martes, 23 de abril de 2013

De reproducción humana

Hace unas horas tuve la desgracia de convivir con un niño.
Si en algo no me dejarán mentir las personas que me conocen, es en que odio a los niños con toda mi alma.
Son ruidosos, apestosos, siempre están embarrados de no sé qué chingadera pegajosa, arruinan todo lo que tocan, son completamente inútiles, si los dejas solos por más de 3 minutos son capaces de poner en riesgo su integridad física, y la gente nunca los hace responsables de sus actos porque "no tienen la culpa, son niños"
God, I hate those little fuckers.

Y lo que más me ennerva, es que en este país platanero cada vez existen más niños, porque los hombres son incapaces de cuidarse y de no preñar a sus mujeres horrendas y gordas.
Si no me creen, sólo respondan a esta pregunta: ¿Cuántos niños de la calle han visto en lo que va de la semana?
No necesitan contarlos, la respuesta es "demasiados"

Es por eso que siempre he dicho que reproducirse no debería de ser un derecho, sino un privilegio.
Lamentablemente, cuando lo menciono, la gente se indigna y empieza a decirme que los derechos humanos y que Hitler, y que bla bla bla.
La verdad es que nunca les pongo atención, porque estoy demasiado ocupado felicitándome a mí mismo por mis grandiosas ideas.
Dios, soy un genio. Y guapo, además.

En mi mundo ideal, todo el mundo sería químicamente castrado al nacer, y sería infertil por el resto de su vida a menos que REALMENTE quisiera tener hijos y fuera a su centro de salud más cercano para pedir una des-castración (memorandum para mí: mandarle a algún estudio Hollywoodense mi idea para la secuela de Farinelli).

Lo interesante viene aquí: la des-castración no se le entrega a cualquier pareja de futuros padres, no señor; tienen que ganársela.

Sólo obligando a la gente a pasar todo tipo de exámenes antes de poder engendrar a un apestoso feto, será posible reducir la sobrepoblación y preservar a los mejores especímenes de la raza humana.

¿Racista?
Sí, mucho. Deal with it.

So, ¿quieren tener un hijo?
¡Muchas felicidades!
Step right up...

EXAMEN #1:
Inteligencia básica.

Si usted y su pareja no tienen 105 o más puntos de coeficiente intelectual, reprueban el examen y son castrados permanentemente.
Es más, también serán asesinados en forma brutal por hacernos perder el tiempo haciéndoles exámenes a pendejos como usted.

Si logró tener más de 105 puntos, felicidades, step right up...

EXAMEN #2:
Conocimientos básicos.

Muy bien, es usted inteligente, ¿pero acaso está educado?
¡Boom! Tiene que pasar un examen sobre cultura general (excluyendo matemáticas, porque fuck that, nadie necesita las matemáticas EVER).

Afortunadamente, el examen no será muy difícil; sólo el equivalente a un examen de admisión para una universidad pública.
De un país primermundista, claro; no como los exámenes chafas de la UNAM que hasta los alumnos de las prepas públicas (desas culeras que tienen números en vez de nombre) pueden pasar.

¿Reprobó el examen?
Castrado permanentemente, y no sólo lo asesinaremos a usted, sino también a alguno de sus seres queridos y/o mascotas. Because fuck you, that's why.

¿Aprobó?
Felicidades, step right up...

EXAMEN #3:
Prueba económica-crediticia.

Ok, tal vez usted y su pareja sean moderadamente inteligentes y cultos, ¿pero acaso tienen lo necesario para mantener a un niño en la sociedad de hoy en día?
Nadie quiere tener que seguir pagando impuestos para mantener a los pinches huevones que siguen teniendo hijos inconsideradamente y viviendo del gobierno, así que esto se va a detener ahora.

Una inspección detallada de todas sus cuentas de banco deberá de ser suficiente.
Si tiene usted al menos un par de millones ahorrados, luz verde; pero si no los tiene, se hará acreedor a castración permanente (a base de patadas en las bolas o vagina según sea el caso), muerte de sus seres queridos y/o mascotas, y además su fotografía será divulgada a todas las listas de sex offenders, para que no pueda volver a conseguir un trabajo decente por el resto de su vida.

¿Obtuvo luz verde?
Felicidades, step right up...

EXAMEN #4:
Prueba con Pantonera.

Ser listo, culto y adinerado no es suficiente en el mundo de hoy en día.
Usted también tiene que ser blanco.

De nuevo, ¿racista, much?
Yes, now stop asking stupid questions.

Sonará culero, pero es por el bien de todos.
Si no me lo cree, recuerde usted la última vez que alguien lo asaltó. ¿Esa persona era blanca? Por supuesto que no; era morena.

¿Nunca lo han asaltado?
Bien por usted. Aléjese de todos los prietos que vea en la calle y nadie lo podrá asaltar jamás.

