miércoles, 5 de octubre de 2011

Adiós, Superjobs, bye bye, bye bye.

No soy fan de Apple ni de todos sus productos.

Me cagan los fanboys que piensan que son más cool que los demás sólo por tener una computadora estúpidamente cara y con menos poder que una PC.

Pienso que los sistemas operativos de las Mac son chafísimas.

Odio los iPads con toda mi alma.

Pero sea como sea, Steve Jobs era un genio. Un real y verdadero genio.
Cambió al mundo con sus ideas, y la humanidad acaba de perder a una de las pocas personas que valían la pena.

Descanse en paz, señor Jobs; el mundo se queda un poco más estúpido sin usted aquí.

1955-2011