miércoles, 30 de junio de 2010

Tremendamente molesto

"Egópoda no es una palabra", levanté la vista de mi taza de café, y me encontré con la mirada confundida de mi amiga.

Llevábamos horas sentados en ese café, platicando acerca de muchísimas cosas, la gran mayoría de ellas sumamente irrelevantes.
A pesar de que habían habido momentos de conversación interesante, los últimos 15 minutos se habían destinado a hablar de zapatos, de bolsas, y del precio de pelucas de cabello humano real.

Como el mundo de la moda es algo que me importa tanto como el aumento en las cosechas de coliflor de Uzbekistán; yo había pasado los últimos 15 minutos mirando mi taza de café en silencio.
El profundo color oscuro de mi bebida me tenía extrañamente hipnotizado.

De pronto, en ese lejano zumbido de conversación ajena a mi interés; escuché a una de mis amigas decir algo que me llamó la atención:
"... y es que entró al salón con una actitud tan egópoda que me puso de malas!"

"Egópoda no es una palabra"
"¿Huh?", dijo mi amiga, aparentemente sorprendida de que yo volviera a abrir la boca después de un silencio tan largo.

"Ahá, egópoda no es una palabra, deja de inventar palabras", le repetí.
"Sí, sí es una palabra."

"I challenge that. ¿Qué significa egópoda, según tú?", le pregunté.
"Pues como egocéntrica", fue su respuesta.
"¿Y entonces para qué existe la palabra egocéntrica?", volví a inquirir.

Ella guardó silencio unos cuantos segundos, y después sonrió maliciosamente. Se acababa de dar cuenta de lo que había hecho.
Sabía que hay pocas cosas en la vida que me molesten más que el lenguaje mal usado; y ahora lo acababa de recordar.

"Deja de ser egópodo, no siempre tienes la razón, ¿sabes?"
"¡Egópodo no es una palabra!, ¡basta!"
Me estaba empezando a poner de mal humor.

"Ya, déja de molestarlo, ya sabes cómo se pone cuando no hablas con correctancia", dijo otra amiga, tirada en su asiento.
"Correctancia tampoco es una palabra... deténganse...", les dije.

Yo sabía perfectamente que estaban tratando de molestarme, y lo estaban logrando.
Por alguna razón, no puedo controlar mi impulso por corregir a la gente cuando destruyen el idioma.
Sabía que mientras más importancia le diera al asunto, más me iban a molestar. Lo jodido era que no podía detenerme.

"¡Ya Dexter, déjanos estar llenas de felicencia!"
"¡Eso es todavía más estúpido!", grité.

"Tú y tu amargosidad...", me dijo una de ellas.
"¡Basta! ¡Egópoda no es una palabra! ¡No lo es!", dije, en un último intento por regresar al punto en cuestión antes de que mi mente explotara.

"Sí lo es. Te apuesto a que sí es una palabra", me dijo mi amiga.
"Ok, chido. En cuanto llegue a mi casa lo voy a checar. Si sí es una palabra... no sé, ¿qué quieres?", le pregunté.

"¡Un loquequieras!", respondió.
Evalué la situación. Estaba 98% seguro de que egópodo no es una palabra real; pero la real academia española ya me ha traicionado antes, así que no estaba dispuesto a apostar un loquequieras. Esas cosas pueden ser peligrosas.

"No, un loquequieras no; es demasiado valioso como para apostarse en esta estupidez", le dije.
"¿Tienes miedo de equivocarte, entonces?"
"Tu psicología barata no va a funcionar. No te voy a apostar un loquequieras"

Ella me sacó la lengua, y después dijo "ok, entonces quiero un panini. La próxima vez que salgamos, me tienes que comprar un panini"
"Hecho. Y si yo gano, tú me tienes que comprar algo de igual o menor valor que un panini. Ese algo será decidido en una fecha posterior, cuando no me de flojera pensar", le dije.

En un honorable apretón de manos, nuestra estúpida apuesta fue hecha oficial.

