viernes, 29 de abril de 2011

Mi mujer ideal

Ahora que lo mencionas, sí: sí tengo un prototipo de mujer perfecta.

Es obvio, ¿no?
Digo, creo que todos tenemos una imagen bastante clara de cómo nos gustaría que fuera nuestra pareja made in heaven (lamentablemente, mi pasado está lleno de parejas made in china...)

Sí, por supuesto que tenemos que jugar el juego de "yo no soy superficial" y "lo que importa está dentro", "la belleza de las personas es su alma" y todas esas chingaderas.
True, todas esas cosas son ciertas, pero la persona que me diga que no se fija en el exterior, miente. Todos lo hacemos, aunque sea un poquito.

¿Debrayo?
Tienes razón, perdóname.

Sí, sí tengo un prototipo de mujer perfecta; pero pues... es complicado y tal vez un poco contradictorio.
Y es que hay que empezar por ahí; mi mujer ideal tiene que ser como yo: sumamente contradictoria.

Tiene que tener unas reglas muy definidas: reglas que todas las demás personas tienen que cumplir, porque sólo así funciona el mundo.
Pero esas reglas no aplican para ella, porque pues... ella es ella, ¿sabes?
Y claro, esas reglas tampoco aplican para mí, al menos no completamente.
No aplican para mí porque pues... yo soy yo, ¿sabes?

Mi mujer ideal tiene que ser paciente. Muy paciente.
Hasta mi propia familia me lo dice todo el tiempo: se necesita mucha paciencia para aguantarme.
Sí, soy tremendamente adorable (y desgarradoramente guapo), pero el problema está en que si algo no me entretiene, no me interesa; y cuando algo no me interesa, simplemente no lo hago.
Hay que tener mucha paciencia para tratar con una persona tan caprichosa y oscilante como yo.

Mi mujer ideal tiene que tener sentido del humor. Un sentido del humor negro y un tanto jodido.
Tiene que entender que la mayoría del tiempo soy incapaz de tomarme las cosas en serio, porque las cosas serias no me entretienen.
Tiene que aprender a sonreir con mis comentarios, a reirse de mis bromas, y a hacerle segunda a mis intereses intensos pero fugaces.
También tiene que aprender a disculparme con la gente a la cual incomodo; pero tiene que hacerlo sin que la vea, porque si la viera lo consideraría una traición a mi sentido del humor.

Mi mujer ideal tiene que saber ponerme un alto y no dejar que me vuele demasiado con mis ideas.
El problema de mis ideas es que todas son la idea más genial del mundo, y no sé como he podido vivir tanto tiempo sin haber hecho lo que sea que se me acaba de ocurrir.
Mi mujer ideal tiene que estar de acuerdo en que es la idea más genial del mundo, y nunca nadie había pensado algo tan maravilloso como eso; PERO sería mejor si me controlara un poquito. No por mí, porque yo soy perfecto, sino por los demás. Ya sabes cómo es la gente, ellos no van a entender lo genial que eres, amor.

Mi mujer ideal tiene que ser paciente. Muy paciente.
En sus hombros cae la responsabilidad de tener la paciencia que a mí me falta, y de distraerme cuando esté a punto de hacer algo estúpido provocado por mi impaciencia extrema.
Ella tiene que ser la voz de la razón, porque las otras voces de mi cabeza hacen tanto ruido que la razón se hartó y se cambió de casa.

Mi mujer ideal tiene que ser más jóven que yo.
Dicen que las mujeres maduran más rápido que los hombres, y ese dicho aplica en mi caso más que en muchos otros.
Tiene que ser más jóven para ser sólo un -poquito- más madura que yo, sin que me haga sentir como un niño estúpido y berrinchudo.

Mi mujer ideal tiene que ser bonita.
Si por mí fuera, no tendría que ser así; pero es que soy tan increíblemente guapo que si ando con una fea, la gente nos va a ver raro todo el tiempo, y eso acabaría afectando la autoestima de mi novia, y no quiero lastimarla.
Ya he intentado andar con feas, y simplemente no funcionó. A final de cuentas, el contraste con mi impresionante belleza las convierte en perras locas y vacías.
No, mi mujer ideal tiene que ser bonita, por su propio bien.
Parecería que soy superficial, pero si lo piensan, en realidad soy un héroe.