Anyway, el examen #4 será rápido y fácil:
El tono de su piel será comparado con diversos pantones, y si es más moreno que cierto estándar (un estándar bastante poco tolerante, debo agregar), usted será descalificado y se hará acreedor a todos los castigos del nivel #3, y además será obigado a trabajar de limpiaparabrisas, janitor, bolero, lavandera o alguna otra profesión que corresponda con su tono de piel.

¿Es usted lo suficientemente blanco como para reproducirse?
Felicidades, step right up...

EXAMEN #5:
Evaluación de belleza.

¿Alguna vez han visto a esos güeros feos y deslavados que parecen como si un camello los hubiera escupido a medio digerir?
No queremos a ese tipo de gente poblando la tierra.

Un grupo de jueces altamente calificados en belleza humana lo evaluarán a usted y a su pareja para determinar si son lo suficientemente hermosos como para merecer el derecho a traer a un apestoso bebé a este mundo.

Las buenas noticias son que si no pasan el examen, se les dejará vivir sin consecuencia alguna, ya que pues son güeritos y no merecen morir; sin embargo, no podrán tener hijos, porque no queremos más feos en el mundo.

¿Pasaron el último examen?
Felicidades, step right up...

Una vez concluídas todas las pruebas, se les des-castrará y se les permitirá tener hijos, siempre y cuando firmen un contrato comprometiéndose a no sacar en público a sus hijos hasta después de haber cumplido 5 años; porque nadie quiere tener que tolerar chillidos de bebé imbécil.

¿Lo ven?
En mi mundo ideal, todos los humanos serían inteligentes, guapos, cultos, y capaces de mantenerse a sí mismos, sin necesidad de ser parásitos de la beneficencia pública.

No lo mencioné, pero también se permitirán bebés negros (dije negros, no prietos), porque pues los blancos necesitamos que exista alguien que coseche nuestras sandías, baile nuestros raps, cocine nuestros pollos fritos y juegue nuestros juegos de basketball.
No se preocupen, los negros vivirán en áreas contenidas para que no contaminen al resto de la humanidad.

Also, como posdata; ninguna persona religiosa (sin importar cuál religión) tendrá derecho a reproducirse.
Queremos personas de ciencia y de razón, no de cuentos de hadas e historias de viejitas chismosas.


Si tan sólo yo pudiera ser dictador del mundo...

miércoles, 3 de abril de 2013

Nostalgia celular

No sé en qué momento los teléfonos celulares se convirtieron en pequeñas computadoras (bueno, ok, sí sé, fue en el 2007), y no sé si esté muy a favor de ello.

I mean, sure, es cool poder tener miles de canciones, videos, fotos, juegos y todo lo demás en un aparato que te cabe en la bolsa, ¿pero a qué precio?
¿Acaso no éramos más felices con los celulares de antaño?

Recuerdo perfectamente mi primer teléfono: un hermoso Nokia 3320, desos que TODO el mundo tenía porque eran baratos y estaban de moda.
It was fuckin gorgeous.

Me acuerdo de lo feliz que me sentía sacando mi celular en la secundaria, cuando todavía la mayoría de mis compañeros no tenían un teléfono, ¿porque pues para qué chingados quieres uno a los 14 años?
Para jugar viborita en las clases aburridas (a escondidas, claro, porque la peor tragedia sería que el profesor te cachara y te quitara el teléfono) y entonces te sentías extremadamente rebelde porque eras un chico malo que no estaba poniendo atención a su clase de matemáticas.
Evidentemente, los 14 años es una edad muy teta.

Mi Nokia aguantaba toda clase de madrazos, sin importar qué tan fuertes fueran. Juro por Dios que me mira desde abajo que ese celular era virtualmente indestructible.
Además, si prendías el vibrador y ponías el teléfono encima de una mesa, podrías jugar carreritas usando los tonos (monofónicos).
Era como si la diversión nunca terminara con los teléfonos viejitos.

Después las cosas todavía mejoraron con los primeros celulares con pantalla de 256 colores, y las primeras cámaras chafísimas.
Era lo mejor de dos mundos: la simplicidad adorable y la "modernidad" impresionante. Debo admitir que era impresionante en sus tiempos.

No sé, llámenme anticuado, pero la verdad es que recuerdo con mucho más cariño esos teléfonos viejitos y anticuados, que las mini computadoras que tenemos ahora. Como que no tienen la personalidad de antes.
Todos los teléfonos son iguales hoy en día: una pantalla grande. That's it.

Evidentemente hacen muchísimas más cosas, y sería difícil imaginar una vida sin ellos, pero eso no quita que cuando recuerdo mis primeros celulares, suspire con cariño, para después agitar el puño con furia mientras veo lo que venden hoy en día.
En mis tiempos los celulares estaban mejor hechos.