lunes, 27 de febrero de 2012

Ligeramente nervioso

So yeah, resulta que el jueves es mi examen profesional, y estoy un poco bastante muy nervioso.

Yo sé que es virtualmente imposible reprobar este tipo de cosas, porque solamente 1 de como cada 60 estudiantes reprueban un examen profesional, pero ¿qué tal que yo soy ese 1?
¿Qué tal que hago el ridículo enfrente de mi familia y de mis amigos, y a partir de ese día todos me conocen como Reprobín?

Además, ese día tengo que ir con traje y corbata, y tengo que usar zapatos de vestir.
Yo NUNCA uso zapatos de vestir. Los odio.
Además, los acabo de comprar y son estúpidamente resbalosos, así que tengo miedo de que cuando me digan que reprobé, yo entre en shock, de un paso hacia atrás para tratar de comprender mejor la noticia, me resbale y me caiga.
Double ridicule combo!

Nah, seamos realistas; aunque reprobara y me cayera en un charco de lodo (ah, porque en mi imaginación me caigo en un charco de lodo que salió de la nada), me seguiría viendo sumamente guapo.

Supongo que no hay forma de que esto malga sal.

martes, 21 de febrero de 2012

Frases de autoayuda

Las frases de autoayuda siempre me han parecido tan estúpidas como los libros de Coelho o las canciones de Arjona.
Y es que la filosofía barata de libro de Sanborns me parece una forma muy ridícula de pensar que todo el mundo conspira para que todo nos salga bien, porque evidentemente somos el centro del universo.

Fuck you very much, estúpida autoayuda.

Analicemos:


- La gente se arregla todos los días el cabello, ¿por qué no el corazón? (Proverbio chino)

Porque para arreglarte el cabello sólo necesitas un peine, y para arreglarte el corazón necesitas años de estudios médicos, anestesia general, y un bisturí afilado.
Estúpida frase.

- La acción es lo único que tiene valor. Soñar que se juega al tenis no es nada. Leer libros de tenis no es nada. Jugar al tenis es un gran placer (Maurais)

Es un enorme placer indeed.
Es más; la única forma en que puedo alcanzar un orgasmo es jugando tenis.
Y por cierto, pinches paraplégicos, ustedes no son nada, porque nunca van a poder jugar tenis.

- No se le puede enseñar nada a nadie, sólo se le puede ayudar a que lo encuentre dentro de sí (Galileo)

Evidentemente, todos nacimos sabiendo leer, escribir, multiplicar, astrofísica avanzada, los nombres de las capitales de todos los países del mundo, y C++
El problema es que no lo hemos encontrado dentro de nosotros.

- No hay árbol que el viento no haya sacudido (Proverbio Hindú)

"Y no hay vaca a la que no hayamos adorado y considerado nuestra diosa" (Otro estúpido proverbio hindú)

- Un camino de mil millas comienza con un paso (Benjamín Franklin)

A menos que viajes en avión, porque entonces comienza con el registro de equipaje y la llegada al aeropuerto 2 horas antes (3 si es vuelo internacional)

- La clave de todo está en la paciencia. Un pollo se obtiene empollando el huevo, no rompiéndolo (Arnold Glasow)

¿A poco ustedes no se la pasan empollando cada vez que quieren unos McNuggets?

- Para enseñar a los demás, primero has de enderezarte a ti mismo (Buda)

La filosofía de vida de los nudistas y flashers.

- El que teme sufrir, ya sufre el temor (Proverbio Chino)

Y bajo esa lógica, el que quiere coger, ya coge el querer.

- Me gustan los árboles porque parecen más conformes que otros seres con la manera en que les ha tocado vivir (Willa Cather)

¿Escucharon, niños? Tener sueños y ambiciones es malo. Todos debemos ser como los árboles: inmóviles, grandes y llenos de hojas.

- Cuando estamos muertos nos comen los gusanos, cuando estamos vivos nos comen las preocupaciones (Proverbio Judío)

Y cuando se nos poncha una llanta, nos madreamos al valet parking de nuestro edificio.
Pfft, judíos.

- Caerse está permitido, levantarse es obligatorio (Proverbio Ruso)

A menos que te caigas de un décimo piso, porque entonces está medio cabrón.

- Si te caes siete veces, levántate ocho (Proverbio Chino)

O espérate a que se te baje la peda, pinche necio.

- El que es malo para sí, ¿para quién será bueno? (Eclesiástico 14,5)

Para las gordas. Las gordas no pueden darse el lujo de despreciar a nadie.

- A veces sentimos que lo que hacemos es tan sólo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara una gota (Madre Teresa)

Pero a nadie le importaría, porque no mamen, nadie está contando cuántas pinches gotas tiene el mar.

lunes, 20 de febrero de 2012

Genocidio

Cualquier persona que haya convivido con mi hermana y conmigo, sabe que somos encantadoramente adorables.
Cualquier persona que haya convivido un poco más con mi hermana y conmigo, también sabe que usamos nuestra adorabilidancia para esconder un profundo profundo odio hacia el ser humano.

