viernes, 30 de octubre de 2009

Felices 23, querido Dexter

Y va siendo momento del típico post cumpleañero.

Como algunos de ustedes saben, mañana es mi cumpleaños; lo cual implica que el día de hoy voy a ponerme la enfiestada de mi vida, así que aprovecho este momento para escribir el post; ahora que mis neuronas siguen vivas y coleando.

Cada año acostumbro sentarme frente a este monitor, mientras reflexiono acerca de todo lo que me ha pasado en el año, y cuando termino, me siento aún más maduro e inteligente que antes.

Esta vez no.
Este año no tengo la motivación para filosofar, ni para hacerme el intelectual.

Lo único que quiero, es que estos 22 años terminen, a la de ya.

Siendo sinceros, mis 22 años no fueron los mejores de mi vida; au contraire, creo que probablemente fue uno de los peores años de mi aún corta existencia.

Si lo veo en retrospectiva, pasé gran parte de mis 365 años sintiéndome miserable, y sufriendo penas que ni siquiera eran necesarias.
Fue un año lleno de incertidumbre, desesperación, y situaciones que fueron menos que ideales; pero a fin de cuentas, aquí estoy, sentado frente al mismo monitor que el año pasado.
Sigo aquí.

Ahora, tampoco es como si TODO hubiera sido malo; porque este año también me divertí montones, y aprendí muchas cosas sobre mí mismo que no hubiera podido conocer si no hubiera sido por todo el drama que había en mi vida.

De todos modos, en estos momentos, lo que más deseo, es que mi número cronológico pase de 22 a 23, para poder empezar un nuevo capítulo en mi vida; completamente ajeno a lo que viví este pasado año.

Cuando sople las velitas del pastel que me lleven mis amigos (y que muy seguramente terminará embarrado en mi cara), voy a desear un nuevo comienzo: el comienzo de un año mucho mejor que el que acaba de terminar.

"When my smile gets old and faded, wait around, I'll smile again..."
Que este año sirva para probar que pase lo que pase, yo voy a ser feliz, de una forma u otra.

Váyanse al diablo, veintidos primaveras.

Felices veintitres, querido Dexter.

Se aceptan regalos, felicitaciones, y chicas sensuales.

lunes, 26 de octubre de 2009

No está chido

Hoy es lunes, y odio los lunes.
Los inicios de semana me aburren y me dan una flojera tremenda.
Los martes son la onda, y posiblemente sean mi día favorito de la semana, pero los lunes son una mentada de madre.

Estoy en semana de exámenes, y odio las semanas de exámenes.
No me dan tiempo ni siquiera para pensar.
Normalmente tomo cualquier pretexto disponible para no pensar; pero las semanas de exámenes hacen que TENGA que pensar, sólo que en cosas que no son divertidas.

Ya va a ser mi cumpleaños, y odio mis cumpleaños. Envejecer me deprime.
Lo único que me hace sentir mejor, es que no hay forma posible de que el próximo año sea peor que el pasado.
Así bajara el mismísimo Godzilla de los cielos y aplastara mi casa; no podría irme peor que el año que está terminando. Así de grave.

Tengo frío, y odio tener frío.
Mi gente no está hecha para vivir tan lejos del Sol.
En serio, hay pocas cosas peores que andar por la vida temblando de pies a cabeza. Además me vuelvo aún más grosero e irritable que de costumbre.

No tengo barba, y odio no tener barba.
No sé por qué, si ya soy todo un adulto joven; soy incapaz de poder crecer una barba medianamente decente.
Mi caso es tan grave, que hasta Diego Luna tiene vello facial más impresionante que yo. Muero por tener una varonil barba cerrada.

Mi hermana se va a vivir al primer mundo, y odio que mi hermana se vaya a vivir al primer mundo.
Digo, chido por ella, pero me deja sólo y triste en un país tercermundista; sin el apoyo y consejo que sólo las hermanas mayores pueden ofrecer.
¿Ahora quién va a odiar a mis novias?
Seguramente todas mis amigas; pero nadie las odiará con tanta enjundia como mi hermana lo hacía...

Tengo bloqueo de escritor, y odio tener bloqueo de escritor.
Pocas cosas me hacen sentir más idiota que sentarme frente al monitor, viendo la pantalla en blanco, y no tener nada qué decir.
Lo único chido del bloqueo de escritor, es que me hace sentir escritor.

