jueves, 20 de diciembre de 2012

Fin del mundo

Cuando el mundo se acabe mañana, espero que los primeros en morir sean esos que caminan lentísimo en el metro.
Y espero que sea doloroso.

En realidad tengo una lista enorme de personas que me gustaría que murieran, pero creo que será mejor poner todo en las sabias manos de los mayas y dejar que TODO el mundo se vaya a la chingada.

Queridos mayas, ya se habían tardado.

En fin, en caso de que no nos volvamos a leer, nada más quería decirles que fue un placer haber agraciado al mundo con mi presencia, y que lamento mucho no haber podido acostarme con todas las mujeres que deseaban brincar encima de mis hermosos hermosos huesos.

Los veo del otro lado, lectores imaginarios.
Excepto a los chinos, porque fuck the fuckin' chinos motherfuckers.

Atte:
La gerencia.

domingo, 9 de diciembre de 2012

El cumpleaños más patético del mundo

¿Saben cuál es la forma más triste y perdedora de pasar un cumpleaños?

Rogándo y mendigando para que alguien te felicite.
Y es aún más triste pasar HORAS ENTERAS haciendo esto.

¿No me creen?
Chequen nomás:


Una vez más, el episodio del día de hoy de "síéntase mejor con su propia vida", ha sido traído hasta ustedes cortesía del gordo patético.

Por cierto, si quieren ver el triste triste video con el que mendiga felicitaciones, aquí está:
(siéntanse libres de darle pulgar hacia abajo)

martes, 27 de noviembre de 2012

Las bellezas del transporte público

Como todos los que me conocen ya saben, yo no tengo coche, y no quiero tenerlo por unas sencillas razones:

1. No quiero manejar
2. No quiero tener que preocuparme por los pendejos que van manejando junto a mí
3. No quiero pagar gasolina ni tenencia
4. No quiero tener que buscar lugares de estacionamiento
5. De todos modos yo ya casi me voy de México, así que sería estúpido comprar un coche ahorita

Además, ni siquiera es como si necesitara tener un auto, porque mi trabajo queda absurdamente cerca de mi casa. De hecho queda tan cerca que podría irme caminando todos los días, pero nunca lo hago porque pues soy un huevón y siempre me quedo dormido más de lo que debería, así que tengo que tomar un camión para llegar a tiempo.

El único problema de todo esto, es que a pesar de que el camión hace menos de 10 minutos a mi trabajo, de todos modos son los 10 minutos más incómodos de todo mi día.

Por alguna razón, el camión siempre va atascado, desas veces que sales empapado en sudor, y además el sudor ni es tuyo.
El camión huele feo, sientes tocamientos en tus gluteos todo el tiempo, and you just know that someone is about to lick your ear.

Pues bien, el día de hoy las cosas cambiaron un poco.

Como todos los días, yo me desperté estúpidamente tarde y salí de mi casa hecho la madre para tratar de llegar a tiempo a mi trabajo.
Ya en la calle, tres camiones pasaron de largo, demasiado llenos para detenerse. De hecho, creo que la pura inercia de la enorme masa de personas era lo que los mantenía en movimiento.

Por fin, un cuarto camión se detuvo cuando le hice la parada. Sólo llegaría 5 minutos tarde al trabajo, nice!
Por alguna razon mandada del cielo, el vehículo no estaba absurdamente atascado; de hecho hasta había lugar para sentarse, woohoo!

Feliz, tomé asiento junto a una tipa no demasiado gorda y me dispuse a descansar durante el trayecto.
Pero claro, Alláh no iba a permitirme ser feliz en el transporte público, no señor.

En la esquina se subió un tipo vestido de Godínez, caminó justo hacia donde estaba yo, y empezó a rozar mi codo con su chillywilly.
Incómodo, moví mi brazo tratando de evitar el contacto con su chilaquil, pero el Godín estaba decidido a violar mi brazo, así que volvió a acercarme el quesillo.

Demasiado cansado como para jugar al chile y al ratón, moví mi codo bruscamente y se lo clavé en las gomichelas.
Fue evidente que le dolió, porque inmediatamente se dobló un poco, se agarró los chewbaccas y se retiró al fondo del camión.
En cuanto yo llegara a mi trabajo y me lavara el codo, todo estaría bien en el mundo.
Pero claro, Alláh no iba a permitirme disfrutar mi victoria y ser feliz en el transporte público, no señor.

En la OTRA esquina se subió una gorda con sus 2 hijos. Por supuesto, los hijos eran feos.
La pinche gorda caminó directo hacia donde estaba yo y se me quedó viendo como si esperara que le diera mi lugar.

Well fuck you, lady, no es mi culpa que esté gorda y haya decidido tener 2 malditos engendros, I'm not fuckin' moving.

Me la quedé viendo fijamente, y después volví a mirar por la ventana, en un acto pasivo-agresivo que decía "no me importa su vida ni comodidad en absoluto".
Claro, probablemente no lo captó, porque pues las gordas son pendejas.

No sé si lo hizo para vengarse de mí o simplemente porque no pudo evitarlo, pero la gorda se volteó y empezó a embarrar sus grotescas nalgas en mi codo. Definitivamente hoy no era un buen día para ser mi codo.
Traté de esperar a que se quitara, pero eso no iba a pasar; cada vez me embarraba más sus horrendas horrendas nalgas.

Esta vez no podía hacer lo mismo que con el tipo que me frotó su rafiki, porque pues clavarle el codo en las nalgas sólo hubiera sido una experiencia traumática para mí; así que hice lo primero que se me vino a la mente:
Estornudé.

Estornudé encima del hijo de la gorda. (Ok, en realidad sólo fingí estornudar, pero escupí mucho)
Right in the fuckin' face, you little cocksucker.

El niño se puso a llorar, la gorda empezó a gritar, y yo sólo señalé mis audífonos y dije "Perdón, no escucho nada".
Después volví a mirar por la ventana mientras ella seguía insultándome. Se bajó en la esquina.

Pasé los siguientes 3 minutos en una considerable calma, y después me bajé para llegar a mi trabajo, desde donde estoy escribiendo esto en lugar de ponerme a hacer lo que tendría que estar haciendo.

Ah, la belleza del transporte público...

lunes, 19 de noviembre de 2012

El buen fin

¿Alguien tendría la gentileza de explicarme cuál es la parte del "Buen" en el Buen Fin?
En mi experiencia personal (basada en mis agudos poderes observacionales), estos días deberán de llamarse "Muchapinchegente fin"
Lamentablemente, ese nombre no tenía el mismo pegue mercadológico que Buen Fin, así que las brillantes mentes publicitarias se quedaron con la versión que miente.

Seriously, ¿en qué momento nos reproducimos de tal manera que ahora la ciudad se convirtió en un caldo de gente tonta y apestosa?
I mean, don't get me wrong, la gente siempre ha sido tonta y apestosa, pero recuerdo que cuando yo era niño al menos no había TANTA gente.

Y además, es como si la promesa de unas míseras ofertas (que además están chafísimas. Face it, people, we don't live in the iunaiteds) hubieran hecho que todos salieran de sus casas/madrigueras/abo y se hubieran reunido en todos los lugares donde les fuera posible molestarme y ponerme de mal humor.
Es en serio, a veces pienso que el Buen Fin es una consíración que el gobierno de Calderón se sacó de la manga para hacerme emputar.

¿Cómo es posible que la gente sea tan tonta y ocupe tanto espacio?
¿Cómo es posible que su pura presencia me complique la vida y me arruine la existencia?

No sé si el Buen Fin haya podido reactivar la economía, pero lo que sí reactivó es mi voluntad de volverme un asesino en serie.

Sure, tal vez estos 3 días hayan sido una gran oportunidad para ahorrarte 150 pesos en una tele de más de 60,000; ¿pero realmente vale la pena tener que viajar entre mares de gente y tener que soportar horas de cola?
¿Acaso su tiempo vale tan poco?
Por supuesto que vale tan poco.

Fuck you all very much, yo no me sumo a sus pendejadas; yo voy a comprar las cosas cuando se me pegue la gana y no cuando un montón de publicistas me digan que debo comprar.

¿Les cuento un secreto?
Los publicistas mentimos.
Para eso estudiamos 4 años: para saber cómo mentir y manipular a la gente tonta, y hacer que hagan lo que nosotros queramos que hagan.

So, si inventas un término como "Buen Fin" y le pones una carita feliz al logo; la gente va a ir a comprar todos los productos que te sobran en el inventario.
Oh, y otra cosa, ¿ven ese 20% de descuento en la tele que compraron?
Bad news; 3 días antes del Buen Fin le subimos 30% al precio de la tele, para después bajarle el 20% y hacer que ustedes crean que ahorraron.
Felicidades, son unos idiotas.

Agh, cómo odio a la gente.

martes, 6 de noviembre de 2012

Otra vez hablando de bodas ñeras

Como algunos de ustedes recordarán (porque lo mencioné -en este post-), una de mis conocidas se va a casar con su primo.
Pues bueno, parece ser que la fatídica fecha en que dos miembros de una misma familia van a contraer matrimonio se acerca.

¿Cómo lo sé?
Porque hace rato estaba muy aburrido en mi trabajo y decidí mandarle mensaje a una amiga mía (que también es amiga de la tipa que está a punto de casarse con su propio primo)

Esto fue lo que pasó:
(Por cierto, el nombre de la tarada que se va a casar con su primo ha sido cambiado, pero soy tan sutil que seguro no se van a dar cuenta)






Lamentablemente, mi amiga ya no me contestó en qué orden quería la lista de cosas más importantes que la boda incestuosa; así que me tomé la libertad de decidir hacerla en orden alfabético.

Sin más preámbulos, hela aquí:

LISTA DE COSAS QUE TENGO QUE HACER, Y QUE SON MÁS IMPORTANTES QUE LA ESTÚPIDA BODA DE MIS INCESTUOSOS CONOCIDOS:
By: Dexter

- Administrar todo el trabajo que tengo por hacer, pero que no hago porque estoy muy ocupado escribiendo blogs pendejos en mis horas de oficina.

- Anotar todos los números de emergencia que debería de tener en caso de que me dé una embolia provocada por el coraje que me genera la pendejez ajena.

