, me dije a mí mismo "Calma, Dexter, eres muy guapo como para ponerte así por el anuncio chafa de una pseudo-universidad que aparte se llama ASPIC. Cálmate, relájate, compórtate y sigue viendo el anuncio. Seguro sólo la foto es mala, pero ofrecen licenciaturas de calidad"

So, seguí viendo el anuncio. Gran error.


Ok, ofrecen cuatro especialidades. Eso es bueno, ¿no?

Tenemos la especialidad de "Chef". Vaya, es la especialidad más genéricas del mundo, pero ok. Es como decir "Estudie plomería y le ofrecemos la especialidad de plomero"
Supongo que habrá algunas personas que estudien para ser Chefs y quieran ser Chefs, entonces... ok, no complaints there.

Después tenemos "Chef Patissier & Chocolatier", nice, nice. Es como si hubieran pensado "Tal vez decir Chefs no es suficiente. ¿Qué le gusta a los Chefs? ¡El francés! ¡Vamos a agregar palabras en francés a ver si caen algunos pendejos que nos paguen para que les expliquemos cómo pronunciar esas palabras que ni nosotros mismos entendemos"

A continuación tenemos "Chef Internacional".
A estas alturas es como... seriously?, ¿quién estudiaría para "Chef" pudiendo elegir algo mejor en CUALQUIERA de las otras opciones que son menos genéricas y piteras?
"Buenos días señor, ¿cuál de las 4 opciones quiere elegir?
"La más culera y sin chiste, por favor"

Y por último tenemos "Chef Universal". ¿Chef... uni...versal?; what the fuckin fuck?
Alguien POR FAVOR explíqueme la diferencia entre "Chef Internacional" y "Chef Universal"
¿En Chef Universal te enseñan a cocinar platillos típicos de Júpiter y de la tercera luna de Alpha Centauri?
"Saquen sus libros, jóvenes, hoy vamos a aprender a cocinar Gorlaks fritos, un platillo tradicional de la galaxia Smortsian XVI."

Tomé un par de minutos más en recobrar la compostura. No podía creer que hubiera gente tan estúpida que cayera en las trampas de anuncios tan más chafas y malhechos, así que hice lo que cualquier persona decente y cuerda haría en esa situación:
Me metí a la página de internet del ASPIC para ver más cosas que me hicieran enojar.
And boy, did I find some shit...

Aquí están algunas de las fotos que ponen en su página. Fotos que ellos consideran lo suficientemente atractivas como para que alguien piense "Vaya, qué fotos tan más atractivas. Creo que quiero darles mucho de mi dinero y 4 años de mi tiempo con tal de que me dejen estudiar en su escuela, para cumplir mi sueño de ser Chef genérico y/o universal"

¿Cuántos estudiantes de Chef Universal con cara de estúpidos se necesitan para acomodar un perejil?

"Vaya, este Soylent no me está quedando lo suficientemente verde. Voy a reprobar mi materia de cocina Plutoniana básica..."

¿No sabe para qué sirve esta máquina? ¡Nosotros tampoco, pero por favor inscríbase a nuestra escuela!

¡Estudie con nosotros y esta Chef agarrando una plantita mientras ve al infinito sin motivo alguno podría ser usted!

¡Pelea de langostas!

domingo, 20 de octubre de 2013

Prometeus

Yo prometo dejar de hacerme el cotizado y escribir un post completo antes del miércoles.

Perdón, lectores imaginarios; ya tengo la idea y todo, pero simplemente no he podido encontrar la inspiración.

"Fuck you, Dexter, you lazy ass motherfuckin' motherfucker"; escucho que me dicen.

Tienen razón, tienen toda la razón...

miércoles, 18 de septiembre de 2013

De cuando te enfermas

Estos últimos días, una gripa mutante atacó mi hermoso y ya no-tan-joven cuerpo.
Pero no fue una desas gripas cualquieras, las cuales puedes ignorar sin ningún problema mientras sigues viviendo tu vida sin más inconveniente que el ocasional moco o la tos con un par de flemas; no señor, la gripa que me dió fue una desas gripas culerísimas que necesita un nombre lleno de números para ser descrita, como la H1N1 o la G7T4, y ya ni hablar de la famosísima Y0L0.
Sí, fui atacado por una gripa experimental creada por el gobierno para arruinarle la vida a las personas guapas y de ojos verdes (al menos ésa es mi teoría, de acuerdo a la gravedad de los síntomas que he vivido en estos días)

Y fue debido a esta enfermedad endemoniada, que descubrí 2 cosas importantes:

1. Las medicinas normales no sirven para curar las gripas diabólicas (y es casi imposible encontrar obispos dispuestos a exorcisar a la gente hoy en día)
2. Estar enfermo y ser adulto son dos cosas que no hacen buena combinación.

Y es que piénsenlo, estar enfermo hoy en día tiene unas repercusiones que no tenía cuando eras niño.

Por ejemplo, cuando eras niño y te enfermabas, lo único que tenías que hacer era convencer a tu mamá de que REALMENTE estabas enfermo y no lo estabas fingiendo con tal de escaparte de la clase de educación física porque el profesor era un maldito sádico (váyase a la chingada, profesor Abraham); si tu mamá se daba cuenta de que en serio tenías gripa o whatever, ya estabas del otro lado.

El resto de tu día lo ibas a pasar descansando en tu cama, mientras veías todos los programas que normalmente te perdías porque tenías que estar en la estúpida escuela; así que tenías el chance de disfrutar Bananas en Pijamas mientras comías mucho cereal (que tu mamá te llevaba a la cama, claro), tomar todo el jugo de naranja que quisieras, y dormir cuando te cansaras de tanta tele y apapacho.

Sure, tenías el ocasional moco que quería arruinar tu mañana, pero fuck it, estabas demasiado feliz y calientito como para que te importaran unos cuantos síntomas piteros.
Además, seguro en ese momento tus compañeros estaban siendo violados con la mirada por el maldito sádico del profesor Abraham.
Fuck them, eso les pasa por burlarse de que estás chaparro.

Si de casualidad decidías salir de tu cama, era sólo para jugar Super Nintendo, mientras tu mamá te llevaba comida y ocasionalmente te preguntaba cómo te sentías, y después agregaba: "si en la noche ya te sientes mejor, pensamos si conviene que vayas mañana a la escuela", así que OBVIAMENTE no te ibas a sentir mejor.
Ah, y además te librabas de tener que bañarte ese día, porque mojarse es malo para la gripa (ok, lo admito, yo era un niño muy poco higiénico)

Era fantástico tener gripa cuando eras niño.
En cambio, tener gripa cuando eres adulto... well, fuck.

Tomemos como un claro ejemplo el día de hoy:
Me levanté sintiéndome como si hubiera sido golpeado repetidamente por el pene de 8 atletas negros en una orgía de jamaiquinos (es sólo una metáfora, no traten de leer entre líneas)
Desde ayer estaba enfermo, pero sabía que hoy iba a ser el peor día de toda mi gripa.

Pensé seriamente en quedarme en mi cama a ver Bananas en Pijamas, pero en primera, eso implicaría tener que levantarme para buscar el control de mi tele (porque mi mamá no me lo iba a pasar), y en segunda, creo que ese programa ya ni existe.

Además, aunque cada célula de mi cuerpo me exigiera quedarme a descansar, no podía faltar a mi trabajo, porque justo hoy era día de grabación de sketches para el programa de tele en el que salgo (porque por si no lo sabían, yo salgo en la tele) y pues mi productor no iba a ser tan comprensivo como lo era mi mamá hace muchos años.

Con dolor en todo el cuerpo, me bañé, vestí y todo eso, y tomé el metro para llegar a mi trabajo (váyanse al diablo, soy pobre y me vale madres); pero el antigripal que me tomé para poder sobrevivir hizo que me diera UN CHINGO de sueño, y me quedé profundamente dormido.
Estoy hablando de profundamente dormido. Podría haber sido violado en el metro y ni cuenta me hubiera dado.
I'm serious, soy güerito y de ojo verde; los violadores me encuentran irresistible.

De alguna forma, logré llegar a mi trabajo, donde pasé toda la junta de lectura de guiones tan dopado que bien podría haber estado en cualquier otro lugar y no lo hubiera notado.

Eventualmente, mi antigripal dejó de tener mucho efecto y todos los síntomas me regresaron de golpe: Mocos, cuerpo cortado, tos, dolor de cabeza, congestión nasal, y dolor de ano (tal vez lo último fue más culpa del metro que de la gripa, pero no estoy seguro)

El problema es que cada vez que me quejaba diciendo "Mamá, me siento mal...", una de mis compañeras me contestaba "No mames, Dexter, ya te dije 50 veces que no soy tu mamá, deja de estar quejándote"
Well fuck you, motherfucker; ya quisieras tener la suerte de ser mi mamá.

No voy a aburrirlos con el resto de mi largo largo día, pero involucró muchos kleenex, muchos muchos mocos, aún más quejas, todo un cocktail de pastillas y jarabes, y un bigote falso.
Es una larga historia, no quiero entrar en detalles.