Mi mujer ideal tiene que ser paciente. Muy paciente.
Tiene que ser paciente para no hartarse de la forma en la que yo me harto muy rápido de las cosas.
Tiene que ser paciente para ponerme atención en el momento en el que yo ya dejé de ponerle atención a lo que sea que estuviera haciendo para empezar a ponerle atención a otra cosa que perderá mi atención en un ratito.

Mi mujer ideal tiene que ser amable, linda, educada y cordial; pero tiene que odiar a la gente.
La gente es idiota y huele feo.
Si a ella no le gustan las mismas cosas que a mí, that's fine (kinda), pero lo importante es que odiemos las mismas cosas.
La raíz del amor verdadero es el odio compartido.

Mi mujer ideal tiene que ser un poco amargada, pero al mismo tiempo tiene que ser muy feliz.
Tiene que poder insultar a todo y a todos, porque todo el mundo apesta y las cosas son un asco, pero qué lindo perrito, y mira qué bonito paisaje, creo que es el mejor día de mi vida.

Mi mujer ideal tiene que entender que yo no soy cursi.
Algunas personas demuestran su amor con poemas, cartas y sonetos; yo demuestro mi amor con links a videos porno graciosos, con referencias a capítulos de los Simpson, con canciones de caricaturas noventeras, y con cabezasos en el metro.
Es mi forma de ser, y tiene que entender que no porque no le mande 400 mensajes de "Te amo amorsssss!!!!" no significa que no la ame amors.

Mi mujer ideal tiene que romper con el estereotipo ridículo de niña linda y rosita.
Tiene que tener estilo propio, pero si se puede, que su estilo propio sea parecido al mío.
Lo propio siempre es mejor cuando se parece a mí.
Y tiene que entender que tampoco quiero una copia calca de mí, porque qué hueva me doy a veces.

Mi mujer ideal tiene que ser paciente. Muy paciente.
Tiene que ser paciente porque yo sé que no soy una persona fácil en absoluto; pero me amo con toda mi alma, y no quiero cambiar porque me gusta mucho cómo soy.

Y a final de cuentas, valgo la pena.

¿Por qué?
Porque para mí mujer ideal, jamás va a existir un hombre más ideal que yo.



Y ya no me puedes reclamar que nunca te escribo nada, Cooks.
Je t'aime, ma belle.

miércoles, 27 de abril de 2011

Confesión

Para serles sincero, lectores imaginarios, últimamente he considerado seriamente cerrar el überlog.

¿Por qué?
Por un chingo de razones, que nada tienen que ver una con otra, pero sí.

He pensado en cerrar el überlog, darle una despedida vikinga, y mandarlo al nirvana de los blogs, a que pase el resto del afterlife regocijándose de ser mejor que los otros blogs muertos.

Pero no sé... algo me impide matarlo.
¿Nostalgia?
¿Agradecimiento?
¿Modorra?

Tal vez sea una combinación de las anteriores.

No quiero cerrarlo, porque mi blog me ha dejado muchísimas cosas buenas, y me ha cambiado la vida en formas que realmente nunca esperé de un vil espacio en internet.

Creo que no podré matarlo.
Creo que simplemente tendré que esforzarme más en volverle a dar vida.

Empiezo a entender al Dr. Frankestein...

En fin, creo que este post ni siquiera tenía un punto en particular.
Es como si hablara solo, pero con la pantalla.

¡Carajo, Dexter, deja de ser tan freak!

miércoles, 20 de abril de 2011

Dicen que estoy obsesionado, yo digo que Mortal Kombat.

Ya salió el nuevo Mortal Kombat.

Que más que nuevo es como un reboot de los Mortal Kombats viejos.
Es como si agarraran las historias de los primeros Mortal Kombats, les hicieran una línea de tiempo alterna que ignora el canon de los siguientes Mortal Kombats, y entonces volvieran a escribir el principio de la historia de Mortal Kombat.

Es decir, es un nuevo viejo Mortal Kombat.

Y la verdad, hace mucho tiempo que no me emocionaba tanto por un juego de peleas. Creo que desde el último Mortal Kombat no me sentía así.

Recuerdo cuando era niño y jugaba Mortal Kombat; desde Mortal Kombat 1 hasta Ultimate Mortal Kombat 3.
Después salió Mortal Kombat 4, pero nunca tuve Nintendo 64, así que me quedé sin Mortal Kombats por un rato.

