domingo, 29 de agosto de 2010

Las reglas

Es una historia que puede aburrirte, pero no tienes que escucharla, porque siempre supe que iba a terminar así.

Un enorme entumecimiento se apodera de mí mientras dejo ir el pasado y trato de mirar hacia el futuro.
Pretendo ser un vampiro, pero realmente no tengo que pretender nada, porque esto es quien yo soy: un vampiro de emociones.
Simplemente he llegado a esperar que así sea: que los vampiros son reales, que nací de esta forma, que me alimento de las emociones de otras personas.

¿Dices que quieres conocerme?
¿Qué significa eso?
¿Conocerme? Nadie puede conocer realmente a nadie más, nunca.
Jamás podrás conocerme.

"Te atrapé; eres mío ahora.
Eres mío por el resto del día, semana, mes, año, vida.

¿Ya adivinaste quién soy? A veces creo que ya lo hiciste.
A veces cuando estás parado entre la gente, siento esos increíbles ojos verdes pararse sobre mí.
¿Tienes demasiado miedo de venir y dejarme saber lo que sientes?
Quiero gemir y gritar contigo; quiero llegar y besarte, quiero jalarte hacia mí y decirte te amo te amo te amo te amo mientras me quito la ropa. Lo quiero tanto que duele.
Quiero matar a todas las chicas feas con las que siempre estás. ¿En serio te gustan esas chicas aburridas, ingenuas, vacías, ridículas y calculadoras, o simplemente es por sexo?

Las semillas del amor están plantadas, y si no nos quemamos juntos, me quemaré sola."

No sabía a dónde ir... algún lugar desocupado, tal vez.
Al principio pensé que jamás iba a poder olvidar ciertas cosas de ella, pero al final, lo único en lo que podía pensar era









Ya no sé ni quién soy, y me siento como el fantasma de un completo extraño.