Mi punto es (y perdón por haber debrayado, pero sigo un tanto dopado) que cuando eres niño y estás enfermo, todo el mundo se detiene para servirte y asegurarse de que estás cómodo y te vas a curar; pero cuando eres adulto, el mundo sigue girando y a nadie le importa lo mal que te sientas, porque tienes responsabilidades y más te vale cumplirlas.
Y de preferencia no contagies a nadie, porfis.

Tener responsabilidades apesta.
Ser adulto apesta.
Que ya no existan Bananas en Pijamas apesta todavía más.

martes, 27 de agosto de 2013

Carta abierta a los "maestros" que están manifestándose

Queridos asnos:

Antes que nada, permítanme agradecerles, porque siempre había querido empezar un escrito con "Queridos asnos", y gracias a sus pendejadas de los últimos días, por fin tengo la oportunidad.

Quiero comenzar diciéndoles algo que me sale del corazón: Déjense de mamadas.

Está chido que la constitución les dé el derecho a manifestarse cuando algo les parezca injusto, y  está pésimo que muchos de ustedes hayan perdido su trabajo; pero creo que ya es momento de que alguien se los diga: Déjense de mamadas, en serio.

No sé en qué momento pensaron que venir desde sus pinchurrientos pueblos era una buena idea, pero les tengo noticias: a los citadinos NO nos parece aceptable que vengan a atascar nuestro zócalo, a cagar en nuestras banquetas y a congestionar nuestro tráfico.
Esperen, no se decepcionen todavía, porque les tengo peores noticias: ¿ven a toda esa gente a la que ustedes están importunando con su miserable y estorbosa existencia?
¿Qué creen? Ninguna de esas personas puede hacer algo por ustedes.

No es como si Juan Pérez, el pobre sujeto que no pudo llegar a su trabajo por culpa de los anafalbetas maestros de Zapótitlan de los Tomates, de repente dijera "Hmm, vaya, están estorbando las calles, voy a cerrar los ojos y a tronar mis dedos, y mágicamente todas sus peticiones van a ser cumplidas para que puedan regresar a maleducar a nuestra juventud"; no, pinches maestros, la vida no funciona así.

La verdad es que lo único que están logrando, es hacer que la gente que no tiene nada en contra de ustedes (porque sinceramente, nos valen madres sus peticiones) de pronto ya tenga algo en contra de ustedes, porque vinieron a complicarnos la vida con sus estupideces y berrinchitos.

"Pero Dexter, no puedes hablar así porque no entiendes qué es lo que piden los pendejos"; well, guess what, lector imaginario?
SÍ puedo hablar así, porque es mi blog y puedo hacer lo que se me pegue la gana, y porque además lo que piden los pendejos es una gran pendejada (¿quién lo hubiera visto venir?)

Lo que estos cuasi-retrasados quieren, es que no se les hagan exámenes de evaluación para poder seguir dando clases.
Les voy a dar un par de segundos para que procesen semejante estupidez:

Los maestros, las personas que SE SUPONE tendrían que educar a la juventud de México, están reclamando para que nadie pueda evaluar si tienen los conocimientos y la capacidad necesaria para educar a la juventud de México, porque saben que si así fuera, tendrían que despedir a un enorme número de maestros PORQUE SON UNOS INEPTOS.
Lo que están reclamando y exigiendo, Y la razón por la que están secuestrando nuestra ciudad, es para que permitamos que una bola de analfabetas incapaces sean los responsables de la educación de nuevas generaciones.

Vaya, con razón el país es tan pinche ignorante y jodido; ¿cómo podría ser diferente, con unos maestros así?

POR SUPUESTO que tendrían que evaluar a todos los maestros; es más, si por mí fuera, deberían de fusilar a todos los que no pasen la evaluación, porque significa que llevan años maleducando a nuestros niños, para que cuando crezcan, sean tan ignorantes y estúpidos como lo fueron sus maestros.

Pero bueno, dejemos un poco de lado las cosas que piden; imaginemos que vienen a pedir cosas coherentes e inteligentes (no es el caso, pero usemos nuestra imaginación); y aunque así fuera, habría que fusilar a toda esta bola de haraganes mantenidos y parásitos, porque ya no están ejerciendo su derecho a manifestarse; están empezando a invadir los derechos de otras personas y afectando a inocentes.

Perdón, culeros, pero si paralizan las vías de alta velocidad, causan un pinche caos vial.
Están afectando mi derecho al libre tránsito, y a diferencia de ustedes, yo SÍ tengo ganas de trabajar, yo SÍ soy una persona productiva, y yo SÍ aporto algo a este país platanero.

"Pues si tanto te afecta, ¿por qué no usas el metro, pinche burguesito?", oigo que dicen algunos mitoteros con espíritu anarquista sandinista guevarista marxista y stalinista.

"Váyanse al diablo, porros de mierda", les contesto desde mi hermosura de ojos verdes.
Yo NO uso coche, yo siempre me muevo en transporte público, porque es la forma civilizada de viajar; y los "maestros" ni siquiera me dejan hacer eso, porque tapan las vías de transporte público y las entradas y salidas de las estaciones de metro.
Básicamente, no hay forma de evitar a ese montón de parásitos, porque poco a poco están tomando nuestra ciudad.

El verdadero problema aquí no es que vengan a "manifestarse pacíficamente", sino que nuestro gobierno no tenga los huevos de darles unos cuantos madrazos a esos delincuentes, porque no sé en su mundo, pero en el mío, secuestrar las vías de transporte es un delito.

Mancera, te pido de la manera más atenta que dejes de rascarte los huevos y saques a toda esa bola de estúpidos de nuestra ciudad. Deja que se manifiesten "pacíficamente" en un lugar donde no estorben ni afecten a las personas que sí tenemos ganas de trabajar y de vivir una vida decente.

Y queridos maestros:
Resígnense; nunca van a lograr nada, porque a nadie le interesa que gente como ustedes salga adelante. Cuando estén dispuestos a educarse y a mejorarse como personas y como profesionales, tal vez entonces nos interese lo que tengan que decir.

Mientras tanto, váyanse al carajo y dejen de joder.
Mejor regrésense a sus pinches pueblos, porque si les importara tanto la educación de los niños, estarían dándoles clases en vez de estar aquí, haciendo que pierdan MÁS días de clases.

Atentamente:
Dexter Petrelli, un ciudadano harto de sus pinches chingaderas.

sábado, 17 de agosto de 2013

De crecer estando loco

"La gente normal es muy aburrida"
Frases como ésa nos sirven de escudo a los pinches locos como yo, y tenemos que repetirla constántemente para poder creérnosla y dejar de maldecir nuestra suerte por estar tan trastornados.

Y es que, lectores imaginarios, tengo una confesión que hacer:
Este muchacho tan guapo y con ojos tan desgarradoramente verdes sufre de OCD (también conocido como trastorno obsesivo-compulsivo para los que no hablan inglés, pero pues c'mon dude, what's wrong with you? learn some fucking english, you beaner)

Mi OCD no es de los más graves que existen, pero de todos modos ha sido una molestia constante a lo largo de mi vida.
Por ejemplo, ¿han llegado cansadísimos a su casa, y lo único que quieren es encerrarse en su cuarto a ver una película y tomar una cerveza para relajarse y sentirse mejor?

Yo también, sólo que cuando llego a mi casa, tengo que empujar la puerta 3 veces para asegurarme de que esté cerrada, después tengo que prender la luz, apagarla y volverla a prender (porque la primera vez no cuenta), cerrar la puerta de mi cuarto (también 3 veces. 4 si es miércoles), y después sacar una cerveza de mi refri, pero asegurándome de que las otras cervezas no se hayan movido de su lugar, y si sí, acomodarlas todas de nuevo hasta asegurarme que todas apuntan exáctamente al mismo ángulo.

¿Qué es lo que pasa si no hago todo esto?
Absolutamente nada, pero mi cerebro se niega a entenderlo y me obliga a seguir todos estos rituales estúpidos que seguro me hacen ver más loco que el homeless que se la pasa afuera de mi trabajo y el otro día me ofreció un trago de su jugo de naranja.
Plot twist: el homeless NO tenía ningún jugo de naranja.

Siendo sinceros, siempre me he sentido avergonzado de mis conductas obsesivas, y he hecho mi mejor esfuerzo por esconderlas de todo el mundo. Creo que lo he logrado bastante bien, porque casi nadie se da cuenta de que estoy batshit crazy; excepto mi pobre novia, porque ella sí tiene que soportar todos mis quirks.
Afortunadamente, la mujer piensa que soy adorable a pesar de todo. Pobre ilusa.

Es feo, la verdad, saber que estoy defectuoso y es algo que no puedo controlar. Ni siquiera puedo culpar a mis padres, porque ellos son bastante normales.

No sé, creo que simplemente sentí que era momento de compartirlo con ustedes, porque a pesar de que no son tan pocas las personas que leen este blog, de todos modos lo siento un poco como un diario de quinceañera, donde puedo poner mis pensamientos pseudo-profundos y sentirme mejor conmigo mismo, para después ponerme a leer Tiger Beat y enterarme de cuáles son los gustos secretos de esos guapísimos chicos conocidos como One Direction.