- Beber hasta olvidar que mis conocidos son tan idiotas que tienen que casarse con miembros de su propia familia.

- Blasfemar contra los dioses que permiten la supervivencia de todos los idiotas de este mundo.

- Casarme con alguien que no comparta mis genes.

- Coger.

- Decidir entre hacerme un sammich o no hacerme un sammich.

- Defecar el sammich que tal vez me haya hecho.

- Educar a la juventud del mañana, para explicarles que si se casan con sus primos, sus hijos pueden salir hemofílicos.

- Empezar a considerar dejar de hablarle a algunos de mis amigos, porque sólo me hacen enojar con tanta estupidez.

- Florecer como todo el muchachito sexy que soy.

- Follar.

- Gastar mi dinero en cosas útiles, en vez de en viajar hasta Nacapulco para ir a bodas que no me interesan.

- Generalizar en mis declaraciones de que toda la gente es pendeja.

- Hojear alguna revista vieja que me encuentre por ahí.

- Holgazanear, porque nunca se tiene suficiente de eso.

- Ignorar los comentarios de la gente que diga que tengo que dejar de burlarme de los demás.

- Jugar PlayStation, porque por fin gano suficiente como para comprarme todos los juegos pendejos que se me antojen.

- Limpiarme atrás de las orejas, porque mi mamá dice que es importante.

- Llamarle a las cosas como son: Mi conocida va a ser protagonista de la boda más pendeja del siglo.

- Madurar. Ja, ok, no.

- Masticar cada bocado al menos 10 veces antes de tragarlo. Evitemos accidentes.

- Masturb---¡¿QUÉ?!, ¡¿QUIÉN DIJO ESO?!

- Notificar a las autoridades que una pareja de degenerados sexuales incestuosos van a contraer matrimonio en Nacapulco, Guerrero.

- Observar detenidamente a mis vecinos. Estoy seguro de que están haciendo algo sospechoso en su casa.

- Orinar en la puerta de alguna iglesia, porque hace mucho tiempo que no hago eso.

- Perfeccionar la receta del Llamarada Jake antes de que sea navidad.

- Quejarme constantemente de todo y de todos.

- Rascarme el huevo izquierdo.

- Recalentar lo que quedó del sammich que tal vez hice.

- Sacurdírmelo no más de 3 veces después de orinar en la puerta de la iglesia.

- Seguir siendo tan estúpidamente adorable.

- Tararear alguna canción pitera que se me quede pegada por culpa de alguna estación pendeja de radio.

- Tatuarme por séptima vez.

- Trabajar. Ja, ok, tampoco.

- Usar ropa calientita, porque mi oficina es absurdamente helada.

- Valorar el hecho de que no soy un retrasado mental, gracias al hecho de que mis papás no son primos.

- Yerbear.

- Zambullirme en el glorioso hecho de que mi novia no es integrante de mi familia.



TODAS esas cosas son mil veces más importantes que la boda nacapulquense.
La boda más ñera del mundo.

martes, 30 de octubre de 2012

Felices veintimuchos, Dexter

Y resulta que hoy es el último día de mis 25 años.
Cuando el reloj marque las doce, voy a tener 26 y oficialmente voy a estar un año más cerca de mi eventual y dramática muerte.

En definitiva fue un año difícil, lleno de confusión y crisis del cuarto de edad; pero también fue un año tremendamente importante.

Hace exáctamente un año, me encontraba sentado en Coyoacán, comiendo un pay de limón con dos de mis mejores amigos y con mi novia. En ese momento yo no tenía ni idea de la cantidad de cambios que vendrían en los siguientes 365 días.

Mientras le dábamos una vuelta al Sol, yo terminé mi escuela de una vez y para siempre. Por fin, mis padres tenían ese diploma que tanto deseaban.

Sufrí varias crisis de personalidad, y descubrí que no tengo ni la menor idea de qué quiero de mi vida.

Tuve el peor trabajo de mi vida y fui tremendamente miserable, lo cual me sirvió para descubrir qué NO quiero de mi vida.

Descubrí que la gente no es tan buena ni tan noble como me gustaría pensar.

Descansé, huevonée, desperdicié mi tiempo y me aburrí.

Seguí tratando de descubrir cuál es mi pasión y fracasando terriblemente.

Perdí a la mayoría de mi familia, y perdí mi casa de toda la infancia.

Gané un hermano con bigote de Mario Bros.

Engordé y enflaqué. Múltiples veces.

Redefiní muchísimas prioridades de mi vida.

Nada de esto fue fácil, pero heme aquí, dejando atrás mi primer cuarto de siglo.
Y el día de hoy, aquí me encuentro, recordando ese pay de limón hippie que tantas cosas presagiaba.

Aquí me encuentro, más feliz y definido de lo que estaba hace una vuelta al Sol.

Ahora ya sé qué camino debo de caminar para continuar viviendo mi vida, y para al final terminar más allá del arcoiris que mi amiga predijo hace exáctamente un año.

Felices 26, Dexter.
Rock and roll.

miércoles, 24 de octubre de 2012

Hello again

Hi there, little journal.
Yes, you've become my personal journal now, deal with it, rock and roll.

So, days are still going by and I'm just... here. I feel more and more trapped with every single passing day.
I guess you don't realize just how much of a prisoner of circumstances you are until you see the light at the end of the metaphorical tunnel.

I wanna get out of here, man! This fuckin' place is so fuckin' ugly and full of fuckin' fuckers. Damn those motherfuckin' motherfuckers.

On the plus side, I feel like a new man.
Remember all those annoying little crisis I used to have, because I didn't know what I wanted to do with lil old me?
Well, I still have 'em (thanks for asking), but at least I know WHERE I wanna... do with lil old me.
And I guess that means we have 2 out of 3 necessary answers.

What?
I'm afraid I still don't know.

Where?
Oh, I know just the place -insert smiley face-

Why?
Because fuck you, thats why.

I'm so very happy, in a weird, undescribable way.
It's finally coming to an end. Yay!

lunes, 22 de octubre de 2012

Testing

So, I thought I should give it a try.
I mean, it's not everyday that you decide what you wanna do with yer life, ennaw?
Well, maybe it IS everyday... if you're me, at least.

I think I'm getting a bit tired of ditching my dreams every couple of weeks, only to realize I have new dreams waiting right at my doorstep. Maybe... maybe this is the one?
Maybe this is THE dream?

To be perfectly honest, I think I always knew in the back of my head, that I was meant to go somewhere else and to live a life that's just not gonna be livable if I stay here and try to fit into that nice little part that every one of my friends and acquantainces seem to be playing so well.
It's just not for me, man.

So, here I am, stuck with those stupid butterflies again, feeling the excitement of the dream of a lifetime, ALL OVER AGAIN.
Geez, Dex, make up your mind, maybe?

The clock starts ticking. T minus 2. Or minus 3. Is anyone keeping count anymore?

Goodbye, Mexico, it's been a pleasure. Only it hasn't.

miércoles, 17 de octubre de 2012

Aberraciones de la naturaleza

Hace un par de semanas iba yo llegando tranquilamente a mi trabajo, cuando de repente sale mi jefa de su oficina y me dice "Dexter, deja tus cosas y acompáñame; tenemos que salir"
Reconociendo una oportunidad para no hacer nada en toda la mañana, yo dije "Ok", y pues... actué como si todo estuviera ok.

Mientras me subía al coche de mi jefa, le pregunté que a dónde íbamos.
"Al Centro Teletón que está por Mundo E, y ya vamos tardísimo"
Fue en ese momento cuando supe que mi mañana ya había valido madres.

"¿Por qué vamos a un Centro Teletón?", pregunté inocentemente.
"Porque tengo que ir a hablar con el director, para ver si nos dan la cuenta", contestó ella.
"'¿Y por qué tengo que ir yo?"
"Porque soy tu jefa y te callas", me dijo.
Fair enough.

Una vez que llegamos allá, mi jefa fue directo a su junta con el director del CRIT, dejándome a mí a la deriva, vagando por el edificio hasta que ella decidiera que era momento de regresar.
Seriously, no entiendo para qué me llevó.

Como sea, estar en un Centro Teletón fue una experiencia... diferente.
Nunca en mi vida había visto a tantos niños discapacitados y con tanta necesidad de ayuda.

Supongo que aquí es donde una persona normal diría que aprendió mucho, y que ahora entiende que hay que estar agradecidos por la suerte de blablabla.
Fuck that shit; yo no voy a decir tal cantidad de pendejadas.

Lo único que me enseñó mi visita a Villa Tarados, fue que hemos fracasado como sociedad.
I mean, what the fuck?
What the fuckin' fuck?

¡¿Por qué carajo permitimos que gente así de defectuosa siga viva?!
No estoy hablando de niños down comunes y corrientes (aunque ellos también deberían morir); estoy hablando de gente chueca, grotesca, con brazos y piernas de gnomo, con el desarrollo cerebral de un jitomate, feos como el pene de un leproso... agh.

¿Por qué chingados no matamos a esos engendros cuando nacen?
Somos la única especie en el planeta que permite que cosas así de grotescas sobrevivan.

¿Creen que le estamos haciendo un favor al mundo demostrando lo sensibles que somos?
Bullshit!
Estamos permitiendo que... cosas (iba a decir personas, pero pues no lo son) que no deberían de sobrevivir, sigan vivas, causando problemas y sufrimiento a todos los que las tienen que cuidar y soportar.

Nunca van a aportar nada a la sociedad, nunca van a ser nadie, ni siquiera van a ser felices; están condenados a pasar el resto de su vida siendo sacos de papas que se dedican a babear y cagar, y obligando a que sus padres/tíos/hermanos los cuiden y se encarguen de ellos para siempre.

Los animales dejan morir a sus crías defectuosas, asegurando la supervivencia de los más aptos y fuertes.
En cambio, nosotros disfrazamos de caridad el hecho de estar contaminando nuestra especie. Darwin se revuelca en su tumba.

Mi visita al Centro Teletón sólo me hizo estar lleno de asco y repulsión por la raza humana, y me hizo darme cuenta de que si yo fuera el dictador supremo del planeta, tiraría bombas nucleares sobre todos esos lugares, para asegurarme de que la gente con genes defectuosos no tenga la oportunidad de reproducirse.