Ya cambiaron de horario, y odio los cambios de horario.
Se me jode todo el reloj interno, y me siento como golondrina borracha. Nunca sé si es temprano o si es tarde.
Lo peor es que estoy seguro de que el cambio de horario es una medida idiota inventada por algún gordo burócrata, con la única motivación de romperle las bolas a los demás.

Estoy de amargoso otra vez, y odio estar de amargoso.
Lo curioso es que realmente estoy feliz. No sé por qué me estoy quejando de todo.

Meh, cosas que pasan.

jueves, 22 de octubre de 2009

Conversación aleatoria

Dexter [ Soylent Green is people! ] dice:
¿Ya tienes disfraz para el sábado?
Our Kid dice:
El sábado no voy a ir disfrazado
Dexter [ Soylent Green is people! ] dice:
¿Entonces vas a ir a la fiesta de disfraces sin disfraz?
Our Kid dice:
Sí, no tengo presupuesto y no tengo ganas de disfrazarme
Dexter [ Soylent Green is people! ] dice:
Vaya, tú sí que vives la vida loca
Our Kid dice:
I know
Dexter [ Soylent Green is people! ] dice:
No seas imbécil, sí tienes que llevar un disfraz
Te sugiero mi idea del disfraz irónico
Compras una playera de esas blancas, de a 20 varos
Y le escribes con sharpie "Sí, este es mi disfraz"
Our Kid dice:
Ja, lo haré
O mejor me compro un sharpie y la playera, y dejo que me escriban lo que quieran
Soy un pizarrón
Esa es hasta buena idea para sacar phones
Dexter [ Soylent Green is people! ] dice:
...
Te voy a dibujar un enorme pene
Our Kid dice:
Equis, no te puedo decir nada
Soy un pizarrón
Dexter [ Soylent Green is people! ] dice:
Un pizarrón con un enorme pene apuntándole directo al trasero


Será la mejor fiesta de disfraces de la historia.

lunes, 19 de octubre de 2009

Si lo sabe Dios...

Tengo que confesar algo, lectores imaginarios:
No soy perfecto.

Les daré un par de segundos para que se recuperen del shock que seguramente les causó semejante revelación.

¿Ya?
Ok.

Sí, como les iba diciendo, me temo que no soy perfecto (but I'm damn close, though); tengo un par de defectos.
Uno de ellos, que por cierto, me ha causado algunos problemas durante el transcurso de los años; es que no soy muy bueno reconociendo mi propio límite en materias alcoholísticas.

¿Saben como existe una delgada línea que separa "estoy happy, y me la estoy pasando de poca madre" de "no mames, estoy bien pedo, creo que voy a vomitar"?
Sí bueno, yo también sé que existe, pero soy PÉSIMO ubicándola.

Muchos años de adolescencia me enseñaron que la mejor forma de no cruzar esa línea, es no beber; y es lo que normalmente hago: me abstengo de consumir bebidas embriagantes porque sé que soy malísimo tomando.
Sin embargo, de vez en cuando acabo en un lugar donde empiezo a beber, y se me pasan las copas.
Cuando eso pasa, normalmente mi noche acaba en vómito masivo. It's not pretty.

Y el día de ayer, precisamente, algo así pasó.

Verán: el destino me llevó a una fiesta, donde el atractivo era "la cerveza cuesta 1 peso".
Eso, combinado con que estaba viendo a muchos amigos que llevaba como 4 años sin ver, hicieron que yo pensara que unas cuantas chelas no iban a ocasionar daño alguno.

Atacando mi bolsa de morralla, empecé a consumir cervezas.
6 pesos después, yo ya estaba pisando esa peligrosa línea entre el "vaya, creo que mi conversación es más interesante que de costumbre" y el "Spring break! ¡Woooooo!".
Sí, se necesitan 6 cervezas para ponerme happy, soy un pésimo pésimo bebedor.

En esos momentos, me dieron ganas de orinar, así que acudí con presteza a mi baño más cercano. Una vez que mi vejiga estuvo libre de orines, me fui a lavar las manos, y cuando me vi en el espejo, noté que mis ojos son estúpidamente verdes.
Sorprenderme del color de mis ojos siempre ha sido mi señal para dejar de beber.

