martes, 20 de mayo de 2008

Dios, quiero una mascota

Sí sí, yo sé que hace menos de tres días les estaba diciendo cómo ahora solamente iba a escribir cosas en mi überlog cada lunes y todo eso; pero hoy me encontré a mí mismo muy aburrido, y me recomendé escribir un poco para hacer catársis.

Y el motivo de esto, es que hoy, dando un rol por la vida, me encontré a mí mismo caminando por Centro Coyoacán.
Sí, hoy me he encontrado a mí mismo en muchos lugares. Pareciera como si me estuviera persiguiendo caray. Creo que soy omnipresente.

Pero bueno, prosiguiendo con mi historia; mientras me encontraba a mí mismo en Centro Coyoacán, me dije a mí mismo: "Mí mismo, creo que debes entrar a +Kota a ver hámsters, porque, ¡qué diablos!, son adorables".

Así que entré a la tienda y me puse a ver a todos los animales.

Después de como tres minutos de: "Awww", "Dios, ¡es hermoso!" y "¡Carajo! ¡Mira qué adorable es!"; me di cuenta de que en realidad tengo muchas ganas de tener una mascota.

Pero, la vida, siendo tan cruel y tanguesca como suele ser, me ha negado cualquier posibilidad de tener un animal vivo en mi residencia.

Verán, como muchas otras cosas que están prohibidas en mi casa, todo es culpa de mi hermana.

Once upon a time, en mi hogar dulce hogar, las mascotas corrían libremente, como agua en un río puro y cristalino; pero el abuso de confianza de mi consanguínea, hizo que todo valiera madres, así como el agua no precisamente pura y cristalina de Xochimilco.

¿Por qué?
Porque desde que tengo memoria, hemos tenido 1 perro, 5 pájaros, 3 conejos, 4 pescados, 9 hámsters, 2 ratones y aproximadamente 30 gatos.
Ah, y un canadiense.
Eso es, claro, sin tomar en cuenta las iguanas y simios que también han sido mascotas de la familia. Y los periquitos australianos.
Y sí, fueron 30 gatos, no es choro.

Mi hermana ha sido la supuesta dueña de la mayoría de estos animales, pero como nunca los cuidó realmente (ni siquiera al canadiense), entonces mi pobre y sufrida madre ha tenido que ocuparse de ellos (y sí, también del canadiense).

Entonces, después de tantos años de abuso, la jefa dijo que ya, que ya estuvo bueno, que estaba terminantemente prohibido llevar animales vivos a la casa.
Ni animales ni extranjeros.

Y por eso, yo ya no puedo tener mascotas. Ni siquiera al cachorrito pastor alemán que tanto amé a principios de este semestre, y que quería adoptar y cuidar y querer y apapachar y alimentar y pasear y bañar y todo eso.
Pero nein.

Si alguien tiene un Tamagotchi que quiera donar a la gerencia de este überlog, será bien recibido.

8 comentarios:

Vain¡lla dijo...

No mientas, acepta también tu culpa. El último hámster era tuyo y tampoco lo cuidaste nunca!
El verdadero problema aquí es que mi mamá se encariña demasiado con las mascotas y entonces las sobreprotege y las engorda hasta que la obesidad (también al canadiense). Por eso ya no quiere más, porque sufre muchísimo cuando se mueren.

Y si llevas un perro a la casa el que se muere eres tú.

Ninja Peruano dijo...

Es que nunca viste a Úrsula... era tan hermosa y tierna.

Hasta tú te hubieras encariñado con ella, y eso que te cagan los perros.

Vain¡lla dijo...

Nel, todos los perros me cagan.

Menos el pug obeso que pasean por la casa todas las noches y que apenas puede caminar de lo gordo que está.

Ricardo Santos dijo...

es como cuando te despierta el instito materno y quieres tener un hijo?
o un canaiense?

mi perra es obesa pero la adoro. aunque deje sin comida al otro flaco que apenas se diò cuenta que es adoptado y diferente a su "hermana" gorda.

he decidido que quiero una boa

Peter dijo...

Oye yo te puedo darmi tamagotchi o como se escriba. Por lo menos dudo que tu mama se encariñe con el. Sigo exigiendomi tarde de Rock Band. Por cierto lee mi nuevo post!

Anónimo dijo...

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Ninja Peruano dijo...

Hello stranger ^_^

Odile dijo...

Bua, bua... yo estoy igual que tu. Tampoco mi pa quiere más bestias en casa (¿qué hace mi hermano todavia ahí? :P) por remordimiento de consciencia(tambien el sufre cuando mueren)
Y yo tenía un Tamagochi, sepa donde quedó... y no, no quiero un canadiense.