ESO es lo más humano que se puede hacer en situaciones así.
Al carajo la caridad; por culpa de personas moralistas y pendejas estamos como estamos.

Agh, odio a la gente.

jueves, 4 de octubre de 2012

De humor negro

Hace unos cuantos minutos me encontraba yo, sensualmente sentado en la oficina, cuando me llegó un mensaje de una de mis mejores amigas:

"Oye torpeza, no voy a poder ir hoy en la noche con ustedes porque me acabo de enterar que mataron a un amigo"

Sin pensarlo, inmediatamente le contesté: "No mames, ¿pero está bien?"

Fue entonces cuando me di cuenta de que tal vez mi broma haya sido un poco demasiado culera.
Y es que me pasa más seguido de lo que me gustaría admitirlo: mi humor negro suele ser demasiado ojete, y hay veces en las que en serio ofendo a las personas.

Juro que no es mi intención; si yo pudiera volver a nacer, pediría tener un sentido del humor más normal.

Recuerdo que hace unos años, mi abuela decidió morirse justo en el día del cumpleaños de la mejor amiga de mi hermana, que llamaremos Tieneunhijo.
Como esta mujer había sido amiga de toda mi familia desde que mi hermana y ella tenían 4 años, Tieneunhijo decidió ir al funeral de mi abuela para despedirse y pagar sus respetos.

Mientras estábamos todos alrededor del ataud de mi querida abuela, Tieneunhijo entró llorando y empezó a abrazarnos a todos.

Cuando por fin me abrazó a mí, le dije "Por cierto, feliz cumpleaños, perdón si mi abuela te está arruinando el día"
Evidentemente nadie se rió y mi familia se me quedó viendo bien feo.

Y es que yo uso las bromas de mal gusto como método para superar las cosas, porque tomarse la vida en serio es sólo para cuando estás en horario laboral.

Sin embargo, han habido veces en las que mi malcomprendido sentido del humor me ha ocasionado problemas, como por ejemplo, un día mi ex-novia (que en ese entonces todavía era mi novia) me llamó llorando.
Entre lágrimas me dijo que acababan de meter a su abuela al hospital.

"¿Por qué, qué le pasó?", le pregunté.
"Es que le hicieron análisis de sangre y tiene 500 de azúcar", me contestó ella.
"Pero bueno, ve el lado positivo...", le dije yo.

En ese momento, supe que no tenía que terminar mi frase, porque me iba a meter en pedos.
Lamentablemente mi necesidad de hacer bromas de mal gusto fue mayor que mi prudencia, y seguí hablando.

"... si tu abuelo tuviera 500 de harina podrían hacer galletas"

Como era obvio, esa conversación no terminó bien.
Sin embargo, hasta el día de hoy estoy sumamente orgulloso de ese chiste.

Carajo, necesito conseguir un corazón.
¿Alguien sabe dónde está el camino amarillo?

jueves, 27 de septiembre de 2012

Los odio a todos.

¿Quién les dijo que su vida era relevante para los demás?
¿Quién les dijo que nos interesa saber lo que hacen/dicen/piensan?
¿Quién les dijo que el resto del mundo tiene el más remoto interés en ver fotos de sus cochinos bebés feos?

¿Por qué carajo creen que no podemos vivir sin saber cada pequeño e irrelevante detalle de su pendeja vida, como por ejemplo la planeación de su apestosa boda?

¿Por qué es tan difícil quedarse callados y aceptar que la vida de alguien SÓLO es importante para ellos mismos, y tal vez 4 ó 5 personas más?

People annoy the shit out of me.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Adultancia

Recuerdo perfectamente cuando yo era un niño cabezón y adorable.
Mientras iba por la vida jugando a los Gatos Samurai y a los Power Rangers (los originales, no una de las 46 versiones con nombres idiotas que vinieron después), de vez en cuando la gente me preguntaba "¿qué quieres ser cuando seas grande?"; a lo cual yo siempre contestaba que quería ser ninja porque los ninjas son lo máximo.

Eventualmente crecí un poco y me di cuenta que ser ninja requiere esfuerzo físico, así que abandoné ese sueño.

De todos modos siempre veía muy lejos el momento de "cuando seas grande". Es como si un día fuera a despertar y de repente ya fuera a ser un adulto e iba a tener todas las respuestas.
Nada me podría afectar, yo sería totalmente responsable y mi vida ya estaría encaminada.
Todo ocurriría mágicamente, un día cualquiera.

Muchos años después, heme aquí, y nada de eso ha pasado.

De hecho, hace poco le estaba mandando un mensaje a una amiga, en el cual yo decía (literalmente): "Nunca sé cómo portarme alrededor de los adultos, ja"
Fue ahí cuando me di cuenta de que aún no me siento ni siquiera remotamente adulto.
A pesar de tener 25 años, me sigo sintiendo igual que cuando tenía 7, como si fuera un niño que se dedica a jugar todo el tiempo, y el cual no tiene ninguna de las respuestas que los adultos deberían de tener.

Y es ahora cuando me doy cuenta de que probablemente nunca deje de sentirme así, y tal vez ningún adulto se sienta tan viejo como los niños lo ven.
Es... raro.

Creo que mi niño interno no ha terminado de morir. A diferencia de los Power Rangers, los cuales son cada vez más patéticos.

¿Por qué escribo esto?
Porque de repente confundo mi blog con un diario de quinceañera, y me gusta poner las cosas por escrito para despues releerlas y darme cuenta de lo estúpido que sueno.

Caray, no sé qué sería de mí si no fuera tan guapo, brillante y talentoso.

jueves, 13 de septiembre de 2012

Sacándose una chichi pa' cotorrear

Hace rato, pendejeando por las internetz, estaba leyendo una noticia que decía que en Australia una maestra de universidad era el centro de una controversia muy pendeja, porque resulta que la pendeja hizo una pendejada, y ahora tiene que lidiar con las pendejas consecuencias.

La muy estúpida es maestra de una materia ridícula llamada "estudios de sexo" o una cosa así, y básicamente se dedica a enseñarle feminismo a las jóvenes e impresionables mentes de los estudiantes australianos.
En lo personal, el feminismo me parece algo sumamente idiota (igual de idiota que el machismo), pero bueno.

El caso es que por algun motivo, a la maestra le pareció buena idea llevar a su bebé a la clase, y mientras estaba exponiendo algún tema imbécil de que las mujeres son superiores a los hombres, el bebé se puso a llorar. Resulta que tenía hambre, porque pues así son los bebés: hambreados, ruidosos, inútiles, molestos, y siempre llenos de vómito.

En vez de enseñarle a su molesto engendro que uno no siempre consigue lo que quiere en el momento que quiere, la profesora decidió darle de comer a la mitad de su clase.
¿Acaso sacó un biberón de su portafolio?
Hell no.

La muy marrana se sacó una chichi, y empezó a amamantar a su inútil bebé enfrente de todos sus alumnos.
He ahí el objetivo de la controversia.

Algunos alumnos se quejaron (con toda la razón), porque pues no chinguen, ¿a quién le interesa ver un grotesco seno caido a la mitad de una clase? Nadie quiere ver a una cuarentona alimentar a su estúpido bulto que usa pañales.
Otros tantos, que se autonombran "lactivistas" (no estoy inventando ese estúpido nombre, lo juro por todo lo que considero sagrado) defendieron a la tarada, diciendo que amamantar es el acto más natural del mundo y que nadie debería de juzgarla.

En mi muy personal opinión, amamantar a un bebé en público es una de las cosas más gatas que una mujer puede hacer. Es de PÉSIMO gusto y debería de ser castigado con la muerte tanto de la mujer como del hijo (lo del hijo es sólo un bonus, porque pues mientras menos bebés haya en el mundo, mejor)

Sure, amamantar a un engendro es algo sumamente natural; pero ¿saben qué también es natural? Las flatulencias.
Si andarse pedorreando en la cara de las personas no es socialmente bien visto, entonces no entiendo por qué sacarse leche de las chichis debería de ser diferente.

También cagar es lo más natural del mundo y no ven a la gente cagando en las calles sólo porque pueden, ¿o sí?

En este mundo existen cosas que sencillamente son de mal gusto, y amamantar en público es una de ellas. Para eso existen los baños, o los salones privados, o los clósets de intendencia, o los ya mátense y dejen de someter a los demás a tener que soportar sus pendejadas.

Recuerdo que un día yo estaba en el metro cuando de repente se sube una María con un bebé horrendo.
De la nada y a la mitad del vagón, la María se saca una cucamonga y empieza a darle de comer a su horrible bulto llorón.
Fue SUMAMENTE incómodo para todos los que estábamos cerca y me dieron ganas de gritarle algo, pero entonces noté que la pobre mujer ni siquiera tenía zapatos.
Pasé el resto del viaje esperando que cuando ella se bajara, pisara un vidrio, le diera gangrena y se muriera. En mi fantasía, el niño también se moría, porque cuando la mamá moría gangrenada, un oso llegaba y se comía al bebé.
Después el oso era muy feliz y empezaba a bailar mientras usaba un sombrero de copa.

Fue una de las mejores fantasías que he tenido en el metro.

En conclusión, si van a amamantar en público, más les vale ser una supermodelo sueca, y más les vale no ser egoistas y compartir la comida de su hijo con todos los presentes.

lunes, 3 de septiembre de 2012

Belleza relativa

Llámenme superficial, pero la pura verdad es que la gente bonita tiene una vida más fácil.
¿No me creen? Puedo demostrar mi punto con una simple pregunta:

¿Preferirían acostarse con alguien sumamente feo o con alguien sumamente hermoso?

Exacto, ustedes son igual de superficiales que yo.

Las personas bonitas, al ser bonitas, tienen la prerrogativa de poder ir por el mundo haciendo lo que se les pegue la gana, y casi nadie les va a reclamar nada porque pues son bonitas.
De hecho, si no fuera porque soy tremendamente guapo, estoy seguro de que ya me hubieran linchado en alguna manifestación de odio popular.

