lunes, 14 de marzo de 2011

El preferido de Jesús

El día de hoy estaba sentado en la cafetería de mi universidad, bebiendo una taza de café demasiado caliente.
No era un buen café, pero tampoco era particularmente malo.

Mientras yo estaba ahí, disfrutando mi mediocre café, un amigo llegó y se sentó junto a mí.

"No voy a entrar a clases", me dijo.
"Wow, eres todo un rebelde sin causa", le contesté con mi lengua quemada (porque el café estaba demasiado caliente, en caso de que hayan ignorado la primera oración de mi post)

Mi amigo me preguntó que qué carajo hacía en la escuela, si yo ya había terminado mi carrera.

"Tesis, cariño. Estoy haciendo mi tesis."
De repente, mi café se había vuelto mucho más bebible. Asumí que ya había perdido sensibilidad en la lengua y continué.

"¿Que no estabas trabajando en una revista?", me preguntó.

Mi café no era más bebible, sólo había sido una corta ilusión. Ahora tenía todo el paladar quemado.

"Estuve un rato en una revista, sí"
"¿Y ahorita trabajas?"
"Algo así. De todos modos tengo una entrevista el jueves"

Por alguna razón, mi amigo estuvo indagando acerca de mi entrevista de trabajo.
No sabía que mi vida laboral le resultara relevante a otras personas...
Shit, ni siquiera sabía que mi vida laboral me resultara relevante a mí mismo.

Después de explicarle que mi entrevista era en una agencia de publicidad, mi amigo me preguntó si iba a llevar mi book.

"No lo sé. ¿Tal vez?"

Fue ahí cuando noté que mi amigo me juzgaba con los ojos entrecerrados.

"No entiendo cómo puedes ser tan valemadres, y de todos modos las cosas siempre te salen bien"
"Meh, soy guapo", contesté.

En ese momento, todo tuvo sentido.
En ese momento, llegué a una epifanía:

Si la vida fuera una competencia, yo la ganaría.


¿Por qué?
Porque el truco está en ser guapo. That's all there is to it.

Yo sé que sueno superficial, pero no lo soy.
O tal vez sí, I don't really care.