Quisiera poder terminar con algún remate cómico y pretender que no acabo de ser una perra cursi, pero eso no va a pasar hoy, porque me parece de mal gusto manchar una confesión con algo que no viene al caso.
Como los curas, que manchan con semen las confesiones de los monaguillos. En el confesionario. I'm talking about illegal sex with underage boys.

¡Maldita sea, Dexter, prometiste que ibas a escribir un post completo sin burlarte de los curas pedófilos!
No sé por qué sigo confiando en ti...

miércoles, 31 de julio de 2013

De visitas papales

El otro día estaba sentado en el comedor de mi trabajo (cariñosamente apodado "La Godiniza") cuando de pronto la plática empezó a girar en torno a algo que no recuerdo, porque no estaba poniendo atención.
Para tratar de distraerme, voltée a ver una de las teles que están colgadas en el techo de La Godiniza, a ver si de pura casualidad encontraba algo interesante.
Debí de haber sabido que eso jamás iba a pasar, porque trabajo en un canal de tele abierta, así que todos los programas que pasan son pues... programas de tele abierta, lo cual hace completamente imposible encontrar algo interesante en las teles.

Anyway, resulta que lo que estaban transmitiendo en ese momento era la llegada del Papa a Brasil.
Well fuck me in the ass and call me Virgen María, sabía que debería de haber puesto atención a la conversación de mis amigos cuando tuve la oportunidad, pero ahora ya era demasiado tarde.
Nevermind that, ya no había vuelta hacia atrás, me daba mucha hueva preguntar de qué hablaban todos en la mesa, así que mejor seguí viendo al Papa Francis.

Lo primero que pensé fue "Carajo, pero qué cantidad de católicos ridículos, ¿acaso no tienen nada mejor qué hacer que ponerse a esperar a que llegue un tipo vestido de blanco?", pero después recordé que estaba hablando de católicos ridículos; OBVIAMENTE no tienen nada mejor qué hacer.
Para esos tipos, la idea de una tarde productiva es hincarse, juntar las manos, cerrar los ojos, y pedirle a su amigo imaginario que por favor resuelva mágicamente todos sus problemas, y que plisito los haga ganarse la lotería y cogerse a la vecina del 5B... pero hasta después del matrimonio, porfis no me metas al infierno, señor que vive en el cielo.

Pasaron los minutos, y por alguna razón yo no podía quitar la vista de las teles que transmitían la súper relevante visita del papa. Era como si mi mente se estuviera yendo poco a poco, como si mis neuronas estuvieran muriéndose y siendo reemplazadas por anuncios de Asepxia y de pomadas contra el pie de atleta.
Me empecé a embrutecer tanto, que era como si me estuviera volviendo religioso. Maldita sea, tele abierta, me rompes las bolas.

De vuelta en Brasil, la tele mostraba imagenes de un montón de niños gordos y ñoños, cantando canciones de salvación eterna, para cuando llegara el sumo pontífice (mejor dicho, el sumo pontifigay, amirite guys? ¿No?, cámara)
Por primera vez en muchos minutos, mi boca se coordinó con mi cerebro y pude hablar:
"No mames, qué hueva ser el Papa y que a todos lados que vayas, SIEMPRE te reciba un coro de niños gordos, ñoños y perdedores"

¿Qué puedo decir?, soy una persona sumamente elocuente.

Uno de mis compañeros comensales, el que se dedica a hacer videos de Vine, me dijo "Deberías de escribir un post de eso, Dexter"

"Maybe I will, maybe I will", pensé; así que le dije a mi amigo "Maybe I will, maybe I will"
Y pues heme aquí, escribiendo de ello, porque mi blog es una democracia ciudadana que acepta las sugerencias y los comentarios del pueblo.
Lamentablemente, ahora que llevo más de 6 párrafos, me doy cuenta de que realmente no tengo mucho qué decir al respecto, porque es difícil escribir todo un post acerca de un simple comentario sobre niños gordos y ñoños.

Así que, lectores imaginarios, el punto de toda mi historia, es:
"Hueva mil la religión y las visitas al Brasil, ¿no?"

Sí, ya sé que mi conclusión fue un asco, pero trabajo en tele abierta, ¿qué pueden esperar de mí?

martes, 16 de julio de 2013

Preguntas tontas

Hay pocas cosas que me ennerven más en esta vida, que cuando alguien te hace preguntas cuya respuesta es más que obvia.
Hace rato, por ejemplo, me encontré a mí mismo con la cabeza adentro de un excusado, vomitando mis entrañas en lo que se sentía como uno desos capítulos de la dimensión desconocida donde los órganos internos de la gente se voltean y acaban siendo unos monstruos con el hígado a la vista de todos.

Limpiándome el sudor frío de la cara, logré juntar lo poquísimo que me quedaba de dignidad para levantarme, mojarme la cara, enjuagarme la boca y salir de mi baño, deseando nunca haber nacido.

"¿Estás bien?", me preguntaron.
"No. Van 5 veces que vomito en la noche", contesté, con una cara de zombie que ni The Walking Dead podría igualar.
"Ah... ¿pero estás bien?", me volvieron a preguntar.

Si no hubiera estado tan cansado y jodido, me habría encantado decir algo como "Sí. Me encanta vomitar en la madrugada. Es uno de mis hobbies, junto al boliche y a fotografiar pájaros"; pero mi pálida y temblorosa realidad sólo me dejó contestar "...no"

"¿Te cayó mal algo?", fue la pregunta esta vez.
Demasiado cansado como para respondar o siquiera enojarme, sólo gemí y me tambalée hacia mi cama, donde una noche llena de sudor frío me esperaba.

Y ésa es la historia, lectores imaginarios, de cómo un apuesto muchacho fue atacado inmisericordemente por el malévolo vómito, sólo para después ser rematado por preguntas tontas, en un combo 1-2 de "fuck my life"

Maldita sea, te odio, cuerpo.

martes, 2 de julio de 2013

De indignación moral

Hace un par de días me encontraba paseando por un mall, desperdiciando tranquilamente el tiempo que podría haber estado aprovechando para hacer algo de provecho, pero que como era domingo no pensaba hacer, porque hasta el señor descansa en domingo, carajo.

Durante mi paseo, me topé con una tienda de juguetes, desas que hubieran hecho emocionarse a cualquier niño y gemir amargamente a cualquier padre que fuera arrastrado hasta adentro. Siendo la persona ociosa que soy, decidí entrar sólo a ver qué tanto han cambiado los juguetes desde aquellas etapas en las que yo era un niño y todo era mejor y más bonito que las cosas de los pinches niños de hoy en día.

Entre Barbies caras, muñecos de acción caros, pistolas de juguete caras y peluches caros; llegué a la única sección que podría tener algo que me pareciera remotamente entretenido: la sección de los juegos de mesa.
No es que yo sea fan destas madres, pero pues cuando ya no eres niño, los juegos de mesa son lo único que hay en una juguetería que no te parece ridículo e inmaduro. Bueno, al menos no TODOS los juegos de mesa te parecen ridículos e inmaduros.

Entre cuarenta y tres versiones diferentes de Monopoly y treinta y dos de Clue, encontré un juego que nunca antes había visto, y que me hizo detenerme y abrir mi boca en un gesto de sorpresa e indignación:


"La botella", en versión oficial.
I mean, en teoría este juego no tiene nada de indignante, ¿no?, todos nosotros hemos jugado esta madre en algún momento de nuestra vida puberta/adolescente, donde las hormonas son el piloto del vehículo llamado malas decisiones.
No sé ustedes, pero yo recuerdo no menos de 3 veces que empecé a jugar botella en una fiesta y me arrepentí casi inmediatamente al darme cuenta de que mis posibilidades de acabar teniendo que besar a una gorda culera eran demasiado altas (dígase, mayores a cero)

Pero sea como sea, y sin importar a cuántas gordas besé, (y por cierto, voy a negar haber besado a alguna hasta el día de mi muerte), el caso es que, WHAT THE FUCK? ¿"La botella" en la sección de juegos de mesa de una juguetería? ¡¿Una juguetería para niños?!

Look at the fucking thing! ¡Miren esa caja culera!
¿Realmente les parece algo que debería de ser considerado un juego para niños?

"No puede ser tan malo, a lo mejor es una versión inocente del juego puberto diseñado para encuerar a mujeres ebrias y crédulas", me dije a mí mismo, tratando de salvar un poquito de la poca fe en la humanidad que queda en mi cínico y hermoso cuerpo.
Me acerqué a ver la caja, para encontrar una señal de que yo estaba equivocado; de que mis ojos me engañaban y ninguna corporación sería tan culera y enferma como para venderle esta cosa a unos niños.

"Baile sensual", decía una de las secciones de la portada de la caja, al tiempo que mostraba la caricatura de una niña pequeña (y seguramente bien puta), bailando mientras se auto-toqueteaba.
"Vaya, creo que alguien se condenó al infierno con esto", me dije.

