Como aparentemente a la gente le hizo gracia, el día de hoy les traigo uno más: el mail que mandé el día antes de regresar a México, y que se supone servía como mi despedida del mundo primermundista.
Sin más preámbulos, aquí está; en toda su gloria dosmilsietesca.
Oh sí, en 24 horas ya voy a estar de regreso en el país del frijol charro.
La neta el viaje estuvo bien chingón, pero estos ultimos días me puse un poco nostalgico... sobretodo cuando por alguna razon pusieron "Cumbia sobre el río" en el radio.
Jamás imaginé que Celso Pinia fuera una celebridad en Canadá.
Pero de todos modos ya llegó ese momento en que uno se pone a pensar en todo lo que hizo las últimas semanas, y entonces le cuesta trabajo decir adiós.
Yo sé que no es onda escribir un mail de despedida cuando falta casi un dia entero para irme, pero maniana me la voy a pasar todo el puto dia en el aeropuerto, y entre viajes de subway de 2 horas, aduana, y búsqueda de cavidades, no voy a tener mucho tiempo para escribirles a todos ustedes, mi querida lista de contactos de hotmail.
Como sea, maniana de seguro voy a estar demasiado emputado como para escribirles, porque me caga andar cargando maletas por toda la ciudad. La gente se te queda viendo raro.
Si de por sí hoy estuve cargando una caja de cervezas y me detuvieron 2 veces para checarme y 1 para tomarse fotos conmigo...
El caso es que me estoy tomando esta última oportunidad de conectarme para despedirme de todas las cosas canadienses que conocí en este viaje. Decir adiós siempre ha estado muy subvaluado.
No sé ni por donde empezar...
Adiós, computadora. Jamás olvidaré tu pantalla prendida a las 3 de la maniana mientras mi companiero de cuarto leía su mail y yo trataba de dormir.
Adiós, teclado sin enie. Extraniaré las nieradas que mi companiero me hacía escribir en las manianas. Maldito ninio nionio.
Adiós, Fruitopias. No sé qué voy a hacer sin ustedes. Puta madre, no puedo creer que me haya vuelto adicto a su delicioso delicioso sabor... lo más dificil será meter 5 litros de tasty Fruitopia en mi maleta sin que me violen en aduana.
Adiós, Allison y Becky. Gracias por los viajes, las cervezas gratis, los tequilazos improvisados, las clases de francés de cuarta, y el concurso de Red Bulls.
Mi corazón jamás será el mismo. Ahora tengo taquicardia masiva.
No, neta, sí las voy a extraniar.
Adiós, cama compartida. Fue un honor dormir junto a un puto que cucharea, ronca, y me abraza en las noches "sin darse cuenta", pero ya basta.
Si no recupero mi espacio nocturno voy a matar a alguien. No estoy jugando.
Adiós, ventilador pitero. Gracias por no dejar que muriera de calor, y gracias por la pulmonía canadiense.
Adiós, cerveza canadiense. Demuestras una vez mas que los mexicanos somos bien chingones.
Pinche cerveza de la verga.
Adiós, programacion de baja calidad.
Tus caricaturas en francés quedarán grabadas en mi subconsciente por toda mi vida.
Nada como ver a Barney violar a ninios en otro idioma.
Adiós, malditos chinos. Dejen de invadir otros paises.
En serio, ¿qué mamadas son esas de barrio chino?
¿Té de lychee? WTF?
Adiós, familias hindúes.
Espero que cuando regrese huelan menos feo, o mínimo se me acerquen menos.
Adiós, seniales de tránsito.
Adiós, policías que te gritaban si no las seguías.
Adiós, conductores neuróticos de autobuses.
Me despido con un sincero chinguen a su puta madre.
Adiós, cataratas de Niágara. Muchas gracias por atraer a europeos con axilas olorosas y muchas gracias por ponerme junto a ellos en el funicular.
Adiós, europeos con axilas apestosas.
Y sólo para aclarar las cosas, que ustedes sean espanioles y entiendan lo que digo, no significa que voy a dejar de decir que huelen a madres.
A menos que dejen de oler a madres, claro.
Adiós, Superman, bye bye, bye bye.
Adiós, salsas mexicanas que saben a todo menos a México.
Adiós, obsesión al hockey.
No puedo creer que sea tan importante para ustedes que hasta le dediquen la imagen de un billete entero.
Adiós, malls grandes y caros. Jamás olvidaré la forma en que me hicieron gastar todo mi dinero.
Y mi papá tampoco lo olvidara. Pero hey, ¡tengo souvenires!
Adiós, parrilla. Adiós, comida quemada. Adiós, explosiones de propano.
Adiós, quemaduras de primer grado. Adiós, limpiar parrilla. Adiós, dar explicaciones. Adiós, pedir comida china.
Adiós, karaoke.
Lo más especial de ti es cómo prometi que no iba a cantar ninguna de las 3 veces, y cómo acabé cantando las 3 veces.
Y cómo todo mundo puede verlo en youtube si es suficientemente hábil.
Adiós, lago Ontario, con tus miles y miles de chicas lindas en poca ropa...
Y tus miles y miles de canadienses panzones en poca ropa.
Adiós, negro de la Sony shop. No puedo creer que me hayas convencido de pagar tanto por unos audifonos...
En fin... podría pasar horas y horas escribiendo adioses y adioses, porque neta tengo un chingo de cosas de las cuales despedirme, pero ´rse no es el punto.
El punto es que a pesar de que tengo cientos de cosas a las cuales decirles adiós; tengo muchas más a las cuales decirles hola, y por eso es que ya extraniaba México.
Por eso, y sólo por eso, estoy dispuesto a quitarme cinturón y zapatos maniana en el aeropuerto, y a ser sodomizado por un negro de inmigración (¿A poco creían que no iba a usar la palabra sodomía en mi mail? Qué poco me conocen...)
Pero bueno... como dice la canción, "everybody wants to drive on through the night if it's the drive back home".
Me despido, gente; esperemos que no le pase nada al avión en el que viajo. Ya he tenido suficientes traumas en aeropuertos para el resto del 2007.
XOXO
Dexter
Dexter