"Ok, entonces en cuanto llegues a tu casa, tienes que checar el diccionario. Es más, te voy a mandar un mensaje con la palabra, para que no se te olvide", me dijo mi amiga.

"No es necesario... no tengo memoria de mapache, no se me va a olvidar", le respondí.
Ella me ignoró, y sacó su celular.

"En serio, no necesitas mandarme mensaje..."
Una vez más, me ignoró. Una vez que terminó, me volteó a ver, satisfecha consigo misma.

La conversación de ropa y zapatos volvió a empezar.
Unos segundos después, mi celular sonó.

"Esperen, me acaba de llegar un mensaje", anuncié.
Con toda calma, saqué mi celular, mientras mis amigas me veían.

Revisé el mensaje: "Egópoda =)"
Reí un poco, y después voltée a ver a mis amigas, y les dije: "Ya, perdón, es que una de mis amigas pendejas me acaba de mandar el mensaje más estúpido de la historia"

sábado, 26 de junio de 2010

De mí y un poco más de mí

Hace unas horas, estaba hablando con una amiga, y entre todos esos temas irrelevantes que se tocan en las conversaciones profundas, terminamos hablando de mí, y de mi obsesión por esconderme del mundo.

"Te encanta jugar a ser críptico y misterioso, ¿sabes?", me dijo.
Por supuesto que lo sé; después de todo, soy yo.

Pero independientemente de que mi amiga debería de saber que yo sé que soy lo que sé que soy, y lo sé; su frase me dejó pensando un poco.
Y es que precisamente ayer, estaba platicando con Rocketmail, y ella también me dijo una frase que me sacó un poco de onda:

"Eres muchas cosas. Eres más cosas de las que crees, y menos de las que presumes."

Me sacó de onda porque en estas épocas de cambio y de reubicación de prioridades, me he estado preguntando exáctamente quién soy.

Sí, soy críptico, y sí, me encanta esconderme del mundo; pero lo hago escondiéndome a plena vista, como debe de esconderse la gente que quiere ser invisible.

En fin, después de darle vueltas a todos estos asuntos, descubrí que todo esto es tan confuso que ni siquiera yo mismo me entiendo. Parezco mujer con PMS, y eso nunca es chido.

Por eso, y para tratar de recordar quién soy, decidí que es momento de enlistar un montón de cosas acerca de mí. Un montón de cosas sin relevancia aparente, pero que vistas en conjunto, dicen mucho.
Y es momento de enlistarlas en forma escrita, porque como todas las cosas importantes de mi vida, tienen que estar escritas para que yo pueda procesarlas.

Ahá, ¿a poco no es el post más egocéntrico que han leído en mucho tiempo?
Yo sé. Yo amo hablar de mí.
Yo.

Anyway, here they are:

Nací a la mitad de un halloween de hace muchos años. Mi madre dice que era un día soleado, pero yo estoy seguro de que estaba lloviendo.

Debería de haberme llamado igual que mi papá, mi abuelo, y mi bisabuelo; pero mi hermana llegó antes que yo, y la tradición del nombre cayó sobre ella.
Para compensar el hecho de que llegué a este mundo sin ninguna tradición que mantener, mi mamá me nombró igual que un personaje de su cuento favorito de toda la vida; porque decidió que yo tenía cara de llamarme así.
Ahora ese cuento también es mi favorito.

Entre las muchas cosas que heredé de mis padres, está un cierto grado de locura.
Soy obsesivo-compulsivo, y toda mi vida he escuchado voces. Hasta el día de hoy, jamás me han dicho que mate a nadie; pero si la gente sigue volviendose cada vez más estúpida, estoy seguro de las voces no tardarán mucho en ordenármelo.

Jamás he podido dibujar. Una gran vergüenza, considerando que TODOS en mi familia son excelentes dibujantes, en especial mi hermana.
Puedo escribir, y creo que soy un músico medianamente bueno. Si no fuera por esas dos cosas, sería el único sintalento en una familia que siempre ha preferido el arte y la creatividad sobre las matemáticas, la lógica y el deporte.

