Y por fin, una no-queja

Normalmente odio la lluvia (sí, odio muchísimas cosas).

Los días nublados me deprimen en demasía; porque ver el cielo todo gris y puto me parece triste.

La falta de luz y de calor me pone nostálgico, y la nostalgia es una forma de tristeza.
Granted, tal vez es una de las formas más felices de estar triste; pero no deja de sentirse feo. La nostalgia hace llorar.

Y no es como esas veces que la gente llora cuando está muy feliz (como mi mamá, a cada rato); sino que llora porque los recuerdos hacen extrañar cosas que jamás volverán.

Y los días nublados son los días más nostálgicos de todos (exceptuando tal vez el día del pan tostado).

Pero en fin, regresemos a la primera línea de mi post:
Normalmente odio la lluvia.

Pero bajo las circunstancias actuales, el normalmente vale madres; porque ya estaba extremadamente harto de la calor.
Y por eso, hoy, que está lloviendo bastante fuerte; soy una persona muy feliz.

Hoy en la mañana estaba bastante amargoso, por razones que ni yo mismo entendía (pero sospecho que tenían que ver con que odio sudar, y con el calor que hizo en la noche, me había sudado hasta la parte de atrás de las rodillas); y de hecho una amiga me dijo que me escuchaba todo amargoso, y me empezó a cuestionar acerca de los motivos.

"Tengo arena en la vagina", dije, para darle una respuesta que considerara suficiente y satisfactoria.

Y sí, en cierta forma eso era cierto.

Digo, si tuviera vagina, estaría tan acalorada que los pseudo-líquidos viscosos que existieran dentro de ella, se habrían secado, convirtiéndose en algo con consistencia parecida a la arena; que me rasparía y ocasionaría mi mal humor.
En fin.

Y después de esa conversación, tuve que salir de mi casa.
Y empezó a llover.
Y por primera vez en semanas, me sentí fresco.

Me sentí tan bien, siendo golpeado por las gotas de lluvia, que empecé a silbar por la calle, y hasta saludé a una señora que iba pasando junto a mí. Ella no contestó a mi saludo, pero tuvo la amabilidad de verme feo y caminar más rápido.

Después, el momento me pareció apropiado para comenzar a cantar "Singing in the rain" a grito pelado, a la mitad de la calle.

Mientras caminaba de regreso a mi casa, yo iba bailando, brincando, y abrazándome a los postes cercanos.

Después de tanta felicidad, por fin llegué a la puerta de mi hogar; y justo en ese momento, mi primo/vecino iba saliendo de SU casa.

Viéndome hacer el ridículo, me dijo: "felicidades, ya eres todo un homosexual".

Sin dejar que eso me molestara, le contesté "no te hagas, si tu eras el primero que quería que lloviera".

"A mí me caga la lluvia y lo sabes, ¿por qué carajos querría que lloviera?", me dijo.

"Pues porque querías ver gotas"; le respondí, al tiempo que entraba a mi casa.

Dios, estoy de tan buen humor...