De momentos en azoteas

"¿Qué crees que pase si aviento una sandía desde aquí?", le pregunté a mi amiga.

"¿Cuál es tu obsesión con las sandías? Jamás lo he entendido...", me contestó sin voltearme a ver: estaba demasiado ocupada balancéandose en la cornisa, y moviéndole cosas a su cámara.

La miré, ligeramente nervioso, "estamos como a 8 pisos del suelo, y tu cabeza tiene forma de sandía, si sigues pendejeando, igual y lo descubrimos..."

Mi amiga bajó su cámara un segundo, me volteó a ver, y me sacó la lengua; después volvió a concentrarse en lo que hacía.

"En serio, ¿tienes que pararte en la estúpida orillita de la estúpida azotea? Me pones nervioso, niña", le pregunté, mientras miraba por encima del barandal y sentía un poco de vértigo.

Ella seguía callada, concentrada en las fotos que estaba tomando.
Yo no soporto los silencios, así que seguí hablando.

"¿Sabías que la gran mayoría de las caídas de azotea ocurren en primavera?", le dije, inventándome un dato que sonaba interesante.

"Shhh, tú tienes que ser bonito, no inteligente", me contestó, y una vez más, no me volteó a ver.
Odio esa frase, no sé por qué se la enseñé.

Observé en silencio a mi amiga.
Mi mente empezó a debrayar, y mi tren de pensamiento empezó a viajar sin sentido:

La quería mucho, era normal preocuparme de que le pudiera pasar algo, ¿no?

No entendía por qué carajo tenía que estar tan en la orilla, la verdad sí era peligroso; aunque claro, yo siempre le he tenido miedo a las alturas, así que siempre lo he proyectado en los demás.
Me caga que la gente que quiero corra riesgos a lo pendejo.

Digo, una cosa sería tirar una sandía desde la azotea, porque eso sería increíblemente cool; pero otra muy distinta sería que ella se cayera.
Una sandía explotaría en la forma más amazing del mundo, salpicando todo lo de alrededor, y en general viéndose bien chido; pero mi amiga no explotaría tan chingón.

¿Y si cae de pie?
Igual y nada más se rompería las piernas o quedaría paralítica.
Nah, estábamos demasiado alto, seguro sí se mataría, aunque cayera de pie...

Pero en Youtube hay videos de gente que se avienta desde altísimo, y no le pasa nada. Claro, ellos caen con una marometa, así que supongo que eso absorbe toda la fuerza de la caída.
Carajo, saber parkour debe de ser increíble; uno puede ser como un ninja urbano, brincando de pared en pared.

Seguro podría entrar a un bar y decirle a una chica linda "hey, chica linda, yo sé parkour y puedo saltar desde un octavo piso sin que me pase nada, ¿quieres acostarte conmigo?" y ella me diría que sí, porque, ¡qué diablos, soy como un maldito superhéroe!

Podría tratar de aprender parkour, pero soy torpe cual guajolote con patines; así que seguro me partiría la madre en el primer salto que tratara de hacer, aunque nada más fuera brincar unos cuantos escalones.
Creo que por eso mis papás no me dejan jugar con cosas filosas, porque saben que soy un enorme peligro para mí mismo.

Ja, seguro ser mi padre debe de haber sido bien difícil.
No sé cómo lograron que yo sobreviviera a mi infancia. Qué buenos padres son, caray.

Me pregunto qué diría mi mamá si llegara al rato y le dijera "hey madre, quiero aprender parkour". Seguro me diría que no, que estoy loco; y después me preguntaría qué es parkour.
Tendría que enseñarle unos videos, y entonces ella me volvería a decir que no, que estoy loco.

Pero bueno, mi amiga es mucho más ágil que yo, igual y ella sí podría aprender.
Eso sería increíblemente útil ahorita, porque se puede caer en cualquier pinche momento.

No mames, mírala, está ahí, parada toda quieta y callada.
Debería de pintarse de plateado y ponerse en Coyoacán, como esos tipos que se hacen pasar por estatuas y la gente les da dinero. Ganar dinero por no hacer absolutamente nada; eso suena increíblemente cool.
Sí, ella podría hacer absolutamente nada.

No entiendo cómo no se mueve... hay mucho aire... yo ya me habría bajado de ahí, todo marica y asustado.

Carajo, ojalá no se caiga.

La gente podría pensar que yo la empujé. Sería un desmadre.
Además, aunque yo sabría que no lo hice, en cuanto me preguntaran, me daría miedo que mi reacción hiciera pensar que yo la maté.
Ellos me dirían "¿la empujaste?" y entonces yo diría "¡no mames, claro que no!", pero sería tan enfático que podría parecer como que sí lo hice, y sólo estoy mintiendo para no ir a la cárcel.
No puedo ir a la cárcel.

Además, aunque no pensaran que la maté, de todos modos tendría que ir al funeral, y entonces todos me verían raro, porque yo soy el guey que estaba con ella cuando se cayó de la azotea y se mató.
Todos me señalarían, y susurrarían cosas de mí. Sería lo más incómodo del mundo...
Odio los funerales.

Fuck, no puedo ir a su funeral... mi única camisa negra está sucia, ¿qué me pondría?
Seguro si llevara mi playera de galletitas, sería un faux pas social, y lo último que necesita el guey del que todos sospechan, es quedar mal con la familia de la muerta, usando playeras inapropiadas para ocasiones solemnes...


En eso, mi amiga se bajó de la cornisa, y dijo "¡Listo, ya acabé! Ahora acompáñame a tomar fotos a otro lado"

Regresando de mi debraye, yo la miré con cariño, y la abracé.

"¿Huh? ¿Qué pasa?", me preguntó mi amiga, mientras me devolvía el abrazo.

"Qué bueno que te bajaste de ahí, porque no tenía nada que ponerme..."