Soy zurdo, y sigo sin explicarme por qué.
Amo ser zurdo, me hace sentir especial, y Dios sabe que si algo me gusta en esta vida, es sentirme único y especial (y ser el centro de atención, también)

No soporto que me toquen la clavícula.
No soporto ver que la gente se toque la clavícula.
No soporto tocarme mi propia clavícula, a menos que sea totalmente necesario.
Weird, I know.

Le tengo miedo a un montón de cosas ridículas, como a los payasos y a los truenos; pero lo que más me da miedo en todo el mundo, es la soledad y la nostalgia.

Odio los elevadores; hacen que me sienta enjaulado, y siempre que estoy en uno, siento que el estómago se me contrae, y me dan ganas de gritar.

Cuando voy caminando por la calle, me gusta mirar al cielo, y pensar que en alguna parte del mundo, mi alma gemela (o como sea) también está mirando al cielo y pensando lo mismo que yo.

No entiendo el concepto del tiempo. Pienso que mi presente va a durar para siempre, y que nada va a cambiar.
El cambio es una de las cosas que más me conflictúan.

No fumo y no tomo; pero como siento que mi vida necesita alguna clase de adicción, me muerdo las uñas y mastico chicle casi todo el tiempo.

Una vez cuando era niño, estaba saltando en un tombling, y de repente, sin motivo alguno, salí volando y caí de cabeza. Mi hermana dice el peso de mi cabeza me ganó.
Tengo la cabeza demasiado grande.

Amo decir groserías. Mi padre, el italiano, dice que es porque no sé hablar sin ellas; pero no entiende que las digo porque lo disfruto mucho.

Mis ojos cambian de color según la luz.
A veces son verdes, y a veces son grises.

No suelo ser rencoroso, pero hay dos cosas que siento que nunca voy a poder perdonar: al mar, y a mí mismo.

Por alguna extraña razón, mi vida siempre ha estado rodeada de plumas blancas. Cada vez que me encuentro una tirada, la levanto y la aviento al aire. Las plumas blancas siempre tienen que estar volando, lo más alto que se pueda.

Escribo mucho mejor de lo que hablo.
Todos se quejan de que hablo demasiado rápido, pero eso es porque mi cabeza funciona más rápido que mi boca, y sé que si no digo las cosas lo antes posible, se me van a olvidar.
Tengo el attention span de un mapache.

Siempre digo que no me peino porque mi cabello tiene vida propia y no se deja peinar; pero la verdad es que decido estar despeinado, como tributo a alguien que fue muy importante en mi vida.
Por eso también me gusta que el pelo me caiga en la cara, aunque sé que se ve pésimo.
Amo quitarme el pelo de la cara y sonreir mientras lo hago.

La gente dice que normalmente me veo feliz, y que mi voz también se escucha feliz; pero yo siempre he pensado que mi mirada es triste.

Mis pies siempre están helados, y hasta el día de hoy, todavía no encuentro la forma de que se calienten. Aparentemente soy inmune a los calcetines.

Una de las cosas que más me gustan en todo el mundo, es caminar bajo la lluvia; pero jamás lo hago a menos que sea junio.
Sólo me gusta caminar bajo las lluvias de junio.

Cuando veo un avión, siempre me despido de él.
Nunca sabes cuándo va a ser la última vez que veas algo volar.

Tengo la mandíbula dislocada en 3 puntos.
En teoría, necesito cirugía para volvérmela a acomodar, pero sigo teniendo la esperanza de que un día despierte y todo haya regresado a su lugar.

Soy total y completamente incapaz de dormirme antes de las 3 de la mañana; sin importar qué pase.

Nunca he sido bueno teniendo amigos hombres. Como el 80% de mis amistades son mujeres.
Toda mi vida me he encontrado rodeado de mujeres. Supongo que por eso hay veces que creo que pienso más como mujer que como hombre.

Cada vez que veo Titanic lloro, y he visto Titanic como 15 veces.
También lloré las 3 veces que vi Up!, y también lloré en Wall-E.

