El día de hoy venía caminando por la calle, mentando madres por culpa del estúpido frío.
Me puse el gorrito de mi hoodie sobre el gorro de estambre que ya tenía puesto en la cabeza desde antes.
Haberme rapado justo al principio de la época de frío no fue tan buena idea después de todo.
Traté de ignorar mi nariz estúpidamente fría, baje la cabeza para evitar los vientos helados que azotaban mi hermoso rostro, y seguí mentando madres.
Odio el frío. Lo odio.
Mientras caminaba lo más rápido posible (para llegar a mi calientito destino as soon as possible), pasé junto a un par de viejitas ridículas.
Sinceramente no tengo idea de qué estaban hablando (y tampoco me interesa), pero mientras pasaba al lado de ellas, no pude evitar escuchar un pequeño pero no por eso menos idiótico fragmento de su conversación:
- Es que no sé cómo Dios puede permitir que pasen esas cosas...
- Sí sí sí, ojala Dios no permita que vuelva a pasar...
Apabullado por haber encontrado tanta estupidez condensada en dos frases, me congelé en mi lugar.
Un par de segundos después, me di cuenta de que si no seguía caminando, iba a quedarme literalmente congelado en ese lugar; así que proseguí mi camino.
Odio el frío. Lo odio.
Metiendo mis enguantadas manos a mis bolsillos, proseguí mentando madres, ahora por culpa del frío, y por la estupidez ajena.
¿En serio creen que Dios permite o no permite las cosas?
¿En serio creen que un poder superior está 100% al pendiente de pendejadas triviales?
"Mi gato tiene la manía de afilar sus uñas en mi nuevo sillón de mimbre, ¡ojalá Dios no permita que vuelva a hacerlo!"
"Si no llego pronto a mi casa, mi sopa Maruchan se va a enfríar, ¡ni Dios lo permita!"
"No entiendo cómo Dios permite que el América haya empatado con el Guadalajara en uno más de los piterísimos partidos del piterísimo futbol mexicano"
Si ése es el Dios en el que ustedes creen, mis queridas viejitas estúpidas, entonces ahora entiendo por qué carajo la iglesia se está pudriendo en dinero mientras los curas violan niños alegremente por aquí y por allá.
De por sí la fe ciega me parece algo sumamente idiota y propia de la gente débil, huevona, y sin caracter que espera que un Dios invisible solucione todos sus problemas por arte de magia; pero aún así, pensar que ese Dios sólo se dedica a permitir o no permitir que pasen las cosas más irrelevantes en sus irrelevantes vidas; well that's just plain stupid.
El hecho de que Dios permita que la raza humana sea tan, pero tan pendeja, sólo nos demuestra que Dios no existe.
Es un hecho comprobado científicamente, creo que hasta salió en un capítulo de Mythbusters y toda la cosa. Ahí les dejo el dato nomás.
El frío me pone de pésimo humor.
No estoy acostumbrado a vivir tan lejos del Sol.
Odio el frío. Lo odio.