Salí del baño, y me puse a platicar con unas amigas; habiendo decidido abandonar el alcohol por el resto de la noche, antes de que algo malo pasara.

En eso, se me acercó mi amigo Tepoz, que también estaba en la fiesta, y me propuso algo.
"Vamos a tomarnos unos caballitos de Tequila", me dijo, en tono alegre.

Le mencioné que mis ojos eran muy verdes, y que por eso yo ya no debía de tomar más; pero me insistió, alegando que hacía muchísimo tiempo que no brindábamos.

Happy, y sin muchas ganas de refutar, accedí, todavía pensando que un par de caballitos no podían hacerme demasiado daño.

Empezamos a tomarnos caballitos de Tequila a lo estúpido, brindando por todas las pendejadas que se nos ocurrían.
En serio, soy un pésimo bebedor.

Después de un rato, regresé a platicar con mis amigas.

Y entonces me apagaron el switch.
La línea estaba cruzada.

La gente que presenció la escena, asegura que momentos después, yo ya estaba brincando de mesa en mesa, mientras gritaba "Spring break! ¡Wooooo!"

Lo siguiente que ocurrió es un poco borroso, pero recuerdo haber estado fuera del bar, caminando en forma errática, mientras un amigo me cuidaba para que no hiciera desvaríos demasiado graves.
Poco después, vomitaría mis zapatos.

Mis amigos decidieron que no era buena idea que yo me fuera a mi casa en ese estado, así que uno de ellos ofreció su hogar para ejercer de asilo político.
Una rápida llamada de teléfono después, mis padres ya sabían que no iba a llegar a dormir. Y también supieron que yo estaba bien mal, porque curiosamente se me ocurrió mencionarles que estaba bien pedo.
Sí, soy un pésimo bebedor, y tomo pésimas decisiones.

Hoy en la mañana, me desperté dándome cuenta de que la noche anterior, había perdido mi gorro favorito, toda la pila de mi celular se había agotado (misteriosamente), y además, también había perdido mi playera.
No tengo ni idea de cómo se pierden las playeras en las pedas, pero así pasó.

Le marqué a Tepoz para preguntarle si de casualidad no sabía qué demonios le había pasado a mis cosas, pero simplemente me contestó:
"No mames, yo me desperté en mi casa, pero sin cartera, sin lentes, y sin coche".

"¿Sin coche? Pero si ayer ni siquiera llevabas tu coche...", le dije.

"Y sin embargo, me las arreglé para perderlo", me dijo, con un tono que oscilaba entre la tristeza y la preocupación extrema.

"Vaya, qué buena peda", le dije, tratando de encontrarle gracia a nuestra situacion.

Poco después, le marqué a mi jefe para que pasara por mí a casa de mi amigo.

En el camino, me iba regañando severamente (y con toda la razón), diciéndome que ya no estaba chido que me pusiera borracheras así, y que no entendía por qué seguía haciendo este tipo de pendejadas.

Curiosamente, mientras me venía diciendo todas esas cosas, a mí me dieron ganas de vomitar. MUCHAS ganas de vomitar.

Parte de mí venía oyendo el regaño de mi señor padre.
Parte de mí tragaba saliva una y otra vez, tratando de mantener la compostura.
Parte de mí decía "concéntrate cabrón, ya casi llegas, ya casi llegas"
Parte de mí se preguntaba si vomitar por la ventana de un coche, a la mitad de un eje vial, sería un faux pas social.
Y parte de mí, pensaba "Caray, vomitar en el coche mientras me regañan por haberme puesto bien ebrio... si esto no me estuviera pasando a mí, lo encontraría profundamente jocoso..."

Y es por eso, lectores imaginarios, que el día de hoy tomé la decisión de no volver a tomar ni una sola gota de alcohol de aquí al 2010.

Cuando tome malas decisiones, quiero tener la certeza de que las estoy tomando en mis 5 sentidos.

martes, 13 de octubre de 2009

Anuncio martusino

Hoy es martes Peruano en:

Cinco Minutos De Fama

Así que estaría chido si pasaran, leyeran, y dejaran uno que otro comment.

Thx.
Lovyoulongtime.

Atte:
La Gerencia

domingo, 11 de octubre de 2009

¿Saben qué es feo?

