Queridos asnos:
Antes que nada, permítanme agradecerles, porque siempre había querido empezar un escrito con "Queridos asnos", y gracias a sus pendejadas de los últimos días, por fin tengo la oportunidad.
Quiero comenzar diciéndoles algo que me sale del corazón: Déjense de mamadas.
Está chido que la constitución les dé el derecho a manifestarse cuando algo les parezca injusto, y está pésimo que muchos de ustedes hayan perdido su trabajo; pero creo que ya es momento de que alguien se los diga: Déjense de mamadas, en serio.
No sé en qué momento pensaron que venir desde sus pinchurrientos pueblos era una buena idea, pero les tengo noticias: a los citadinos NO nos parece aceptable que vengan a atascar nuestro zócalo, a cagar en nuestras banquetas y a congestionar nuestro tráfico.
Esperen, no se decepcionen todavía, porque les tengo peores noticias: ¿ven a toda esa gente a la que ustedes están importunando con su miserable y estorbosa existencia?
¿Qué creen? Ninguna de esas personas puede hacer algo por ustedes.
No es como si Juan Pérez, el pobre sujeto que no pudo llegar a su trabajo por culpa de los anafalbetas maestros de Zapótitlan de los Tomates, de repente dijera "Hmm, vaya, están estorbando las calles, voy a cerrar los ojos y a tronar mis dedos, y mágicamente todas sus peticiones van a ser cumplidas para que puedan regresar a maleducar a nuestra juventud"; no, pinches maestros, la vida no funciona así.
La verdad es que lo único que están logrando, es hacer que la gente que no tiene nada en contra de ustedes (porque sinceramente, nos valen madres sus peticiones) de pronto ya tenga algo en contra de ustedes, porque vinieron a complicarnos la vida con sus estupideces y berrinchitos.
"Pero Dexter, no puedes hablar así porque no entiendes qué es lo que piden los pendejos"; well, guess what, lector imaginario?
SÍ puedo hablar así, porque es mi blog y puedo hacer lo que se me pegue la gana, y porque además lo que piden los pendejos es una gran pendejada (¿quién lo hubiera visto venir?)
Lo que estos cuasi-retrasados quieren, es que no se les hagan exámenes de evaluación para poder seguir dando clases.
Les voy a dar un par de segundos para que procesen semejante estupidez:
Los maestros, las personas que SE SUPONE tendrían que educar a la juventud de México, están reclamando para que nadie pueda evaluar si tienen los conocimientos y la capacidad necesaria para educar a la juventud de México, porque saben que si así fuera, tendrían que despedir a un enorme número de maestros PORQUE SON UNOS INEPTOS.
Lo que están reclamando y exigiendo, Y la razón por la que están secuestrando nuestra ciudad, es para que permitamos que una bola de analfabetas incapaces sean los responsables de la educación de nuevas generaciones.
Vaya, con razón el país es tan pinche ignorante y jodido; ¿cómo podría ser diferente, con unos maestros así?
POR SUPUESTO que tendrían que evaluar a todos los maestros; es más, si por mí fuera, deberían de fusilar a todos los que no pasen la evaluación, porque significa que llevan años maleducando a nuestros niños, para que cuando crezcan, sean tan ignorantes y estúpidos como lo fueron sus maestros.
Pero bueno, dejemos un poco de lado las cosas que piden; imaginemos que vienen a pedir cosas coherentes e inteligentes (no es el caso, pero usemos nuestra imaginación); y aunque así fuera, habría que fusilar a toda esta bola de haraganes mantenidos y parásitos, porque ya no están ejerciendo su derecho a manifestarse; están empezando a invadir los derechos de otras personas y afectando a inocentes.
Perdón, culeros, pero si paralizan las vías de alta velocidad, causan un pinche caos vial.
Están afectando mi derecho al libre tránsito, y a diferencia de ustedes, yo SÍ tengo ganas de trabajar, yo SÍ soy una persona productiva, y yo SÍ aporto algo a este país platanero.
"Pues si tanto te afecta, ¿por qué no usas el metro, pinche burguesito?", oigo que dicen algunos mitoteros con espíritu anarquista sandinista guevarista marxista y stalinista.