Y hoy, me encuentro muy emocionado porque mañana me voy a comprar el nuevo Mortal Kombat y a aprovechar mis días libres para hacer un maratón de Mortal Kombat.

De hecho, hoy fui a una tienda de videojuegos a ver si ya tenían Mortal Kombat, así que le pregunté a la tipa que atendía: "¿ya tienen Mortal Kombat?" y ella se me quedó viendo y después me dijo "sí, creo que ya tenemos Mortal Kombat"
Buscó un par de segundos y después encontró Mortal Kombat. Me dijo "Aquí está Mortal Kombat"

Hubiera comprado Mortal Kombat, pero no traía dinero, así que le dije "ah perfecto, regreso después por Mortal Kombat"
Y éso planeo hacer.

Es en días como hoy en los que estoy feliz de haber nacido en un universo con Mortal Kombat, en lugar de haber nacido en un universo alterno sin Mortal Kombat.
Si lo piensan, todo tiene sentido.

¿Por qué escribí esto?
Porque hace rato mi novia me reclamó que nunca he escrito un post dedicado a ella.
Bueno cariño, aquí está tu post.
Momento... te llamas Mortal Kombat, ¿cierto?



Dato cultural: Las palabras "Mortal Kombat" fueron dichas 24 veces.


Post patrocinado por Street Fighter.

jueves, 14 de abril de 2011

Historias tristes de seis palabras.

Presentadas sin contexto alguno.



Sus amigos olvidaron sus promesas eternas.

Las cortinas se cerraron, me voy...

Palabras falsas para almas permanentemente rotas.

La amo mucho. La odio más.

No lo valgo. No lo valgo...

Pájaros muertos que trae el río.

Y me abrazó por última vez.

Éste nunca será tu hogar. Perdóname.

En su mirada nunca hubo amor.

Me duele no saber de ti.

Todos siempre buscan un cielo azul.

Creo que es mi último adiós.

Ellos siempre te dijeron qué soñar.

Y tu recuerdo todavía me atormenta.

El vestido de novia que nunca usé...

Busqué, pero no encontré su tumba.

Fue perfecto pero efímero. Como siempre.

Martes. Día de romper sus cartas.

Ese anillo no era para mí...

A veces la verdad duele más.

Su destino siempre fue irse joven.

Manos temblorosas que buscan qué comer.

Uno de ustedes me traicionará mañana.

Nunca te mentí. Lo hubiera hecho...

Memorias que desaparecen en corazones rotos.

Todavía sigo celebrando su cumpleaños...

Una cena y una inyección. Adiós.

Nunca pude encontrar un amor recíproco.

Pronto verás las cosas con claridad.

Dijiste que volverías por mí...

El karma no existe, me temo.

Nunca tuvimos nuestro felices para siempre...

Cinco letras, dos palabras. Muy tarde.

No me conozco, ¿qué me hiciste?

Por favor despierta una vez más...

jueves, 7 de abril de 2011

Saira de mi vida

Ya noté que sigues robándome todo lo que escribo.
Y diciéndo que tú lo escribiste y lo pensaste.

¿Por qué eres tan patética, querida Saira?
¿Por qué tu vida tiene que ser tan triste?

Te diría que eres tan triste como Paco, y después te explicaría quién es Paco; pero seguramente en tu perturbada cabecita, crees que la historia de Paco es tuya, y que tú lo conoces y es tu amigo; así como quieres pensar que toda mi vida es tuya.

No lo es, querida Saira.
No eres ni remotamente tan cool como para tener una vida parecida a la mía.

Eres una adolescente patética que tiene que stalkear gente e inventarse una vida falsa para que sus amigos de Facebook (a los cuales no conoce) crean que es cool e interesante.

Seriously, stop stealing my shit.

Mejor sigue stalkeando a Carlos, tu novio imaginario del cual siempre hablas, pero el cual en realidad nunca te peló porque piensa que estás bien pinche fea (sí, hablé con él)

Oh, Saira, en serio eres el caso más triste que conozco.
Felicidades, oficialmente le has ganado a Paco en el rating de patetismo.

Por cierto, encontré -----> tu perfil de hi5 <-----
Es increible que sigas robándome mis fotos hipsters, y que me hayas robado hasta el nombre del álbum (el cual por cierto escribiste mal, porque ni siquiera éso puedes hacer bien)

Ah, y mi novia te manda decir que dejes de robarle sus cosas de flickr, y su nombre de twitter, y su nombre de facebook, y todas las demás cosas que le robas a ella también.

