domingo, 4 de diciembre de 2011

5 cosas que odio (Parte I)

Creo que no es ningún secreto que soy una persona llena de odio.
Todo me molesta, todo me caga, todo me conflictúa y siempre me estoy quejando de todo.
Afortunadamente, compenso mi inconformidad perenne siendo sumamente guapo y teniendo unos desgarradores ojos verdes.

De cualquier forma, tengo la impresión de que mi vida es como una olla de presión, y si no abro la válvula de vez en cuando (en formas no sexuales), me explotará la cabeza (una vez más, en formas no sexuales)

Es por eso que decidí empezar una nueva sección en el überlog, llamada "5 cosas que odio", y donde enlistaré... uh... probablemente 5 cosas que odie. Aún no estoy seguro.

En fin, comencemos:

5 cosas que odio (Parte I)
By: Dexter Petrelli


1. Cuando compras una bolsa de papas, y tiene una cantidad obscena de aire adentro.

I mean, seriously, ¿qué carajo?
¿Por qué diablos el 80% del contenido de mi nueva bolsa de Sabritas tiene que ser aire?
Es muy decepcionante, y además, en cuanto abres la bolsa, todo el aire se escapa mientras hace un sonido como de *POOF* y probablemente te pega en la cara, dejándote un olorcito a papa muy extraño, como si un pedazo de patata te acabara de violar la cara.

Entonces, cuando todo termina, no sólo estás decepcionado de que tu bolsa casi ni tiene papas, sino que además te sientes sucio y la suciedad no se quita.

2. Cuando un mal cantante cree que es un buen cantante.

Culpo a los karaokes por esto.
¿No les ha pasado que están bebiendo tranquilamente en un bar o alguna fiesta casera, cuando de repente alguien decide sacar un karaoke?
Y entonces, algún señor gordo, sudoroso y bebido, con look de padrino de bautizo, se pone frente al micrófono y empieza a cantar alguna canción, probablemente mala y ranchera.
Y ustedes pueden jurar que el señor gordo en serio piensa que lo está haciendo bien.
No lo está.

Pero claro, ustedes no pueden decirle nada, porque sólo los douchebags se burlan de la gente que canta en un karaoke, y a pesar de que darían lo que fuera por ser douchebags, algo se los impide.
Probablemente el miedo a que alguien los obligue a ustedes a cantar en el karaoke, y lo hagan peor que el señor gordo y sudado.

3. Cuando te agachas y se te ve la raya, pero no te das cuenta.

Vas caminando por la vida muy tranquilo, cuando de repente algo pasa, tal vez se te cae una moneda, o tiras tus libros, o tienes ganas de besar el piso porque de repente te convertiste en el papa y tienes que guiar a toda la iglesia Católica, whatever.
Entonces tú te agachas para hacer lo que tengas que hacer y por tu cabeza no pasa ninguna preocupación, I mean, ¿por qué habrías de preocuparte?, agacharse es un acto perfectamente normal del ser humano.

Es entonces cuando sientes una ligera brisa en tu trasero, y te das cuenta de que llevas todo el rato enseñándole las nalgas a quien sea que haya estado atrás de ti en ese momento.
Te convertiste en un plomero. Simplemente no hay forma de levantarte con dignidad de eso.

4. Cuando te golpeas el dedo chiquito del pie con algo.

Es de noche, todas las luces están apagadas y tú estás muy cómodo en tu rica camita. Eres un panquecito horneado de canela.
Tienes que ir al baño.

Mentando madres, te levantas y pisas el helado piso. Estás descalzo, pero te da hueva ponerte zapatos: tan sólo orinarás y regresarás a dormir como si nada hubiera pasado.
Adormilado, caminas a oscuras por tu casa.

A wild mueble appears!
Wild mueble uses Moverse unos cuantos centímetros y hacer que te golpees el dedo del pie.
It's super effective!

No hay una frase lo suficientemente grosera para expresar el dolor que se siente cuando esto pasa.

5. Cuando una mujer flaca insiste en que está gorda.

Tengo mucha experiencia personal en esto, porque mi novia lo hace todo el tiempo.
¿Por qué?, ¿por qué diablos lo hacen?
¿Acaso es para buscar cumplidos?

Si una gorda se quejara de estar gorda, al menos podría verla a los ojos y decirle "Sí, eres nefasta. Tu porcentaje de grasa corporal lastima mis retinas. Vete. Más lejos. Más. Más.", y seguir así hasta que la gorda estuviera suficientemente lejos; entonces le diría "Ahí estás bien".

Pero cuando una mujer flaca dice que está gorda, lo único que hace es abaratar el término gorda, y entonces me confunde, y ya no sé de quién burlarme...
Es muy molesto que las chicas flacas y sensuales se crean gordas. Gragh.


Y esas, queridos lectores imaginarios, son 5 de las miles de cosas que odio.