En realidad, mi relación con las cuestiones eclesiásticas se limita a enlistar un montón de razones por las cuales yo soy igual o mejor que Dios en prácticamente todos los aspectos existentes en este universo.
Aún así, celebro la navidad como el resto del mundo occidental: asumiendo que me merezco un chingo de regalos y consumiendo mucho más alcohol del que debería.
Es por eso que una de mis más sagradas tradiciones navideñas consiste en la elaboración y la ingesta de un trago navideño inventado por mis primos y por mí.
Verán, cada nochebuena soy arrastrado por mis padres a casa de mi abuela.
Afortunadamente, los padres de mis primos arrastran a... pues... mis primos, a casa de mi/su abuela.
Como somos de la misma edad y del mismo estado mental de "fuck me in the ass and call me burro de Tijuana, la cena navideña puede ser muy aburrida a menos de que nos embriaguemos"; normalmente acabamos embriagándonos juntos y haciendo el ridículo frente al resto de la familia.
Y en base a esa necesidad de emborracharnos para sobrevivir a las navidades, inventamos un trago que es conocido como "Llamarada Jake" (y que sólo puede ser consumido en Navidad, por respeto a Cristo Rey y a todos los santos peregrinos)
El día de hoy, lectores imaginarios, vengo a compartir con ustedes la receta de dicho cocktail festivo:
Receta para la elaboración del Llamarada Jake:
1. Tomar eventos deportivos recientes, pláticas pseudo-políticas y demás chit-chat irrelevante y mezclarlo entre 5 y 10 minutos para pretender que uno no es un alcohólico que sólo piensa en hacer una bebida estúpidamente cargada.
2. Una vez combinados los ingredientes, tirarlos a la basura y dirigirse a la parte de la casa donde se guardan las botellas.
3. Sacar la botella de los recuerdos y tratar de descifrar qué chingados llevaba el Llamarada Jake del año pasado.
4. Darse cuenta de que la botella de los recuerdos está vacía y nadie tiene ni puta idea de cómo prepararon la bebida hace un año.
5. Sustituir los recuerdos con la improvisación. Sacar las botellas de TODAS las bebidas alcohólicas disponibles, sin importar sabor, fecha de caducidad, sentido común o cualquier otra variable.
6. Burlarse de otro primo que se parece a Jake Harper, y en honor al cual la Llamarada Jake adquirió su nombre.
7. Sugerir darle una Llamarada Jake al primo Jake para verlo bien pedo y reír mucho.
8. Recordar que el primo Jake tiene como 12 años, ¿o eran 13? Meh, no importa, el papá de Jake no dejaría que su hijo se juntara con nosotros ni bebiera algo que le ofrecieramos anyway. Fuck him.
9. Regresar a la elaboración del Llamarada Jake.
10. Preguntarle a la abuela dónde guarda el mezclador de bebidas.
11. Escuchar a algún adulto advertirnos que no hagamos pendejadas y que dejemos de tratar de inventar tragos nuevos.
12. Ignorar al adulto.
13. Tomar un vaso enorme y empezar a echar un chorro de todas y cada una de las botellas alcohólicas disponibles, incluyendo el licor de melón que caducó hace 15 años, la botella con el líquido rojo que huele raro y que nadie sabe qué es, y ese whisky piterísimo que trajo uno de los tíos hace muchos años y que nadie se ha atrevido a tomar.
14. Empezar a pensar que esto no es una buena idea después de todo.
15. Cuando la bebida adquiera un tono verdoso y una consistencia aceitosa, arrepentirse de haber sugerido volver a repetir la tradición del Llamarada Jake.
16. Ver el miedo en los ojos de todos los que están a punto de consumir la bebida.
17. Servir el cocktail en vasos individuales: uno para cada uno de los pobres diablos que tienen que seguir la tradición.
18. Escuchar el silencio incómodo.
19. Esperar a que alguien diga "Uh... si es una Llamarada Jake, ¿no se supone que deberíamos tratar de prenderle fuego o algo?"
20. Preguntarle a la abuela dónde guarda los cerillos.
21. Escuchar a algún adulto regañarnos por haber ignorado su petición de que no hiciéramos pendejadas y que dejáramos de tratar de inventar tragos nuevos.
22. Ignorar al adulto de nuevo.
23. Encontrar los cerillos en un rincón polvoso de la cantina.
24. Acercar un cerillo prendido a la Llamarada Jake.
25. Accidentalmente tirar el cerillo dentro de la Llamarada Jake.
26. Maldecir.
27. Empezar a jugar una ronda de "Vas, tómatelo tú primero", "No, vas TÚ primero", "Esto fue tu idea", "Nuh huh, fue TU idea", "Esto es una estupidez", "No seas marica", "TÚ eres el marica"
28. Reunir toda la fuerza de voluntad posible, ignorar al sentido común, y tomarse la Llamarada Jake de fondo.
29. Sentirse mal todo el resto de la cena navideña.
30. Arrepentirse profundamente de haber continuado la estúpida tradición del Llamarada Jake.
30. Dejar pasar de 8 a 10 meses, y después decirle a alguno de los involucrados en la tradición del Llamarada Jake que sería buena idea repetir el desmadre en navidad.
31. No aprender la lección.