- Ser pobre
- El sabor a plástico quemado
- La gente gorda
- Los munchies a las 4 de la mañana
- Las manzanas que saben chistoso
- Que no falte el pendejo que te toma fotos y video cuando estás haciendo estupideces
- El miedo de que esos videos terminen en youtube
- Dormir en posiciones incómodas, tapado por una cobija rosa
- Sentir que tu vida es un musical
- Ir al mejor restaurant de sushi que jamás hayas conocido, y no tener tiempo de quedarse a comer
- Ya no aguantar más de 3 chelas sin ponerte happy
- Darte cuenta del paso de los años
- Ahogarte con unos Doritos Diablo
- Madrugar
- El pollo rancio
- Y muchas otras cosas más


¿Y saben qué es más feo?
Que lo feo no te parezca feo.

martes, 6 de octubre de 2009

De picnics en los miradores y helados de chocolate

El día de hoy, traigo hasta ustedes, lectores imaginarios, la tercera parte de la saga "viajes innesperados por lugares innecesarios".
Relatos de ocio chilango, de malas decisiones, y de escuchar música con audífonos compartidos.

En caso de que no hayan leído las partes anteriores, aquí están:

Primera parte:
De cuando casi nos madrean unos Coapeños, y de clubs de fans.

Segunda parte:
De viajes en carretera y comidas en Toluca.

Bien, ahora sí, prosiguiendo con eventos más recientes.

El otro día, mi amigo Tepoz me habló, y me dijo que tenía ganas de ir a comer a algún lado, que si no quería ir con él.
Como mi mejor amigo conoce los mejores y más baratos restaurantes de todo el DF y área metropolitana, accedí; y acordamos vernos al siguiente día.

En efecto, al otro día, el güey me marcó para informarme que ya estaba afuera de mi casa.
Cuando salí, me los encontré a él, a Ojosgrises, y a Mohawksexy (que por cierto, ya no tiene mohawk, porque su cabello ya está muy largo, pero la seguiremos llamando Mohawksexy, porque llamarla Sexy suena muy ñero).

Me subí al asiento de atrás, como es la costumbre ya, porque Ojosgrises y mi amigo estaban igual de melosos que siempre. Haciendo cara de asco y de hastío, voltée a ver a Mohawksexy, y me di cuenta que ella tenía la misma cara que yo.

"Llevan todo el camino acursilando el coche, qué bueno que ya estás aquí, porque estaba a punto de matarlos a los dos", me dijo la mujer del peinado nuevo.

"Ah, pero no pueden matarme, porque hoy los voy a llevar a Cuernavaca", dijo mi amigo, voltéandonos a ver, mientras mantenía su mirada de adolescente enamorado.

"Perfecto, chofer, maneje usted, y mantenga el derrame de miel al mínimo, o tendré que golpearlo en la oreja con mi zapato", agregué, en un acento francés que hasta el día de hoy no tengo ni la menor idea de dónde salió.

Inmediatamente Ojosgrises miró mis zapatos, y puso una cara de asco que pocas veces he visto.
Creo que aquí es cuando les confieso, lectores imaginarios, que mis Converse no están muy limpios que digamos; principalmente porque creo que para usar Converse en forma eficiente, tienen que estar estúpidamente sucios y estúpidamente rotos. Y así es como los mantengo.

Pasamos los siguientes 10 minutos discutiendo acerca de por qué insistía en vestirme como vagabundo.
Tepoz decía que así había sido siempre, Ojosgrises insistía en tratar de cambiarme el look, Mohawksexy decía que a ella sí le gustaba mi estilo, y yo trataba de cambiar la estación de radio.

De repente, sin más preámbulos, mi amigo estacionó el coche y dijo "Ya llegamos, bájense"

Sabiendo que NO podíamos estar en Cuernavaca, me bajé del coche, confundido.
Mientras seguía a los demás, me di cuenta de que algo estaba mal; y después de unos segundos, descubrí qué era: íbamos directamente hacia un restaurant chino.