Soy alérgico a algunos gatos, y a los perfumes muy penetrantes.
Hasta mis alergias son raras.

Muerdo a la gente. No puedo evitarlo.
Mi familia dice que no deberían de sacarme sin bozal.

Odio las iglesias.
Creo que es porque toda mi vida he vivido junto a una, y desde que tengo memoria, los estúpidos curas han tocado la estúpida campana a horas estúpidamente tempranas.
Y tocan la estúpida campana más de 100 veces. Las he contado.

Colecciono dados, y estoy obsesionado con las lámparas de lava.
Puedo pasar horas osbervando cualquiera de las dos cosas.

Los hámsters son mis animales favoritos, y los cuyos vienen en segundo lugar.
Prefiero millones de veces los perros que los gatos; y si pudiera tener un perro, sería un Golden Retriever.

En mi opinión personal, no hay nada más sexy que una chica pandrosa que sepa de música.
Puntos extra si le gusta Matchbox Twenty.

Amo Harry Potter.
Me gusta ir por la vida gritando hechizos, y una parte de mí siempre tiene la ligera esperanza de que algún día algún Crucio se me cumpla. O un Accio, ya de perdis.

Mi medio de transporte favorito siempre va a ser caminar. Caminar es lo máximo.

El dinero nunca ha sido una de mis prioridades; hay cosas muchísimo más importantes, como el amor o la lealtad.
De hecho, siempre me han dado hueva las personas que le dan mucha importancia al dinero, y que hablan de cuánto cuestan sus cosas, o de cúanto se gastaron en algo.
En noticias relacionadas, odio las cosas Abercrombie, y odio a la gente Abercrombie.

Me encanta quejarme de todo, y cuando no encuentro de qué quejarme, me quejo de no tener nada de qué quejarme.

Toda mi vida he querido tener una espada; pero debido a mi propensión a los accidentes, ninguna persona que me conozca y me quiera dejaría que yo tuviera una espada.

Me sé el nombre de los 151 pokemon-seses originales. Estoy orgulloso de eso.

A veces pienso que la gente puede leer mi mente, y eso me preocupa terriblemente.

Escribo posts demasiado largos, y nunca sé cómo terminarlos.

viernes, 25 de junio de 2010

Definiciones personales

La relación perfecta, es tener a alguien con quien cantar Sweet Home Alabama bajo la lluvia.

Sweet Home Alabama
Where the skies are so blue
Sweet Home Alabama
Girl, I'm coming home to you...

martes, 22 de junio de 2010

De ligeras decepciones

Durante varios meses (años, inclusive), estuve teniéndole miedo al momento en que terminara mi último día de clases, y tuviera que enfrentarme al mundo real.
El segundo en que cruzara la puerta de mi salón de clases por última vez, y sabría que ya iba a ser un profesionista licenciado (claro, obviando el proceso de titulación, el cual aún no hago).

Ese momento era algo que me tenía ligeramente paralizado.
Realmente tenía muy pocas ganas de terminar la escuela, porque en serio no quería convertirme en un adulto responsable.

Las personas que me conocen sabrán que pasé por una crisis existencial como pocas veces en mi vida (a menos que contemos la vez que me di cuenta de que habían descontinuado mi cereal favorito, o cancelado Heroes, o que me había quedado dormido antes de que empezara una película que quería ver)
Y ahora, todo terminó.

Ese momento llegó la semana pasada: presenté mi último examen, y firmé mi última calificación
Evidentemente me fue muy bien, porque soy lo máximo.
Pero en fin, debrayo.

Ahora por fin estoy parado en el mundo real, y permítanme decirles algo, queridos lectores imaginarios: el mundo real es altamente decepcionante.
Ni siquiera siento como que algo haya cambiado.

¿Dónde están mis responsabilidades adultas?
¿Dónde está la vida que me daba miedo?
¿Dónde están las cosas que tengo que abandonar porque ya soy responsable?
Todo sigue igual

Vaya... qué jodido. Yo esperaba que algún monstruo con varias filas de dientes me recibiera y me obligara a madurar, a cortarme el pelo, a rasurarme, y a vestirme como gente decente.

