Que te levantas estúpidamente tarde porque tienes celular nuevo y se te había olvidado que el despertador todavía no estaba configurado.
Que te pegas en el pie cuando te estás bajando de la cama.
Que te bañas con agua fría porque el estúpido camión del gas no ha hecho refill.
Que no desayunas porque ya no tienes tiempo y vas una hora tarde al trabajo.
Que por fin llegas al metro, y resulta que un reverendo imbécil se acaba de suicidar y está deteniendo todos los trenes.
Que cuando por fin se empiezan a mover, vas tan apretado que sientes que tus huevos ya se reposicionaron a tu garganta.
Que las escaleras eléctricas no funcionan y tienes que subir como si fueras salvaje o peruano.
Que te bajas del metro sudando como puerco, por culpa de tanta gente.
De esas veces que todo sale mal.
Pero te ves en el espejo, y te das cuenta de que eres estúpidamente guapo y tienes desgarradores ojos verdes.
De eses veces que qué bonito es ser yo, caray.
lunes, 23 de abril de 2012
domingo, 22 de abril de 2012
Promesa breve
Prometo solemnemente que mañana en la mañana voy a escribir un nuevo post, sin importar lo que pase.
Gracias.
Gracias.
jueves, 12 de abril de 2012
Ayer
Creo que ayer te vi pasar, pero no te detuve porque ibas caminando hacia el lado contrario.
Supongo que pude haber gritado tu nombre, pero no lo hice porque aunque realmente hubieras sido tú, no hubiera sabido qué decir después.
Podríamos habernos sentado a recordar los viejos tiempos; sonreído mientras nos poníamos al corriente.
Podríamos habernos contado todo lo que no nos hemos dicho en años: amor, dinero, trabajo, alegrías, caídas, decepciones, y todo eso que ahora llamamos vida y que es tan diferente a lo que alguna vez esa palabra significó para nosotros.
Podrías haberme contado lo difícil que ha sido todo, y me habrías enseñado las cicatrices que el mundo te ha dejado; y entonces yo podría haberme puesto a analizar cada palabra para tratar de explicar cada uno de los errores que he cometido desde el día que nos dejamos de ver.
Pero tú me conoces mejor que eso, me conoces desde que yo era un yo mucho más joven.
Me has visto bajo todas las luces por las que una persona puede ser iluminada; así que he querido preguntarte, ¿esta luz me queda bien?
¿La de ayer eras tú?
Se veía como si fueras tú, pero tal vez sólo hayan sido cosas de mi imaginación.
Tal vez sólo te quería encontrar en la calle porque te extraño un poquito.
Tal vez sigo arrepentido porque nos separamos así, porque tal vez empujé cuando debería haber jalado. Lo cambiaría todo si pudiera; lo repetiría todo y ahora lo haría bien.
Nunca pensé que extrañaría todas las cosas que me molestaban de ti, y todas esas pequeñas críticas que me hacías cuando me reía.
Deberías visitarme, ¿sabes?
Deberías venir a verme, para que pudieramos sentarnos a ver la tele como antes hacíamos, y deberíamos volver a discutir sobre arte, ocio y sueños, como en los viejos tiempos.
Todavía le haces falta a tu lugar en mi sillón, y mi almohada todavía te extraña cuando el Sol se oculta.
¿Entonces la de ayer eras tú?
Se veía como si fueras tú, pero tal vez sólo haya sido tu sombra que caminaba por la calle del nunca más, doblando la esquina de los viejos recuerdos.
De vez en cuando todavía se siente como si camináramos juntos, tal vez porque nunca te despediste de mí; te fuiste tan lento que no te vi salir por la puerta y a veces pienso que sigues aquí.
Cuando me di cuenta, ya era tarde, y tú ya lo habías dejado todo atrás. Caminaste lejos de todo, de lo bueno y lo malo, de una casa llena de sueños y escaleras, llena de cuadros de vidas que nunca fueron.
