domingo, 25 de abril de 2010

De quemaduras de primer grado

No entiendo por qué; pero SIEMPRE que un encendedor llega a mis manos, algo malo pasa.
Es como si el fuego sólo esperara la primera oportunidad que tuviera para burlarse de mí, provocándome accidentes.
Digo, es eso; o simplemente mi complejo piromaniaco combinado con mi falta de habilidad motriz generan una probabilidad extremadamente alta de que alguien salga herido; en la mayoría de los casos, yo.

Eso ha hecho que prácticamente todas las personas que me conocen, quiten cualquier tipo de encendedor/cerillos/pedernal y yesca/abo de mis inmediaciones.
Normalmente, esto funciona de poca madre; porque mi familia y amigos son sorprendentemente eficientes en quitarme cosas peligrosas de las manos; pero hace poco, pasó algo que cambió mi vida para siempre.
Y sí, sí estoy exagerando.

Verán; mi día escolar transcurría pacíficamente: yo pendejeaba en clase, molestando a mis amigas porque estaba aburrido y quería atención, cuando de repente el profesor me pidió que me saliera del salón, porque estaba distrayendo a mis compañeros.
Pensando en que era el momento ideal de ir por un café, salí al patio.

Un montón de gente se agloremaraba alrededor de un pequeño stand de algo.
Odiando las aglomeraciones de gente, yo ignoré la conmoción, y fui por mi café.

En la cafetería, un conocido me dijo que la causa de todo el desmadre, era que estaban regalando encendedores; pero unos mucho muy chidos. Zippo, de soplete, y te lo grababan, además.

Aunque no fumo, la idea de conseguir algo chingón y gratis, fue irresistible.
Pasé la siguiente hora de mi vida formado en una estúpida cola de gente estúpida; pero al final, valió la pena.

Lamentablemente, olvidé lo propenso a accidentes que soy; y la gente olvidó recordarme lo propenso a accidentes que soy.

En menos de 4 días, ya quemé la mitad de mis dedos, un pantalón, mis agujetas, todas mis plumas y lápices, y un mechón de cabello.
Y lo peor, es que como es MI encendedor, la gente no puede decirme "¡ya, devuélvemelo!"

En conclusión: tuve un fin de semana muy agitado, y estoy a punto de perder las huellas digitales.

Déjenme ser, estaba muy cansado como para escribir un post más decente.