Cuando era adolescente, me juré a mí mismo que algún día iba a comprender a las mujeres.
Cuando fuera grande, iba a romper el cliché de que nadie las entiende, y por eso es mejor sólo quererlas.
Por muchos años, realmente intenté comprenderlas, tratando de analizar todo lo que decían y hacían, para poder descifrar qué diablos era lo que realmente quieren de nosotros.
Hoy, a mis 25 años, por fin tengo la respuesta:
Es imposible entender a las mujeres.; por eso es mejor sólo quererlas (o al menos tolerarlas suficiente tiempo como para que decidan que acostarse conmigo no es tan mala idea)
Y por fin, habiéndome rendido en mi juramento de obtener la iluminación total respecto al género femenino, por fin alcancé la paz mental.
A partir de ahora, juro concentrarme en cosas realmente importantes, como por ejemplo, averigüar cómo carajo le hacen los fabricantes de pasta de dientes para que sin importar qué parte del tubo aprietes, la pasta salga con ondas bonitas de colores.
Nunca se mezcla dentro del empaque. Es fuckin' impresionante.