Si vieras lo limpio que he mantenido el lugar, estarías orgullosa de mí.
Desapareciste, pero tu historia sigue aquí; y yo trato de no odiarte por dejarme con un montón de portarretratos que nunca tendrán fotos en ellos.
Dejarme fue lo mejor que pudiste haber hecho, y lo mejor que pudiste haberme enseñado a hacer.
¿La de ayer, eras tú?
Se veía como si fueras tú, pero tal vez sólo hayan sido cosas de mi imaginación.
Tal vez sólo te quería encontrar en la calle porque te extraño un poquito.
Me gustaría haberte visto caminando por la calle y haber gritado tu nombre.
Me gustaría haberte visto pasar ayer, pero sé que si te hubiera detenido, ya jamás hubiera dejado que te volvieras a ir.
Descansa en paz.
Supongo que pude haber gritado tu nombre, pero no lo hice porque aunque realmente hubieras sido tú, no hubiera sabido qué decir después.
Podríamos habernos sentado a recordar los viejos tiempos; sonreído mientras nos poníamos al corriente.
Podríamos habernos contado todo lo que no nos hemos dicho en años: amor, dinero, trabajo, alegrías, caídas, decepciones, y todo eso que ahora llamamos vida y que es tan diferente a lo que alguna vez esa palabra significó para nosotros.
Podrías haberme contado lo difícil que ha sido todo, y me habrías enseñado las cicatrices que el mundo te ha dejado; y entonces yo podría haberme puesto a analizar cada palabra para tratar de explicar cada uno de los errores que he cometido desde el día que nos dejamos de ver.
Pero tú me conoces mejor que eso, me conoces desde que yo era un yo mucho más joven.
Me has visto bajo todas las luces por las que una persona puede ser iluminada; así que he querido preguntarte, ¿esta luz me queda bien?
¿La de ayer eras tú?
Se veía como si fueras tú, pero tal vez sólo hayan sido cosas de mi imaginación.
Tal vez sólo te quería encontrar en la calle porque te extraño un poquito.
Tal vez sigo arrepentido porque nos separamos así, porque tal vez empujé cuando debería haber jalado. Lo cambiaría todo si pudiera; lo repetiría todo y ahora lo haría bien.
Nunca pensé que extrañaría todas las cosas que me molestaban de ti, y todas esas pequeñas críticas que me hacías cuando me reía.
Deberías visitarme, ¿sabes?
Deberías venir a verme, para que pudieramos sentarnos a ver la tele como antes hacíamos, y deberíamos volver a discutir sobre arte, ocio y sueños, como en los viejos tiempos.
Todavía le haces falta a tu lugar en mi sillón, y mi almohada todavía te extraña cuando el Sol se oculta.
¿Entonces la de ayer eras tú?
Se veía como si fueras tú, pero tal vez sólo haya sido tu sombra que caminaba por la calle del nunca más, doblando la esquina de los viejos recuerdos.
De vez en cuando todavía se siente como si camináramos juntos, tal vez porque nunca te despediste de mí; te fuiste tan lento que no te vi salir por la puerta y a veces pienso que sigues aquí.
Cuando me di cuenta, ya era tarde, y tú ya lo habías dejado todo atrás. Caminaste lejos de todo, de lo bueno y lo malo, de una casa llena de sueños y escaleras, llena de cuadros de vidas que nunca fueron.
Si vieras lo limpio que he mantenido el lugar, estarías orgullosa de mí.
Desapareciste, pero tu historia sigue aquí; y yo trato de no odiarte por dejarme con un montón de portarretratos que nunca tendrán fotos en ellos.
Dejarme fue lo mejor que pudiste haber hecho, y lo mejor que pudiste haberme enseñado a hacer.
¿La de ayer, eras tú?
Se veía como si fueras tú, pero tal vez sólo hayan sido cosas de mi imaginación.