Sin embargo, hace poco me di cuenta de un fenómeno muy particular y que seguramente todos conocemos, pero tal vez no hemos notado.
Se llama "Percepción de belleza relativa", pero a mí me gusta llamarlo "Síndrome de yo sí me la chingaba"

El SDYSMLCH consiste en no darte cuenta que alguien no está tan chingable como parece, gracias al simple hecho de que las personas de su alrededor están aún menos chingables.
Creo que quedará más claro si lo explico con un ejemplo de la vida real:

Hace unos 3 ó 4 meses, me encontraba yo trabajando en una oficina en Polanco. Dentro de esa oficina, existía una seria carencia de mujeres potables.
La mayoría de las chicas que trabajaban ahí, podían ser descritas con un "Si estuviera pedísimo y alguien me pagara 3 millones de dólares por acostarme con ella, de todos modos preferiría cortarme el chile y morir desangrado"

Gordas, feas, gordas, antipáticas, ultraderechistas, gordas, morenas, de dientes chuecos y gordas.
Así de culeras estaban.

Pero entre todo ese grupo de simios que se hacían llamar mujeres, existía una que no estaba tan mal. Evidentemente, todos los hombres que trabajabamos ahí, esperábamos con ansia a que llegara Notanfea para poder verle el trasero, mientras caminaba sintiéndose la reina de la jungla.

El consenso general era que todos se querían chingar a Notanfea.
Sin embargo, ahora puedo darme cuenta de que ella era la beneficiaria del SDYSMLCH.

Notanfea sólo se veía no tan fea porque estaba rodeada de un montón de abortos fallidos que se dedicaban a bajar la barra de belleza, haciendo que las personas de apariencia mediocre se vieran como bastante atractivas.

En realidad, Notanfea era una perra controladora, cerrada, hipócrita, sumamente religiosa, y además pocaschichis; pero al rodearse de mujeres que parecían salidas de la Guernica de Picasso, Notanfea logró hacerse pasar por alguien mucho más atractiva de lo que en realidad era.

Pasó de ser un 5/10 en el mundo real, a un 9/10 en el ambiente de esa oficina.

Y ésa, queridos lectores imaginarios, es la "Percepción de belleza relativa", y el motivo por el que todos decíamos que sí nos la chingábamos.
El problema es que una vez fuera de las puertas de ese lugar de trabajo, Notanfea regresaba al mundo real, donde nadie la pelaba porque su personalidad era un asco, y además ni siquiera estaba tan linda.

Es por eso que la moraleja de este post es que si no son tan guapos como yo, entonces traten de rodearse de gente aún más fea que ustedes.
Me lo agradecerán cuando se están dando a alguien. Sólo asegúrense de apagar las luces.

sábado, 25 de agosto de 2012

Cielos e infiernos

Hoy en la madrugada se murió un tío. O bueno, supongo que era algo así como un tío, porque era el primo de mi papá.
A pesar de que nunca lo conocí, parece que fue uno de los primos más queridos de mi señor padre.

El caso es que ahorita mi casa está de luto (tan de luto como puede estar una casa donde nadie toma nada muy en serio).
Y todo este asunto de muertes y afterlifes me ha puesto a pensar en la absurda creencia del cielo y del infierno.

I mean, se supone que si fuimos buenos, cuando colguemos los zapatos nos iremos a un lugar donde todo es perfecto y el mismísimo Dios padre nos servirá daiquirís de mango mientras estamos asoleándonos junto a una alberca muy chingona, o algo así, ¿no?

En cambio, si fuimos malos, pasaremos la eternidad en un lugar de sufrimiento perpetuo, mejor conocido como Ciudad Juárez.

El problema con estas creencias, es que no logro entender quién carajo puede juzgar si fuimos buenos o malos. ¿Dios? Nah, dudo que el chingón de chingones tenga tiempo como para andar evaluando a todos y cada uno de los pobres diablos que se mueren.
Es más; dudo fervientemente que Dios siquiera exista. Si realmente existe, entonces es un grandísimo hijo de puta.

I mean; ¿niños huérfanos?, ¿hambruna?, ¿pobreza extrema?, ¿gente que nace en casas donde sus padres alcóholicos los van a violar y a torturar durante toda su infancia?; carajo, Dios, ¿neta permites eso cuando se supone que eres nuestro padre y nos amas?
Vete a la chingada, Dios, eres un culero.

Y además, a pesar de toda su culerez, Dios todavía tiene la pinche soberbia de juzgarnos cuando por fin chupemos faros, y de decidir si somos dignos de irnos al cielo o no.
Chinga a tu madre, Dios; no quiero pasar la eterndad en el club de Toby de tu casa del árbol sagrada.

Sin embargo, se supone que la única alternativa es el infierno, donde todo es llanto y desesperación, ¿no?
Pero, ¿cómo podemos saber que realmente el infierno es un lugar tan malo?

Como publicista, estoy perfectamente familiarizado con las estrategias mercadológicas que existen, y una de ellas es desprestigiar a la competencia para evitar que los consumidores la prefieran sobre nuestra propia marca.
Ahora, si me preguntaran mi opinión experta y profesional, podría asegurar con toda mi segura seguridad, que el infierno ha sido víctima de la campaña de desprestigio más grande de la humanidad.

¿Por qué?
Porque Dios es un culero y tiene miedo de que la gente descubra que el Diablo es un chingón.

Imaginen que todo ha sido como un enorme Reto Pepsi orquestado por papi Dios, donde en vez de darnos a probar Coca y decirnos que estamos bebiendo Caca (Get it?, nada más le cambié una letra porque soy bien creativo), nos ha dicho que el infierno es pésimo y ahí matan perritos.

¿A alguno de nosotros le consta que el infierno sea malo realmente?
No, claro que no.
Pero aceptamos la palabra del señor porque somos unos borregos sin mente propia.

"Pero Dexter, ¡está escrito en la Biblia!", me dicen algunos de ustedes, balando felizmente.

"¿Y?", les digo yo, con mucha coherencia.
Está escrito en un libro. Big fuckin' deal.
Si todo lo que estuviera escrito en un libro fuera cierto, Yordi Rosado sería un genio. ¿Realmente quieren vivir en un mundo donde Yordi Rosado sea un genio?
Of course you motherfuckin' don't.

Tratemos de pensar las cosas objetivamente, lectores imaginarios:

- Para ir al cielo, tienes que ser sumiso y sacrificado toda la vida.
- Para ir al cielo, tienes que evitar cometer pecados. Ahora, según la Biblia, TODO es pecado. Probablemente han cometido más de 15 pecados desde que empezaron a leer este post.
- Para ir al cielo, tienes que evitar hacer cosas. Evitar decir cosas. Evitar pensar cosas. Evitar -no- hacer cosas. Todo está mal, sin importar si lo hacen o lo dejan de hacer.
- Para ir al cielo, tienes que ir a revelarle todos los secretos de tu vida a esos queridos pedófilos violadores que gustosamente llamamos curas.

Básicamente, para ir al cielo, tenemos que evitar ser nosotros mismos.
En cambio, para ir al infierno, simplemente tenemos que ser fieles a nuestra propia existencia, porque el Diablo no es tan soberbio como para juzgarnos y decirmos que no merecemos la entrada a un lugar que ni siquiera sabemos si vale la pena, porque no lo conocemos.

El Diablo sólo nos pide que seamos nosotros mismos, y él nos acepta así, porque todo el mundo tiene derecho a tratar de ser feliz.

Chinga a tu madre, Dios; quédate con tu pinche cielo. Diviértete mucho pasando la eternidad con tus consentidos, como el padre Maciel.

Ahora, si me necesitan, yo estaré por aquí, tratando de ser la onda, y preparando mis maletas para el infierno.

martes, 14 de agosto de 2012

Neither here nor there

Como cada miércoles en la tarde, ahí estaba ella, sentada en la mesa de la esquina; y como cada miércoles en la tarde, me acerqué para saludarla, desdoblar su servilleta, ponerla en sus piernas y preguntarle si podía ofrecerle algo de beber.
Mientras me pedía una taza de café negro sin azúcar, noté que su voz no sonaba igual que siempre; hoy se quebraba cada vez que intentaba decir algo. Tratando de ver si había sido mi imaginación, le pregunté si quería un poco de leche. No, no lo había imaginado.

Unos pocos minutos después, regresé con su orden. Mientras la ponía en la mesa, accidentalmente derramé un poco de café sobre su blusa blanca, y ella se soltó a llorar.
Me debo de haber disculpado cerca de cien veces, pero ella sólo agitaba su mano, como diciéndome que no me preocupara. Normalmente se nos dice que no debemos de preguntarles cosas personales a los clientes, pero en este caso no me importó, así que le pregunté si todo estaba bien.
Ella tardó unos cuantos segundos en retomar la compostura, pero eventualmente pudo empezar a hablar.
Aparentemente, hoy había sido el peor día de su vida.

Me contó que toda la vida había tenido muchos problemas para diferenciar los colores, porque algo malo pasaba con sus ojos. A pesar de que siempre había sido molesto, nunca le había causado ningún problema. Hasta hoy.

Había salido tarde de su casa, así que empezó a manejar más rápido para no llegar tarde al trabajo. Al llegar a un semáforo, ella confundió las luces y pensó que tenía el paso libre cuando en realidad tenía que frenar. Accidentalmente, había atropellado a un pobre perro por culpa de su estúpido error.
Se bajó del coche a tratar de ayudarlo, y lo encontró todavía vivo, pero muy herido.
Ella lo subió a su auto a toda prisa, y lo llevó a un veterinario. Cuando llegó, estacionó su coche en donde pudo y corrió dentro de la clínica. No hubo nada que el doctor pudiera hacer para salvar al animal.
Para empeorar las cosas, ella no se dio cuenta de que había dejado su auto en la zona roja, así que la grúa se lo había llevado.
Evidentemente, llegó tarde al trabajo, y como no era la primera vez que eso pasaba, su jefe la despidió.
Y ahora estaba aquí, frente a mí, contándome su historia.

Sin saber qué decir, simplemente le dije que todo mejoraría y le pregunté si estaba lista para ordenar. Ella me pidió esas enchiladas de pollo en salsa verde que le gustaban tanto.
No tuve corazón para decirle que se nos acababa de terminar la salsa verde, así que le llevé unas en salsa roja. Ella, agradecida, me sonrió y empezó a comer sin notar la diferencia.

miércoles, 1 de agosto de 2012

Envejecer

Las personas que me conocen saben que yo tengo un serio serio problema con envejecer.
La idea de perder todas mis libertades y cambiarlas por una rutina gris de oficinas y horarios que no te permiten tener vida propia, es algo que me da muchísimo miedo.