Voltée la caja, tratando de encontrar algún tipo de señal de que este juego era para adultos y sólo había sido puesto junto a un rompecabezas de las princesas de Disney por un desafortunado error.
"No apto para niños menores de 3 años, ya que pueden ahogarse con algunas piezas pequeñas", fue lo único que encontré.
Ah, vaya, menos mal; al menos la compañía pinta su raya en niños de 3 años. No vaya a ser que pase algo malo.

"Seguro estás exagerando, Dexter, como la vez que dijiste que ese pequeño grano que nos salió en la frente era Dengue, y seguro íbamos a morir en menos de 48 horas. ¡Pues aquí seguimos!, ¡vivos!, ¡¿qué dices a eso, exagerado?!", escucho que me reclaman.
Pues me temo que no, no estoy exagerando; miren una foto de la parte de atrás de la caja del juego para niñas putas:


Eso que ven, mis queridos lectores imaginarios, son las descripciones de algunos de los inocentes castigos que tendrán que cumplir si deciden comprar "La botella"
(Una vez más, quiero recordarles que es un juego dirigido a niños pequeños, porque el mundo es un maldito asco)

"Mucha ropa", "Baile sensual", "Trago" y "¡Besito, Besito!" son los perversos nombres de lo que nuestros niños tendrán que hacer para vender su alma a Satán, por culpa de este juego perverso.

Me sorprendió lo mucho que me indignó el hecho de que este tipo de mamadas estuvieran dirigidas a los niños de hoy. Supongo que eso explica por qué las pubertas son TAN putas.

No sé, a lo mejor me estoy volviendo viejo, pero en serio, este mundo es una hijoeputada...

En fin. Si alguien se pregunta por qué escribí todo este post moralista y culerón; quiero dejar claro que no tiene nada que ver con el hecho de que estoy harto de que se burlen de mí porque mi novia es estúpidamente jóven, por lo cual no usé este escrito para aparentar que estoy en contra de las niñas sensuales que andan con hermosos hombres de barba y desgarradores ojos verdes.

This is not the hidden agenda you were looking for, move along.

domingo, 16 de junio de 2013

Recuerdos

Después de sacudirse el cabello mojado, cerró la puerta tras de sí y se sintió abrumado por el completo silencio de una casa cuyos únicos habitantes eran los fantasmas de vidas pasadas y felices.
Caminó hacia la mesa, donde no lo estaba esperando ninguna comida caliente, y de pronto perdió el apetito, así que fue directo hasta su cama.

En el florero de su buró encontró un ramo de flores marchito, pero del cual no de deshacía porque algunos de los bulbos jamás habían abierto, y él todavía tenía la esperanza de que algún día lo hicieran.

Se acostó sobre esas sábanas frías, y tomó de encima de su cabecera un portarretratos, desde donde lo miraba una foto que él conservaba cerca siempre, para recordarle que aunque todo cambiara, alguna vez existió un momento en el que todo estaba bien.

Con un cariño inmóvil y practicado, acarició esa foto donde una mujer de sonrisa eterna lo miraba, deteniendo en sus manos un hermoso ramo de flores.

"Buenas noches, Julia, mañana empieza noviembre, y se supone que tendríamos que estar volviéndonos viejos."

Él cerró sus ojos, cansados de ya no tener a quién mirar, y se entregó a la efímera calma de la noche.

jueves, 30 de mayo de 2013

El metro

Ayer estaba escuchando a un amigo quejarse del tráfico de las horas pico, y como soy una de esas buenas personas que buscan solucionar los problemas de todos, le sugerí que mejor viajara en metro, a lo cual mi amigo me contestó que tenía miedo, porque nunca se había subido al metro y pensaba que se iba a perder o que la enorme cantidad de gente se lo iba a tragar y entonces iba a desaparecer sin dejar ningún rastro.
Al principio me burlé de él, porque pues ¿quién diablos nunca se ha subido al metro?, pero después traté de explicarle que no tenía nada que temer y que era muy fácil.

Para subirte al metro sólo necesitas comprar un boleto, lo cual es tan sencillo como entrar a cualquier estación y acercarte a la taquilla, donde la señorita que atiende va a estar hablando por teléfono y no te va a poner atención cuando le digas “un boleto, por favor”; después de que repitas la frase unas dos o tres veces, la señorita va a voltear a verte (por menos de un segundo) y te va a aventar el boleto de mala gana para después regresar al teléfono a hablar con alguien que seguramente es OTRA taquillera, porque sólo otra persona igual a ella podría pasar todo el día en el teléfono sin la menor preocupación por las personas a las que tiene que atender.

Ya con tu boleto en mano, vas a hacer fila para pasar los torniquetes, y vas a maldecir tu suerte por haber elegido la ÚNICA fila que no avanza, por culpa del señor cuyo boleto está siendo rechazado por la máquina, y el cual se niega a desistir, y va a volver a intentar meter el mismo boleto unas 6 ó 7 veces más hasta por fin conseguirlo y que toda la fila de personas detrás de él celebren su victoria con un suspiro desesperado porque ya es bien tarde.

Después sólo tienes que pasar al andén, donde las personas se convierten en animales al momento exacto en que abren las puertas del tren, y entonces las leyes de física se rompen por un momento para permitir que dos cuerpos ocupen un mismo espacio mientras todos bajan y suben al mismo tiempo.

Si tu suerte es buena y te encuentras a ti mismo adentro de un vagón, entonces ya simplemente tienes que esperar llegar a tu destino, mientras aprecias el agradable aroma de la axila del señor de junto a ti, y ruegas porque eso que te está tocando sospechosamente sea una mochila o una rodilla. Para acompañar tu travesía, Productos Importados pondrá a la venta algún disco con los 500 mayores éxitos de la cumbia, o del rock en español, o de Jenni Rivera, y los cuales podrás escuchar a todo volumen, gracias a una enorme bocina colocada en la mochila de un amable vendedor que heredó del Pípila la costumbre de cargar pesados objetos en su espalda.

Ya que el metro hizo su trabajo y tú estás en la estación donde tienes que bajar, lo único que tienes que hacer es dejarte llevar por el río de gente que te arrastrará gentilmente hasta la puerta, y después te aventará a tu suerte, dejándote sudado, aplastado y con unos recuerdos que nunca podrás borrar, sin importar qué tanto lo intentes.

Pero eso sí, a nadie le queda duda de que es mucho mejor pasar por todo esto, que tener que estar atorado horas en el tráfico de hora pico de esta hermosa ciudad.

miércoles, 22 de mayo de 2013

La honorable fuerza policiaca mexicana

Hace unos cuantos días, me encontraba yo con mi hermadrino, regresando en la madrugada de alguna fiesta en rumbos demasiado lejanos como para ser recordados por mi cerebro con déficit de atención.

Mientras veníamos tranquilamente en su coche, él se dio cuenta de que si de casualidad nos encontráramos con algún alcoholímetro, seguramente no pasaría la prueba, ya que aunque sólo había tomado 2 cervezas (lo cual NO es suficiente para ponerte ebrio), el límite legal es tan bajo que con más de 3 tragos ya valiste madres.

"No seas marica, seguro no nos vamos a encontrar con ningún alcoholímetro", le contesté cuando escuché sus preocupaciones.
En cuanto acabé de decirlo supe que estaba tentando al destino, y como el destino es una perra rencorosa; me golpeó de vuelta.

Sirenas de patrulla. That's just fuckin' great...

"Creo que la patrulla nos está siguiendo", dijo mi hermadrino
"Maneja súuuuper tranquilo, y en cuanto puedas métete a una callecita y estaciónate", le sugerí.
Por supuesto, no habría tiempo para ello.

"Hsmf hsmdnds bdsoijs saodjds" exclamó el patrullero desde el megáfono de su vehículo.
Seriously, ¿por qué demonios nunca se les entiende nada? Estúpido país tercermundista.

Sea como sea, nos orillamos y le sugerí a mi hermadrino decir que no había tomado nada. Absolutamente nada.

"Buenas noches, muchachos, ¿tomaron?", preguntó el gordo policía.
"Sólo una, oficial", contestó mi hermadrino, mientras yo me facepalmeaba pensando en que ya habíamos valido madres.
"Bájese del vehículo por favor"

Después de hacerle al conductor un par de preguntas, los policías dijeron que era clarísimo que veníamos hasta el socket, lo cual era una enorme mentira porque veníamos realmente sobrios, pero pues OBVIAMENTE querían sacarnos dinero.

"Ahorita lo arreglo", me dijo mi hermadrino antes de ir a la patrulla con los corruptos policías de mi apestoso país.
5 minutos después, regresó para preguntarme cuánto traía, para ya dárselos a los pendejos y poder irnos a nuestras casas.
Sin muchas ganas, le di un billete de 50 y un chingo de moneditas de 50 centavos. No juntamos más de 58 pesos.

Aparentemente nuestra ofrenda le pareció ofensiva al policía, el cual seguramente esperaba que fuéramos ricos sólo porque somos blancos; y entonces empezó a gritarnos que con eso no salía ni para los chescos y no sé qué.