Yo:
No. No, puto, no.
Tepoz:
¿Qué?
Yo:
Lo estás haciendo sólo para joderme, ¿verdad?
Tepoz:
¿No te gusta la comida china?
Yo:
La comida sí; lo que no me gusta son los chinos. Pinches chinos culeros.
Mohawksexy:
¿No podemos ir a otro lado, entonces?
Yo:
No, esto es un compló. Primero me lleva a Coapa, cuando sabe que ODIO Coapa, después me lleva a Toluca y me deja abandonado ahí, a morir de frío y de lluvia castrosa, y ahora me trae a un lugar chino... claro que no podemos ir a otro lado, Tepoz está tratando de matarme.
Tepoz:
Cállate, imbécil, la comida aquí es muy buena y muy barata. Comemos y después nos vamos a Cuerna, ¿ok?
Yo:
Chinga a tu madre.

Derrotado y hambriento, decidí seguirle el juego a mi amigo.
¿Qué tan malo podía ser?
Comíamos y después nos íbamos. Es más, seguro ni siquiera habría chinos culeros, igual y todo era paranoia mía.

Wrong.

El lugar estaba atascado de chinos culeros. En una mesa, había más de 15, en otra, había como 4, pero eran ancianos, en otra más, no menos de 10; es más, la hostess era china, y las meseras también.
Temí por mi vida, porque aunque ya sabía que los chinos están planeando conquistarnos a todos y obligarnos a hablar su idioma ridículo; jamás pensé que ya hubiera tantos de ellos infiltrados cerca de donde vivo.

Como estaba a punto de empezar a hacer comentarios imprudentes, y todos lo sabían, Mohawksexy me agarró del brazo y me arrastró fuera del lugar, como ya se está volviendo costumbre.

Empecé a balbucear maldiciones contra mi amigo, por llevarme a la base del enemigo, y Mohawksexy trataba de distraerme hablando de temas irrelevantes; pero yo seguía impresionado.
El lugar tenía hasta un canal chino. Un fuckin canal chino. As in, una tipa china leyendo noticias chinas con susbtítulos en chino.
¿Dónde demonios contratas un canal así?
Sentí miedo.

Después de un rato, salieron Ojosgrises y mi amigo, con un montón de paquetes de comida.
Aparentemente mi berrinche había surtido efecto, y ya no íbamos a comer en el restaurant chino.

Nos subimos al coche otra vez, y Ojosgrises le preguntó a Tepoz dónde íbamos a ingerir nuestros alimentos (manteniendo mirada de colegiala enamorada mientras lo hacía).
Antes de que mi mejor amigo pudiera contestar, yo grité "¡En el circo!, ¡con los acróbatas más apuestos del mundo!"

La única que se rió de mi ingeniosísimo chiste, fue Mohawksexy. El otro par de amargados se enojó porque maté su momento meloso.

"Váyanse al diablo", les dije al piloto y a la copiloto, y después me enfrasqué con Mohawksexy en una profunda conversación acerca de los colores de los autos que pasaban junto a nosotros, simplemente porque queríamos ver cuantos autos grises teníamos que encontrar antes de que amenazaran con bajarnos del vehículo.
La respuesta fue 28.

Después de un buen rato de manejar en carretera, mi amigo se orilló, y todos nos bajamos del coche. Estábamos en un mirador.
Pocas veces admito que mi amigo tiene buenas ideas, pero ésta era una de esas veces, definitivamente; el lugar tenía una vista increíble de toda la ciudad.

"Felicidades, no la cagaste", le dije, en forma de cumplido.

Fue entonces cuando Ojosgrises sugirió que comiéramos ahí. Y cuando nos dimos cuenta de que no traíamos ni mesa, ni platos, ni nada de nada.

"Felicidades, creo que sí la cagaste después de todo", correjí mi frase anterior.

Mohawksexy:
¡Shot pido comer subida en el cofre!
Yo:
¡Shot pido comer subido en el cofre! Ah, demonios...
Mohawksexy:
Va, de todos modos en el cofre caben dos personas.
Ojosgrises:
¿Y nosotros qué?
Mohawksexy:
Ustedes comen en el piso, por no haber pensado rápido.

Y así, empezó el desmadre de cuatro personas rolándose los platos de comida, compartiendo palillos chinos, tirando fideos por todos lados, haciendo un batidillo impresionante, discutiendo de temas pendejísimos, viendo los trailers pasar, riéndose de pendejadas, etcétera etcétera.
Tengo que admitir que estuvo bien chingón, aunque el coche acabó hecho un desmadre.