Poco a poco veo como todos mis amigos se van perdiendo en ese mundo, y dejan de ser las personas que conocí y con las que me encariñé. Ahora su vida es el trabajo y nada más.
Me aterra convertirme en uno de ellos; me aterra que mi existencia se vea reducida a ser un engrane cualquiera en la vida laboral de alguna empresa que seguramente ni siquiera sabrá que existo.

Mi experiencia laboral no me ha dejado un buen sabor de boca hasta ahora, y en la mayoría de los trabajos que he tenido siempre regresaba a mi casa sintiéndome triste y como si algo me estuviera apretando el pecho y consumiendo la vida.
De hecho, en uno de mis últimos trabajos, llegué a convertirme en una persona profundamente deprimida. No mucha gente lo notó, pero por dentro yo estaba gritando de desesperación, porque sentía como que pasaba todo el día esforzándome en hacer que mi país fuera un lugar peor (supongo que eso pasa cuando trabajas en política)

Aunque ya no trabajo ahí, de todos modos sigo estando en una crisis personal, porque descubrí que tengo 25 años y todavía no tengo ni la menor idea de qué quiero hacer de mi vida.
Lo peor de todo es que nadie parece entenderme.

Extraño mis años de irresponsabilidad y de libertad, y extraño no tener la presión social de TENER que trabajar en algo, sin importar lo que sea.
En estas últimas semanas, ya van varias personas que me dicen que me veo raro, y que pareciera como si me costara muchísimo trabajo despegarme de mi juventud.
And they are SO fuckin' right.

De repente, me siento desconectado de todo y de todos. Todo lo que conocí ya no existe, y el nuevo mundo es algo que no logro entender.
Me siento en el Limbo.

Y hoy, por alguna razón, llegó hasta mí una canción que describe perfectamente el punto de mi vida en el que me siento atrapado.

Después de varias semanas sin hablar con ella, mi amiga Rocketmail se apareció de la nada y me pasó el link a un video.
Es realmente freaky la forma en la que esta canción describe mi vida, y nunca había escuchado nada con lo que me identificara tanto y tan rápido.

Simplemente quería compartir esa canción con ustedes, lectores imaginarios, porque la verdad no sé qué más hacer con ella.

Mientras tanto, yo voy a seguir aquí, tratando de descifrar en dónde estoy, y qué tengo que hacer para salir de aquí.




Well I guess I should confess that I am starting to get old
All the latest music fads all passed me by and left me cold
All the kids are talking slang I won't pretend to understand
All my friends are getting married, mortgages and pension plans
And it's obvious my angry adolescent days are done
And I'm happy and I'm settled in the person I've become
But that doesn't mean I'm settled up and sitting out the game
Time may change a lot but some things may stay the same

Oh maturity's a wrapped up package deal so it seems
And ditching teenage fantasy means ditching all your dreams
All your friends and peers and family solemnly tell you you will
Have to grow up be an adult yeah be bored and unfulfilled
Oh when no ones yet explained to me exactly what's so great
About slaving 50 years away on something that you hate,
About meekly shuffling down the path of mediocrity
Well if that's your road then take it but it's not the road for me

And if all you ever do with your life
Is just photosynthesize
Then you deserve every hour of these sleepless nights
That you waste wondering when you're gonna die

Now I'll play and you sing
The perfect way for the evening to begin

And I won't sit down
And I won't shut up
And most of all I won't grow up

And I won't sit down
And I won't shut up
And most of all I will not grow up

domingo, 29 de julio de 2012

Otro mail canadiense

Hace unos días publiqué en éste, su überlog de confianza, un mail que escribí mientras estaba viviendo en Canadá.
Como aparentemente a la gente le hizo gracia, el día de hoy les traigo uno más: el mail que mandé el día antes de regresar a México, y que se supone servía como mi despedida del mundo primermundista.

Sin más preámbulos, aquí está; en toda su gloria dosmilsietesca.



Oh sí, en 24 horas ya voy a estar de regreso en el país del frijol charro.

La neta el viaje estuvo bien chingón, pero estos ultimos días me puse un  poco nostalgico... sobretodo cuando por alguna razon pusieron "Cumbia sobre el río" en el radio. 

Jamás imaginé que Celso Pinia fuera una celebridad en  Canadá.

Pero de todos modos ya llegó ese momento en que uno se pone a pensar en todo lo que hizo las últimas semanas, y entonces le cuesta trabajo decir adiós.


Yo sé que no es onda escribir un mail de despedida cuando falta casi un dia entero para irme, pero maniana me la voy a pasar todo el puto dia en el aeropuerto, y entre viajes de subway de 2 horas, aduana, y búsqueda de cavidades, no voy a tener mucho tiempo para escribirles a todos ustedes, mi querida lista de contactos de hotmail.


Como sea, maniana de seguro voy a estar demasiado emputado como para escribirles, porque me  caga andar cargando maletas por toda la ciudad. La gente se te queda viendo raro. 
Si de por sí hoy estuve cargando una caja de cervezas y me detuvieron 2 veces para checarme y 1 para tomarse fotos conmigo...

El caso es que me estoy tomando esta última oportunidad de conectarme para despedirme de todas las cosas canadienses que conocí en este viaje. Decir adiós siempre ha estado muy subvaluado.

No sé ni por donde empezar...

Adiós, computadora. Jamás olvidaré tu pantalla prendida a las 3 de la maniana mientras mi companiero de cuarto leía su mail y yo trataba de dormir.

Adiós, teclado sin enie. Extraniaré las nieradas que mi companiero me hacía escribir en las manianas. Maldito ninio nionio.

Adiós, Fruitopias. No sé qué voy a hacer sin ustedes. Puta madre, no puedo creer que me haya vuelto adicto a su delicioso delicioso sabor... lo más dificil será meter 5 litros de tasty Fruitopia en mi maleta sin que me violen en aduana.

Adiós, Allison y Becky. Gracias por los viajes, las cervezas gratis, los tequilazos improvisados, las clases de francés de cuarta, y el concurso de Red Bulls. 

Mi corazón jamás será el mismo. Ahora tengo taquicardia masiva.
No, neta, sí las voy a extraniar.

Adiós, cama compartida. Fue un honor dormir junto a un puto que cucharea, ronca, y me abraza en las noches "sin darse cuenta", pero ya basta. 

Si no recupero mi espacio nocturno voy a matar a alguien. No estoy jugando.

Adiós, ventilador pitero. Gracias por no dejar que muriera de calor, y gracias por la pulmonía canadiense.

Adiós, cerveza canadiense. Demuestras una vez mas que los mexicanos somos bien chingones. 

Pinche cerveza de la verga.

Adiós, programacion de baja calidad. 

Tus caricaturas en francés quedarán grabadas en mi subconsciente por toda mi vida. 
Nada como ver a Barney violar a ninios en otro idioma.

Adiós, malditos chinos. Dejen de invadir otros paises. 

En serio, ¿qué mamadas son esas de barrio chino? 
¿Té de lychee? WTF?

Adiós, familias hindúes. 

Espero que cuando regrese huelan menos feo, o mínimo se me acerquen menos.

Adiós, seniales de tránsito. 

Adiós, policías que te gritaban si no las seguías.

Adiós, conductores neuróticos de autobuses. 

Me despido con un sincero chinguen a su puta madre.

Adiós, cataratas de Niágara. Muchas gracias por atraer a europeos con axilas olorosas y muchas gracias por ponerme junto a ellos en el funicular.

Adiós, europeos con axilas apestosas. 

Y sólo para aclarar las cosas, que ustedes sean espanioles y entiendan lo que digo, no significa que voy a dejar de decir que huelen a madres. 
A menos que dejen de oler a madres, claro.

Adiós, Superman, bye bye, bye bye.

Adiós, salsas mexicanas que saben a todo menos a México.

Adiós, obsesión al hockey. 

No puedo creer que sea tan importante para ustedes que hasta le dediquen la imagen de un billete entero.

Adiós, malls grandes y caros. Jamás olvidaré la forma en que me hicieron gastar todo mi dinero. 

Y mi papá tampoco lo olvidara. Pero hey, ¡tengo souvenires!

Adiós, parrilla. Adiós, comida quemada. Adiós, explosiones de propano. 

Adiós, quemaduras de primer grado. Adiós, limpiar parrilla. Adiós, dar explicaciones. Adiós, pedir comida china.

Adiós, karaoke. 

Lo más especial de ti es cómo prometi que no iba a cantar ninguna de las 3 veces, y cómo acabé cantando las 3 veces. 
Y cómo todo mundo puede verlo en youtube si es suficientemente hábil.

Adiós, lago Ontario, con tus miles y miles de chicas lindas en poca ropa... 

Y tus miles y miles de canadienses panzones en poca ropa.

Adiós, negro de la Sony shop. No puedo creer que me hayas convencido de pagar tanto por unos audifonos...



En fin... podría pasar horas y horas escribiendo adioses y adioses, porque neta tengo un chingo de cosas de las cuales despedirme, pero ´rse no es el punto.

El punto es que a pesar de que tengo cientos de cosas a las cuales decirles adiós; tengo muchas más a las cuales decirles hola, y por eso es que ya extraniaba México.

Por eso, y sólo por eso, estoy dispuesto a quitarme cinturón y zapatos maniana en el aeropuerto, y a ser sodomizado por un negro de inmigración (¿A poco creían que no iba a usar la palabra sodomía en mi mail? Qué poco me conocen...)

Pero bueno... como dice la canción, "everybody wants to drive on through the night if it's the drive back home".



Me despido, gente; esperemos que no le pase nada al avión en el que viajo. Ya he tenido suficientes traumas en aeropuertos para el resto del 2007.


 

XOXO
Dexter

martes, 24 de julio de 2012

Cosas que aprendí en Canadá

Hace rato, borrando mails viejísimos, me encontré con un correo que mandé hace 5 años, cuando yo estaba viviendo en Canadá con mi mejor amigo.