No sé cómo nos educaron mis padres, pero el caso es que crecimos como misántropos amargados (pero muy guapos).

Justamente hoy, mientras cenábamos todos en familia (acontecimiento raro), mi hermana dijo que acababa de conseguir un libro sobre mecanismos de tortura.

"¿Por qué lees esas cosas?", preguntó mi señora madre, mitad curiosa y mitad resignada a que sus hijos fueran así.

"Meh, no viene nada anyway. No hay sangre, ni tripas, ni huesos triturados", contestó mi querida hermana, decepcionada.

A pesar de las protestas de nuestros padres, nosotros seguimos hablando de eso por un rato más, hasta que nos aburrimos y entonces empezamos a hablar de asesinos en serie.

Eventualmente, llegamos a la conclusión de que nosotros seríamos unos excelentes asesinos en serie.

I mean, ¿qué tan difícil puede ser?
Lo único que tienes que hacer, es ser más listo que la policía.
¿Han visto a la policía de este país? Hasta mi zapato podría ser más inteligente que ellos.

El gran problema de los asesinos en serie, es que sus víctimas siempre siguen un mismo patrón.
Si no mataran al mismo tipo de personas, nadie podrían hacer un perfil psicológico del homicida y por tanto nadie podría atraparlo.
El secreto para ser eficiente, es matar a gente al azar.

Claro, parte del chiste es dejar pistas, o cartas, o algo así; pero si las cosas se hacen bien, esas cartas en vez de dar pistas servirían para confundir a los investigadores.
Además, si uno no viola a sus víctimas, no hay forma de que puedan tener evidencia biológica contra ti.

Y si las víctimas son personas desconocidas, la policía no podrá encontrar ningún tipo de lazo emocional que te inculpe.

Supongo que la única parte difícil de ser un asesino en serie, es atreverse a matar a la primera persona. Después de la primera vez, todo debe volverse más fácil.

Yo, en lo particular, me dedicaría a matar a la gente que camina lentísimo en los pasillos y le estorba el paso a todos los demás. Esas personas merecen morir.

Bah, yo sería un excelente asesino. La gente es tonta y huele feo.

Roguémosle a Dios que nunca nadie me dé una pistola.

lunes, 13 de febrero de 2012

Postception

Los volví a ver.
Recuerdo muy bien cuando vi aquellos deliciosos chocolates. Eran los tiempos de la influenza porcina en México; cuando nos preocupaba que alguien, sin que importara quién, pudiera acercarse y repentinamente te contagiara. Recuerdo que yo amaba esos tiempos.
No sé, era todo mucho más simple; yo lo recuerdo.

Ahora veo el calendario, y fue hace tiempo. La influenza ya desapareció, ha pasado a ser historia, pasado a ser un recuerdo y no se por qué. Hoy recuerdo esos chocolates que te regalé y ahora sinceramente odio.

Tu recuerdo me confunde el cerebro, tengo un gran problema al darme cuenta que es en días como hoy que extraño esos chocolates, y mientras ese recuerdo siga ahí, más conflictuado estaré. Lo recuerdo, te dije "no es que odie los chocolates, pero son más caros de lo que te puedo ofrecer".
Ya me voy, tengo que viajar lejos, a casa, para así poderte extrañar.



Y de esta forma, lectores imaginarios, termino mi primer postception: un post dentro de un post.
El que entendió, entendió; y el que no... pues tiene que leer cada quinta palabra del post.
Trataría de dejárselos de tarea, para que ustedes descifren mi código pitero inventado, pero me caen demasiado bien, y además sé que son unos huevones.
Feliz 14 de febrero a todos.

martes, 7 de febrero de 2012

Parafraseando a los Simpson, ejemplos prácticos

"Ya se va a acabar la temporada de americano" - Uy, qué mal...

"Pero eso significa que se acerca el Super Bowl" - ¡Qué bien!

"Aunque los estúpidos Patriotas van a jugar" - Qué mal...

"Pero van contra Eli Manning, y se puede repetir la historia de febrero del 2008" - ¡Qué bien!

"Aunque claro, también puede pasar que NO se repita la historia de febrero del 2008" - Qué mal...

"Pero ese día puedes comprar alitas de Hooters" - ¡Qué bien!

"El pedo es que seguramente Hooters va a estar llenísimo" - Qué mal...

"Pero hay un Wing Stop muy cerca de tu nueva casa" - ¡Qué bien!

"Aunque creo que es igual de caro que Hooters" - Qué mal...

"Pero en tu casa hay un chingo de cervezas" - ¡Qué bien!

"Y seguro te las vas a acabar todas para tratar de desenchilarte de las alitas estúpidamente picantes" - Qué mal...

"Pero hey, los Patriotas perdieron. De nuevo." - ¡Qué bien!