Y no; nada.

¿Acaso eso quiere decir que pasé los últimos meses de mi vida freakeandome sin motivo alguno?
Aparentemente sí.
Qué jodidamente decepcionante.

Fuck you all very much, quiero a mi maldito monstruo.

domingo, 20 de junio de 2010

En junio

Abrí los ojos.
Una enorme y helada gota de lluvia acababa de caer sobre mi frente.

El cielo estaba pintado de un color gris que me recordaba a la tristeza.
Giré mi cabeza y la vi: ahí estaba ella, todavía dormida, con una sonrisa iluminando su rostro.
Yo me quedé ahí, inmóvil, viéndola.

Después de no recuerdo cuánto tiempo, ella abrió sus ojos.
"Hola", me dijo con una voz débil, como si el sueño que acababa de abandonar la hubiera llevado tan lejos, que ahora estaba regresando a este mundo por partes, poquito a poco y sin prisas.

"Hola", le respondí con cuidado, como si tuviera miedo de romperla.
Ella seguía ahí, viéndome y sonriendo en silencio.

Yo besé su frente, y después ella acomodó su cabeza en mi pecho.
"¿Sabes? Estaba soñando algo increíble, pero despertar así hace que dejar de dormir valga la pena..."

Yo reí, y le dije "¿Cómo?"
"Shhh, no hagas preguntas, arruinas el momento", me contestó.

"Está empezando a llover", le dije al fin. Resaltar lo obvio siempre ha sido uno de mis mayores defectos.
De repente, la realidad nos cayó de golpe: estábamos tirados a la mitad de nada, pero en medio de todo.
Nos habíamos acostado en un camellón, y mientras veíamos a las nubes, nos quedamos profundamente dormidos. Ahora la lluvia se había encargado de despertarnos y de regresarnos a la vida real.

Las gotas caían cada vez con más fuerza, y de pronto era obvio que no podíamos seguir tirados ahí, sin hacer nada.
Me levanté, y tomé su mano. Ella se paró sin prisa, se quitó el pelo de la cara y se estiró, bostezando.

"Anda, apúrate tonta, nos vamos a mojar", le dije con un poco de impaciencia.
Ella terminó de estirarse, parpadeó un par de veces con la mirada perdida en el infinito, y después me dijo: "¿y qué?, ¿le tienes miedo a la lluvia?"

"No, pero no me gusta ir por la vida todo empapado"
La lluvia ya era muy fuerte. Ella sonrió, abrió los brazos, y empezó a dar vueltas.

"Amo la lluvia", dijo feliz.
"¿Por qué?", le pregunté sin saber qué más decir.
"Porque me recuerda al mar. Me recuerda que el mar y el cielo no están tan lejos, ni son tan diferentes..."

Volvió a quitarse el pelo de la cara, y me tomó de la mano.
"Ven, vámonos", me dijo.
"¿A dónde vamos?"

"¿Acaso importa? Vamos a caminar bajo la lluvia", me contestó.

"Sería bonito si estuviéramos soñando, ¿no?", dije mientras íbamos hacia ningún lado.
"No, prefiero estar aquí, despierta. Las lluvias de junio siempre son las mejores..."

miércoles, 16 de junio de 2010

Transcripción de la mente de un agripado estudiante

Penúltimo día de clases, penúltimo día de clases, penúltimo día de clases.
Anda, síguete repitiendo eso, parece funcionar. Al menos hasta ahora, has tolerado a los pendejos mejor de lo que pensabas.
Sí, creo que hoy será un buen día, ningún pendejo me hará enojar con sus pendejadas.

What the fuck?
¡Ese pendejo acaba de pisar un charco y me salpicó el zapato!
Odio a la gente, la odio. Los odio a todos.
¿Por qué tengo que estar atrapado en un océano de estupidez? Ni siquiera dejaron a la mano una lanchita salvavidas caray...