"Váyanse al diablo, porros de mierda", les contesto desde mi hermosura de ojos verdes.
Yo NO uso coche, yo siempre me muevo en transporte público, porque es la forma civilizada de viajar; y los "maestros" ni siquiera me dejan hacer eso, porque tapan las vías de transporte público y las entradas y salidas de las estaciones de metro.
Básicamente, no hay forma de evitar a ese montón de parásitos, porque poco a poco están tomando nuestra ciudad.
El verdadero problema aquí no es que vengan a "manifestarse pacíficamente", sino que nuestro gobierno no tenga los huevos de darles unos cuantos madrazos a esos delincuentes, porque no sé en su mundo, pero en el mío, secuestrar las vías de transporte es un delito.
Mancera, te pido de la manera más atenta que dejes de rascarte los huevos y saques a toda esa bola de estúpidos de nuestra ciudad. Deja que se manifiesten "pacíficamente" en un lugar donde no estorben ni afecten a las personas que sí tenemos ganas de trabajar y de vivir una vida decente.
Y queridos maestros:
Resígnense; nunca van a lograr nada, porque a nadie le interesa que gente como ustedes salga adelante. Cuando estén dispuestos a educarse y a mejorarse como personas y como profesionales, tal vez entonces nos interese lo que tengan que decir.
Mientras tanto, váyanse al carajo y dejen de joder.
Mejor regrésense a sus pinches pueblos, porque si les importara tanto la educación de los niños, estarían dándoles clases en vez de estar aquí, haciendo que pierdan MÁS días de clases.
Atentamente:
Dexter Petrelli, un ciudadano harto de sus pinches chingaderas.
martes, 27 de agosto de 2013
sábado, 17 de agosto de 2013
De crecer estando loco
"La gente normal es muy aburrida"
Frases como ésa nos sirven de escudo a los pinches locos como yo, y tenemos que repetirla constántemente para poder creérnosla y dejar de maldecir nuestra suerte por estar tan trastornados.
Y es que, lectores imaginarios, tengo una confesión que hacer:
Este muchacho tan guapo y con ojos tan desgarradoramente verdes sufre de OCD (también conocido como trastorno obsesivo-compulsivo para los que no hablan inglés, pero pues c'mon dude, what's wrong with you? learn some fucking english, you beaner)
Mi OCD no es de los más graves que existen, pero de todos modos ha sido una molestia constante a lo largo de mi vida.
Por ejemplo, ¿han llegado cansadísimos a su casa, y lo único que quieren es encerrarse en su cuarto a ver una película y tomar una cerveza para relajarse y sentirse mejor?
Yo también, sólo que cuando llego a mi casa, tengo que empujar la puerta 3 veces para asegurarme de que esté cerrada, después tengo que prender la luz, apagarla y volverla a prender (porque la primera vez no cuenta), cerrar la puerta de mi cuarto (también 3 veces. 4 si es miércoles), y después sacar una cerveza de mi refri, pero asegurándome de que las otras cervezas no se hayan movido de su lugar, y si sí, acomodarlas todas de nuevo hasta asegurarme que todas apuntan exáctamente al mismo ángulo.
¿Qué es lo que pasa si no hago todo esto?
Absolutamente nada, pero mi cerebro se niega a entenderlo y me obliga a seguir todos estos rituales estúpidos que seguro me hacen ver más loco que el homeless que se la pasa afuera de mi trabajo y el otro día me ofreció un trago de su jugo de naranja.
Plot twist: el homeless NO tenía ningún jugo de naranja.
Siendo sinceros, siempre me he sentido avergonzado de mis conductas obsesivas, y he hecho mi mejor esfuerzo por esconderlas de todo el mundo. Creo que lo he logrado bastante bien, porque casi nadie se da cuenta de que estoy batshit crazy; excepto mi pobre novia, porque ella sí tiene que soportar todos mis quirks.
Afortunadamente, la mujer piensa que soy adorable a pesar de todo. Pobre ilusa.
Es feo, la verdad, saber que estoy defectuoso y es algo que no puedo controlar. Ni siquiera puedo culpar a mis padres, porque ellos son bastante normales.
