"Esto apesta", dije, viendo fijamente la cerveza helada de mi amiga, y después volteando a ver mi café americano. Se veía todo chafa y poco apetecible; casi parecía como si se estuviera burlando de mí.
Mi amiga le dio un trago a su bebida, y después dijo "¡Caray, creo que es la mejor cerveza que he probado en mi vida!"
Puse cara de tristeza profunda, y me concentré con todas mis fuerzas en tratar de llorar.
"¿Sigues tratando de aprender a llorar a voluntad?", me preguntó ella. Yo asentí con la cabeza.
"¿Cuántos años llevas tratando de lograrlo?"
"Toda mi vida... pero ya casi me sale", le dije.
"No es cierto, sólo parece como si estuvieras estreñido", me contestó, sonriéndome.
Nos quedamos callados, pero el silencio no fue incómodo.
Miré a mi alrededor, tratando de encontrarle algún defecto al día. No pude.
Como si pudiera leer mi mente, mi amiga dijo "hoy es uno de esos días perfectos, ¿no?"
"Casi", dije, "este café podría ser una cerveza"
"Ok, entonces si no estuvieras todo defectuoso y tuvieras que tomar medicinas, hoy sería uno de esos días perfectos, ¿no?", me contestó, aventándome un papelito en la cabeza.
Me quité el papel del pelo, y después me quité el pelo de la cara, sonriendo.
"Extrañaba estos días, tarado", me dijo mi amiga, mientras me quitaba mis lentes oscuros y se los ponía.
Las horas pasaron, y el cielo cambió de un azul despejado, a una mezcla de morados y naranjas.
"¿Cómo fue que nunca tuviste novio mientras estabas en España?", le pregunté.
"No sé..."
"Ah, va. Gracias por el insight tan profundo, ahora todo tiene sentido"
Ella se rió y después me dijo "Pues no sé tonto... como que nunca me dieron ganas. Tener algo allá hubiera sido como... no sé... falso, ¿me entiendes?"
"No", le contesté.
"Yo nunca quise estar en España, jamás quise irme de aquí; me fui porque tuve que, pero siempre supe que iba a regresar a México..."
Me quedé callado por unos segundos, y después le dije "pero ese nunca fue el plan... el plan era que te quedaras a vivir allá..."
"No. Ese era el plan de mi familia, no el mío. Mi plan siempre fue regresar a México lo antes posible."
Iba a decir algo, pero en vez de eso simplemente me le quedé viendo a mi taza vacía.
"Niño, ¿te puedo preguntar algo?", me dijo mi amiga.
"Siempre", contesté.
"¿Qué es el amor?"
Parpadée un par de veces, sin saber qué decir.
"Wow, hoy estamos profundos... no sé qué decirte niña, nunca sé qué contestar a esas preguntas, a menos que esté bien pacheco..."
Vi que mi amiga sonreía, y me iba a decir algo, así que me adelanté a aclarar: "No, no estoy pacheco."
Ella me vio con sospecha, y después dijo "Ok, como sea, pero dime, para ti ¿qué es el amor?"
"¿Para qué quieres saber?", le pregunté yo a ella.
"Nada más quiero saber... ándale, ¿sí?, ¿por favor?", mi amiga estaba poniendo ojos de perrito triste, así que tuve que responder.
Me quedé pensando unos momentos, y después me di cuenta de que pensar ese tipo de cosas no sirve de nada, así que simplemente hablé:
"Amor es comprar café en las mañanas porque sabes que eso le va a alegrar el día.
Es ayudarla a vomitar en una jardinera y después besarle la frente.
Es ir a un concierto de My Chemical Romance, porque le gusta mucho, aunque sea una de las peores bandas del universo.
Es posar para las fotos, tratando de no hacer caras para no avergonzarla.
Es peinarte de vez en cuando, sólo porque le gusta cómo te ves.
Es pasarte días y días escribiéndole cosas, para darle regalos que no tengan que ver con fechas especiales.
Es patear una lata por media ciudad, porque de repente le dieron ganas de jugar bote pateado.
Es salirte de clase para ir a buscar papel celofán de colores, porque te acordaste que ella necesitaba papel celofán de colores.
Es dejar que te quite tus Converse y los esconda en un camellón.
Es sentirte tonto cuando estás con ella..."
Mi amiga se me quedó viendo, y me dijo "¿seguro no estás pacheco?"
"Felicidades, mataste el momento, tarada", le contesté.
"Perdón niño, es sólo que no estoy acostumbrada a oirte decir cosas lindas"
"I know, don't ask and I won't tell, then", le dije, en mi acostumbrado pochismo.
"Creo que la última vez que te escuché decir algo cursi fue antes de irme a España", dijo, más para ella que para mí.
Nadie dijo nada por unos cuantos segundos.
"Bueno, y para ti, ¿qué es el amor?", le pregunté, al fin.
"Pfft, te vas a burlar de mí"
"Siempre", contesté.
"Amor es no quererte ir a España, y odiar cada segundo que estás allá..."