Si tan sólo me sintiera bien hoy, igual y podría disfrutar de que ya no hace un calor de los mil demonios, pero no, tenia que estar todo achacoso y enfermo. Y en semana de exámenes finales, obviamente, porque ¿por qué habría la vida de permitirme presentar mis proyectos finales en estado normal y cómodo?
No no no, tenía que estar todo mocoso, adolorido, y con fiebre. ¿Qué mejor forma de terminar la carrera que alucinando a la mitad de los exámenes?

Carajo, ahí viene otro ataque de tos, lo siento...
Ahí viene... ahí viene... ahí viene...
*Ataque masivo de tos*

Agh, ¿qué me pasa?
¿Por qué no puedo toser como gente normal, sin escupir medio pulmón?
Seriously, mi mano está toda llena de baba, soy un asco.

Bien hecho Dexter, mírate la mano llena de baba justo cuando va pasando una chica linda junto a ti, porque te aseguro que el mejor momento de analizar tus desagradables y mocosos fluidos corporales, es cuando una chica linda te está viendo.

Ándale, ahora límpiate la baba en el pantalón, al fin que todavía te estaba viendo. En serio Dexter, ¿acaso eres retrasado mental?
¿No se supone que deberías de evitar hacer este tipo de cosas?
Mira, mira como te está viendo con cara de asco... sí bueno, ¿qué esperabas?
La pobre mujer acaba de ver como se te salió medio pulmón, y después te limpiabas en tu propia ropa.

Pfft, déjala que te vea con asco, ¿a quién le importa lo que piense?
De todos modos es medio hipster, y nosotros odiamos a los hipsters.

¿Acabas de decir "fuckin' hipster" en voz alta mientas la veías?
¡Carajo Dexter, ayúdame a ayudarte!
Y claro, te escuchó, porque tu nivel de discreción es como el de una Vuvuzela...
¡Deja de verla con cara de asustado!
¡Pronto, control de daños, voltea a algún otro lado, voltea a algún otro lado!

¡Gah! ¿Tenías que voltear a ver a la única gorda con minifalda que hay en las inmediaciones?
Hoy estás tratando de matarme, ¿verdad?
Mira, evitémonos el madrazo visual, vuelve a voltear a ver a la hipster linda.

Ándale, así, pero sin la cara de enfermo degenerado.
Sí, ya se que tenemos los ojos llorosos por culpa de la gripa, y que tienes que respirar con la boca porque estás achacoso; pero te aseguro que para los demás, te ves más pervertido que enfermo.
Mira, ya le diste miedo... ¿en serio no eres capaz de dejar de ver fijamente las cosas?
¿Tienes 3 años o algo así?

Mira, tengo una idea brillante: pásate al asiento vacío que hay junto a ella, y haz como que estás fijándote en la tele que hay arriba. Después, discretamente, suelta algún comentario al aire, que tenga que ver con lo que estás viendo, para que después puedas hacer conversación y le demuestres que no eres un degenerado que se limpia la baba en el pantalón.

Camina derecho. Camina derecho.
Ok, tropiézate con las sillas, buena idea...

Ya, llegaste, y creo que no hiciste DEMASIADO ridículo.

Mira, se está acercando, ¡bien!
Tus desgarradores ojos verdes lo hicieron de nuevo, a pesar de estar todos agripados.
Tienes el toque, muchacho, tienes el toque.

Bien, te pidió encendedor, we can do this.
Amablemente dile que no tienes, porque no fumas, pero después le dices que la ayudas a conseguir uno.

Ok, no me hagas caso y ten un ataque de tos encima de ella... nice, eres todo un Don Juan...

sábado, 12 de junio de 2010

Escuchando la lluvia

"¿No te encanta?", me dijo.
Yo miraba mi plato en silencio. Lo que hace poco había sido la taza de café más perfecta del mundo, ahora se había convertido en una taza sucia, vacía, y con los restos de unos cuantos granos recién molidos mirándome desde el fondo.