Leer ese mail viejo me hizo darme cuenta de que soy la pura onda y siempre lo he sido. Me hice gracia a mí mismo.
Ay, Dexter, qué sensual eres.

En fin, aquí está el mail, en caso de que tengan tiempo qué perder y quieran perderlo leyendo pendejadas:




Oh sí oh sí, por fin tengo chance de meterme a internet otra vez.
Todo va poca madre por acá; he aprendido un chingo de cosas:


COSAS QUE HE APRENDIDO EN CANADÁ:


- Dormir en la banca de un parque no es bien visto socialmente.

- Las escaleras son resbalosas, y los golpes al caerte de las escaleras duelen igual o peor que en Mexico.

- Los mapaches vienen hasta tu puerta a pedir comida. Como un Auto Mac pero a la inversa.

- Las ardillas corren libremente por las calles, pero no las puedes tocar porque el gobierno las protege, de hecho, el gobierno protege mas a las ardillas que a los turistas.

- Los teclados no tienen enie.

- Los conductores de autobus tienen arena en su vagina, y "turista, no hablo ingles, sorry" no es una excusa válida para no pagar pasaje.

- Te pueden bajar del autobús a media calle si no pagas pasaje.

- Starbucks tiene como 15 sabores de frappuccino que no existen en México.

- La gente que se llama Bryan en Canadá no es igual a la gente que se llama Bryan en México. Aquí no son nacos, chaparros, morenos y grasosos.

- La gente no sabe nada de espaniol, pero aún así, si saben que eres mexicano, te gritan "¡Borracho cabrón desgraciado infeliz!" con una enorme sonrisa de estúpidos, y creen que te va a hacer gracia y que te vas a sentir bienvenido.

- No te puedes emocionar por ver un puesto de tacos, porque los tacos de aquí no son tacos; son tostadas con carne de cerdo y lechuga. 4 dólares pieza.

- Cuando te dicen que te vas a subir al edificio free standing más alto del mundo, debes creerles.

- Si te subes al edificio free standing más alto del mundo, tus huevos van a cambiarse de ubicación, y se quedarán en tu garganta por lo menos 2 horas.

- Caminar en piso de vidrio a 130 pisos de altura es para novatos. La onda es acostarse y aplicar el acapulcazo.

- Los turistas son queridos, la cerveza es gratis si ofreces enseniarles un poco de espaniol. A la tercera jarra ellos van a estar enseniandote ingles, y a la quinta jarra tú vas a necesitar que te ensenien espaniol.

- La composición del suelo es diferente. Aquí hay 7 mujeres hermosas por metro cuadrado, en México hay 7 ninios de la calle por centímetro cúbico.

- Cuando te dicen que algo está "within walking distance", no se refieren a 3 cuadras; se refieren a poco más de 50. No es choro... pasé 3 horas caminando al Eaton Centre.

- Si no tienes cambio exacto, no puedes subirte a su transporte público. No es choro... pasé 3 horas caminando al Eaton Centre.

- La comida chatarra engorda. Parece algo de sentido común, pero aquí es más real que en México. 4  de los 5 kilos que engordé me respaldan.

-Si te ofrecen un viaje en bote a las 14 islas del lago Ontario, no debes emocionarte mucho; en realidad es un viaje de 2 horas en una trajinera glorificada, alrededor de 14 mierditas que parecen una sola islota. 24.95 plus taxes.

- Si vas al Food Court y le gritas "putín" al que atiende, no se va a ofender; te va a dar unas papas grasosas... y te dirá que es el plato tradicional de Quebec. 3.95 plus taxes.

- A los osos y a los alces les gusta sodomizar turtsas mexicanos. Y a los amigos de los turistas mexicanos les gusta tomar fotos de la sodomia pública. 31.99 plus taxes.

- Hacer chistes racistas de "ni los negros" y "como viles chinos" no es opción. Nunca habia visto tanto negrochino en mi vida.

- Cuando por fin encuentras a otro turista que hable espaniol, se la va a pasar cantando Atrevete Te Te. A los 3 minutos vas a querer estar con gente que sólo hable inglés.

- Alejate de las familias hindues. Este consejo te doy porque tu amigo Dexter soy.

- Aunque comprar un jugo de mandarina con granada parezca buena idea en el momento, no lo es. Sabe a pene remojado en escabeche (con granada). 2.99 plus taxes.

- Si te encuentras con un viejito simpatico alemán, gritale "Listen, you wandering bitch!" y te ganas cerveza gratis.

- Los mexicanos tienen pegue en Canadá y los canadienses tienen pegue en México. Ironía digna de Sol.

- Dormir con alguien: buena idea. Dormir con un güey que te cucharea: mala idea. No, no me acosté con un cabron canadiense. Aún.

- Canadá es hogar del gatito más hermoso del universo. En serio, era estúpidamente bello. Sí.

- Youtube es una excelente forma de perder el tiempo en todas partes del mundo.

- Aquí sólo hay 3 tipos de mujeres: Las buenas, las nomamesquepinchebuenaestá, y las gordibuenas. 

- Después de unos dias, te das cuenta que no quieres dejar de escribir mails, porque sabes que cuando termines vas a tener que apagar la computadora y meterte a la cama con el puto que cucharea. Y ronca.

- Cuando te das cuenta que eso pasa, decides hacer algo para cambiar la situación. Hoy cucharearé yo. 

- Las seniales de transito sirven de algo. No, no estoy jugando, paisanos, es la verdad.

- Los estereotipos son falsos, la policía montada no corre libremente por las calles. Creo que sólo salen en luna llena.

- La comida viene en 2 sabores: Insípida y maple.

- Puedes no ver a tu familia y amigos en 3 meses y no pasa nada, pero si ves una lata de chiles Herdez te sentirás nostálgico.

- Una tienda con 100 marcas de cerveza y de todos modos compras Corona.

- Los estereotipos te dicen que Canadá es helado y con nevadas que dejan snow banks de 3 metros de alto, pero la realidad es que tienes que dormir con un puto ventilador en la jeta porque estás a 32 chingados grados.

- Todo es tan hermoso que da coraje.

- Nadie te tortea en el metro. Excepto tu companiero de viaje que es más puto de lo que jamás pensaste.






Sí... creo que es todo lo que he aprendido hasta ahora, pero todavía me quedan unas semanas de vida castoril. Me la estoy pasando chingón.


¡Saludos y abrazos a todos, los extranio!
Avec amour:
Dexter


PD: Les bergers à Bethléem courent pressés.

martes, 17 de julio de 2012

5 cosas que odio (Parte IV)


1. La música de espera.

Cuando por algún motivo o razón tienes que hablar a un número de servicio a clientes, sabes que tu día está a punto de arruinarse.
No sé en qué momento las compañías pensaron que era buena idea dejar que un conmutador te contestara y después te confundiera horas y horas con sus opciones vagas en donde nunca pareces poder encontrar lo que estás buscando.

Cuando POR FIN logras comunicarte con un ser humano, por alguna razón nunca es con el ser humano con el que tendrías que estar hablando. "Permítame lo transfiero al departamento correspondiente", parece ser la respuesta universal de estos tipos que NUNCA pueden resolver problemas.

Y es entonces cuando aparece la peor parte de toda la experiencia de atención a clientes: la estúpida música de espera.
Es como si tuvieran a un experto en música que se dedicara únicamente a escoger las canciones más piteras de toda la historia para torturar tus oidos durante los interminables minutos que esperarás en la línea, donde una voz robótica aparecerá de vez en cuando para recordarte que tu llamada es muy importante para ellos, y que por favor no cuelgues.
Hijos de puta.


2. Cuando un mesero te dice "cuidado, el plato está caliente", y entonces tienes que tocar el plato a ver si es cierto.

¿Para qué carajo me tienen que avisar que el plato está caliente?
Lo único que provocan es obligarme a tocar el maldito plato, por vil morbo y curiosidad, y entonces quemarme toda la mano.

Maldita sea, meseros, ¿cómo pueden cargar con esa responsabilidad en su conciencia?

Yo sé que la solución evidente es NO tocar el plato, pero seamos realistas, ¿acaso alguien puede evitarlo?
No, por supuesto que no.


3. El plástico que traen los CDs, DVDs y Blu-Rays nuevos.

Por muchos años yo pensé que los científicos eran sólo un montón de nerds ociosos que se dedicaban a estudiar changos porque en realidad son unos malditos zoofílicos closeteros, pero resulta que me equivoqué.

En realidad, mientras nosotros los llamábamos "patéticos ñoños", ellos estaban muy ocupados tomando todo lo que está mal en el mundo y concentrándolo en una delgada capa de plástico irrompible que después pondrían encima de CDs y DVDs, para que cuando trates de abrir el artículo que acabas de comprar, seas frustrado durante varios minutos en lo que tratas de romper la irrompibilidad de esa pinche chingadera.

Cientificos del mundo: dedicados a torturarte con incomodidad extrema cada vez que pagas mucho dinero para adquirir tu música y películas de forma legal.


4. Olvidar el nombre de alguien mientras estás hablando con él.

Por alguna razón, siempre he sido PÉSIMO recordando caras. Tal vez sea porque la mayoría de las veces no me interesa ponerle atención a los rasgos de una persona.
La gente es tonta y huele feo.

Sea como sea, hay veces en las que estás hablando con alguien que ya habías conocido hace días/semanas/meses, y esa persona te recuerda perfectamente, pero por más que lo intentas, tú no puedes recordar su nombre.

Es entonces cuando te das cuenta de que tendrás que pasar el resto de la conversación refiriéndote a esa persona como "güey" o "dude". Y será incómodo.


5. El refresco sin gas.

El 98% de la deliciosidad de un refresco está en el gas; eso es un hecho sabido por todos.
Un refresco sin gas es como una iglesia sin curas pedófilos: it should just not happen.

lunes, 9 de julio de 2012

10 de julio

Hace unos cuantos días, mi novia estaba regresando a su casa cuando se encontró un pequeño pájaro herido.
Lo levantó de la calle y decidió cuidarlo y tratar de hacer que volviera a estar bien para después dejarlo libre.

