Hace rato, pendejeando por las internetz, estaba leyendo una noticia que decía que en Australia una maestra de universidad era el centro de una controversia muy pendeja, porque resulta que la pendeja hizo una pendejada, y ahora tiene que lidiar con las pendejas consecuencias.
La muy estúpida es maestra de una materia ridícula llamada "estudios de sexo" o una cosa así, y básicamente se dedica a enseñarle feminismo a las jóvenes e impresionables mentes de los estudiantes australianos.
En lo personal, el feminismo me parece algo sumamente idiota (igual de idiota que el machismo), pero bueno.
El caso es que por algun motivo, a la maestra le pareció buena idea llevar a su bebé a la clase, y mientras estaba exponiendo algún tema imbécil de que las mujeres son superiores a los hombres, el bebé se puso a llorar. Resulta que tenía hambre, porque pues así son los bebés: hambreados, ruidosos, inútiles, molestos, y siempre llenos de vómito.
En vez de enseñarle a su molesto engendro que uno no siempre consigue lo que quiere en el momento que quiere, la profesora decidió darle de comer a la mitad de su clase.
¿Acaso sacó un biberón de su portafolio?
Hell no.
La muy marrana se sacó una chichi, y empezó a amamantar a su inútil bebé enfrente de todos sus alumnos.
He ahí el objetivo de la controversia.
Algunos alumnos se quejaron (con toda la razón), porque pues no chinguen, ¿a quién le interesa ver un grotesco seno caido a la mitad de una clase? Nadie quiere ver a una cuarentona alimentar a su estúpido bulto que usa pañales.
Otros tantos, que se autonombran "lactivistas" (no estoy inventando ese estúpido nombre, lo juro por todo lo que considero sagrado) defendieron a la tarada, diciendo que amamantar es el acto más natural del mundo y que nadie debería de juzgarla.
En mi muy personal opinión, amamantar a un bebé en público es una de las cosas más gatas que una mujer puede hacer. Es de PÉSIMO gusto y debería de ser castigado con la muerte tanto de la mujer como del hijo (lo del hijo es sólo un bonus, porque pues mientras menos bebés haya en el mundo, mejor)
Sure, amamantar a un engendro es algo sumamente natural; pero ¿saben qué también es natural? Las flatulencias.
Si andarse pedorreando en la cara de las personas no es socialmente bien visto, entonces no entiendo por qué sacarse leche de las chichis debería de ser diferente.
También cagar es lo más natural del mundo y no ven a la gente cagando en las calles sólo porque pueden, ¿o sí?
En este mundo existen cosas que sencillamente son de mal gusto, y amamantar en público es una de ellas. Para eso existen los baños, o los salones privados, o los clósets de intendencia, o los ya mátense y dejen de someter a los demás a tener que soportar sus pendejadas.
Recuerdo que un día yo estaba en el metro cuando de repente se sube una María con un bebé horrendo.
De la nada y a la mitad del vagón, la María se saca una cucamonga y empieza a darle de comer a su horrible bulto llorón.
Fue SUMAMENTE incómodo para todos los que estábamos cerca y me dieron ganas de gritarle algo, pero entonces noté que la pobre mujer ni siquiera tenía zapatos.
Pasé el resto del viaje esperando que cuando ella se bajara, pisara un vidrio, le diera gangrena y se muriera. En mi fantasía, el niño también se moría, porque cuando la mamá moría gangrenada, un oso llegaba y se comía al bebé.
Después el oso era muy feliz y empezaba a bailar mientras usaba un sombrero de copa.
Fue una de las mejores fantasías que he tenido en el metro.
En conclusión, si van a amamantar en público, más les vale ser una supermodelo sueca, y más les vale no ser egoistas y compartir la comida de su hijo con todos los presentes.