martes, 3 de abril de 2012

Bah

¿Se acuerdan cuando en la escuela los obligaban a leer un libro o a ver una película?
¿Se acuerdan que eso significaba que sin importar lo chingón que estuviera el libro o lo buena que fuera la película, ustedes no lo/la iban a disfrutar porque los estaban obligando a leerlo/verla?

Pues estoy pasando por algo parecido.

Como en mi trabajo tengo que estar frente a una computadora por 6-10 horas diarias, cuando regreso a mi casa ya no tengo ganas de estar en internet ni de ver un monitor.

Supongo que eso explica por qué no he publicado nada últimamente; porque pues regreso a mi querido hogar bien noche y la verdad qué hueva ponerme a pensar en algo gracioso para escribir.

¿Quieren un tema gracioso?
Puedo hablarles acerca de cómo antes tenía vida y ahora paso mis días trabajando como un esclavo para pagar las deudas que me hice en cuanto supe que me iban a pagar.
Ahora tengo un chingo de cosas bien cool que ni siquiera he usado porque ya no tengo tiempo de disfrutarlas

¿Acaso no les parece gracioso el círculo vicioso de los oficinistas jodidos?
A mi tampoco.

Déjenme en paz, antes era chévere.