Tal vez sólo te quería encontrar en la calle porque te extraño un poquito.
Me gustaría haberte visto caminando por la calle y haber gritado tu nombre.
Me gustaría haberte visto pasar ayer, pero sé que si te hubiera detenido, ya jamás hubiera dejado que te volvieras a ir.
Descansa en paz.
lunes, 9 de abril de 2012
Otro más de bodas
La vida de las personas interesantes siempre tiene pláticas de mujeres y traiciones en lo que se van consumiendo las botellas, pero como yo no soy una persona interesante, mi vida está llena de conversaciones ridículas de bodas y compromisos.
Culpo a mis cursis amigas y su obsesión por casarse con sus primos.
El punto es que últimamente, gran parte de mi vida (la que no está demasiado ocupada en horas laborales) gira alrededor de mis patéticas amigas y sus aún más patéticas bodas.
Fotos de anillos, fotos de anillos everywhere (y no de los anillos cool)
Sea como sea, el caso es que tanto recordatorio de la existencia de las bodas ha hecho que yo empiece a pensar en lo que me depara el futuro.
Después de burlarme copiosamente de la naquiboda de mi amiga con su primo, fui con mi novia y le plantée el tema de una posible boda en un futuro (bastante bastante lejano)
Odiando las bodas y todo lo que representan, mi jaina y yo llegamos a un acuerdo: nuestra boda no podría ser la típica boda ridícula y absurda.
No no, nuestra boda tendría que ser ESPECIALMENTE ridícula y absurda.
Decidimos que nuestra boda sería temática, y el tema sería "clichés de boda ridícula"
¿A qué me refiero con esto?
Es simple: nuestra boda tomaría todas esas cosas cursis y patéticas que otras parejas hacen en serio, y nos burlaríamos de ellas exagerándolas aún más y compilándolas todas en un sólo evento cargado de rosa y peluche.
Por ejemplo, el vestido de novia tendrá que tener una cola enoooorme, y los hombros bombachos. Además, también existirá un velo horrendo y que no deje ver nada.
La cola del vestido será detenida por 3 ó 4 niñas pequeñas, que iran por ahí sacándose los mocos y embarrándolos en el vestido.
Yo vestiré con un smoking azul pastel, acentuado por un sombrero de copa blanco.
El cura deberá dar un discurso larguísimo y sin sentido, donde tratará de hacernos sentir culpables por todas las dificultades que le hicimos pasar a nuestros pobres padres.
Durante la ceremonia, deberán de haber no menos de 2 niños chiquitos llorando como imbéciles por alguna razón imbécil, y molestando a todos los de la iglesia.
Oh, porque claro que habrá iglesia; no se puede tener una boda ridícula sin iglesia.
Además, POR SUPUESTO que habrá mesa de regalos de Liverpool, porque eso es lo MÁS gato que se puede hacer en una boda.
Es como pedirle limosna a todos los invitados.
Y claro, habrá muchas tías y comadres gordas, que a medio evento se tendrán que quitar los zapatos porque ya no aguantan los pies.
El brindis del papá borracho. El brindis del mejor amigo borracho. El brindis del tipo borracho que nadie conoce pero que por alguna razón agarró el micrófono.
El primer baile con la canción de Camila.
La presentación de Power Point con fotos de los novios cuando eran bebés, y con una música de fondo que nada tiene que ver con lo que pasa en pantalla.
La víbora de la mar con la botella de tequila barato.
El fotógrafo que va de mesa en mesa vendiendo las fotos que tomó.
La aventada del ramo a todas las tipas gordas y solteronas. La aventada del liguero de la novia a todos los tipos jariosos, y de los cuales el ganador olerá el liguero mientras se toca en el baño del salón de fiestas.
Las canciones de Timbiriche mientras unos cuantos invitados ridículos se disfrazan del grupo y "cantan" en unos micrófonos gigantes de plástico.