Seriously dude, get a fuckin' life.



PD:
El simple hecho de que sigas usando hi5 es bastante triste.
Ya nadie usa hi5, Saira.
Hasta para stalkear eres mala...

miércoles, 6 de abril de 2011

Just chillin'

Y el día de hoy, me encuentro sentado tranquilamente en la terraza de la agencia, viendo a la gente pasar mientras siento la brisa fresca pasar por mi sensual cabello güerito.
O bueno, la sentiría si no fuera porque NO hay ninguna pinche brisa, y yo traigo puesto uno de mis hermosos sombreros. Pinche calor del demonio.

En fin, el caso es que estamos todos pendejeando en la terraza, porque no podemos ir al area de trabajo.

Verán, lectores imaginarios:
Lo que pasa es que por fin, después de mucho rezarle a los dioses de todas las religiones existentes, por fin nos van a poner un internet decente.
Contrataron un internet de 40 megas por segundo.

El problema, según fuimos informados los que trabajamos aquí, es había una cuota para casas, y otra para oficinas.
Aparentemente la cuota para casas era más barata.

Así que, el día de hoy que llegué a trabajar, todos los escritorios y las computadoras habían sido reemplazadas por sillones y macetas con plantas incluídas.
¿De dónde salieron? No lo sé.
¿A dónde fueron los otros muebles? Tampoco lo sé.
¿De dónde venimos y a dónde vamos? Una vez más, lo desconozco.

El caso es que mientras los señores del internet estén instalando el internet, nosotros tenemos que fingir que esto es una casa. Una casa a la que llegan un chingo de personas con sus laptops y se ponen a pendejear en la terraza.

Para el ojo de terceros, esto podría ser un burdel con internet gratis, un crackhouse para geeks, o algo parecido.

Todo sea por evitar pagar la cuota de internet para oficinas.

Me quejaría, pero la verdad yo sólo estoy esperando a que funcione el internet ultra-rápido para poderme bajar cantidades absurdas de pornografía, películas pirata, juegos de computadora y demás cosas que no puedo bajarme en mi casa porque mi red infinitum es muy pitera.

Dios bendiga la piratería.

Así que, lectores imaginarios, si no les molesta, yo me voy a quedar aquí un rato más, viendo cómo los señores de internet tratan de aventar un cable, sólo para fracasar por culpa del arbolote que está en frente del edificio.
Ya llevan 5 intentos.

No no, ahora son 6.
Fun times.

martes, 5 de abril de 2011

Sombra aquí, sombra allá

Cualquier hombre que haya ido a la escuela con mujeres no me dejará mentir:
Siempre existe un momento en el que las féminas se aburren y hacen una pregunta que todos los hombres odiamos:

"¿Te puedo maquillar/pintar los labios/enchinar las pestañas/delinear los ojos/poner rimel/pintar las uñas?"

El fatídico momento en el que sabes que vas a tener que decir "no" al menos 38 veces antes de que dejen de insistir.

Y cualquier hombre que haya ido a la escuela con mujeres tampoco me dejará mentir:
Llega un punto en el que te insisten tanto que te hartan y acabas diciendo "¡sí, sí puedes, pero ya cállate!"
Y cuando dices eso, pierdes. Pierdes la dignidad y el auto-respeto.
O tal vez sólo sea yo...

Sea como sea, uno siempre piensa que cuando acabe la escuela, las mujeres van a dejar de jugar a "quiero maquillar al hombre más cercano"
Es sólo cuando empiezas a vivir en el mundo real que te das cuenta de que las mujeres nunca salen de esa etapa.

Me encontraba ayer en el trabajo, escribiendo tranquilamente unas cosas que tenía que escribir tranquilamente, cuando de repente una de mis compañeras de trabajo que resulta ser mi amiga, pasa atrás de mí cargando una bolsa con un polvo extraño.
Buscando cualquier pretexto para distraerme, recargué mi silla hacia atrás y puse ojos de Bambi, con cara de "¿qué haces?"
Ahí empezó una espiral de llanto y desesperación.

"Estamos testeando una receta para quitar los puntos negros de la nariz, ¿quieres probar?"

La agencia donde trabajo lleva la campaña de una marca de maquillaje, y muchas niñas trabajan en eso.
Parte de su trabajo es dar tips de belleza, pero como "hechos en casa" o algo así.