"No sé, me parece un poco triste...", le contesté a media voz.
Ella me miró callada por un par de segundos, y después me dijo "yo hablaba de la lluvia... está lloviendo afuera, ¿no oyes?"
Me encogí de hombros y seguí mirando mi taza vacía.
"Yo hablaba del café, yo hablaba de como las cosas cambian... de como todo cambia..."

Sentí que una lágrima estaba a punto de resbalar por mi cara, así que cerré los ojos con fuerza. Ella puso su mano en mi mejilla, y yo solamente sentí su calor.

Abrí los ojos y levanté la cabeza; ella me estaba mirando con una sonrisa triste.

"¡Sé leer el café!, ¿quieres que lo intente?", me dijo mientras sus ojos se iluminaban.

Mientras su mano trataba de alcanzar mi taza vacía, yo le dije "tú sabes hacerlo todo, ¿verdad?"
"No todo, pero soy muy buena leyendo el café de la gente que necesita saber qué va a pasar", contestó mientras se quitaba el pelo de la cara.

Miró el fondo de mi taza por varios segundos, poniendo cara de estar concentrada; y después suspiró y me miro consternada.

"¿Qué?, ¿qué pasa?", le pregunté, fingiendo preocupación.
Ella cerró los ojos y negó con la cabeza.
"¡Ya tonta, dime!", volví a preguntarle.

"Esto es malo niño, muy malo..."
Volvió a quitarse el pelo de la cara, y yo me llevé las manos a la boca, haciendo como que estaba asustado.
"¿Me... me voy a morir?", mi voz sonaba amortiguada.

"No juegues con eso... tú no te puedes morir nunca, ¿ok?", contestó.
Sin saber qué decir, los dos nos quedamos callados, y ella volvió a mirar mi taza de café.
"No, no es malo... bueno, no sé...", rompió el silencio por fin. "No te vas a morir, pero te vas a ir muy lejos..."

"¿Cómo?", le pregunté.
"Te van a crecer alas"
Sus ojos brillaban, felices.

"¿Alas?", pregunté tontamente.

"Sí, dos alas grandes y blancas. Te van a salir dos alas de la espalda, y vas a volar muy lejos.
Vas a volar por encima de todos, y vas a tratar de alcanzar el Sol."
"¿Cómo Ícaro?", le dije.

"No tonto, Ícaro tuvo que construir sus propias alas; las tuyas te van a salir solitas, cuando menos lo esperes... y entonces te vas a ir muy lejos..."
No dijimos nada; ella porque parecía estar pensando en lo que había dicho, y yo porque no sabía qué decir. Siempre he sido así de tonto.

"Me encanta que me cuentes esos cuentos, ¿sabes?", le dije por fin, pensando que eso la haría sonreír.
"No son cuentos, tarado..."
"¿Ah no?, entonces ¿qué son?"

El pelo volvió a caerle encima de la cara, pero ahora no se lo quitó; parecía como si no quisiera verme a los ojos.
"Son sueños... con mis sueños puedo crear un mundo sólo para ti..."

"Me gusta tu mundo", le dije en una voz más baja de la que hubiera querido, mientras le quitaba el pelo de la cara y le sonreía.
"Es tuyo... puedes apropiártelo si quieres...", me contestó, y noté que una lágrima le resbalaba por la cara.

"Hablaba en serio, ¿sabes?", me dijo con voz cortada, "un día te van a crecer alas, y vas a volar muy lejos de aquí..."
"¿A dónde me voy a ir?"
"A... lejos. A un lugar mucho más bonito, y en donde estés rodeado de seres como tú, para que puedan cambiar miradas y atrever sonrisas"
Ella estaba llorando, y yo no supe qué hacer.

"¿Te puedo llevar conmigo?", le pregunté.
Ella tomó mi mano y la puso entre las suyas, pero no contestó nada.

"Hablo en serio, ¿ok?, tú no te puedes morir nunca", dijo por fin.
"Ok, pero tú tampoco te puedes morir entonces".