"Aunque tu alegría es momentánea, porque te acabas de dar cuenta de que pronto tendrás que ir al baño a sacar esas alitas estúpidamente picantes, y te va a arder mucho" - Qué mal...

"Pero al menos estaban mucho muy deliciosas" - ¡Qué bien!

"La salsa de las alitas tenía benzoato de potasio" - ...

"Qué mal" - ¿Ya puedo irme?

miércoles, 1 de febrero de 2012

Consejos estúpidos

Los dichos populares son muy parecidos a los comentarios de tu tío alcohólico durante la sobremesa de una comida dominguera: bien intencionados, pero estúpidos.

Independientemente de que al que obre mal se le pudra el tamal pero como nació para eso, del cielo le caigan las hojas; los dichos populares siempre me han confundido un poco.
I mean, seguro detrás de sus frasecitas pegajosas hay una historia que haga que todo tenga sentido, pero como no conocemos el origen, lo único que nos queda es aceptar que a un caballo regalado no se le ven los colmillos.

Sea como sea, esas oraciones ya han pasado a ser parte de nosotros.

Y mi historia del día de hoy comienza con uno de esos consejos ridículos que tantas veces hemos oído:

Hace un par de años, me encontraba en mi universidad, perdiendo el tiempo entre clases, como todos los días.
Mis amigas estaban hablando acerca de los dichos populares, y yo estaba acostado abajo de un árbol, tratando de dormir pero fracasando.

Eventualmente, pasaron de recitar oraciones por todos conocidas, a darse un montón de consejos rosas y cursis acerca de la vida.

"Creo que una de las mejores cosas que puedes hacer, es llegar con un homeless y ponerte a platicar con él. Ellos son personas que simplemente quieren ser tratados como tales, y nadie los toma en cuenta. Además de dinero, necesitan que alguien los ayude a mantener su dignidad", dijo una de mis ridículas amigas, que a partir de ahora será conocida como Abejamorada.

"Necesitan conseguir un trabajo, y una casa. Vagos de mierda.", dije yo, desde abajo de mi árbol. La falta de sueño me vuelve irritable.

El resto del día pasó sin pena ni gloria, y las clases terminaron.
Como todos los días, yo me iba a regresar a mi casa con otra amiga que llamaremos Netadelplaneta.

Mientras Netadelplaneta y yo caminábamos tranquilamente, nos dimos cuenta de que había un vago pidiendo dinero sentado en la calle, a unos cuantos metros de nosotros.

"¿Crees que Abejamorada tenga razón?", le pregunté a Netadelplaneta.
"¿En qué?, ¿en eso de que a lo mejor lo que quieren los homeless es que los traten como a personas?", me contestó.
"Ajá", dije, muy elocuentemente.

Decidimos que ésa sería una buena oportunidad de probar la teoría de Abejamorada, así que acordamos que yo me acercaría al vago para darle unos cuantos pesos y tratar de hacerle conversación.

Caminé con toda la seguridad que una persona puede tener mientras se acerca a alguien que no se ha bañado en meses (y que aparentemente usa su olor corporal como mecanismo de defensa) y le dije "Buenas tardes, señor, ¿cómo está?"
El vago se me quedó viendo en silencio.

"Ehhh... ¿tiene hambre?, ¿quiere que le compre algo de comer?", le dije a mi nuevo amigo, el apestoso señor. Él me contestó que preferiría que sólo le diera el dinero.
Seguro se lo iba a gastar en drogas y alcohol, pero la verdad es que yo planeaba hacer lo mismo con ese dinero, así que le di un billete de 20 pesos.

El problema de tratar a un homeless como otra persona cualquiera, es el mismo problema que tengo con cualquier persona cualquiera: no tengo idea de cómo empezar una conversación con alguien que no conozco.

Netadelplaneta me veía interesada, como tratando de evaluar si nuestro experimento estaba siendo un éxito o no.
Desesperado por llenar el silencio con algo un poco menos silencioso, le dije al vago "Y... ¿qué me cuenta?"

Él se me quedó viendo fijamente, y después me dijo "Si fueras mío, te tendría descalzo todo el tiempo"
Creepy shit right there.

Me alejé un poco, y voltée a ver a Netadelplaneta, lo cual hizo que el vago también la volteara a ver. La miró de pies a cabeza y le dijo "Y a ti te mantendría embarazada por 10 años"

Netadelplaneta y yo nos quedamos en silencio por unos cuantos segundos, y con una rápida mirada nos dijimos que era momento de salir de ahí. Pronto.

"Eh, sí, este... bueno, ya nos vamos. Que esté bien", dije, y después empecé a caminar lo más rápido posible sin voltear hacia atrás.

Cuadra y media después, le dije a Netadelplaneta "El consejo de Abejamorada es el más estúpido del mundo"
"Sí, que se joda, maldita Abejamorada"

Supongo que algunos vagos son vagos no porque no consigan trabajo, o porque la sociedad no haya sido justa con ellos; sino porque están bien pinches locos.

True story.