Jodidamente, me vi involucrado en todo ese desmadre.
Me vi involucrado por metiche, la verdad.

"Sí, sí quiero probar", le dije a mi amiga.
Felicidades Dexter, gran error.

Seguí trabajando tranquilamente, y olvidé completamente que me había propuesto como voluntario a los experimentos maquillajísticos de mi amiga.

Como 15 minutos después, me convocaron a junta. Más que junta era como lluvia de ideas, donde todo el departamento creativo se juntaba a decir pendejadas.
Rock on.

Un ratito después, llega mi amiga con un vaso de un menjurje que olía horrible.

"¿Qué carajo es eso?", le pregunté.
"Grenetina y leche", contestó.

Me quedé callado, sin saber qué chingados decir.
Antes de poder pensar un comentario inteligente, mi amiga empezó a untarme la pasta (que por cierto, era de un color muy cuestionable) en la nariz.

Lo que nadie me dijo, es que la pasta tenía que untarse estando absurdamente caliente. Mi pobre naricita de bola sufrió quemaduras severas.
Y además, la porquería esa olía horrible.

Supongo que perdí mucha credibilidad con el departamento creativo teniendo una masa gris untada en la nariz.

"No la toques, tiene que cuajar", agregó mi amiga.

Pasé los siguientes 15 minutos combatiendo con el olor y tratando de no vomitar.
Eventualmente, la mezcla se puso toda rígida, y dejé de sentir mi nariz.

Fue entonces cuando llegó mi amiga y dijo "Ok, ya te la puedo quitar..."

Todos los creativos detuvieron lo que estaban haciendo para ver cómo me arrancaban esa porquería de la nariz. Cena y espectáculo.

Para cerrar con broche de oro, cuando mi amiga me quitó esa cosa, me dolió como la chingada.

"¿Duele?", me preguntó
"No... estas lágrimas son de alegría", le dije.

Entre las risas de los demás, pude volver a mi trabajo.

Fue una experiencia sumamente traumática; pero hey, al menos mi nariz ya no tiene puntos negros.

Dios... no entiendo por qué las mujeres siempre quieren maquillarme.
Supongo que eso me pasa por ser tan bonito y tener facciones de niña...

lunes, 4 de abril de 2011

Facebook y Twitter

Yo sé que todo el tiempo me estoy quejando. También sé que éso es parte de lo que me hace tan sexy y encantador.
Y para sorpresa de nadie, el día de hoy tengo otra queja:

Facebook y Twitter apestan.
Facebook y Twitter hacen que la gente se vuelva todavía más pendeja de lo que de por sí ya es.

¿Saben cuál es el gran problema?
Cosas como Twitter hacen que las personas crean que lo que tienen que decir es importante, y que la gente los está escuchando con atención.
Foros como Twitter están haciéndole pensar a la gente que su opinión es relevante.

Antes, sólo la gente que tenía algo qué decir, podía decirlo.
Sólo se le daba un foro de expresión a la gente que realmente tenía algo qué expresar.

En cambio, hoy en día, al permitir que absolutamente cualquiera nos comparta sus pensamientos, tenemos joyas de la filosofía, tales como:

- "La mejor noticia de hoy es que... NO VOY A IR AL SUPER!!!! EEEEEEHHHHHHHHH!!!! :)"
- "SOY MUY EXIGENTE ABOUT LOCION DE HOMBRES"
- "Toy fema... tengo bocos..."
- "Quiero un Cupcake!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!"
- "La matraca, traca, traca. La matraca, traca, traca."
- "Increible Wrestlmania!! Y al rato lo vere en ingles y otra vez en español!! Miz campeón, RKO vencedor, Snooki impresionante"
- "Hoy en la tarde tengo una junta muy chistosa... no les puedo contar mas... sorry!!"
- "Hoy nadie me a dado los buenos días por #twitter u___U"
- "#nomamar mi clase era a las 9 y yo desperté a las 11 puto"


Y eso, señores y señoritas, es el futuro de nuestra sociedad.
Gente que piensa que cada pensamiento pitero e irrelevante que pasa por sus huecas cabezitas es digno de documentarse y guardarse para la posteridad.

Twitter y Facebook le hacen creer a la gente que son interesantes.
Y no lo son. En absoluto.

Agh. Odio a la gente.