No sé, creo que simplemente sentí que era momento de compartirlo con ustedes, porque a pesar de que no son tan pocas las personas que leen este blog, de todos modos lo siento un poco como un diario de quinceañera, donde puedo poner mis pensamientos pseudo-profundos y sentirme mejor conmigo mismo, para después ponerme a leer Tiger Beat y enterarme de cuáles son los gustos secretos de esos guapísimos chicos conocidos como One Direction.
Quisiera poder terminar con algún remate cómico y pretender que no acabo de ser una perra cursi, pero eso no va a pasar hoy, porque me parece de mal gusto manchar una confesión con algo que no viene al caso.
Como los curas, que manchan con semen las confesiones de los monaguillos. En el confesionario. I'm talking about illegal sex with underage boys.
¡Maldita sea, Dexter, prometiste que ibas a escribir un post completo sin burlarte de los curas pedófilos!
No sé por qué sigo confiando en ti...
Frases como ésa nos sirven de escudo a los pinches locos como yo, y tenemos que repetirla constántemente para poder creérnosla y dejar de maldecir nuestra suerte por estar tan trastornados.
Y es que, lectores imaginarios, tengo una confesión que hacer:
Este muchacho tan guapo y con ojos tan desgarradoramente verdes sufre de OCD (también conocido como trastorno obsesivo-compulsivo para los que no hablan inglés, pero pues c'mon dude, what's wrong with you? learn some fucking english, you beaner)
Mi OCD no es de los más graves que existen, pero de todos modos ha sido una molestia constante a lo largo de mi vida.
Por ejemplo, ¿han llegado cansadísimos a su casa, y lo único que quieren es encerrarse en su cuarto a ver una película y tomar una cerveza para relajarse y sentirse mejor?
Yo también, sólo que cuando llego a mi casa, tengo que empujar la puerta 3 veces para asegurarme de que esté cerrada, después tengo que prender la luz, apagarla y volverla a prender (porque la primera vez no cuenta), cerrar la puerta de mi cuarto (también 3 veces. 4 si es miércoles), y después sacar una cerveza de mi refri, pero asegurándome de que las otras cervezas no se hayan movido de su lugar, y si sí, acomodarlas todas de nuevo hasta asegurarme que todas apuntan exáctamente al mismo ángulo.
¿Qué es lo que pasa si no hago todo esto?
Absolutamente nada, pero mi cerebro se niega a entenderlo y me obliga a seguir todos estos rituales estúpidos que seguro me hacen ver más loco que el homeless que se la pasa afuera de mi trabajo y el otro día me ofreció un trago de su jugo de naranja.
Plot twist: el homeless NO tenía ningún jugo de naranja.
Siendo sinceros, siempre me he sentido avergonzado de mis conductas obsesivas, y he hecho mi mejor esfuerzo por esconderlas de todo el mundo. Creo que lo he logrado bastante bien, porque casi nadie se da cuenta de que estoy batshit crazy; excepto mi pobre novia, porque ella sí tiene que soportar todos mis quirks.
Afortunadamente, la mujer piensa que soy adorable a pesar de todo. Pobre ilusa.
Es feo, la verdad, saber que estoy defectuoso y es algo que no puedo controlar. Ni siquiera puedo culpar a mis padres, porque ellos son bastante normales.
No sé, creo que simplemente sentí que era momento de compartirlo con ustedes, porque a pesar de que no son tan pocas las personas que leen este blog, de todos modos lo siento un poco como un diario de quinceañera, donde puedo poner mis pensamientos pseudo-profundos y sentirme mejor conmigo mismo, para después ponerme a leer Tiger Beat y enterarme de cuáles son los gustos secretos de esos guapísimos chicos conocidos como One Direction.
Quisiera poder terminar con algún remate cómico y pretender que no acabo de ser una perra cursi, pero eso no va a pasar hoy, porque me parece de mal gusto manchar una confesión con algo que no viene al caso.
Como los curas, que manchan con semen las confesiones de los monaguillos. En el confesionario. I'm talking about illegal sex with underage boys.
¡Maldita sea, Dexter, prometiste que ibas a escribir un post completo sin burlarte de los curas pedófilos!
No sé por qué sigo confiando en ti...
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