Ayer lo vi, y era estúpidamente hermoso. Decidí que se llamaba Camilo.
Era tímido y cariñoso, y cuando lo acariciabas, se te quedaba viendo amablemente, como si te estuviera agradeciendo que lo cuidaras cuando más te necesitaba.

Varias veces lo vi tratar de abrir sus alas, pero por más que se esforzaba no podía, porque todavía no estaba listo para volver a volar.

Hoy en la mañana parecía como si ya estuviera a punto de lograrlo; miraba esperanzado hacia arriba y se notaba inquieto.
Estaba aprendiendo a volar, como si el poco tiempo que llevara sin flotar por los aires hubiera hecho que olvidara quién era, y ahora tuviera que empezar desde cero y recordar para qué servían sus alas.

Para mi novia, por un par de días ese pequeño pájaro se convirtió en una de las cosas más importantes del mundo.
Hoy en la tarde, Camilo murió.


Me es imposible no darme cuenta de lo familiar que me resulta esa historia; tal vez porque hace muchas vidas yo fui parte de algo parecido.

Feliz 10 de julio, Cristina. Te sigo extrañando como el primer día.
Por favor, cuida a Camilo; ahora ya tienes a alguien que vuele junto a ti.

lunes, 2 de julio de 2012

Carta abierta a Enrique Peña Nieto

Mi querido Enrique:

El día de hoy no me encuentro frente a esta pantalla con la finalidad de insultarte, a pesar de que probablemente debería.
No escribo esto con el ánimo de denunciar la ilegalidad y fraudulencia que marcaron estas elecciones presidenciales; porque la enorme mayoría de México ya está consciente de que si estás en la silla, es gracias a instituciones corruptas que te cedieron el asiento a cambio de dinero, poder y favores.

El día de hoy, estoy aquí, escribiéndote una carta que seguramente nunca leerás, simplemente porque quiero.
Porque soy un ciudadano de este gran país, y siento como que tengo que hacer ALGO, aunque ese algo sea tan simple y ridículo como escribir unas cuantas letras que caerán en oídos sordos.

La cruda realidad que enfrenta México el día de hoy, es que la democracia perdió y tú ganaste. Felicidades.

Sé perfectamente que ninguna cantidad de impugnaciones ni de evidencias claras de fraude harán que el IFE reconozca que tú no eres el presidente que el pueblo eligió; pero eso no cambia el hecho de que a partir de hoy, eres el presidente que el pueblo tiene.
Lo único que nos queda ahora, es esperar habernos equivocado (como ya ha pasado muchas veces a lo largo de la historia).
Esperar habernos equivocado contigo y haberte juzgado demasiado pronto gracias a esos colores que cargas a tus espaldas; colores y siglas que han herido profundamente al pueblo de México y que representan varias decenas de años de miseria y pobreza.

Dices que tú representas a un nuevo PRI, y por el bien de todos nosotros, espero que tengas razón.
Espero que tú seas la cara de un partido que ha tenido la valentía de observar su pasado y ha tomado medidas para corregir las injusticias de las que históricamente ha estado plagado.
Espero que no representes la misma dictadura de siempre, y espero que no hundas al país en el mismo velo de desinformación, manipulación y robo que tus antepasados pusieron sobre nuestras cabezas.

También espero que estas elecciones, por muy compradas que hayan estado, te dejaran bien claro que la gran mayoría de México no te quiere; y no sólo eso, sino que ni siquiera te toleran.

La Ibero te lo mostró, Enrique: ya no somos los mismos de siempre.
Ya no somos los hombres y mujeres agachones que están dispuestos a doblarse para que tú y los tuyos puedan hacer con nosotros lo que quieran.
Ya no somos personas que se dejen engañar por lo que los medios masivos de comunicación nos vendan en los anuncios de Siempre en Domingo.
Ya no somos el México de antes, y espero, por tu bien y por el nuestro, que no trates de traernos al PRI de antes.
Ya no estamos dispuestos a soportar los abusos que nuestros padres y abuelos toleraron por tanto tiempo.

Sin importar cuánto confeti tricolor te puedan aventar tus lamebotas, ni cuánto grito de apoyo puedas escuchar de tus acarreados; la realidad es diferente: más del 60% de México no te quiere, y va a estar esperando ansiosamente tus errores para hacerte responsable.
Somos muchos más de 132, Enrique, y vas a estar viéndonos las caras durante 6 años. Esto no es una amenaza, es una realidad.

Ahora, habiendo dicho eso, también tengo que dejarte en claro que estoy dispuesto a trabajar junto a ti.
¿Te apoyo? No. ¿Apoyo a mi país? Claro, siempre.

Por favor, Enrique, prueba que nos equivocamos: demuéstranos que somos unos pendejos, toma todas las burlas y los chistes de mal gusto que hicimos a tus expensas, y ciérranos la boca.
Sé el mejor presidente que México haya conocido. Limpia el nombre del PRI, y por favor, toma la poca memoria que los mexicanos tenemos, y haznos olvidar todos los abusos que hemos sufrido.
En tus hombros queda el que dentro de 6 años, tu partido vuelva a ganar la presidencia; esta vez, sin trucos ni fraudes.

En el fondo, tú y yo sabemos que Andrés Manuel ganó las elecciones, y habemos muchísimas personas para las cuales tú no eres -nuestro- presidente, pero eso no quita el hecho de que seas el presidente de este país.

Una vez más, felicidades: la silla ya es tuya.
Prueba que nos equivocamos contigo, Enrique; te lo pido desde el fondo de mi corazón.

Atentamente:
Dexter Petrelli, un mexicano.

viernes, 29 de junio de 2012

La juventud productiva de hoy en día.

He aquí el perfecto ejemplo de por qué permitir Facebook en las oficinas es una pésima idea.


viernes, 22 de junio de 2012

De bullying

(Este post es traído hasta ustedes desde mi nueva y flamante laptop, la cual pagué enteramente con mi propio dinero, razón por la cual ahora soy más pobre que el intelecto de Adal Ramones, pero ésa es otra historia)

Hace un par de días, pendejeando por internet, me encontré con la triste historia de un niño de 8 años (muy probablemente puto) que decidió suicidarse (por puto) porque en su escuela un montón de niños malos le decían puto.
Esto causó toda una enorme discusión acerca de cómo el bullying ha llegado a extremos tan... extremos, que la juventud de hoy prefiere suicidarse antes de soportar que se burlen de ellos.

Sinceramente, qué putos.
Qué bueno que ese niño esté muerto. No porque sea gay, sino porque es un pinche cobarde.
¿Qué clase de persona decide tomar la ruta fácil y acabar con todo en vez de tener los huevos de enfrentar sus problemas?
La humanidad no necesita esa clase de personas en el mundo. Mientras más gente se suicide por razones estúpidas, mejor.

¿En qué momento la sociedad se empezó a volver tan marica?

El bullying no es algo nuevo, y creo que TODOS hemos pasado por algo parecido.
I mean, si estuviste en primaria, la gente se burló de ti.
That's a fact, Jack.*

Sin embargo, antes la gente no se suicidaba sólo porque les decían gay, o cuatro ojos, o gordo, o flaco, o nerd, o alto, o chaparro, o loquesea.

Hell, a mí también me bully-aban mucho cuando era niño, porque pues era chaparrito, nerd, usaba lentes, y mis calificaciones eran buenas.
¿Acaso me suicidé por culpa de los comentarios que me hicieron? Estoy bastante seguro de que no, no lo hice.

Eventualmente me di cuenta de que sí, soy chaparrito, pero carajo, soy estúpidamente guapo.
Antes usaba lentes de armazón porque no me quedaba de otra, ahora lo hago porque, puta madre, qué bien me veo con lentes.

Soy hermoso, simpático, creativo, talentoso, inteligente, fantabuloso y burbujeante; ¿por qué carajo habría de hacerle caso a los pendejos que quieren opinar de mi persona?

En cierta forma, las burlas que recibí de niño me hicieron exprimir todas mis inseguridades, y ahora, tiempo después, lo único que me queda es un destilado de awesomeness.
Siendo sinceros, soy bastante genial.

En mis tiempos, la gente aprendía a vivir con el bullying y también aprendíamos a superarlo. Lo llamábamos formar carácter. 
 
En cambio, hoy en día estamos creando una sociedad de personas maricas y cobardes, y les estamos dando la razón.
Estamos esforzándonos en ser políticamente correctos TODO EL TIEMPO en lugar de educar a los niños para que aprendan a crear una imagen de si mismos que no dependa de lo que los demás piensen.
En vez de crear personas fuertes, les estamos diciendo que está bien ser maricas y débiles.

Así que, por lo que a mí respecta, ojalá esos pinches niños cobardes se sigan suicidando; así dejan de robarle oxígeno a personas tan increíbles como yo.

Rot in hell, puto.

*Pido disculpas si su nombre no es Jack. Soy pésimo recordando nombres.

martes, 12 de junio de 2012

De una última foto

"¿Estás llorando?"
"No. Yo nunca lloro, ¿recuerdas?"
"Estás llorando..."
"No es cierto, lo que pasa es que se me metió un adiós en el ojo"

Voltée a ver mis zapatos, como si de repente se hubieran convertido en la cosa más interesante del planeta.
Los siguientes segundos parecieron horas, como si el mundo hubiera dejado de girar para acentuar la importancia del momento.

"¿Me vas a extrañar?"
"No, ni un poquito"
"¿Nada?, ¿absolutamente nada?"
"No, porque siempre voy a estar cerca, de una u otra forma..."

Nunca en mi vida me había costado tanto trabajo levantar la mirada; era como si verla a los ojos hiciera que todo se volviera real.

"Yo sí te voy a extrañar..."
"Siempre te voy a estar cuidando, aunque tú no te des cuenta. Te lo prometo."
"Odio las promesas..."
"Yo también, pero ésta es diferente"

Lentamente, mis ojos empezaron a buscar los suyos, y cuando por fin los encontraron supe que todo había terminado.

"¿Por siempre y para siempre?"
"Por siempre y para siempre"

Ella me abrazó y empezó a caminar, alejándose de mí.
De pronto, giró su cabeza y levantó su brazo; después sacó su cámara y tomó una foto del hombre más patético del mundo, parado ahí, con cara de hasta luego y el corazón en otro lado.

