La mayoría de la gente ni siquiera va al trabajo, o sólo trabaja medios días.
Es más, ni siquiera escriben en su blog.
Esto es muy frustrante, porque significa que yo me aburro mucho, y ya no puedo leer las quejas de nadie.
Bueno, estaría muy aburrido si no hubiera estado tan ocupado abriendo regalos, ayudando a preparar comidas familiares, y cuidando a mis sobrinitos, a los cuales amoyadorocontodamialma, pero de todos modos, es muy muy cansado cuidar niños pequeños.
Es increíble la cantidad de energía que un infante puede conseguir con tan sólo comer como 2 kilos de dulces...
Y ahora, ya que la escarcha y la diamantina se están asentando, puedo regresar a mi calma habitual, y apreciar las cosas sencillas de la vida, como por ejemplo, tardarme el triple en escribir esto, porque estoy completamente hipnotizado por mi lámpara de lava nueva.
También estoy cambiando de formato miles de videos, porque mi iPod sólo acepta películas con una terminación extraña.
Y bebo café de mi nueva taza de Elmo, mientras leo mi übercomic de Heroes.
Ah, y trago chocolate tras chocolate.
Feliz navidad para mí.
Así que, mientras hago todo esto, creo que ha llegado el momento de despedirme de mi querido 2007, un año que pasará a la historia como uno de los mejores que he tenido.
Y es que los últimos 12 meses me han dejado muchas muchas cosas, y las compartiré con ustedes, porque tanto dulce ha afectado mi capacidad para escribir cosas interesantes:
Enero:
Rosca de reyes cortamos.
El inicio de mi año sabático, cohetes en año nuevo, coches con marcas de pólvora, pedas en la segunda sección de Chapultepec, extravíos en coches, romances breves con quinceañeras, botargas vestidas de duendes, toquines piteros por el metro zapata, cicatrices de pintura, vagos enterrados en sábanas.
Febrero:
San Valentín celebramos.
Tráficos inhumanos en Tlalpan, marmotas borrachas, condones envueltos en lechuga, animales muertos en las paredes, pelos pintados de negro, vasos de unicel, guantes sin dedos y dramas junto a la fogata.
Marzo:
Primavera, ya nos enamoramos.
Ojos alumbrados con linternas, ojodeaguazos sin electricidad, Squirt tirado en la alfombra, receptáculos de dulces partidos en tres, cuadros de Vicente Fernández, el rey Leónidas y sus 300 espartanos, fotos con cara de borrachos, automóviles sin asientos traseros, relojes de Clios que marcan las 00:00, Maestro Limpio en noches frías, "por eso, déjeme entrar", Iu, inicios de romance, primeras conversaciones con el amor de mi vida, tragos de a 70 pesos.
Abril:
Conejitos de Pascua nos damos.
Berlines maristas, tacos de fondue con chela, "callate con tu whatever", arracadas brillantes, fotos nostálgicas con bigotes de motociclista, camisetas moradas en rebaja, lentes de contacto verdefalsos, "me quiero madrear al Greenday", ojos vidriosos, pseudofogatas sensuales, glorieta de vaqueritos a las 5 am, no más piercings y no más pelo, intercambio de mails por hi5, chispas que se convierten en fuego, fuentes coyoacaneras y Converse con Adidas.
Mayo:
A tu mamá un regalo llevo yo.
Dogmas primerizos, dogmas segundizos, meseras con bebés, falta de formalización, "let's celebrate, it's 5 de mayo", Yuppies con maestros de geografía, formalización, tragos azules, peleas de box por pay-per-view, bling bling, fiestas cumpleañeras en la calle de la amargura, familia Maestro Limpio, erotic lounges, globos con vodka, semen de burro de tamarindo, dogma de nuevo, mojitos al 2x1, paparazzi casero, payasos diabólicos, ninjas de plastilina, Mcmecos, corralones en Insurgentes, Don Simón.
Junio:
De fiesta vamos a la graduación.