"No me voy a morir nunca, te lo prometo", me dijo...

lunes, 7 de junio de 2010

De horóscopos

Después de enterarme de la enorme cantidad de dinero que ganan tipos como Walter Mercado y Madám Zazú (porque estoy convencido de que Zazú es hombre, al igual que Gaga); decidí que me gusta a lo que se dedican.

Think about it; se visten tan ridículo como quieren, inventan una sarta de estupideces, y la gente les da todo su dinero, porque creen que si alguien con nombre ridículo predice su futuro, entonces podrán ver venir todos los problemas de su vida.
Gente, sólo tienen un problema: son estúpidos.
Es un gran problema, granted, pero es uno solo.

En fin, en honor a la gente que cree que nacer en cierta época del año afecta tu suerte por el resto de tu vida, decidí entrar en el negocio de los horóscopos.
Lo sé, soy un genio.

Here goes nothing.


Aries:
Tu suerte en el amor está a punto de mejorar. Marte, tu planea regente, está ejerciendo una gran influencia en tu humor, y estás tomando decisiones acertadas.
En cuestiones de dinero, viene una racha un tanto difícil, pero lo superarás y tu vida laboral mejorará.

Tauro:
La influencia de Venus en tu vida hace que estés pasando por un periodo seco. No desesperes, las chicas fáciles están a la vuelta de la esquina. Tu vida laboral empeorará, porque estás desempleado y cada vez tienes menos dinero. Si no estás desempleado, pronto lo estarás, despreocúpate.

Géminis:
A tu marido te lo está sonsacando una rubia. Una lluvia de asteroides hace que estés confundida y pienses que esto es broma, pero no lo es. Los astros me dijeron que tu marido te engaña. ¿Cómo ves? Ahí te dejo el dato nomás.

Cáncer:
Tu signo es el nombre de una de las enfermedades más mortales del planeta, para la cual, por cierto, no hay cura.
¿Crees que las estrellas podrán cambiar eso?
Esperas demasiado de los astros, cariño.
Deja de traerle miseria y sufrimiento a los demás, grandísimo culero. O culera, cualquiera que sea el caso.

Leo:
Como hace un par de años no mandaste una carta cadena a 10 personas en menos de 15 minutos, el karma regresará a cobrarte todo el mal que causaste.
¿Tu casa? Se quemará.
¿Tu mascota? Muerta por rabia.
¿Tu refresco? Se le irá el gas.
Hubieras mandado la carta cadena.

Virgen:
Ganarás cientos de millones de pesos en el Melate.
Así es, todos y cada uno de ustedes, vírgenes, ganarán mucho dinero; por improbable que eso sea.
Eso es lo que querían escuchar, ¿no?
Espero haberlos hecho felices.

Escorpión:
Son las personas más sensuales e inteligentes del planeta.
No creen en este tipo de cosas, porque son la onda; pero se los digo de todos modos, porque nadie nunca se los dice lo suficiente.
No tiene nada que ver que yo sea Escorpión, por supuesto que no; yo soy totalmente imparcial.

El... como ángel con la flecha. Quiero decir Cupido pero sé que no es:
Debería de haberme aprendido el órden de los planetas, para tratar de justificar lo que sea que vaya a decir con alguna razón pseudo astrológica; pero ese día no puse atención en clase, no recuerdo por qué.
Creo que habían regalado Boings en recreo o algo así.
Sea como sea, mi historia es mil veces más importante que su horóscopo. Regocíjense.

Acuario:
Ahora que regresaste a la atmósfera, tengo miedo de que me veas como un simple Jane que contó la historia de un hombre que tenía miedo de volar, así que nunca aterrizó.
Dime, ¿Venus te impresionó?, ¿era lo que esperabas encontrar?, ¿me extrañaste mientras estabas allá afuera, buscándote a ti misma?

El que siga, que creo que era Piscis:
Saturno acaba de dejarte claro que escribir horóscopos no es lo tuyo, y que es más difícil de lo que realmente parece.
Mejor déjale el trabajo a científicos astrólogos profesionales, como Walter Mercado o Madám Zazú, sin importar lo ridículos que se vean.
Y esto iba en Escorpión, pero no importa ya.