Después, fuimos a Cuernavaca a dar el rol, y una vez más, Tepoz nos abandonó a Mohawksexy y a mí, con los pretextos más pendejos del mundo, para poderse ir con Ojosgrises a nomeinteresadonde.

Fui ahí cuando decidimos comprar un enorme enorme helado de chocolate y pasear tranquilamente por los alrededores, hablando de música.

Un par de horas después, llegó mi amigo, con una sonrisa estúpida que me dió mucho asco, y emprendimos el camino de regreso a chilangolandia, antes de que se nos hiciera muy de noche.

Estoy empezando a acostumbrarme a este tipo de salidas.
Escaparte de la ciudad de vez en cuando es sumamente relajante; comparable solamente a un buen masaje samoano.

Hmm... masajes samoanos...

domingo, 4 de octubre de 2009

De faltas de respeto

El otro día, una amiga me dijo que mi indiferencia ante el mundo era sorprendente, y también me dijo que casi nunca mostraba interés ante nada.
El resto de mis amigas chismosas estuvieron de acuerdo, y en un rato de ocio, hicieron una escala de mis estados de ánimo y de interés:

Escala de ánimo e interés Dextersiano
By: Un montón de viejas chismosas y ociosas

1. Beatles Rock Band
2. Ligero interés
3. Indiferencia
4. Ligera amargura
5. Dormido

Una vez que el montón de viejas chismosas y ociosas terminaron, me enseñaron la lista, muy orgullosas de su ingenio y picardía.

Vi su lista, la doblé a la mitad, y se las entregué, mientras decía: "meh"
Su desmadre caía en el punto número 3.

Pero bueno, mi punto del día de hoy, es que hay poquísimas cosas en este mundo que generen sentimientos fuertes en mi persona; y hace poco, una de esas cosas aconteció.
Lamentablemente, fue interés negativo.

Todo empezó cuando una amiga me marcó y me dijo que estaba cerca de donde yo me encontraba, así que deberíamos de ir a tomar un café, porque ella tenía que matar el tiempo en lo que era hora de hacer otra cosa.
Como en esos instantes yo no tenía nada mejor que hacer (y porque se ofreció a pagarme mi café), yo accedí, y fui con ella.

Lo que me agrada de mi amiga, es que casi siempre nos la pasamos hablando de música, o de lo genial que soy (really); y hablar de música o de mí mismo, cae en el punto número 1 de mi lista.

En fin, después de un par de horas de plática y cerca de dos litros de bebida cafeinada, yo regresé a mi locación anterior; feliz, extremadamente despierto, y con ganas de orinar.

Cuando di la vuelta en la esquina de mi destino, vi que una amiga estaba tomando fotos en la calle.
En ese momento nada más pensé "Caray, ya está de loca estorbando la banqueta otra vez, qué chido", y seguí caminando.

Cuando pasé enfrente de ella, le grité "¡ponte a hacer algo de provecho, y córtate el pelo, hippie!"

"Cállate y ven a saludarme, tonto, quiero que veas lo que estoy haciendo", me contestó desde el otro lado de la calle.
Con flojera de ir hasta allá, le dije que no, que mejor luego íbamos a chelear o algo.

"¡Te adoro!" fue lo último que alcancé a escuchar antes de entrar a mi destino.

Hasta ese momento, todo estaba bien y bonito.
El problema vino después.

El problema vino cuando me enteré de que estaba tomando fotos de una pluma blanca. MI pluma blanca.

La pluma blanca que llevo años guardando. Guardando as in "para que nadie más la ande toqueteando y manoseando"

Y bueno va, imaginemos que a ella le doy permiso de tomarle fotos a mi pluma blanca, porque pues es una buena niña, y la quiero un chingo, y todo eso.

Momento... no le di permiso. Creo que fue porque ni siquiera me pidió permiso.

No no, decidió que tenía la autoridad de meterse a indagar en MI espacio personal, esculcar MIS cosas, y tomar lo que se le diera la gana.
¿Qué carajos le sucede a la gente?

Y bueno va, imaginemos que soy tan magnánimo como de costumbre, y la llegara a perdonar por semejante atropello a mi vida personal.

¿Qué dices, reina?, ¿que le prendiste fuego a mi pluma blanca porque tu concepto de foto así lo requería?

Ah bueno, en ese caso, fuck you very much.

Me caga la gente.