Coyoacanes con hermadrinos, ataques de calcetines malvadosos, 8 litros de Viña Real, caídas de cofres, borrachos en lavabos, despedidas dramáticas, viajes canadienses, parques iluminados de noche, chinos por todos lados, locas malpintadas que acosas mexicanos inocentes, té verde con taurina, Sr. Poulet, albures en monumentos playeros, vecinas escandalosas, cervezas muy muy malas, vecinos nudistas, cocinar estando crudo, mango a 11 dólares, Red Bull por montones, apagones históricos, pasteles hechos por mí, tequilazos en banquetas primermundistas, tacos de suadero improvisados, helado de maple, Vishnú región cuatro, 180 pisos de altura, alces disfrazados, turibuses más bonitos, rosas de todos los colores, cataratas que hacen mucho ruido, impermeables amarillos, gaviotas asesinas, vendedores persuasivos, adiós Chris Benoit.
Julio:
Qué buena onda, el verano llegó.
Fuegos artificiales de despedida, lágrimas emotivas, 350 de cover, mareas y contactos, castigos injustos, el único banco con café, billares con muchos recuerdos, pepinillos esparcidos por el piso de madera, incendios forestales a escala, manos moradas mutantes, lucha libre sobre sillones polvosos.
Agosto:
En la playa te robaste el show.
Fiestas usuales, Capri mentolados, "y resulta que no eres gay", perros siendo alcoholizados contra su voluntad, maratones de vainilla, "Humberto es la ignorancia", mesas caóticas, vómito en mis zapatos y pantalones, Guitar Hero, tatuajes geek, escurrir sangre en la almohada, formas irregulares de colores fríos.
Septiembre:
Soy un fuego pero no artificial.
Fotos peatonales de alta velocidad, peluches en el Chopo, murales usuales y revelaciones indiscretas, foquitos navideños fuera de temporada, "mis otras cortinas las están lavando", gritos de independencia sensuales, "yo nunca nunca vuelvo a jugar esta mamada", fiestas fresas muy chafas, fiestas ñeras muy chafas, cubos Rubik que magnetizan a las chicas, botargas de látex lubricadas, dagas de luz, caféces que queman la lengua.
Octubre:
Halloween, dos diablos en disfraz.
"Lo borrachos es de familia", Antonio Ayans etiqueta azul, más fotos usuales, cuartos cursis y regalos cursis, odiar a las serpentinas con toda mi alma, cumpleaños felices, costillas con 4 tipos de salsa, robarse Tabascos y pimenteros, bodas que me dan mucho miedo, convivencia con baño incluído, misas de hueva, piñas de cartón, "y el siguiente va a ser el vago que pide la palabra", super vaqueros gay, nuevos hombres de familia, ninjas peruanos de peluche, fragancias descontinuadas, llamadas australianas, capacidad onírica afectada.
Noviembre:
Como osos vámonos a hibernar.
Cubos voladores, piratas vampiros contra ninjas peruanos, disfraces piteros, homosexuales ridículos, seis meses maravillosos, antifaces de a 20 pesos, blanco y negro, guerras de pasteles, caídas jocosas, chocolate en mi celular, tapitas, karaoke a las 2 de la mañana, bailes en video, reuniones necesarias, bigotes de villano de película muda, orinar en árboles, el regreso al Iu.
Diciembre:
Tú eres mi regalo en navidad.
Pistas de hielo que no están en el zócalo, emos que detienen caídas, más billares secundarios, suéteres de gato, guantes faroles, luces navideñas cuando cierro los ojos, noches intensas junto al árbol de navidad, cenas hermadrinescas, pavo otra vez, manzana verde y refresco de limón, resentimiento paternal, "se llama Miguel", iPods negros, muchos muchos dulces, niños pequeños, cera caliente y espadas de luz, chocolates de la abuela y el abuelo, añorar la navidad de las toallas, tocar guitarra bajo los efectos escoceses, gemelas adorables, "gracias oso".
Y muchas, muchas otras cosas más.
Si este post no tuvo mucho sentido, discúlpenme, pero la verdad es que tenía que escribirlo, para recordarme que este año, sin duda, ha sido el mejor de mi vida.
Estoy feliz, estoy relajado, tengo buenos amigos, estoy profundamente enamorado, y la vida ha sido buena conmigo estos 12 meses.
En realidad no me puedo quejar... y es una lástima, porque me gusta quejarme.
Feliz 2008 para todos, los posts habituales regresarán a partir del próximo martes.