Los vestidos de colores HORRENDOS que tendrán que usar las damas de honor.
El peinado inflado de la novia.
El pastel de un chingo de pisos, con demasiado merengue.
Los padrinos de bebida, de anillos, de pastel, de comida, de iglesia, de flores, y de todas esas cosas que necesita una pareja de novios que no quiere pagar por su propia boda porque son unos gorrones nacos y asquerosos.
El tío creepy que se le queda viendo morbosamente a las niñas de 15 años.
La abuelita quitándose la dentadura y poniéndola junto al centro de mesa.
Los ñeros que se roban los centros de mesa "como recuerdito"
Los vasos con las iniciales de los novios.
Los letreros de "Boda de Brayan y Yessenia", hechos en cartulina fluorescente y puestos en todos los puntos de acceso al evento.
Sólo servir Tequila, Vodka y Ron, porque lo demás es muy caro.
Pasar el zapato del novio, para que todos dejen dinero. Carajo, eso es ñerísimo
Y por supuesto, lo más importante de cualquier boda ultra naca:
Culpo a mis cursis amigas y su obsesión por casarse con sus primos.
El punto es que últimamente, gran parte de mi vida (la que no está demasiado ocupada en horas laborales) gira alrededor de mis patéticas amigas y sus aún más patéticas bodas.
Fotos de anillos, fotos de anillos everywhere (y no de los anillos cool)
Sea como sea, el caso es que tanto recordatorio de la existencia de las bodas ha hecho que yo empiece a pensar en lo que me depara el futuro.
Después de burlarme copiosamente de la naquiboda de mi amiga con su primo, fui con mi novia y le plantée el tema de una posible boda en un futuro (bastante bastante lejano)
Odiando las bodas y todo lo que representan, mi jaina y yo llegamos a un acuerdo: nuestra boda no podría ser la típica boda ridícula y absurda.
No no, nuestra boda tendría que ser ESPECIALMENTE ridícula y absurda.
Decidimos que nuestra boda sería temática, y el tema sería "clichés de boda ridícula"
¿A qué me refiero con esto?
Es simple: nuestra boda tomaría todas esas cosas cursis y patéticas que otras parejas hacen en serio, y nos burlaríamos de ellas exagerándolas aún más y compilándolas todas en un sólo evento cargado de rosa y peluche.
Por ejemplo, el vestido de novia tendrá que tener una cola enoooorme, y los hombros bombachos. Además, también existirá un velo horrendo y que no deje ver nada.
La cola del vestido será detenida por 3 ó 4 niñas pequeñas, que iran por ahí sacándose los mocos y embarrándolos en el vestido.
Yo vestiré con un smoking azul pastel, acentuado por un sombrero de copa blanco.
El cura deberá dar un discurso larguísimo y sin sentido, donde tratará de hacernos sentir culpables por todas las dificultades que le hicimos pasar a nuestros pobres padres.
Durante la ceremonia, deberán de haber no menos de 2 niños chiquitos llorando como imbéciles por alguna razón imbécil, y molestando a todos los de la iglesia.
Oh, porque claro que habrá iglesia; no se puede tener una boda ridícula sin iglesia.
Además, POR SUPUESTO que habrá mesa de regalos de Liverpool, porque eso es lo MÁS gato que se puede hacer en una boda.
Es como pedirle limosna a todos los invitados.
Y claro, habrá muchas tías y comadres gordas, que a medio evento se tendrán que quitar los zapatos porque ya no aguantan los pies.
El brindis del papá borracho. El brindis del mejor amigo borracho. El brindis del tipo borracho que nadie conoce pero que por alguna razón agarró el micrófono.
El primer baile con la canción de Camila.
La presentación de Power Point con fotos de los novios cuando eran bebés, y con una música de fondo que nada tiene que ver con lo que pasa en pantalla.
La víbora de la mar con la botella de tequila barato.
