jueves, 15 de marzo de 2012

Nuevos horarios

Ustedes no están pa' saberlo ni yo pa' contarlo; pero como estoy en la oficina y las cosas están un poco bastante aburridas el día de hoy, les voy a compartir mi aburrimiento por medio de un post sin sentido.
Mis nuevos horarios APESTAN.

Como tal vez algunos de ustedes recordarán, hace no mucho yo me quejaba acerca de mi complicadísima vida como estudiante universitario. 
Boy, si tan sólo yo hubiera sabido lo fáciles que eran las cosas back then...


Lamentablemente, todas las cosas buenas tienen que terminar, así que yo acabé todas mis materias, y de repente ya no fui más a la escuela.


Los siguientes meses los pasé medio trabajando, medio freelanceando, medio pendejeando y medio quejándome de que con tantos medios, mi vida estaba ocupada en un 200%
Boy, si tan sólo yo hubiera sabido lo relajadas que eran las cosas back then...


Después vino una etapa en la que me concentre exclusivamente a mi tesis (y cuando digo exclusivamente quiero decir que casi ni la pelé porque estaba ocupado haciéndome pendejo y teniendo vida social)
Entre todas las asesorías, búsqueda de bibliografía de consulta, averigüar cómo carajo se hace una investigación y después averigüar cómo carajo podía evitar hacer la investigación pero aparentar como que sí la hice; yo terminé un poco estresado. Evidentemente, me la pasaba quejándome.
Boy, si tan sólo yo hubiera sabido lo sencillas que eran las cosas back then...


La semana pasada, por fin hice mi examen profesional (el cual pasé sin ningún problema, porque soy un chingón que no se pone ni siquiera ligeramente nervioso, aunque mi überlog diga lo contrario) y todo fue maravilloso.


Con mi carrera terminada, comenzaba mi etapa de buscar trabajo.
Todos me advirtieron que como la situación económica estaba tan mal, yo me iba a tardar un chingo en encontrar algo.
Yo no tenía ni un poco de prisa, porque pues fuck yeah vacaciones.


Dos días después de haberme titulado, empecé a mandar curriculums. Uno o dos, para hacerme pendejo un rato.
Al otro día, me llamaron para una entrevista. Fuck me in the ass and call me a puppet of the system.


Fui a mi primera entrevista, a ver qué diablos me ofrecía la vida.
Me contrataron. Damn.


Y el día de hoy, me encuentro en mi nuevo trabajo, con mis nuevos horarios de oficinista, deseando seguir dormido, calientito en mi cama como panquecito horneado de canela.


Y aunque ahorita me estoy quejando, probablemente en unos años recuerde este día con nostalgia, y entonces diga "Boy, si tan sólo yo hubiera sabido lo bonitas que eran las cosas back then..."


Mientras tanto, Dios, quiero dormir quiero dormir quiero dormir.