Me bajé del coche porque ya estaba cansado de esperar, y después de saludar al policía le dije que en serio era todo lo que traíamos y que ya, al chile, nos dejara ir porque ni siquiera estábamos ebrios.

"No, jóven, no se puede; además me ofende que trate de ofrecerme dinero, porque yo soy una persona honesta. Y además me juntó sólo unas cuantas monedas, si quiere lo podemos escoltar hasta un cajero automático"

Supongo que cuando Dalí dijo que México era un país surrealista, se refería a cosas así.
El policía presumía de su honradez, diciéndome que esto no se trataba de sobornos sino de cumplir la ley, y después me decía que se sentía ofendido de que lo tratáramos de sobornar con tan poco dinero, y que mejor fuéramos a un cajero.
That makes a lot of sense, doesn't it?

Anyway, fuck that shit; yo no iba a acceder a ir a un cajero para que el cabrón me quitara mi muy merecido dinero.

"Bueno, ¿y entonces qué prosigue, oficial?", le pregunté
"Pues ya llamámos a una grua, y si no nos arreglamos rápido van a tener que seguirnos al alcoholímetro a hacer la prueba", me contestó.

Mi hermadrino se ponía cada vez más nervioso, gracias al prospecto de tener que ser llevado al Torito para pasar una noche en el drunk tank.
Yo, sin embargo, sólo estaba harto, porque ya me quería ir y realmente no tenía nada qué perder. Digo, a mí ni me podían arrestar porque yo no iba manejando.

En lo que el policía fue a platicar con su pareja y a hacer como que hablaban por radio para pedir refuerzos, le pregunté a mi hermadrino "¿Confías en mí?"; rápidamente me contestó que no.
Well, though luck, porque me valía madres.

"¿Oficial?", dije. El policía se me acercó.

"Tiene usted razón, nos tomamos una cerveza y queremos hacernos responsables de nuestros actos, así que por favor escóltenos al alcoholímetro y nosotros lo seguimos"
"¿Seguros, jóvenes?", nos preguntó, seguro sorprendido de que no quisiéramos ir al cajero.

Asentí con la cabeza y caminé hasta el coche. Mi hermadrino se subió y me dirigió una mirada de no mames eres un pendejazo.
"No nos van a llevar, te lo garantizo", le dije.

La patrulla arrancó, y nos escoltó leeeentamente por media cuadra. De repente se detuvo y el policía se bajó.
Evidentemente se habían dado cuenta de que NO iban a poder sacarnos más dinero, y en vez de perder su tiempo haciendo cumplir la ley, decidieron dejarnos ir y mejor buscar a otros jóvenes a los cuales chantajear hasta ganarse un soborno.

"Manejen con cuidado, jóvenes, los vamos a dejar ir con una advertencia", dijo y se fue rápidamente.

Y ésa es la historia de cómo me dejaron ir con una advertencia y sin mis 58 pesos.

Estúpido México, te odio.

jueves, 2 de mayo de 2013

De peticiones pendejas

¿Por qué las cosas malas le pasan a la gente inocente?

El día de ayer, me encontraba yo detrás de mi computadora, haciendo cosas que tal vez (o tal vez no) estuvieran relacionadas con encontrar la cura contra el cáncer, o tal vez (o tal vez no) fueran ver videos de perritos siendo adorables.
Independientemente de en qué gasto mi tiempo libre, el caso es que estaba muy en paz, sin molestar a nadie y sin meterme en cosas que no me importan.

De pronto y sin previo aviso, me llegó un mensaje de Facebook y el messenger se abrió de golpe en mi monitor, interrumpiendo mis videos de perri--- mi cura contra el cáncer.

"Dexter, ¿me ayudas con dos likes?", decía el mensaje que perturbó mi paz.
Well, fuck you very much.

Cuando vi el nombre de la persona que me mandó el ruego por unos likes, descubrí que era una grandísima pendeja de mi prepa.
Una grandísima pendeja con la cual no he hablado en más de 8 años.

¿Qué chingados pretenden, gente?
¿Creen que está chido no hablar con alguien por 8 años y de repente pedirles un favor, así nomás, sin siquiera saludar primero?

Don't get me wrong, tengo absolutamente cero interés en hablar con esta tipa, porque pues nunca me pareció la crayola más brillante de la caja, pero aún así, really?

Digo, tal vez estoy chapado a la antigua, pero si vas a pedir un favor, ¿no es de simple y sencilla buena educación el SALUDAR antes de ir de enchinchoso? (fun fact: acabo de descubrir que amo decir enchinchoso)

Anyway, por puro morbo entré a ver qué era lo que hacía que mi conocida se viera reducida a ponerse de rodillas y a mendigar likes a personas con las cuales no tendría contacto bajo circunstancias normales.

Sorpresa sorpresa, era un estúpido concurso de madres e hijos para ganarse una apestosa sesión fotográfica.
Fue entonces cuando recordé que mi conocida era una estúpida madre soltera que, hasta donde tengo entendido, ni siquiera sabe quién es el padre de su horrendo hijo.

No sólo contaminó el mundo trayendo a la vida otro niño más, sino que ahora además contamina las redes sociales mendigando puntos imaginarios para ganar un premio pitero.
Seriously, ¡¿una sesión fotográfica?!; ¿como para qué chingados le puede servir eso a alguien?

Aparte su engendro tiene como 1 año, a esa edad todos los niños son exáctamente iguales; si tanto quiere unas fotos, podría robarse las fotos de cualquier niño feo y decir que es el suyo; nadie notaría la diferencia.
O al menos a nadie le va a importar lo suficiente como para decir lo contrario.

Además, ¿no les parece sumamente triste el tener que andar rogándole a los demás para que te den likes y puedas ganar un concurso?
Si no les alcanza para una sesión fotográfica, NO HAGAN UNA SESIÓN FOTOGRÁFICA, tan simple y tan sencillo.
En México ya tenemos a suficientes personas pidiendo dinero en la calle como para además tener que soportar que también en internet anden de pedinches.

"Pero Dexter, ¡fotos gratis!", escucho que me dicen algunas de ustedes, probablemente las madres solteras y tontas.
No, ni mergas, esas fotos no son gratis; ustedes están pagándolas con su dignidad y auto-respeto. Now it's all gone, here's your free pictures, you pathetic little bitch. GTFO.

Don't get me wrong, no tengo nada en contra de las madres solteras; simplemente pienso que no es justo que por el simple hecho de que ellas no hayan sabido proteger su útero, los demás tengamos que sufrir las consecuencias de sus malas decisiones.

En fin, para no hacerles el cuento largo, creo que es momento de sacarle una conclusión a todo esto.

MORALEJA DE LA HISTORIA:
Espero que mi conocida y su hijo se mueran o algo.

Fin.

martes, 23 de abril de 2013

De reproducción humana

Hace unas horas tuve la desgracia de convivir con un niño.
Si en algo no me dejarán mentir las personas que me conocen, es en que odio a los niños con toda mi alma.
Son ruidosos, apestosos, siempre están embarrados de no sé qué chingadera pegajosa, arruinan todo lo que tocan, son completamente inútiles, si los dejas solos por más de 3 minutos son capaces de poner en riesgo su integridad física, y la gente nunca los hace responsables de sus actos porque "no tienen la culpa, son niños"
God, I hate those little fuckers.

Y lo que más me ennerva, es que en este país platanero cada vez existen más niños, porque los hombres son incapaces de cuidarse y de no preñar a sus mujeres horrendas y gordas.
Si no me creen, sólo respondan a esta pregunta: ¿Cuántos niños de la calle han visto en lo que va de la semana?
No necesitan contarlos, la respuesta es "demasiados"

Es por eso que siempre he dicho que reproducirse no debería de ser un derecho, sino un privilegio.
Lamentablemente, cuando lo menciono, la gente se indigna y empieza a decirme que los derechos humanos y que Hitler, y que bla bla bla.
La verdad es que nunca les pongo atención, porque estoy demasiado ocupado felicitándome a mí mismo por mis grandiosas ideas.
Dios, soy un genio. Y guapo, además.

En mi mundo ideal, todo el mundo sería químicamente castrado al nacer, y sería infertil por el resto de su vida a menos que REALMENTE quisiera tener hijos y fuera a su centro de salud más cercano para pedir una des-castración (memorandum para mí: mandarle a algún estudio Hollywoodense mi idea para la secuela de Farinelli).

Lo interesante viene aquí: la des-castración no se le entrega a cualquier pareja de futuros padres, no señor; tienen que ganársela.

Sólo obligando a la gente a pasar todo tipo de exámenes antes de poder engendrar a un apestoso feto, será posible reducir la sobrepoblación y preservar a los mejores especímenes de la raza humana.

¿Racista?
Sí, mucho. Deal with it.

So, ¿quieren tener un hijo?
¡Muchas felicidades!
Step right up...

EXAMEN #1:
Inteligencia básica.

Si usted y su pareja no tienen 105 o más puntos de coeficiente intelectual, reprueban el examen y son castrados permanentemente.
Es más, también serán asesinados en forma brutal por hacernos perder el tiempo haciéndoles exámenes a pendejos como usted.

