Hace poco, me encontraba yo comiendo con mi Noséquésomos, (¿novia?, ¿amiga?, ¿ex-novia?, ¿le-preguntaría-pero-odiamos-los-títulos?, ¿me-aguanta-y-eso-es-más-que-suficiente?, ¿it's-like-we-totally-love-each-other-but-we-don't-wanna-say-it-'cause-like-oh-my-god-the-same-thing-happened-to-Becky-and-now-she's-like-a-single-mom-you-guys?) cuando de pronto sonó mi teléfono.
Ella se burló de mi tono de celular (si me estás leyendo, fuck you, es un GRAN tono) y yo contesté, ignorándola, como hago con toda la gente que no sabe apreciar la belleza de una joya de ringtone.
Era un amigo ofreciéndome trabajo de profesor en una universidad de renombre (la cual no mencionaré, para que pueda seguir teniendo renombre a pesar de ofrecerle trabajo a gente como yo). Le dije a mi amigo que gracias y que iba a pensarlo.
Después de colgar, Noséquésomos me preguntó que qué pedo ('cause she's lovely and well-spoken like that) y le conté. Lo curioso era que esa oferta era la segunda así que me habían hecho en poco tiempo.
"¿Profesor?, ¿tú?", me preguntó ella.
"Mmhmm", asentí con la boca llena.
"¿Tú?", volvió a decir.
"Sí, yo", le aseguré, limpiándome la boca.
"Really?, ¡¿TÚ?!", preguntó, por tercera vez, hiriendo un poco mis sentimientos (si me estás leyendo, fuck you, podría ser profesor si quisiera)
Y es que aparentemente es difícil creer que yo puedo ser alguien que forme la mente de las generaciones futuras.
"¿Es difícil creer que yo puedo ser alguien que forme la mente de las generaciones futuras?", inquirí.
"No... no difícil. Me da un chingo de miedo, pero no es difícil"
Noséquésomos me preguntó si iba a aceptar el trabajo, y le dije que honestamente no creía, porque qué hueva lidiar con adolescentes y con gente pretenciosa de la generación que usa hashtags para TODO.
No sé si podría darle clase a personas cuya respuesta a "¿Por qué carajo te estás tomando una selfie mientras estoy hablando?" fuera "Ash, o sea, mega lol con su tipo berrinche, profi, qué oso que le esté dando una #Embolia de coraje a la mitad del #DíaAnahuac #SorryNotSorry #ThanksObama #SelfieStickMil"
"¡Pero piensa en las posibilidades!", me dijo Noséquésomos
"Elabora", dije para distraerla y que no se diera cuenta de que estaba viendo la carta de postres, mandando al diablo la dieta macrobiótica-mamadora que ella había decidido íbamos a compartir (si me estás leyendo, fuck you, nunca accedí a comer lo que tú comieras; soy un adulto y mi mamá dice que puedo tomar mis propias decisiones)
"Ajá. Si tú fueras su profesor, tendrías que calificar sus exámenes y leer sus ensayos"
"Creo que estás confundiendo posibilidades con responsabilidades...", le contesté
"Pero podrías hacer como... un torneo de estupidez, o algo"
"Elabora", le dije mientras ojeaba un pastel de queso con Oreo (si me estás leyendo, fuck you, las Lors NO son lo mismo que las Oreo)
"Cada clase podrías hacer preguntas difíciles y hacer como un torneo de las respuestas más tontas. Las 10 mejores del día ganan un punto, y son compartidas con el resto de la clase"
"¿Como slut-shaming pero... stupid-shaming?", pregunté.
"Exacto, y el ganador del mes se lleva un premio"
"¡¿Un premio como tener que usar uno desos sombreros con orejas de burro?!, ¡¿como en las caricaturas?!"
"Umm... yo pensaba en reprobarlo, pero sí, supongo que podrías hacer que usara uno desos somb---"
"IT MUST BE DONE!", grité. (Excepto que no grité, sólo lo dije en voz ligeramente más alta que la normal; pero pensé que ahorita era buen momento para exagerar)
Poco después llegó el mesero y pedí el pastel, lo cual hizo que el tema cambiara de "Juegos crueles que puedes jugar con tus estudiantes" a "¿Por qué chingados estás pidiendo un postre?, ¿no habíamos quedado en que íbamos a comer más sano?, nunca me pones atención, ¿verdad?"
Lo importante de todo esto, lectores imaginarios, es que aprendí una lección muy importante: si yo fuera mi propio estudiante, la respuesta que di a la pregunta del postre haría que tuviera que usar uno desos sombreros con orejas de burro... como en las caricaturas.