El fotógrafo que va de mesa en mesa vendiendo las fotos que tomó.
La aventada del ramo a todas las tipas gordas y solteronas. La aventada del liguero de la novia a todos los tipos jariosos, y de los cuales el ganador olerá el liguero mientras se toca en el baño del salón de fiestas.
Las canciones de Timbiriche mientras unos cuantos invitados ridículos se disfrazan del grupo y "cantan" en unos micrófonos gigantes de plástico.
Los vestidos de colores HORRENDOS que tendrán que usar las damas de honor.
El peinado inflado de la novia.
El pastel de un chingo de pisos, con demasiado merengue.
Los padrinos de bebida, de anillos, de pastel, de comida, de iglesia, de flores, y de todas esas cosas que necesita una pareja de novios que no quiere pagar por su propia boda porque son unos gorrones nacos y asquerosos.
El tío creepy que se le queda viendo morbosamente a las niñas de 15 años.
La abuelita quitándose la dentadura y poniéndola junto al centro de mesa.
Los ñeros que se roban los centros de mesa "como recuerdito"
Los vasos con las iniciales de los novios.
Los letreros de "Boda de Brayan y Yessenia", hechos en cartulina fluorescente y puestos en todos los puntos de acceso al evento.
Sólo servir Tequila, Vodka y Ron, porque lo demás es muy caro.
Pasar el zapato del novio, para que todos dejen dinero. Carajo, eso es ñerísimo
Y por supuesto, lo más importante de cualquier boda ultra naca:
Que sea en Acapulco.
martes, 3 de abril de 2012
Bah
¿Se acuerdan cuando en la escuela los obligaban a leer un libro o a ver una película?
¿Se acuerdan que eso significaba que sin importar lo chingón que estuviera el libro o lo buena que fuera la película, ustedes no lo/la iban a disfrutar porque los estaban obligando a leerlo/verla?
Pues estoy pasando por algo parecido.
Como en mi trabajo tengo que estar frente a una computadora por 6-10 horas diarias, cuando regreso a mi casa ya no tengo ganas de estar en internet ni de ver un monitor.
Supongo que eso explica por qué no he publicado nada últimamente; porque pues regreso a mi querido hogar bien noche y la verdad qué hueva ponerme a pensar en algo gracioso para escribir.
¿Quieren un tema gracioso?
Puedo hablarles acerca de cómo antes tenía vida y ahora paso mis días trabajando como un esclavo para pagar las deudas que me hice en cuanto supe que me iban a pagar.
Ahora tengo un chingo de cosas bien cool que ni siquiera he usado porque ya no tengo tiempo de disfrutarlas
¿Acaso no les parece gracioso el círculo vicioso de los oficinistas jodidos?
A mi tampoco.
Déjenme en paz, antes era chévere.
¿Se acuerdan que eso significaba que sin importar lo chingón que estuviera el libro o lo buena que fuera la película, ustedes no lo/la iban a disfrutar porque los estaban obligando a leerlo/verla?
Pues estoy pasando por algo parecido.
Como en mi trabajo tengo que estar frente a una computadora por 6-10 horas diarias, cuando regreso a mi casa ya no tengo ganas de estar en internet ni de ver un monitor.
Supongo que eso explica por qué no he publicado nada últimamente; porque pues regreso a mi querido hogar bien noche y la verdad qué hueva ponerme a pensar en algo gracioso para escribir.
¿Quieren un tema gracioso?
Puedo hablarles acerca de cómo antes tenía vida y ahora paso mis días trabajando como un esclavo para pagar las deudas que me hice en cuanto supe que me iban a pagar.
Ahora tengo un chingo de cosas bien cool que ni siquiera he usado porque ya no tengo tiempo de disfrutarlas
¿Acaso no les parece gracioso el círculo vicioso de los oficinistas jodidos?
A mi tampoco.
Déjenme en paz, antes era chévere.
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