lunes, 6 de diciembre de 2010

Decepcionante

Yo sé que todo el tiempo lo digo, y también sé que he estado consciente de ello durante la mayor parte de mi vida; pero tengo que decirlo de nuevo:
La gente es sumamente idiota.

No sé qué esté pasando últimamente, pero por alguna razón, recientemente me he ido decepcionando más y más de la enorme mayoría de la humanidad.
En serio, es como si se esforzaran en encontrar nuevas formas de ser imbéciles.
Cada. Vez. Más. Imbéciles.

Tal vez sea que las redes sociales le han dado a la gente la oportunidad de hacer más evidente la imbecilidad que siempre han tenido latente; pero sea como sea, es sumamente triste darse cuenta de la poquísima capacidad de sinapsis que existe en sus pequeños y tristes cerebritos.

Abrir Facebook y encontrarte con millones de faltas de ortografía (ortografía básica, además) es algo que provoca decepción y tristeza.
¿Por qué alguien dejaría que su nombre estuviera relacionado con faltas ortográficas que cualquier niño de primaria podría detectar?
¿Se han dado cuenta de eso, estúpidas personas?
¿Sabían que junto a sus mensajitos ridículos y mal escritos, está su nombre?

He pensado seriamente en cerrar mi cuenta de Facebook sólo para evitar tener que sentir cierto golpe en el estómago cada vez que me doy cuenta de que gente cercana a mí es igual de idiota que la mayoría de la humanidad.
Bueno, supongo que es lógico... después de todo, no sería la mayoría si hubieran muchas excepciones.

Y después, tenemos Twitter.
La gente sigue asumiendo que su vida es interesante, y que nos interesa saber cada detalle de su ridícula rutina. Asumen que al informarnos que están en un café o que van a entrar al cine; llenan un vacío de información que nos tenía mordiéndonos las uñas.
Then again, no se puede esperar más de la gente.

Pero Twitter está trayendo consigo un fenómeno que nunca antes había existido:
Humanizar a las celebridades.

Antes, los famosos, los rockeros, los actores, etcétera; estaban en un plano inalcanzable para el común de las personas.
Eran seres misteriosos, y sólo podíamos asumir lo interesantes que eran.
Ahora, como cualquiera puede seguirlos en Twitter, cualquiera puede darse cuenta de que escriben la misma clase de estupideces que el resto del mundo.
Y con las mismas pendejas faltas de ortografía.

Las celebridades han perdido el aire de misticismo para pasar a ser parte de la enorme parte de la humanidad que comparte ese ligero retraso mental.

En serio, es como si no existieran suficientes formas de probarle al mundo lo idiotas que son, y entonces tuvieran que buscar NUEVAS formas de mostrarnos a todos que deberíamos de darles un trofeo por haber aprendido a amarrarse las agujetas.

Hitler no estaba tan equivocado con lo del genocidio masivo... simplemente apuntó bajo.
No hay que matar a los judíos nada más: hay que acabar con toda la humanidad.