Si logró tener más de 105 puntos, felicidades, step right up...

EXAMEN #2:
Conocimientos básicos.

Muy bien, es usted inteligente, ¿pero acaso está educado?
¡Boom! Tiene que pasar un examen sobre cultura general (excluyendo matemáticas, porque fuck that, nadie necesita las matemáticas EVER).

Afortunadamente, el examen no será muy difícil; sólo el equivalente a un examen de admisión para una universidad pública.
De un país primermundista, claro; no como los exámenes chafas de la UNAM que hasta los alumnos de las prepas públicas (desas culeras que tienen números en vez de nombre) pueden pasar.

¿Reprobó el examen?
Castrado permanentemente, y no sólo lo asesinaremos a usted, sino también a alguno de sus seres queridos y/o mascotas. Because fuck you, that's why.

¿Aprobó?
Felicidades, step right up...

EXAMEN #3:
Prueba económica-crediticia.

Ok, tal vez usted y su pareja sean moderadamente inteligentes y cultos, ¿pero acaso tienen lo necesario para mantener a un niño en la sociedad de hoy en día?
Nadie quiere tener que seguir pagando impuestos para mantener a los pinches huevones que siguen teniendo hijos inconsideradamente y viviendo del gobierno, así que esto se va a detener ahora.

Una inspección detallada de todas sus cuentas de banco deberá de ser suficiente.
Si tiene usted al menos un par de millones ahorrados, luz verde; pero si no los tiene, se hará acreedor a castración permanente (a base de patadas en las bolas o vagina según sea el caso), muerte de sus seres queridos y/o mascotas, y además su fotografía será divulgada a todas las listas de sex offenders, para que no pueda volver a conseguir un trabajo decente por el resto de su vida.

¿Obtuvo luz verde?
Felicidades, step right up...

EXAMEN #4:
Prueba con Pantonera.

Ser listo, culto y adinerado no es suficiente en el mundo de hoy en día.
Usted también tiene que ser blanco.

De nuevo, ¿racista, much?
Yes, now stop asking stupid questions.

Sonará culero, pero es por el bien de todos.
Si no me lo cree, recuerde usted la última vez que alguien lo asaltó. ¿Esa persona era blanca? Por supuesto que no; era morena.

¿Nunca lo han asaltado?
Bien por usted. Aléjese de todos los prietos que vea en la calle y nadie lo podrá asaltar jamás.

Anyway, el examen #4 será rápido y fácil:
El tono de su piel será comparado con diversos pantones, y si es más moreno que cierto estándar (un estándar bastante poco tolerante, debo agregar), usted será descalificado y se hará acreedor a todos los castigos del nivel #3, y además será obigado a trabajar de limpiaparabrisas, janitor, bolero, lavandera o alguna otra profesión que corresponda con su tono de piel.

¿Es usted lo suficientemente blanco como para reproducirse?
Felicidades, step right up...

EXAMEN #5:
Evaluación de belleza.

¿Alguna vez han visto a esos güeros feos y deslavados que parecen como si un camello los hubiera escupido a medio digerir?
No queremos a ese tipo de gente poblando la tierra.

Un grupo de jueces altamente calificados en belleza humana lo evaluarán a usted y a su pareja para determinar si son lo suficientemente hermosos como para merecer el derecho a traer a un apestoso bebé a este mundo.

Las buenas noticias son que si no pasan el examen, se les dejará vivir sin consecuencia alguna, ya que pues son güeritos y no merecen morir; sin embargo, no podrán tener hijos, porque no queremos más feos en el mundo.

¿Pasaron el último examen?
Felicidades, step right up...

Una vez concluídas todas las pruebas, se les des-castrará y se les permitirá tener hijos, siempre y cuando firmen un contrato comprometiéndose a no sacar en público a sus hijos hasta después de haber cumplido 5 años; porque nadie quiere tener que tolerar chillidos de bebé imbécil.

¿Lo ven?
En mi mundo ideal, todos los humanos serían inteligentes, guapos, cultos, y capaces de mantenerse a sí mismos, sin necesidad de ser parásitos de la beneficencia pública.

No lo mencioné, pero también se permitirán bebés negros (dije negros, no prietos), porque pues los blancos necesitamos que exista alguien que coseche nuestras sandías, baile nuestros raps, cocine nuestros pollos fritos y juegue nuestros juegos de basketball.
No se preocupen, los negros vivirán en áreas contenidas para que no contaminen al resto de la humanidad.

Also, como posdata; ninguna persona religiosa (sin importar cuál religión) tendrá derecho a reproducirse.
Queremos personas de ciencia y de razón, no de cuentos de hadas e historias de viejitas chismosas.


Si tan sólo yo pudiera ser dictador del mundo...

miércoles, 3 de abril de 2013

Nostalgia celular

No sé en qué momento los teléfonos celulares se convirtieron en pequeñas computadoras (bueno, ok, sí sé, fue en el 2007), y no sé si esté muy a favor de ello.

I mean, sure, es cool poder tener miles de canciones, videos, fotos, juegos y todo lo demás en un aparato que te cabe en la bolsa, ¿pero a qué precio?
¿Acaso no éramos más felices con los celulares de antaño?

Recuerdo perfectamente mi primer teléfono: un hermoso Nokia 3320, desos que TODO el mundo tenía porque eran baratos y estaban de moda.
It was fuckin gorgeous.

Me acuerdo de lo feliz que me sentía sacando mi celular en la secundaria, cuando todavía la mayoría de mis compañeros no tenían un teléfono, ¿porque pues para qué chingados quieres uno a los 14 años?
Para jugar viborita en las clases aburridas (a escondidas, claro, porque la peor tragedia sería que el profesor te cachara y te quitara el teléfono) y entonces te sentías extremadamente rebelde porque eras un chico malo que no estaba poniendo atención a su clase de matemáticas.
Evidentemente, los 14 años es una edad muy teta.

Mi Nokia aguantaba toda clase de madrazos, sin importar qué tan fuertes fueran. Juro por Dios que me mira desde abajo que ese celular era virtualmente indestructible.
Además, si prendías el vibrador y ponías el teléfono encima de una mesa, podrías jugar carreritas usando los tonos (monofónicos).
Era como si la diversión nunca terminara con los teléfonos viejitos.

Después las cosas todavía mejoraron con los primeros celulares con pantalla de 256 colores, y las primeras cámaras chafísimas.
Era lo mejor de dos mundos: la simplicidad adorable y la "modernidad" impresionante. Debo admitir que era impresionante en sus tiempos.

No sé, llámenme anticuado, pero la verdad es que recuerdo con mucho más cariño esos teléfonos viejitos y anticuados, que las mini computadoras que tenemos ahora. Como que no tienen la personalidad de antes.
Todos los teléfonos son iguales hoy en día: una pantalla grande. That's it.

Evidentemente hacen muchísimas más cosas, y sería difícil imaginar una vida sin ellos, pero eso no quita que cuando recuerdo mis primeros celulares, suspire con cariño, para después agitar el puño con furia mientras veo lo que venden hoy en día.
En mis tiempos los celulares estaban mejor hechos.

miércoles, 20 de marzo de 2013

El vagón de las mujeres

Para los habitantes de la Ciudad de la Esperanza (en mi humilde opinión, un nombre que sólo podría estar más equivocado si fuera "La Ciudad del no apesta a basura todo el tiempo"), no es ninguna sorpresa que el gobierno haya tenido que separar a las mujeres de los hombres, en cuanto a transporte público se refiere.

Después de quién sabe cuántos casos de tocamientos indebidos en el metro y los camiones; los políticos pendejos por fin decidieron hacer algo al respecto.
En vez de educar a la gente para que pues... NO toquen sexualmente a otras personas cuando no deben, mejor decidieron crear transportes especiales donde los hombres no fueran permitidos.

Es triste cuando tu gobierno decide que es más fácil vivir como animales enjaulados a tratar de educarnos y civilizarnos.
Sea como sea, ahora los primeros 3 ó 4 vagones del metro son exclusivos para mujeres (o lo que pasa por mujer en este país lleno de simios)

Cuando uno escucha de la existencia de semejante lugar, imágenes de supermodelos luchando con almohadas en un vagón de metro vienen a la mente. Lamentablemente, nada podría estar más alejado de la realidad.

Una desas veces en las que accidentalmente me subí al vagón de mujeres sin darme cuenta, descubrí que había chicas más atractivas en los vagones de hombres que en aquél sexista y discriminatorio lugar.

Recuerdo una vez en la que yo me dirigía a mi trabajo y tuve que subirme al metro muy temprano por la mañana.
En la estación en la que me subí, no existía vagón de mujeres, así que como siempre suelo hacer, caminé hasta adelante del andén para evitar subirme con toda la raza apestosa.
Cuando el tren llegó, mi vagón estaba casi vacío. Éxito.

Una o dos estaciones después, noté que sólo subía pura mujer, y todas se me quedaban viendo feo.
De repente descubrí que era el único hombre ahí, y que sin querer había acabado en la zona para mujeres.

Lo curioso de todo esto es que las pinches viejas gordas y horrendas me veían como si yo las fuera a violar, y nadie se me acercaba porque aparentemente me tenían miedo.