"Me llevo un poquito de tu alma, torpe"

Y salió de mi historia tan rápido como llegó; cruzando una puerta de aeropuerto que la llevaría al resto de su vida, haciendo escala en varias tiendas duty free.

lunes, 11 de junio de 2012

De visitas inesperadas al pasado

Las relaciones humanas son algo sumamente complejo.
Por alguna razón, hacer que dos personas funcionen juntas es casi inlograble (así es, me gusta inventarme mis propias palabras, deal with it)

Las relaciones amorosas son particularmente difíciles. Most of the time, they suck.
Muy de vez en cuando, uno se encuentra con una persona con la cual se lleva bien, existe atracción física, se complementan chingonamente y todas esas cosas que una relación amorosa debe de tener.
El problema es que, 99 veces de cada 100, las cosas no terminan bien.

Yo mismo me he caído del metafórico caballo varias varias veces.
Desde niños nos han educado a que cada vez que te caes de la metáfora, tienes que levantarte, quitarte el polvo del eufemismo, sacudirte la hipérbole y volverte a subir.
Normalmente, eso es lo que hago.

Sin embargo, en la vida de toda persona (al menos de toda persona no terriblemente fea) existen ciertas relaciones que al terminar dejan heridas más profundas que otras.

Yo, en particular, tuve una relación que me marcó muy profundamente y de la cual me costó muchísimo trabajo levantarme cuando todo terminó.
Es la típica historia trágica que todo hombre tiene y de la cual gusta compartir después de unos cuantos tragos grupales, para después todos gritar "¡pinches viejas!" al unísono.

Sea como sea, después de un periodo particularmente largo de sacudidas de polvo hiperbólico, por fin logré recuperar el control de mi vida.
Me tomó un buen rato, pero eventualmente todo terminó mejor de lo esperado.

De todos modos, yo decidí que como esa relación terminó particularmente mal, lo mejor sería guardar distancia total, y así se hizo.

Sin embargo, el día de hoy, una foto suya apareció en mi Facebook (por azares del destino y por culpa de amigas que no sabía que la conocían) y pues... está GORDA.

No sé si fue decepcionante o divertido.
En cierta forma se siente feo verla toda acabada y gorda, porque pues fue una persona que significó mucho en mi vida, y no le deseo ningún mal.
Pero por otro lado, fue como un "¡Ja, está gorda, a huevo, eso le pasa por lastimarme!"

Mñeh, mi cerebro funciona en formas misteriosas.
Creo que el punto de todo esto era decir que a veces encontrarte con capítulos cerrados de tu vida hace que regreses un par de páginas para tratar de re-leer las cosas que ya habías leído, y entonces te encuentras con que el capítulo tiene muchos más párrafos de los que recordabas.

Y el otro punto de todo esto era demostrarles a ustedes, lectores imaginarios, que soy capaz de hacer metáforas de gordas hasta con referencias literarias.

That's just how I roll, bitches.

miércoles, 30 de mayo de 2012

Spread your wings

Tal vez alguna vez has visto alguno y no te has dado cuenta.
Caminan entre la gente tratando de mezclarse, de pasar desapercibidos en un mundo que nunca será suyo y en el que siempre serán extranjeros.

Seguramente te has sentado junto a uno de ellos en algún camión, o quizás le hayas preguntado la hora, y durante los breves segundos que tu mirada se cruzó con la suya, supiste que estabas siendo parte de algo especial.

Viven entre nosotros, manejando sus autos, amarrando sus agujetas, sonriéndole a la gente con sus dientes imperfectamente perfectos; vistiendo una piel humana que no les queda bien, pero que usan porque ya olvidaron cómo vestir sus propias ropas.

Buscan su camino de regreso a casa y anhelan el día en que por fin, limpiándose las lágrimas de una existencia pesada, puedan abrir sus alas y echarse a volar.
El día en que por fin una última lluvia caiga del cielo, mientras ellos suben lentamente una escalera de humo y sombras para volver a su hogar. Un hogar que les quema la existencia, y el cual nunca pudieron olvidar.

domingo, 27 de mayo de 2012

Una de esas etapas

Yo sé que últimamente parece que pongo puro pretexto para explicar por qué no he tenido tiempo de escribir pendejada y media en el überlog, pero pues es que la verdad mi vida parece estar llena de puro pretexto.

Desde que uno nace (si es que se tiene la suerte de nacer en una familia con la posibilidad de mandar a sus hijos a la escuela, claro), nuestros padres nos empiezan a preparar para el momento en que tengamos que afrontar al mundo real.
Los años pasan inmisericordemente, y cuando volteamos la cara, ya no queda tiempo de seguirnos preparando porque el mundo real ya está sobre nosotros.

Eso me empezó a pasar hace un poco de tiempo, pero hasta hace poco, no había entendido realmente qué tan serio es el mundo real.
Well, it's upon me now.

Es por eso que no he tenido tanto tiempo de escribir últimamente; porque he estado demasiado ocupado tratando de recordar todo ese tiempo de preparación, a ver cómo chingados le hago para enfrentar al mundo real.

Y, queridos lectores imaginarios, es con un poco de secretismo y otro tanto de orgullo, que vengo hasta ustedes (o bueno, más bien ustedes vinieron hasta mí, pero whatever) para decirles que estoy empezando una nueva etapa, llena de planes y proyectos.
Si todo sale bien, el mundo real no tendrá nada que pueda asustarme.

Ahorita mi vida está llena de asesorías con abogados y contadores, con juntas de planeación y cafés en la Condesa para hablar del futuro. Llena de tabulaciones y formularios de registro, de ideas y de posibles oportunidades.

Mi mundo es un desmadre, pero lo estoy disfrutando mucho.

Ya me cansé de ver a dónde me lleva la vida. Es momento de empezar a llevarla a donde yo quiera.

Es por eso que no he escrito tanto como me gustaría. Eso y pues... dudo que les interese mucho escuchar de mi vida, ahora que sólo podría hablar de lo tedioso que es redactar contratos, y'know?

Las cosas cambiarán, pronto. Espero.

Los sigo queriendo a todos, lectores imaginarios.

Atte:
La gerencia.

viernes, 18 de mayo de 2012

La reseña (parte III)

El estadio Azteca apareció frente a nosotros. Pocas veces en mi vida he tenido la certeza de que si fuera mujer, me estaría mojando en ese preciso instante; pero ésta fue una de esas veces.

Mi amigo, negándose a estacionarse dentro del Azteca, decidió manejar como unas 15 cuadras, hasta que encontramos lugar.
Todos estábamos demasiado emocionados como para quejarnos, anyway.

Caminando con prisa (porque todavía teníamos que hacer fila para entrar), emprendimos el camino de regreso. Las 15 cuadras más grandes que jamás se hayan caminado.

Por fin, estabamos a los pies del estadio que en un par de horas sería casa de uno de los Fab Four de Liverpool.

Lo que vimos entonces, estuvo a punto de hacernos llorar.
Las 15 cuadras que caminamos no eran nada en comparación de las miles y miles de cuadras por las cuales se extendía la fila para entrar al concierto. Resignados, las caminamos, tratando de encontrar una cara conocida para colarnos con ellos, y también un poco asombrados por la cantidad de personas felices por ver a McCartney.

Eventualmente, llegamos al final de la cola. Lo único que quedaba era esperar; y eso hicimos, porque la fila avanzaba estúpidamente despacio.

Alrededor de una hora después, cuando ya habíamos avanzado unos 20 ó 30 metros, algo pasó, y todos se echaron a correr. Aparentemente habían abierto más puertas o algo.
Corrimos desesperadamente, y alcanzamos la entrada, donde nos catearon 2 ó 3 veces, y después nos dijeron que nuestra puerta de acceso estaba del otro lado del estadio.

Sabiendo que no teníamos sillas numeradas, y que mientras más rápido subiéramos las rampas y escaleras, mejores lugares obtendríamos, volvimos a correr como si fuéramos perseguidos por negros violadores.

Debo confesar que una buena condición física nunca ha sido algo que pueda poner en mi curriculum, pero por unos momentos no me importó: estaba a punto de ver a un Beatle.

Cansados, faltos de aire y sudando, por fin llegamos a nuestros lugares. Bastante decentes, debo decir.

Una de las miles y miles de vendedoras de refrescos se nos acercó, y a regañadientes accedimos a darle cantidades obscenas de dinero a cambio de una preciosa preciosa bebida, la cual desapareció en cuestión de segundos.

Las siguientes horas pasaron en relativa calma, mientras observábamos como el estadio se llenaba más y más.

De repente, las luces se apagaron y más de cien mil personas gritaron con una sola voz.

Estaba comenzando.


Continuará...

lunes, 14 de mayo de 2012

La reseña (parte II)

Después de múltiples horas eternas, por fin pude escapar de mi oficina.
Perder mi hora de comida sería un pequeño sacrificio que tendría que hacer en nombre de la Beatlemanía.

Puse mi iPod en una playlist de Wings, Paul McCartney y The Beatles, y me dispuse a caminar hasta el metro.
Mi amargura característica se apagó poco a poco, porque pues... ¿quién puede ser infeliz cuando se va a ver a McCartney?

Un breve trayecto de metro después, me bajé en la estación donde había quedado de verme con mi novia. Ella no estaba ahí todavía. Impuntuales y sensuales mujeres.

Después de ver unos cuantos vagones pasar (y por cierto, qué pinche fea es la gente), mi novia por fin llegó.
No había mucho tiempo para saludos amorosos porque todo mi corazón ya se lo había entregado al señor de Liverpool que hoy venía a tocar al Azteca.

Nuestra primera parada sería la casa de un amigo, donde haríamos pit stop, comeríamos, chelearíamos, y después nos subiríamos a un coche y eventualmente llegaríamos al estadio.

El trayecto en metro fue callado, a excepción de todo el tiempo que pasé diciéndole a mi novia que yo era más fan de McCartney que ella. Debo admitir que es extremadamente paciente conmigo.

Llegamos a casa de mi amigo, donde todos empezamos a emocionarnos cual quinceañeras jariosas.
Comimos sushi y bebimos cervezas de chocolate. Reímos y nos preparamos para llorar.

El mejor concierto de nuestras vidas estaba a menos de 4 horas de empezar.


Continuará...