Interludio

Llega un momento en la vida de cada hombre/ninja en que tiene que decir: "ya estuvo bueno".

Un momento trágico en el que ese hombre/ninja decide que su vida se ha vuelto tan compleja y ocupada que tiene que abandonar las cosas que ama.

Llega un momento en la vida de cada hombre/ninja, en que tiene que cerrar su überlog para siempre.

Así que, queridos lectores imaginarios, tengo algo que decirles.

Ese momento todavía no ha llegado.

Pero algún día llegará, porque es un paso importante en la evolución y madurez de todo ser humano.
Es como cuando Platero se despidió de su burro.
Excepto que tal vez eso no haya pasado, porque nunca leí Platero y yo.
Es más, ni siquiera sé si Platero era el niño o el burro.
De hecho... no estoy seguro de que hubiera un burro en esa historia.

Lo que en realidad quería hacer, lectores imaginarios, era pedirles una disculpa por la falta de actividad bloggera de mi parte (no de mi parte parte, sino de mi persona).

Lo que pasa es que mi vida se ha vuelto todo un desmadre últimamente y no he tenido mucho tiempo para postear nada que valga la pena.

En primera, estoy en exámenes otra vez, entonces me estoy rompiendo las pelotas tratando de aprenderme de memoria las 5 convenciones para regular el discurso radiofónico, la descripción de los 7 radiosemas, los 5 esquemas de mercadotecnia del siglo XX, las particularidades de las leyes de derecho de autor, los pasos del proceso de impresion en offset, la descripción minuciosa del proceso auditivo y su relación con las cabinas radiales, etcétera, etcétera, putas etcéteras.

En segunda, Dr House ocupa un espacio muy grande en mi corazón, y ver sus 4 temporadas me ha robado de precioso tiempo libre.

En tercera, tengo un tatuaje nuevo, más geek que el anterior, y entre la decisión de hacérmelo, el acto de hacérmelo y el cuidado que tengo que tener con él, también he perdido un poco de tiempo.

En cuarta, Heroes empezó hoy, así que debo dedicar mi vida a documentarme acerca de las nuevas aventuras de Peter Petrelli.

Y por último:
Rock. Band. Dos.

¡ROCK BAND DOS!
Obviamente ya lo tengo, y estoy obsesionado con él.

Con todo eso, y otras cuantas cosas más (como tratar de barajear una vida social, aprender a hacer malabares, entregas de campañas, chiles en nogada y muchas otras cosas), no he tenido tiempo de escribir nada valioso.

Espero que entiendan mi predicamento y no me juzguen muy feo.

Prometo regresar con más emocionantes historias acerca de... lo que sea que cruce por mi mente en el momento de sentarme a escribir un post.

Así que prepárense para:

El über regreso del überlog del Ninja Peruano.
Próximamente disponible en su tienda de autoservicio más cercana.


Y como un bono extra, les dejo un par de fotos de mi nuevo tatuaje ultrasensual.
Agasájense.


Peter Petrelli estaría orgulloso de mí.