Dude, no mamen, ¿en serio?
Son las 8 de la puta mañana, vengo medio dormido y lo único que quiero es llegar a mi estúpida oficina para poder quedarme jetón en paz; ¿de verdad creen que tengo algún interés en toquetearlas?
¡Tengo estándares, carajo!

El problema de darles un vagón a las mujeres, es que automáticamente las haces creer que son objetos sexuales, cuando la verdad es que la mayoría no llegan ni a orangutanes.

No dudo que haya cabrones muy degenerados allá afuera, pero por Dios, yo soy güerito; todo el mundo sabe que los güeritos no andamos acosando chingaderas, cuando podemos conseguirnos cosas mucho mejores sin tener que andar de caliente desesperado.

Me hicieron enojar mucho ese día.
Quédense con su estúpido vagón de mujeres, porque estoy seguro que para muchas de ustedes, ésa es la única oportunidad de sentirse femeninas en todo el día.

Perdón, hoy estoy de malas.
Los quelo.

miércoles, 6 de marzo de 2013

Mi sueño se ha cumplido

Matchbox Twenty viene a México.
La última vez que fui tan feliz, fue cuando... no, fuck it, creo que nunca había sido más feliz que hoy.

Digo, sólo llevo esperando este momento por 13 años, no big deal, right?

Voy a cambiarme de pantalones por tercera vez en el día, vuelvo en un parpadeo.

jueves, 21 de febrero de 2013

Del día en que me volví adulto

Algunos de los que me conocen podrán confirmarlo: una de las cosas que más me aterran en el mundo, es convertirme en un adulto aburrido y rutinario.
El prospecto de perder a mi "yo" inmaduro y divertido es algo que siempre me ha dado chingos de miedo.

De hecho, llevo un par de años luchando intensamente contra la inevitable realidad de que poco a poco estoy teniendo que entrar en regla y me estoy convirtiendo en un Godínez de 9 a 6.
It sucks, but there's pretty much no way around it.

Y la historia del día de hoy, lectores imaginarios, se lleva a cabo en algún día de finales del año pasado, en el que de golpe descubrí que ya era un adulto, y que las cosas no eran TAN malas como siempre las había imaginado.

Todo empezó en Facebook, donde comienzan la mayoría de las aventuras de las personas que tenemos que estar encerrados en un trabajo todo el día.
Sin motivo alguno, una de mis mejores amigas me empezó a mandar mensajes, diciéndome que estaba tremendamente aburrida en su chamba y que me extrañaba (and I can't really blame her, yo también me extrañaría si no pudiera verme todos los días)

"Pues hay que vernos, ¿puedes hoy?", le dije
"No, salgo bien tarde... ¿puedes mañana?"
"No, ya hice planes para cuando salga de aquí, ¿puedes el jueves?"
"No, porque también salgo tarde. O bueno, ¿nos vemos en la noche?"
"Mñeh"
"Ok, el jueves será"

Y así fue.
Yo sé, mis conversaciones son excesivamente interesantes, bear with me.
Al final, acordamos que iríamos a cenar a unas pizzas que estaban cerca de su casa, y que son tan buenas que podrías vender a tu primogénito con tal de poder comer una dulce dulce rebanada de cielo.

Cuando llegamos a las pizzas, el jueves en la noche, descubrimos que no aceptaban tarjeta, porque aparentemente siguen viviendo en el siglo XVII. Tal vez ése sea el secreto de su deliciosidad.
Como ninguno de los dos carga efectivo y no había ningún cajero cerca, decidimos que la mejor idea sería meternos al siguiente lugar que ofreciera comida y aceptara tarjeta de crédito.

Lamentablemente, ese lugar resultó ser Los Bisquets de Obregón.
"Fuck it", pensamos, porque pues ya hacía hambre y cualquier cosa era mejor que irnos a nuestras casas sin cenar.

Cuando nos sentamos, empezamos a ponernos al corriente de nuestras Godividas, y le informé a mi amiga que yo invitaba.

"¿Por qué? ¿Es una trampa?", me preguntó, demostrando una vez más que mis amigos me tienen una increíble confianza.
"No es una trampa; simplemente quiero celebrar que me acaban de dar un aumento, y ya hasta voy a tener a mi propia secretaria"

Iluso de mí, poco sabía en ese momento que mi secretaria iba a ser la mujer más gorda y pendeja que he tenido la desgracia de conocer en mi no muy larga, pero eso sí, muy apuesta vida.

Seguimos platicando de nimiedades en lo que se acercaba alguien a darnos un menú, porque Los Bisquets tienen un servicio tan malo que podría ser comparado con el desempeño laboral de mi secretaria.
Eventualmente, un mesero nos dio la carta de mala gana.

Me puse a ver todos los platillos, esperando encontrar algo que se me antojara, pero nada me llamaba la atención.
De repente, vi una foto de unos hot cakes que se veían bastante buenos.

"Carajo, mira qué chingones se ven estos hot cakes", le comenté a mi amiga, la cual estaba ojeando alguna de esas chingaderas bajas en calorías que come la gente flaca.
"Sí, se ven buenos", me contestó, dándome el avión más obvio de los 7 cielos.

"Es una lástima que ya no los pueda pedir, porque pues ya no es la hora del desayuno", agregué.

Fue justo en ese momento cuando algo me hizo clic en la cabeza, y después de un par de segundos de silencio me di cuenta de las cosas.

"No, momento, yo puedo pedir lo que se me pegue la gana. Es MI dinero y es MI comida. Ya estoy en edad de comer lo que se me pinche antoje en el momento en que se me pinche antoje", exclamé con voz autoritaria y sensual.
"Sí, ándale, pídelos", me dijo mi amiga, sin hacerme mucho caso.

De repente, me di cuenta de que ya no era un niño. Mis decisiones ya eran mías nada más, y yo era el que podía tomar el control de mi vida.
No sé en qué momento pasó, pero ya era un adulto.
De la nada me cayó el veinte, y de golpe dejé de sentirme niño.

Gano mi propio dinero (y la verdad no gano nada mal), puedo hacer mis propias compras, no tengo que pedirle permiso a nadie ni tengo que rendir cuentas.
Si quiero comprarme chingos de pendejadas y gastarme todo mi dinero en cenas que deberían de haber sido desayunos, es mi pinche problema.

El mundo estaba lleno de oportunidades, porque no tengo esposa ni hijos, así que todo mi sueldo es para mí solito.

It was a good day to be me.
Fuck, I'm incredible.

En fin, ésa es la historia de los hot cakes que me convirtieron en adulto.





EPÍLOGO:
Al final, ni siquiera me pude acabar los hot cakes, porque era muchísimo pan, y comer algo tan dulce a esas horas ya me cae pesado.
Fue justo en ese momento en el que me di cuenta de que no sólo era un adulto, sino que ya era un maldito anciano.
Ésa es la historia de los hot cakes que me hicieron sentirme viejo y débil.

miércoles, 13 de febrero de 2013

Del día de San Valentín

No voy a mentirles, once upon a time yo también era desos que odiaban el 14 de febrero, porque fuck the system y maldita sociedad capitalista y levanten el puño contra lo establecido, y todas esas estúpidas cosas que los adolescentes piensan que tienen que decir para sonar cool y profundos.
Debo confesarles que en su momento, yo también fui adolescente (desos de pelo largo y playeras "rebeldes")

Después de varios años de despotricar contra todo lo que representaba el día del amor y la amistad, decidí que era mejor aceptarlo, porque pues siendo honestos es un día de sexo y chocolates, y pues, ¿quién podría odiar un día de sexo y chocolates?
Los estúpidos diabéticos vírgenes, that's who. Fuck those jerks.

Evidentemente, mi periodo de luna de miel con el 14 de febrero también llegó a su fin, porque sinceramente me aburro muy rápido de las cosas (y de hecho, en lo que llevo escribiendo este post, ya me distraje como 5 veces porque me es difícil escribir más de 2 minutos seguidos... actually, make it 6 times)

Hoy en día, me encuentro en un punto bastante neutro en cuanto a mis sentimientos por el día de San Valentín; porque pues... ¿acaso importa?; es simplemente un día como cualquier otro, pero con más gente vestida de rojo y más globos en la calle.
Además, siempre es increíble ver coches tapizados de post-its ridículos e imaginar la cara del dueño cuando se dé cuenta.
Sabes que tendrá que fingir que está feliz y que es un detallazo, pero que en el fondo estará mentando madres.

Tambíén está chido ver a las mujeres que ESPERAN que su novio/pareja/pobrediablo/abo se esfuerce en hacerles un día tremendamente especial.
Esperan que gaste chingos de dinero en flores caras, chocolates caros, regalos caros, cartas caras (en cuanto a precio de desgaste emocional se refiere) y hasta calcetines caros; todo con tal de que la princesa pueda presumirle a sus amigas vicuas que su novio la ama mucho porque se gasta dinero en ella.
Yo tuve una novia así hace unos años, y era tremendamente molesto.

Una vez me contó que una amiga suya cumplía años, y pues invitó a muchos a un bar/antro tremendamente caro.
Como siempre pasa cuando mucha gente va a uno de esos lugares, al llegar la cuenta todos se hicieron medio pendejos y faltó mucho dinero.
Mi entonces novia me dijo que el pendejazo del novio de su amiga había acabado poniendo más de 2000 pesos para poder pagar la cuenta.

"Pues qué estúpido", fue mi respuesta. Aparentemente, no fue la respuesta correcta.
Pasé las siguientes dos horas escuchando su explicación de cómo ese tipo debía de amar mucho a su novia, porque se había gastado mucho dinero en ella, y era obvio que la gente que gasta mucho dinero ama más a sus novias.
Hasta donde me enteré, pocas semanas después el tipo le puso el cuerno a la pendeja del cumpleaños caro.

Eventualmente corté con esa novia; o bueno, más bien ella me cortó porque yo era pobre y no tenía coche, y entonces decidió ponerme el cuerno con su mejor amigo, porque él sí podía ir a antros caros y pagarle su consumo.
Creo que fue una de las relaciones más enfermas que he tenido.

Aunque también tuve a esta otra novia, la cual sólo estaba conmigo porque nos parecía divertido ver cómo podíamos sabotearnos la vida mutuamente.
Pasamos cerca de dos años tratando de jodernos el uno al otro (quiero pensar que sin darnos cuenta racionalmente), porque cuando estábamos encabronados el sexo era más divertido (en especial en lugares semi-públicos).

Cuando el sexo regresaba a ser normal, alguno de los dos hacía algo estúpidamente estúpido para tratar de arruinarle la vida a la otra persona, y entonces provocar un pleito tan grande que volviera a inyectarle pasión a nuestro amor de preparatoria. Fun times.

Recuerdo una vez que la tipa me cortó para poder empezar a andar con un cabrón que me caía sumamente mal.
Cuando se empezó a besar con él en un lugar donde no había forma de que yo no los viera, decidí tomar venganza y empezar a andar con su mejor amiga (la cual estaba medio fea, entonces obviamente me dijo que sí, porque c'mon, soy tremendamente guapo)
Las cosas escalaron en el sentido de "a ver quién puede tener muestras de afecto público más cabronas", y llegó a ser tan quasi-pornográfico, que amenazaron con corrernos de las trajineras de Xochimilco por obscenidad en la vía pública.
Creo que fue cuando la policía nos regañaba a los 4 (mi novia y su nuevo novio, y mi nueva novia y yo), que descubrimos que realmente nos amábamos, así que botamos a nuestras nuevas parejas en ese mismo monento para volver a estar juntos ella y yo.
Fue una cosa mágica de amor verdadero.

Otra vez diferente, pero también en las trajineras, me ligué a una tipa muy fea, porque pues yo estaba ebrio y caliente, y el alcohol y las hormonas hacen que uno baje los estándares y los pantalones.
La pobre tipa fea no entendió que la cosa era desas cosas que son cosas del momento, y pues quiso enseriarse, a lo cual yo respondí como buen caballero y salí corriendo de ahí (metafóricamente, porque tengo pésima condición física y entonces no corro)

Pasé cerca de 2 horas sintiéndome mal conmigo mismo por haberla tratado así, pero después vi un espejo y me di cuenta de que la gente guapa no debe de sentirse mal por la gente fea.
Si lo pensamos bien, en realidad le hice un favor y soy un héroe.

Y es que, ¿se imaginan?, tal vez en este preciso momento, en algún lugar de... donde sea que se reunan los feos, aquella fea esté pensando en la vez que se agarró con un tipo sensual y ojiverde, que en un futuro tendría una impresionante barba güerita que lo haría ver aún más sexy que antes.

Tal vez justo ahora ella esté recordando esas trajineras del mes de... no sé, quiero decir noviembre pero no estoy muy seguro; y pensando en lo afortunada que fue de poseer brevemente la atención de ese muchacho que cambió su vida para siempre.
Who knows?, tal vez piense constantemente en aquella tardenoche mientras se emociona y le mete el dedo al pastel.

Y si lo pensamos, ¿acaso ése no es el verdedro significado del 14 de febrero?
El día de San Valentín se trata de pasteles y de amor, como dirían esos románticos a la antigüita.

lunes, 11 de febrero de 2013

Sugerencia universitaria

Sin importar si vas a una escuela pública o privada, hay algo que le hace muchísima falta a los planes educativos de México: una clase que te prepare para ser un Godínez.

Seriously, todas las carreras deberían de tener al menos dos semestres en los cuales se te imparta toda la serie de reglas y códigos éticos de la vida que está a punto de caerte encima.
Hoy en día, los jóvenes estamos saliendo al mundo laboral sin ningún tipo de preparación educativa Godínez.

Sure, tal vez sepamos mucho sobre nuestra carrera, y tengamos vastos talentos capaces de hacernos ser útiles y sensuales al mismo tiempo (then again, tal vez sólo estoy hablando de mí); pero lo que no sabemos es cómo adaptarnos a la Godinancia que está frente a nosotros.

Por eso, cuando llegamos a una oficina, no conocemos cómo funciona la diplomacia de los tuppers, o el small talk acerca del bebé feo de la recepcionista; no sabemos cómo enfrentar las pendejadas del "es viernes y el cuerpo lo sabe", ni tenemos en cuenta que hay que llegar temprano para ganar prime real state del refri de la oficina, antes de que las tortillas de la gorda de contabilidad se apañen todo el espacio que no está directamente abajo del congelador que nadie ha limpiado en meses y que tiene una capa de hielo más gruesa que la amargura del tipo del cubículo de la esquina.

Necesitamos que las universidades empiecen a impartir clases Godínez, para que una vez que el estudiante se encuentre en el mundo real, esté preparado para ver cómo su alma muere un poquito cada día, atrapada por las políticas de la empresa y el aburrimiento masivo que al cual tiene que enfrentarse todos los días de 9 a 6.

lunes, 28 de enero de 2013

De ser jóven e influenciable

Leyendo la entrada de mi querida y robusta amiga Mandarine (la cual seguramente ya borró, por paranóica), fui transportado a mi pasado.
A mi ñoño y ridículo pasado.

Tal vez algunos de ustedes no lo sepan, pero Dexter no es mi verdadero nombre. Shocking, yo lo sé. Les daré unos cuantos segundos para reponerse.
¿Ya? Cool, cool.

En fin, el caso es que me empezaron a decir Dexter porque yo era idéntico al monito del Laboratorio de Dexter: ñoño, de lentes, chaparro. En conclusión: yo era un total loser.

Evidentemente, como el loser que era, lo único que me importaban eran las calificaciones, porque si ya iba a ser un perdedor, carajo, lo iba a hacer bien.
Como era de esperarse, mis buenas calificaciones me hicieron acreedor de la burla de la mayoría de mis compañeros, lo cual me afectó profundamente la autoestima.

No voy a aburrirlos con la emocionante historia de cómo pasé de ser ese niño nerd y ridículo al joven apuesto y brillante que soy hoy en día.
No señor, no lo haré, porque el punto de este post es otro: hablar de cómo cuando eres niño, eres un imbécil que deja que los demás determinen el rumbo de su vida.

Al no tener personalidad propia, los niños siempre dejan que los comentarios de los demás los afecten profundamente, porque pues deben de tener razón, ¿no?
Cuando todavía no eres nadie, lo que los demás piensen de ti es lo que eres.

¿Te dicen cuatrojos? Tu personalidad se resume en que tienes lentes.
¿Te dicen enano? Lo único importante de tu vida es que eres chaparro.
¿Te dicen pitolargo? Nadie te dice pitolargo, no seas mentiroso.

Después, cuando pasas a la adolescencia, es aún peor.
Cuando eres un adolescente pendejo, las críticas de los demás son sumamente destructivas.
Estás tan desesperado por encajar y ser parte de un grupo, que no te esfuerzas en desarrollar personalidad propia: todo tu esfuerzo está enfocado en hacer clic con la manada.

Es curioso como justo cuando necesitas que los demás sean amables contigo, es cuando más crueles son.

Yo tenía un punto aquí, pero lo olvidé porque entró mi jefe a regañarme que ya me ponga a trabajar en vez de perder el tiempo.


CONTINUARÁ...

martes, 15 de enero de 2013

De otra boda

Pues otra boda parece acercarse a mi vida.
A diferencia de la anterior (que fue de una conocida con su propio primo), ésta no es naca.

De hecho, es la boda de mi hermana. La única hermana que tengo (hasta donde sé)

Como era de esperarse, mi familia está vuelta loca, corriendo de aquí y allá para que las cosas salgan.

Sinceramente creo que todos están felices porque pensábamos que nadie iba a poder aguantar a mi hermana de por vida. Ya la veíamos vistiendo santos y poniendo velas de cabeza, o lo que sea que se haga cuando uno es una solterona.

En fin, supongo que lo que quiero decir es que yo también estoy emocionado, porque pues ¡mi hermana se casa!

Los mantendremos informados con los preparativos, aunque les interese un carajo.
Deal with it, bitches.